domingo, 30 de mayo de 2021

Violencia con total impunidad

En Palestina ocupada, Israel ejerce la violencia a diestra y siniestra con total impunidad, las tibias condenas de organismos como la ONU y de organizaciones de derechos humanos no causan ni roncha en la dirigencia de la entidad sionista, que hasta se jacta, con los consabidos elogios de la comunidad internacional, de ser la única “democracia occidental” en el Medio Oriente, y de tener el ejército más moral del mundo.

 

VIOLENCIA CON TOTAL IMPUNIDAD



La Cuna del Sol

Los niveles de violencia desplegados por las fuerzas de ocupación israelíes contra la indefensa población palestina son aterradores, otro tanto se puede decir de las fuerza represivas colombianas en contra de los manifestantes pacíficos que se han atrevido a desafiar a la narcodictadura que gobierna al país sudamericano. En ambos casos, es igual de aterrador la manera en que los grandes medios de comunicación ofuscan o tratan de justificar el comportamiento violento y criminal de esas fuerzas represivas, que como ya es costumbre, cuentan con el irrestricto apoyo de la principal fuente de violencia mundial: Estados Unidos, líder de la comunidad de lacayos internacionales que avala cualquier violación a los derechos humanos cuando estos no sirven a sus intereses hegemónicos.

En el caso específico de Palestina, Israel ejerce la violencia con total impunidad, las tibias condenas de organismos como la ONU y de organizaciones de derechos humanos no causan ni roncha en la dirigencia de la entidad sionista, que hasta se jacta, con los consabidos elogios de la comunidad internacional, de ser la única “democracia occidental” en el Medio Oriente, y de tener el ejército más moral del mundo. Pues bien, la excepcional democracia israelí, a los palestinos les ha quitado todo derecho democrático, el apartheid y todos los crímenes de la ocupación son el pan de cada día que el criminal régimen ultraderechista de Israel les regala a los desdichados palestinos, quienes para colmo de males tienen que contentarse con recibir baños de aguas putrefactas (La mofeta); una técnica de represión desarrollada y ensayada en los territorios ocupados por el Estado líder en tecnología antiterrorista.

Israel no se arruga, las críticas, las condenas se las pasa por el trasero, pues sabe que cuenta con el escudo protector de sus simpatizantes sionistas en Washington, desde donde emanan declaraciones de irrestricto apoyo y del legítimo derecho que tiene a defenderse de la agresión de los terroristas palestinos, quienes por arte de una diabólica inversión del leguaje, pasan de ser los históricamente agredidos a los agresores de quienes los han ocupado, desposeído, y sometido violetamente por más de 70 años. Que un pueblo ocupado que ni siquiera tiene un ejército medianamente equipado, mucho menos fuerza área, artillería o armamento de alta tecnología, ni recibe 3 800 millones de dólares anuales en ayuda militar de los EE.UU, sea capaz de agredir y humillar a país que cuenta una de las maquinarias de guerra más poderosas del mundo, eso solo pueden creerlo, entre otros, los fanáticos religiosos que creen que Israel es el pueblo elegido de dios. Ningún ser humano con un mínimo de inteligencia puede aceptar semejante tergiversación de la realidad.

Sin embargo, es la narrativa israelí del conflicto, la cual es propagada por la mayoría de la prensa y la clase política occidental, la que prevalece, es decir, Israel renuentemente está peleando una guerra de defensa propia en Gaza después de los agresivos ataques militares lanzados por Hamas. Los ataques sufridos por los palestinos en Jerusalén Oriental, los linchamientos a manos de la turbas de extrema derecha israelí, la toma violenta de la mezquita de Al Aqsa, nada de eso cuenta, nada de eso sucedió. Lo que sucedió es que Hamas lanzó un ataque con misiles, e Israel en contra de su voluntad, se vio obligado a ejercer su derecho a la autodefensa teniendo mucho cuidado en no lastimar a civiles, excepto que el ejército más moral del mundo, de manera totalmente accidental, terminó matando a más de 200 palestinos, incluyendo un buen número de niños. Pero de acuerdo a la narrativa dominante los únicos que mueren asesinados por Hamas y los ataques con misiles, son los israelíes. Los palestinos, por el contrario, solo mueren, nunca se dice que son asesinados o masacrados por las bombas y los misiles del ejército israelí.  

En un discurso pronunciado ante el Congreso estadounidense, la congresista de origen palestino, Rashida Tlaib manifestó lo siguiente: “Al leer las declaraciones del presidente Biden y del secretario Blinken, del general Austin y de los líderes de ambos partidos, difícilmente uno se da cuenta de la existencia de los palestinos. No hay reconocimiento de los ataques sobre las familias palestinas que en estos momentos están siendo arrebatadas de sus hogares en Jerusalén Oriental, o la demolición de viviendas; no hay mención de lo niños que son detenidos y asesinados; no hay reconocimiento de la sostenida campaña de hostigamiento y terror por parte de la policía contra los devotos celebrando su día más sagrado en uno de sus lugares más sagrados; no hay mención de la violencia, las bombas lacrimógenas a las que Al Aqsa ha sido sometida, mientras la gente reza”.

Después de bloquear repetidos intentos del Consejo de Seguridad de la ONU para lograr un cese de hostilidades, el presidente estadounidense Joe Biden finalmente ha logrado que su amigo Netanyahu accediera a un cese al fuego. Fueron 11 días de barbarie israelí, un periodo de tiempo en el que régimen sionista contó con la tácita complacencia del gobierno de la Casa Blanca que hizo caso omiso del terror y sufrimiento infligido al pueblo palestino, que al parecer está excluido de ese orden internacional que tiene como esencia, según el gobierno de Biden, los derechos humanos y la dignidad de las personas. Ante el mundo quedó de manifiesto que, la exaltación y defensa de los derechos humanos como uno de los pilares de la política exterior estadounidense, no es más que un vulgar oportunismo, una herramienta de uso selectivo según lo ameriten sus intereses hegemónicos. Por consiguiente, Israel, como proyecto del imperialismo, goza de licencia para cometer cualquier violación, cualquier fechoría sin temor a ser castigado, pues el apego al orden internacional que Estados Unidos demanda del resto de países, sobre todo de aquellos que desafían su arrogancia imperial, no aplica a Israel.

El cese al fuego se mantiene tenuemente, pero la represión y los arresto de palestinos en los territorios ocupados por parte de las fuerzas seguridad israelíes con la complicidad de la Autoridad Palestina se han acelerado. El gobierno de Biden ha reafirmado su irrestricto apoyo a Israel y su legítimo derecho a defenderse de las agresiones de sus enemigos. Las maniobras imperialistas para descabezar el movimiento de resistencia palestino y de paso mantener el statu quo de la ocupación están en marcha. La solución del problema de la ocupación no forma parte de las prioridades del poder ocupante ni de quienes la facilitan ya que constituye el eje de su proyecto imperialista regional. La solución está en manos de los propios palestinos, solo la resistencia y la unidad de todo el pueblo palestino podrá ponerle fin a la ocupación y a los planes sionistas de extinguirlos para siempre. 




Publicado por La Cuna del Sol

domingo, 23 de mayo de 2021

Israel enseña a odiar, y la “espada de Jerusalén” se acabó convirtiendo en la “guardiana de Palestina”

La población palestina de Gaza parece dispuesta a aceptar las pérdidas sufridas en esta batalla y en las futuras, un precio que los palestinos consideran digno por defender lo que queda de Palestina.

 

ISRAEL ENSEÑA A ODIAR, Y LA
“ESPADA DE JERUSALÉN” SE ACABÓ
CONVIRTIENDO EN LA
“GUARDIANA DE PALESTINA”



Elijah J Magnier
Middle East Politics

Traducción por Eli C. Casas

La batalla de Gaza ha terminado, por el momento, tras un alto el fuego incondicional declarado unilateralmente por Israel y aprobado por la resistencia del grupo palestino. A las 02:00 AM hora local de esta madrugada del viernes 21 de mayo, y tras una intensa negociación en la que participaron Estados Unidos, Egipto y Qatar, el ejército israelí puso fin a la matanza indiscriminada por la que se “eliminaron familias palestinas enteras a propósito” y que destruyó infraestructuras y viviendas de Gaza. Además, Israel aceptó dejar de expulsar a los habitantes de Sheikh Jarrah, en Jerusalén. Los grupos de resistencia palestinos aceptaron el alto el fuego, pero prometieron mantener los misiles preparados por si Israel rompía el acuerdo. El resultado más importante de esta batalla procede de Siria, resultando en que el presidente Bashar al-Assad reabrió sus puertas a Hamás, quien contribuyó a la matanza de ciudadanos y del ejército sirio cuando muchos de sus miembros tomaron partido junto a los takfiríes durante los últimos diez años de guerra.

Los bombardeos israelíes sobre la población civil y las infraestructuras de Gaza han alcanzado un nivel de crimen de guerra que el mundo no ha condenado hasta ahora. No es la primera vez que Israel lleva a cabo guerras y batallas contra Líbano, Siria y Gaza. Odiar y matar a árabes forma parte de su doctrina política.El mundo expresó su ira contra la organización terrorista takfirí “Estado Islámico” (ISIS-Daesh) y Arabia Saudí por sus enseñanzas radicales. Esta enseñanza sigue la doctrina radical del sheikh Ibyn Taymiyyeh y del sheikh Mohamad Abdel’ Wahhab y promueve la muerte o la esclavización de otras sectas musulmanas y de las religiones no musulmanas en su conjunto. Occidente considera que los programas de enseñanza islámica extremista son un lenguaje de odio, una incitación a matar a otros seres humanos, y deben ser eliminados o modificados fundamentalmente. Pero, ¿qué enseña Israel a sus hijos? No es mejor. El mundo debe conocer el programa escolar israelí y su contenido tóxico.

Para ilustrar su radicalidad se mostró una cinta israelí en la que se produjo el siguiente diálogo:

Profesor: ¿Dónde se encuentra el templo de Salomón?

Alumnos: en la mezquita de Al-Aqsa, y allí lo construiremos en los próximos años.

Profesor: ¿Qué pasará con la mezquita de Al-Aqsa?

Alumnos: Se derrumbará, explotará y desaparecerá.

Profesor: Si conocieras a un niño árabe, ¿qué sentirías?

Alumnos: Deseos de matarlo.

Profesor: ¿Qué crees que pasará en Jerusalén dentro de diez años?

Alumnos: Toda la población será de religión judía.

El profesor: ¿Y cuál será el destino de los árabes allí?

Alumnos: se convertirán en nuestros esclavos, o habrá una batalla en la que todos los árabes serán asesinados.

Esto es lo que se enseña en las clases de primaria en Israel. Es una educación para el asesinato, el odio, la esclavización de los árabes y la destrucción de la sagrada mezquita de Al-Aqsa, que se encuentra ahora en el ojo del huracán. Las excavaciones bajo Al-Aqsa comenzaron después de la guerra de 1967, cuando Harat Al-Maghariba (el barrio marroquí de 770 años de antigüedad), adyacente al Muro de Al-Buraq, fue demolido desde el lado occidental de la mezquita para que sirviera de entrada a los soldados y colonos sionistas a sus plazas. Desde entonces, Israel no ha dejado de buscar un “Templo de Salomón”, una excusa para apoderarse de uno de los lugares religiosos más importantes para los musulmanes. Israel ha conseguido socavar los cimientos de la mezquita de Al-Aqsa. Se han producido importantes grietas en el muro sur de Al-Aqsa debido a las continuas excavaciones bajo el muro de Al-Buraq. Se acusa a Israel de inyectar sustancias químicas en los muros de la mezquita para provocar su corrosión. Los daños en Al-Aqsa comenzaron tras la apertura en 2006 de una nueva sala para los fieles judíos en la plaza de Al-Buraq, bajo el edificio de los tribunales islámicos, para conectar la carretera herodiana que se extiende desde la parte inferior del muro de Al-Buraq hasta el suburbio de Silwan, al sur de la mezquita de Al-Aqsa.

La guerra de Gaza que ha estallado recientemente se debe a que los militantes palestinos son conscientes de la intención de los funcionarios sionistas de judaizar Jerusalén y de expulsar a todos los residentes árabes de la ciudad. Israel comenzó su campaña en el barrio de Sheikh Jarrah, en Jerusalén, para desplazar por la fuerza a los árabes de sus tierras y asentar en su lugar una población sionista. Los grupos de resistencia palestinos (principalmente Hamás y la Yihad Islámica) de Gaza decidieron dar un ultimátum a Israel para evitar que deportara a los árabes y musulmanes de Jerusalén. El ex presidente estadounidense Donald Trump ofreció ilegalmente la ciudad como regalo a su amigo Netanyahu. Por lo tanto, el objetivo de Israel era (y sigue siendo) apoderarse de Jerusalén, dirigiéndose en años posteriores hacia Cisjordania.

Israel no cesará en sus objetivos, sino que deberá aplazar sus planes de ocupación de Jerusalén una legislatura más. Por consiguiente, la decisión de Gaza de vincular el acuerdo de alto el fuego -a pesar de las cuantiosas pérdidas humanas y materiales- con la protección de los habitantes palestinos de Jerusalén es una decisión que surge de la voluntad de defender la ciudad santa y a la población árabe.

A Israel le gustaría aislar la ciudad de Gaza y dejársela a los palestinos porque está desbordada de población (1,7 millones de habitantes en 368 km2). Israel no quiere cargar con el peso de controlar Gaza y ocuparse de sus residentes, un plan que puede llevar decenas de años y causar enormes pérdidas.

La guerra de Gaza, que estalló hace unos diez días, es la primera de una serie de futuros conflictos en los que todas las ciudades israelíes estarán bajo la lluvia de misiles palestinos. Israel está desarrollando su capacidad militar. También lo está haciendo así la resistencia, que tiene como objetivo el extremo norte y el sur, que obliga a los residentes israelíes y a sus dirigentes políticos y militares a ir a refugios antibombas.

Gaza ha logrado sus objetivos y, en consecuencia, la “Espada de Jerusalén” seguirá imponiéndose a Israel tras el final de esta guerra, hasta que llegue el momento de la próxima batalla.




Publicado por La Cuna del Sol

martes, 18 de mayo de 2021

La última palabra en Palestina la tendrá quien aguante más

Los extraordinarios enfrentamientos entre los palestinos e Israel son una prueba de una situación paradójica que no acabará pronto. El enfoque israelí de lo que está ocurriendo parece formal y engañoso.

 

LA ÚLTIMA PALABRA EN PALESTINA
LA TENDRÁ QUIEN AGUANTE MÁS



Elijah J. Magnier
Middle East Politics

Traducido por Eli C. Casas

Los extraordinarios enfrentamientos entre los palestinos e Israel son una prueba de una situación paradójica que no acabará pronto. El enfoque israelí de lo que está ocurriendo parece formal y engañoso. El jefe del Estado Mayor israelí, Aviv Kochavi, dijo: “Hamás no ha evaluado adecuadamente la gravedad de nuestra respuesta, ya que la Franja de Gaza se enfrenta a una enorme intensidad de ataque que no se ha visto hasta hoy”. Tel Aviv reveló que había bombardeado más de 1.500 objetivos y destruido decenas de edificios en la asediada ciudad de Gaza. Sin embargo, Israel nunca se dio cuenta de que los grupos de resistencia palestinos habían introducido nuevos misiles de largo alcance y habían aumentado significativamente la potencia de fuego, con un ritmo de más de 150 cohetes disparados a diario y simultáneamente. Los palestinos registraron más de 100 edificios alcanzados en Israel, y Gaza introdujo una nueva amenaza al lograr bombardear desde el primer día Jerusalén y Tel Aviv. Se trata de un cambio fundamental en las reglas de enfrentamiento, de bombardear gradualmente y evitar bombardear Tel Aviv, que el Eje de la Resistencia está acostumbrado a observar. Por primera vez se lanzaron nuevos misiles, uno bajo el nombre de “Al-Qasim” (llamado así por el comandante iraní Qassem Soleimani, responsable del suministro de armas a los palestinos), de 400 kg y el otro misil, “Ayyash” (llamado así por “Yahya Ayyash “) con un alcance de 250 kilómetros.

Khaled Meshaal, representante de Hamás en el extranjero, no dudó en afirmar que “la resistencia se ha beneficiado de Irán, de sus misiles y de su experiencia, y las organizaciones de Gaza se han beneficiado del contrabando de armas y de tecnología militar”.

La operación israelí “Guardián de los Muros” fracasó frente a la “Espada de Jerusalén” palestina a la hora de introducir una nueva ecuación de disuasión. Como en todas las guerras, Israel consiguió destruir instalaciones, tierras agrícolas, edificios civiles, bancos, vías públicas y edificios para los medios de comunicación locales y extranjeros. Esto indica que la resistencia palestina ha logrado reducir el banco israelí de objetivos altamente sensibles, como solía ocurrir en guerras pasadas. La incapacidad israelí para determinar la ubicación de los lanzadores de cohetes y el paradero de los altos mandos militares significa que las instituciones civiles son ahora el objetivo predilecto de Israel.

Israel no ha cambiado nada fundamentalmente en su política destructiva adoptada en décadas pasadas contra Gaza o Líbano: apuntar a las infraestructuras y a las zonas residenciales son los objetivos preferidos de Israel, con la esperanza de poner a la población en contra de la resistencia local. Gaza introdujo un nuevo elemento en la lucha al aumentar la intensidad de su potencia de fuego contra diferentes ciudades israelíes que nunca antes había atacado, empezando por el corazón de Tel Aviv hasta la ciudad sureña de Eilat. Después de cada batalla entre Israel y el Eje de la Resistencia, cada una de las partes examina la actuación durante el combate para concluir las lecciones adecuadas con el objetivo de mejorar su actuación y rellenar los puntos ciegos, en preparación para la siguiente batalla. Todavía es pronto para concluir si será la intensidad de los cohetes lanzados o la calidad de los misiles lo que resultará decisivo.

Como en todas las guerras pasadas, los responsables israelíes juran que devolverán a Gaza a la “Edad de Piedra”, destacando la potencia de su artillería y, sobre todo, la fuerza aérea proporcionada por la industria militar estadounidense. No cabe duda de que Israel no tiene rival en Oriente Medio en cuanto a su fuerza militar. Sin embargo, aparte de la introducción de los nuevos jets F-35 en esta batalla, Israel infligió importantes pérdidas humanas y materiales a su oponente, como siempre ha hecho. Dado que no hay responsabilidad internacional y que Israel desprecia todo el derecho público internacional, el apoyo ilimitado de Estados Unidos anima al primer ministro Benyamin Netanyahu a hacer caso omiso de las reglas de la guerra, atacando a niños (60 muertos hasta ahora), mujeres (39 muertas) y muchos otros civiles. Sin embargo, Israel no logró su objetivo de limitar el lanzamiento de cohetes y misiles.

Para sorpresa de los planificadores israelíes, la solidaridad local palestina en Gaza apoyó a los grupos de resistencia. Los palestinos viven en la ciudad asediada de Gaza con medios limitados y con falta de muchas necesidades básicas desde hace años. Estos palestinos han desarrollado una resistencia al agravio, ejemplificado en el dicho local: “Me estoy ahogando y tengo miedo de mojarme”.

Israel afirma que ha interceptado el 90% del total de 3000 cohetes y misiles procedentes de Gaza lanzados contra diferentes ciudades israelíes. Esto significa que al menos unos cientos de misiles lograron escapar de la red de sistemas interceptores israelíes. Estos cohetes obligan a miles de israelíes a meterse en sus refugios e impiden que la vida cotidiana continúe con normalidad, a diferencia de lo que ocurrió en anteriores guerras contra Gaza.

La resistencia palestina consiguió lanzar unos 150 cohetes al día, que cayeron en distintos sitios: cerca de Haifa, en el norte, el aeropuerto de Ramón, en el sur, y diferentes asentamientos alrededor de Gaza como Ashkelon, Ashdod, Beersheba (Negev), Gush Dan (Tel Aviv) y Jerusalén. La inteligencia israelí no supo anticipar la capacidad de los palestinos para atacar simultáneamente diferentes ciudades israelíes. También es significativo el levantamiento de los árabes de 1948 que tienen la nacionalidad israelí. Durante el bombardeo de Gaza, afirmaron la unidad de la resistencia en la ciudad asediada. Parece que la era de la Organización para la Liberación de Palestina que firmó los Acuerdos de Oslo ha terminado y que la siguiente generación quiere recuperar toda la tierra usurpada: ya no aceptará la mano israelí en Palestina.

La ciudad asediada de Gaza se ha convertido en una suerte de campo de concentración. Aislada del mar y de la tierra (sólo el paso de Rafah está abierto, según voluntad egipcia) y no tiene aeropuerto. En consecuencia, todas las armas llegan a la ciudad a través de sus túneles secretos. Sin embargo, esta guerra -no cabe duda de que será devastadora para Gaza- ha puesto en peligro a la entidad israelícon el resurgir de la solidaridad del pueblo palestino, manifestada por primera vez desde 1948.

Benjamin Netanyahu pidió a los residentes israelíes “aguantar”. Los dirigentes israelíes no se comprometieron con un momento concreto para poner fin a la guerra, entienden que esto va para largo. Esto se evidenció con la posición de EE.UU. en las Naciones Unidas cuando el embajador de Estados Unidos vetó una petición de alto el fuego en el Consejo de Seguridad. En consecuencia, la última palabra la tendrá el bando que sobreviva más tiempo, en una guerra que seguirá su curso entre los beligerantes durante unos días más.

sábado, 15 de mayo de 2021

Sin simulaciones

A cara descubierta y sin simulaciones. Lo de Colombia, lo de España y lo de Francia son lo mismo con diferentes ropajes. En Colombia se mata, en Francia se insta un golpe de Estado y en España se vota.

 

SIN SIMULACIONES



El Lince

A cara descubierta y sin simulaciones. Lo de Colombia, lo de España y lo de Francia son lo mismo con diferentes ropajes. En Colombia se mata, en Francia se insta un golpe de Estado y en España se vota. Tres formas clásicas de actuación del capitalismo que tiene ya muy claro que el "progresismo" está amortizado (y supongo que si en la FARC entregista queda alguien con cerebro se estará dando cuenta del error cometido) y no le importa actuar sin simulacros ni subterfugios. Solo hay un país, Alemania, donde todavía se actúa así impulsando a Los Verdes, la nueva marca del capitalismo y su pretendido "rostro humano".

La protesta popular en Colombia está siendo sofocada a sangre y fuego (sin olvidar el constante y continuo asesinato de dirigentes populares y ex guerrilleros), pero no es Venezuela. Por lo tanto no hay OEA, ni Comisión de Derechos Humanos de la ONU, ni "Grupo de Lima", ni "autoproclamados" reconocidos por Occidente, ni sanciones, ni nada de nada. Solo "preocupación". Bueno, no está mal, siempre es mejor morir dejando algo de precupación en los valedores de los sacrosantos "valores democráticos" que morir con su más absoluta indiferencia.

La votación de ayer en Madrid (capital del Estado canalla más conocido como España) supone la muerte del famoso 15-M, del "no nos representan", de "otra forma de hacer política", de "la casta" y de "romper con el régimen del 78", de "transversalidad" y de "ya no hay ni izquierdas ni derechas". Eso no duró nada más que tres o cuatro años y luego los quinceemesistas se convirtieron en lo mismo que criticaban.

El pronunciamiento militar en Francia es la explicación más clara de todo lo anterior, de cómo el fascismo ha entrado en una guerra de posiciones (en Colombia se está dispuesto a llegar a la guerra clásica) buscando sellar, a través de una constante batalla ideológica (Madrid) la alianza entre el bloque popular, la pequeña burguesía y la más reaccionaria como garante de los intereses capitalistas.

Esta fue y es, desde siempre, la estrategia del fascismo. Y el avance es imparable, favorecido por la asombrosa estupidez (y benevolencia) de los "progres" tipo 15-M que se retiraban de todas y cada una de las fortalezas clásicas (con aquello de "ya estamos en las instituciones") dejando que las ocupasen los peones fascistas.

Y de estas tres situaciones la más preocupante para mí es la de Francia. El pronunciamiento militar, de personal en activo y en la reserva (y que supera las 23.000 firmas) se hizo en un momento clave: en el 60 aniversario del intento de golpe de Estado en Argelia para impedir la independencia de ese país. Mirad el hecho: un país colonial se opone a que sus vasallos, árabes y musulmanes, se independicen. Sesenta años después repiten lo mismo hablando de "hordas de los suburbios".

Preocupante porque, siguiendo con los silencios, nadie de la OTAN ha dicho ni mú. Francia es miembro de la OTAN, sus militares firman un manifiesto fascista y racista. Y la OTAN callada. Luego quien calla, otorga. No hace falta a estas alturas descubrir el carácter faccioso de los militares de la OTAN, tan habladora contra el "comunismo chino" o contra Rusia.

El pronunciamiento militar en Francia no tiene por objetivo un golpe militar sino preparar las mentes para una recomposición política sobre los "valores" del orden y la autoridad. Podéis ver los lenguajes tanto en Colombia como en España. Iguales, con diferentes versiones pero con el mismo objetivo. Y el machaque constante desde los medios de propaganda para reforzar el discurso económico (y social) en aras de las demandas del capital.

La descomposición política e ideológica es el terreno donde se ha fraguado todo este escenario (y esta ofensiva). En Colombia con la entrega de las armas por las FARC, en España el 15-M y sus tonterías y en Francia las actuaciones dubitativas de la izquierda y los sindicatos con los "chalecos amarillos". En los tres países una parte importante de esa descomposición ha sido "el rechazo a la violencia" donde es más importante un contendor de basura quemado que el desempleo masivo, que la pobreza creciente, que la precariedad del trabajo. La responsabilidad de la pretendida "izquierda" en ello es total (y os recuerdo algo que ya publiqué al respecto).

En Francia, donde la impronta colonial está en el trasfondo de ese pronunciamiento, se acusa a la inmigración de todos los males. En España es el "separatismo", especialmente el catalán. En Colombia se habla de "terrorismo" y se terminará acusando a Venezuela. Todo simple, pero efectivo. Y las pretendidas "fuerzas de izquierda" inertes ante este discurso, plegándose al mismo y renunciando a luchar.

En Colombia se está haciendo frente, a costa de muertos, heridos y desaparecidos, pero todo se calmará si no hay una visión de lucha contra la lógica capitalista. Se ha conseguido la retirada de la reforma tributaria, pero queda mucho para que haya un nuevo equilibrio de fuerzas que rompa la estrategia del capital puesto que ya no hay un contrapoder armado (solo queda el ELN y unas FARC reconstituidas pero lejanas) que haga frente a su fuerza de choque: el ejército. Desde hace años las llamadas "fuerzas alternativas" (?) están tratando de negociar con el gobierno ciertos temas sociales que ahora sí estará dispuesto a negociar. Obligado, desde luego, pero eso le va a proporcionar aire hasta recomponer fuerzas. Y las "fuerzas alternativas" (y el capital) tan contentas. Pero a buen seguro que no se cederá en lo principal, que en estos momentos es la desmilitarización del país. Eso no solo daría aire interno a Colombia, sino externo a Venezuela.

En España se agacha la cabeza. Con las elecciones de ayer en Madrid el nacionalismo español de matriz franquista ya no va a tener freno. El "gobierno más progresista de la historia" es historia (corta); está acabado. Si antes no lo hacía, pero aparentaba algo, ahora ya no va a tomar ni una sola medida que moleste al capital. Ha tenido una ocasión histórica para cambiar el Estado y ahogar al fascismo, pero ni lo ha hecho ni, lo que es peor, lo ha querido hacer. Y no se puede echar la culpa al coronavirus.

Se acabaron las simulaciones. Todo el mundo está en su sitio: el fascismo en la vanguardia y nosotros en las catacumbas, preparándonos para enfrentar lo peor que está por venir.




Publicado por La Cuna del Sol

miércoles, 12 de mayo de 2021

Aliarse contra China y Rusia, un viaje de pesadilla para EE.UU y Occidente

La fuerza económica, científica y militar de China y Rusia no solo es enorme, sino que también tiene implicaciones inmensas para todo el mundo. Si alguien trata de hacer caso omiso de este hecho y empuja a China y Rusia a unir fuerzas en una lucha desesperada, esa será su pesadilla.

 

ALIARSE CONTRA CHINA Y RUSIA,
UN VIAJE DE PESADILLA PARA
EE.UU Y OCCIDENTE



 Global Times

Durante la reunión de tres días de los ministros de Relaciones Exteriores del G7, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, transmitió un mensaje: No es el propósito de Estados Unidos tratar de contener o suprimir a China, sino defender "el orden internacional basado en reglas". Y los problemas sobre la Región Autónoma Uygur de Xinjiang, la Región Administrativa Especial de Hong Kong y la isla de Taiwán están relacionados con el cumplimiento de las normas internacionales por parte de China. Como sugirieron algunos medios de comunicación extranjeros, el tema de esta reunión de ministros de Relaciones Exteriores del G7 es abordar los desafíos planteados por China y Rusia.

Blinken rechazó las afirmaciones de una "Guerra Fría" entre Estados Unidos y China y dejó en claro que Estados Unidos no quiere contener a China. Si Washington realmente así lo cree, es bienvenido. Pero el mundo ve con escepticismo las declaraciones de Blinken, de lo contrario, los medios de comunicación occidentales no seguirían haciéndole la misma pregunta a la administración Biden.

Blinken probablemente se vio más obligado a aclarar la posición porque entiende que Washington no puede presionar a Europa y Japón para que realmente se desacoplen de China. Aunque tienen diferencias con China, esos países ven la necesidad de cooperar con China en ciertos temas. La llamada nueva Guerra Fría es mal vista por todos. Para convencer a sus aliados, Estados Unidos debe ser modesto y dejar de presionar a sus aliados a seguir peligrosamente su política anti-China.

En los últimos meses, se observa como la nueva administración estadounidense dice una cosa y hace otra. No escatiman esfuerzos para fomentar la hostilidad hacia China en la sociedad estadounidense y occidental, y han ido incluso más lejos que la administración Trump al atacar a China por cuestiones relativas a Xinjiang y Hong Kong. Por otra parte, están dividiendo el mundo de manera más sistemática e inventando  enfrentamientos estratégicos. Recién han adecuado su enfoque en un intento de lograrlo paso a paso.

Hay indicios de que las élites políticas estadounidenses han reconocido o anticipado el envejecimiento y la disminución de la competitividad de la forma de gobierno estadounidense y occidental, además son muy conscientes de que ya no son capaces de emprender reformas sustanciales. Esperan crear una oposición fundamental, con la que puedan forzar la creación de un sistema internacional dominado por los países occidentales, excluyendo a China y Rusia, y mantener la hegemonía de los EE.UU con las ventajas económicas y tecnológicas que Occidente posee. Esperan que este nuevo patrón evolucione a través de sucesivos conflictos con China y Rusia.

Es necesario advertirle a Washington que está jugando un juego estratégico con fuego y que nunca tendrá éxito.

El poder combinado de China y Rusia es mucho mayor que el del antiguo bloque compuesto por la Unión Soviética y Europa del Este. Proporcionalmente, la fuerza económica, científica y militar de China y Rusia no solo es enorme, sino que también tiene implicaciones inmensas para todo el mundo. Si alguien trata de hacer caso omiso de este hecho y empuja a China y Rusia a unir fuerzas en una lucha desesperada, esa deberá ser su pesadilla.

Tanto China como Rusia son estratégicamente comedidos. Están comprometidos en mantener el sistema internacional con la Carta de las Naciones Unidas como su núcleo y el orden internacional basado en el derecho internacional. Tanto China como Rusia tienen fricciones históricas muy específicas con sus vecinos, y ambos países han actuado con moderación. Si Estados Unidos y Occidente buscan alentar a países individuales a enfrentarse a China y Rusia, los conducirán al desastre. China y Rusia están trabajando pacientemente para resolver el problema. Esperamos que ningún país o fuerza política sea seducido por Washington para atacar a China y Rusia intentando algo inútil.

Cualquier país occidental que sea alentado a desvincularse de China estará embarcándose en un proyecto infructuoso. Su mejor opción es lograr el máximo equilibrio entre China y EE.UU, sin ofender abiertamente a EE.UU, y al mismo tiempo, evitar la confrontación con China. También sería de interés para esos países atenuar la confrontación con Rusia, en lugar de intensificarla.

Washington ha estado persuadiendo a sus aliados para unirse contra China y Rusia, pero China y Rusia nunca han recurrido a un vínculo similar a una alianza. Esta se basa en la buena voluntad de Beijing y Moscú. Pero entre más traten los países occidentales de fortalecer su alianza antagónica contra China y Rusia, más se inclinarán los dos países a lidiar con ella de manera conjunta. Esta es la regla básica de la política. Sin lugar a dudas, la unidad estratégica entre China y Rusia apuntará primero contra la hegemonía estadounidense. Otras fuerzas no deberían entusiasmarse demasiado creyendo que Estados Unidos les respalda. No deben instigar proactivamente la disputa y evitar ser un objetivo de China y Rusia que servirá para advertir a otros países.




Publicado por La Cuna del Sol

jueves, 6 de mayo de 2021

Que el último apague la luz

Tres países, hechos diversos, características particulares, pero todos agrupados bajo la crisis del modelo. Para Estados Unidos, la tarea es producir los cambios necesarios que eviten la pudrición, manteniendo peones controlables que logren aminorar la crisis y restablecer el control deseado por Washington. En eso anda el Departamento de Estado, la CIA, el Comando Sur y todo el entramado intervencionista creado para mantener bajo control al patio trasero.

 

QUE EL ÚLTIMO APAGUE LA LUZ



Sergio Rodríguez Gelfenstein
Misión Verdad

Mi apreciado amigo Luis Casado me ha dicho varias veces que los títulos de mis artículos no se corresponden con su contenido. Razón no le ha faltado, reconozco que es una habilidad que no tengo. Al contrario, los escritos de Luis dicen mucho desde su propio enunciado. Uno de sus textos recientes fue denominado "Salvar el negocio" y tal vez no haya mejor forma de expresar los avatares que atraviesa el sistema neoliberal de democracia representativa para sostener el poder a cualquier precio, inclusive haciendo maquillajes para que "todo cambie sin que nada cambie" con el objetivo de mantener privilegios a costa de la exclusión y represión de las mayorías con uno de los pocos recursos que les va quedando: el de la fuerza.

Al hacer un recorrido por algunos países de América Latina se puede percibir tal situación. Al escribir estas líneas, Colombia entra en su octavo día de manifestaciones populares de rechazo a la reforma tributaria que trató de imponer el gobierno de Iván Duque. Después de 31 ciudadanos asesinados por las fuerzas militares y policiales, 124 heridos, 13 personas con daños oculares, 6 hechos de agresión sexual, 726 detenciones arbitrarias, 45 defensores de derechos humanos detenidos o limitados para realizar sus funciones y 1089 casos de violencia policial, las manifestaciones han continuado y las demandas han crecido mientras se hacen desesperados llamados a que cese la masacre. Como respuesta, el jefe del ejército hablando como si estuviera en guerra informó que "480 hombres orgánicos, que son 16 pelotones tengo en este momento desplegados" (sic). A continuación explicó que eso es solo para cumplir la primera orden del presidente de la república. Y para la segunda, tiene helicópteros tanto de la policía como del ejército "que ya están dispuestos allá", refiriéndose a la ciudad de Cali.

La contundencia de la protesta obligó al gobierno a paralizar la ley para la reforma tributaria, pero intentando ganar tiempo por un lado y enmascarar su derrota por el otro, lo hizo en dos tiempos. Inicialmente ordenó "redactar un nuevo texto y nutrirse de otras opiniones con propuestas que han presentado otros sectores" reculando en cuanto a la aplicación del IVA para alimentos, productos y servicios, aunque asegurando altanero que "la orden es no cambiar las reglas de juego". La respuesta popular fue incrementar las medidas de presión a través de una manifestación pacífica que ha intentado ensombrecer el gobierno infiltrando militares y policías vestidos de civil en las manifestaciones, con la misión de instigar la violencia que justifique una represión sin control. En este contexto, se ha llegado incluso a que el ex presidente Uribe y su partido, hayan hecho un llamado público a elevar la represión y decretar el estado de "conmoción interior" pomposo nombre que sustituyó al de "estado de sitio" que le proporciona poderes absolutos al presidente.

Ante esta situación, Duque, anunció su decisión de retirar el texto de la reforma tributaria del Congreso. De paso, el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, principal redactor de la ley se vio obligado a dimitir, propinándole al gobierno una estocada de la que difícilmente podrá reponerse. Lamentablemente, una oposición pusilánime y calculadora (con pocas excepciones) no ha tenido capacidad de conducir el descontento, siendo desbordada por la situación de ingobernabilidad solo posible de manejar por la extrema represión que recuerda los peores años de las dictaduras latinoamericanas. En este marco, han sido las organizaciones populares y sociales las que han asumido la conducción del proceso, tratando de ordenar el espontaneísmo popular, la pérdida del miedo y los deseos de paz y democracia.

Paradójicamente, nadie, ni siquiera la izquierda se quiere hacer cargo de la crisis ni se han propuesto derrocar a lo que el pueblo con autoridad llama la dictadura de Uribe y Duque. A pesar de la situación tan terrible que ha motivado las demandas populares, las elecciones están en la mirada de los políticos. El analista colombiano Felipe Tascón Recio en su análisis de la situación, opina que en el horizonte se otea "…la posibilidad de la próxima elección de una figura progresista, ajena al poder tradicional en Colombia" y agrega que "una serie de factores incluyendo la larga campaña presidencial -desde el 2017 hasta la actualidad- porque por el fraude del 2018 y la ingobernabilidad de Duque esta nunca se detuvo, consolidan la emergencia de Gustavo Petro como personificación del cambio posible. Es decir que, en la coyuntura del paro, influyen las encuestas que dan a Petro ganador en 1ª vuelta del 2022".

Otro tanto ocurre en Chile después que el Tribunal Constitucional, uno de los últimos bastiones del pinochetismo, creado por la ilegal constitución como mecanismo para dirimir las dudas respecto de la "constitucionalidad" de las leyes en ese país declaró el pasado 27 de abril inadmisible la impugnación presentada por el gobierno de Sebastián Piñera contra la ley que permite un tercer retiro de hasta un 10% de los fondos de pensiones, asestándole un duro golpe al mandatario. Esta decisión obligó a Piñera -al igual que a su homólogo colombiano, durante la misma semana- a descartar el veto presidencial y promulgar la ley, aprobada por ambas cámaras del Parlamento incluso con numerosos votos de su propia coalición.

La decisión del Tribunal, el voto contrario al presidente de varios parlamentarios de la alianza de gobierno, la manifiesta desesperación de los empresarios por la situación existente en el país y hasta las vedadas opiniones de militares retirados que suelen hablar por los activos, dan cuenta de una orfandad casi total de Piñera cuyo gobierno no llega ni siquiera a dos dígitos de aprobación.

Sin embargo, sería erróneo suponer que se ha llegado a esta situación solo por una crisis en las alturas o por benevolencia de la clase dirigente. Al contrario, el 15 de noviembre de 2019 los partidos políticos de derecha y centro derecha se pusieron de acuerdo para elaborar en conjunto un plan de engaño al pueblo a fin de paralizar las manifestaciones y…al igual que en Colombia "cambiar todo para que nada cambie".

Desde octubre de ese año, y a pesar de la pandemia y su uso como mecanismo de control de la avalancha popular que amenazaba con dar al traste con la institucionalidad pinochetista que regula la vida de los chilenos, el pueblo no ha cesado de manifestar su repudio al régimen. Esto ha permitido que la disputa existente en la sociedad se haya trasladado al Estado enmarcada en una cada vez más profunda crisis.

En este contexto el largo proceso de movilización iniciado en octubre de 2019 que ha manifestado claros indicios de rebelión popular contra el sistema, aunque en momentos haya bajado en intensidad como consecuencia de la pandemia y de la fuerte represión que se ha visto obligada a enfrentar, no se ha paralizado y ha tenido continuidad, profundizando la crisis del modelo y de la institucionalidad pinochetista vigente.

Así, el paro nacional del 30 de abril se produjo a pesar que Piñera se vio impelido a detener el veto que pretendía imponer. En este sentido, fue determinante la gran paralización previa de los trabajadores portuarios que con su acción le dieron un contundente golpe al corazón del modelo que se sustenta en las exportaciones. De esta manera, se crearon las condiciones para el exitoso paro nacional del 30 de abril que significó un peldaño más en la lucha popular, de cara a las elecciones en la trampa constitucional prevista para el 15 de mayo.

Por su parte, en otra latitud, una manifestación distinta de la crisis del modelo neoliberal y de democracia representativa se produjo en El Salvador, a partir del 1° de mayo donde se están desarrollando acontecimientos todavía en curso, cuyas consecuencias aún son difíciles de determinar. Aprovechando la aplastante mayoría parlamentaria obtenida en las últimas elecciones, el presidente Nayib Bukele, ordenó a su partido en la Asamblea Nacional destituir a todos los miembros de la Sala Constitucional (una de las cuatro instancias que forman la Corte Suprema de Justicia) y al fiscal general de la República eliminando cualquier contrapeso político al ejecutivo, destruyendo uno de los pilares de la democracia representativa de corte occidental: la separación e independencia de los poderes públicos.

De inmediato sobrevinieron denuncias de "golpe o autogolpe de Estado" que se esparcieron de inmediato en las redes sociales y pronunciamientos de opositores salvadoreños, así como de políticos de países vecinos y organizaciones internacionales bajo dominio imperial como la Organización de Estados Americanos (OEA), la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la "ONG" Human Rights Watch, que advirtieron sobre la supuesta violación a la independencia de poderes y el riesgo de que Bukele consolide un régimen autoritario. Esta hipocresía es la manera a través de la cual intentan justificar sus tropelías en otros países.

Bukele siempre dio signos de ser reacio a los cuestionamientos, respondiendo con acciones represivas que violaban derechos humanos y ha sido un abierto enemigo de la prensa. El 9 de febrero de 2020 confirmó su desprecio por la Constitución al irrumpir en la Asamblea Legislativa. Su intención golpista fue confirmada por él mismo cuando en una entrevista dijo que "si fuera un dictador o alguien que no respetara la democracia, hubiera tomado el control de todo el [país] el 9 de febrero". Posteriormente en una cadena nacional de radio y televisión el 6 de abril de 2020 afirmó que le había dado instrucciones al ministro de seguridad para que fuera "más duro con la gente en la calle (…) Los van a detener y los van a llevar a los centros de contención y ahí van a pasar 30 días con desconocidos". De manera que los hechos del 1° de mayo no son sorpresivos, el problema es que esta vez se salió de los cauces del control imperial.

El domingo 2 la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, expresó la "profunda preocupación" de su gobierno "por la democracia de El Salvador". La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) le pidió a Bukele que garantice "la separación de poderes y el orden democrático". Por su parte, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, le exigió al mandatario salvadoreño que respete la Constitución y la división de poderes. El secretario de Estado de Estados Unidos Antony Blinken reveló que le había hecho una llamada telefónica a Bukele en la que le había manifestado la "gran inquietud" del Gobierno estadounidense. Hasta la OEA se manifestó rechazando la destitución de los jueces y del fiscal, así como el papel que desempeñó Bukele para que se tomaran estas decisiones. La subsecretaria de Estado para asuntos del hemisferio occidental Julie Chung, no muy atinada en sus declaraciones, con la retórica amenazante que la caracteriza afirmó que "La existencia de una fuerte relación entre Estados Unidos y El Salvador dependerá de que el gobierno apoye la separación de poderes y sostenga las normas democráticas".

Bukele les respondió en su estilo habitual: "Queremos trabajar con ustedes, comerciar, viajar, conocernos y ayudar en lo que podamos. Nuestras puertas están más abiertas que nunca. Pero con todo respeto: Estamos limpiando nuestra casa… y eso no es de su incumbencia".

Internamente, de inmediato hubo fuertes reacciones de rechazo en sectores de la clase media, intelectuales, universidades y organizaciones gremiales de la pequeña y mediana industria y comercio, muchas de las cuales le habían dado apoyo electoral a Bukele. Incluso aparecieron voces críticas en sectores de Nuevas Ideas el partido de gobierno. Esto genera una gran incertidumbre porque no se sabe cuáles serán los próximos pasos que pueda dar el presidente.

Bukele había anunciado que el 1° de mayo desaparecería la corrupción en el Poder Legislativo y que todo iba a cambiar pero las medidas tomadas han causado una total estupefacción en el país. Se sabía que iba a haber transformaciones, pero no de la magnitud y de la forma que se hicieron.

El rechazo de las universidades y de instancias como las Fundación para el Estudio del Derecho (FESPAD) y la Unión Nacional de Juristas por la Democracia y de todas las universidades nacionales ha sido contundente e instantáneo. Existe un gran temor en sectores de la clase media de que la situación de paz que el país ha vivido por 29 años, sea interrumpida.

Los sectores populares aún no reaccionan, pareciera que no le han tomado el peso a la magnitud de los hechos, pero se espera que en los próximos días comiencen a manifestar sus opiniones. Esto es consecuencia del exitoso discurso populista de Bukele que ha logrado convencer al pueblo que los políticos son culpables de la difícil situación económica del país y que deben ser destituidos todos para poder "limpiar el país".

Esta situación va a acelerar procesos que parecían aletargados sobre la base del control absoluto que tiene Bukele sobre la institucionalidad del país. Muchos sectores que lo apoyaron y le dieron su voto con la promesa de que iba a haber "comida y empleo", a partir de ahora empezarán a percibir el engaño que sufrieron, lo cual podría comenzar a revertir el apoyo mayoritario al presidente.

Tres países, hechos diversos, características particulares, pero todos agrupados bajo la crisis del modelo. Para Estados Unidos, la tarea es producir los cambios necesarios que eviten la pudrición, manteniendo peones controlables que logren aminorar la crisis y restablecer el control deseado por Washington. En eso anda el Departamento de Estado, la CIA, el Comando Sur y todo el entramado intervencionista creado para mantener bajo control al patio trasero.




Publicado por La Cuna del Sol

lunes, 3 de mayo de 2021

Encarcelamiento de inocentes y migrantes en los EE.UU

Las similitudes entre el abuso de los inmigrantes hispanos en Estados Unidos y el de los judíos en los primeros años del nazismo son sumamente espeluznantes.

 

ENCARCELAMIENTO DE
INOCENTES Y MIGRANTES EN LOS EE.UU



Eve Ottenberg
Counterpunch

Las similitudes entre el abuso de los inmigrantes hispanos en Estados Unidos y el de los judíos en los primeros años del nazismo son sumamente espeluznantes. Fueron aún más espeluznantes durante la presidencia Trump. Eso es porque él sentía feliz al demonizar a esta minoría centroamericana y mexicana, de desplegar todo el poder del Estado en su contra y darle rienda suelta a la policía -ICE y CBP- contra esta población con una ferocidad que incluso el más obtuso podía darse cuenta que semejaba a la de la Gestapo. Para los millones de personas que viven en este país pero no tienen derechos civiles -los indocumentados o "ilegales"- como los llaman los demagogos de derecha, los años de Trump fueron una pesadilla. Si él hubiera ganado la reelección, ¿quién puede dudar de que las cosas hubieran empeorado mucho más?

Si bien hay una sensación de alivio, las repugnantes estructuras sociales que enjaulan a los inmigrantes con estatus de segunda clase en campos de detención, permanecen en su lugar. Mientras continúen con esa práctica, otro fanático racista que llegue al poder tendrá la maquinaria para perseguir a este grupo al alcance de su mano. Y las posibilidades de que otro  agitador reaccionario alcance la presidencia no son escasas: el fascismo florece después de la crisis del capitalismo, el ascenso de Trump se origina en la crisis financiera de 2008. Si Biden no expande significativamente el estado de bienestar social, ¿quién sabe qué obtendremos como resultado del colapso de 2020? Podría ser otro Trump, pero peor -un fascista competente que puede hacer que los trenes funcionen puntualmente, no un bufón.

Mientras tanto, ¿cómo evitar que el gobierno estigmatice a la minoría latina? Porque mientras Biden renuncia a las crueldades más atroces, como la separación familiar en la frontera, muchísimas personas permanecen recluidas por lo que apenas es un delito menor, el equivalente a conducir sin licencia, es decir, ingresar al país sin documentos. Biden no ha cerrado los centros de detención y probablemente mantendrá el límite en la cantidad de refugiados que serán admitidos. Si bien en la actualidad el ICE y el CBP no se desplazan en tanques por las calles de las ciudades santuario, aún reciben mucho más dinero que el FBI o la DEA. Su único propósito es vigilar, detener y arrestar a una población minoritaria que no tiene derechos, y mientras millones de personas no tengan derechos, cualquier afirmación de que Estados Unidos es una democracia es ridícula. Este es el mismo status quo prevaleció en Alemania al comienzo del gobierno nazi, cuando se aprobaron las primeras leyes que perseguían a los judíos.

¿Cómo llegamos a esta terrible situación? La respuesta es sencilla, el nativismo. Pero, por supuesto, cómo se convirtió en un potente veneno es una historia complicada, relatada por Brendan O'Connor en su nuevo libro, Blood Red Lines: How Nativism Fuels the Right. O'Connor aclara la catástrofe que se avecina, citando a Hannah Arendt sobre cómo la "negación del derecho a tener derechos" fue la condición previa "para las atrocidades perpetradas por el Reich nazi. "Se creó una condición de total falta de derechos antes de que se desafiara el derecho a vivir".

No hay una gran distancia entre arrebatar a un bebé de los brazos de su madre para siempre, o esterilizar a una mujer joven, y matar gente. Y recuerde, Trump gritaba que necesitábamos al ejército en la frontera. Las milicias de derecha que patrullan la frontera sur, armadas con armas semiautomáticas, no andan por ahí para brindar ayuda y consuelo a los migrantes desesperados. La bondad también ha sido criminalizada. Aquellos que dejan botellas de agua a lo largo de las rutas del desierto, o que llevan a los migrantes cansados a una estación de paso, o que brindan atención médica,  han terminado en los tribunales, enfrentando duras penas de prisión. Como la ley estadounidense se ha enmarañado de esta manera es una historia deplorable, y el gruñido anti-migrante tiene raíces desagradables. Pero este país ahora presume descaradamente de un aparato legal temible que deshumaniza a una población indefensa. Cualquiera que haya visto videos de niños de tres años no acompañados bajo interrogatorio en los tribunales durante los años de Trump no pudo evitar concluir que Estados Unidos fue cómplice de algo profundamente abominable.

“Me quedó claro”, escribe O'Connor sobre sus encuentros con la extrema derecha, “que estas personas eran fascistas ... actores políticos profunda y terriblemente sinceros que intentaban abrirse camino hacia un mundo en el que cualquiera que no encajara en su idea de fortaleza, belleza o valor era eliminado. Nada los haría más felices, me di cuenta, que vernos a mí y a mis amigos muertos". Estas mismas personas tuvieron en sus manos el poder durante cuatro años; quieren hacerlo de nuevo. Tienen sed de poder. No confundan el hecho de estar marginados por la inactividad -la derecha radical continua movilizándose.

Nuestra maquinaria de inmigración, escribe O'Connor, "es un gigante burocrático que acarrea la manía genocida del pasado colonialista al presente". Biden no ha hecho nada para desmantelar esa maquinaria, para paralizar a ese gigante. No esperen que lo haga. Su administración pertenece al árbol genealógico de Clinton, Bush y Obama. Y esos tres presidentes en total deportaron a 27 millones de personas. También arrojaron a muchos en lo que eufemísticamente se llama detención. Pero también podríamos ser honestos y llamarlo por su nombre: prisión o, en algunos casos, campos de concentración.

La otra adversidad sobresaliente aquí es que los inmigrantes indocumentados forman un estrato indefenso y vulnerable de la clase trabajadora. Los negocios los atraen hacia el norte por su mano de obra barata y por su impotencia debido a que son "deportables". La amenaza del ICE significa que no pueden organizarse en sindicatos. Estos inmigrantes también son muy útiles para el sistema carcelario. De esta manera, las políticas fascistas y capitalistas se entrelazan con respecto a los migrantes, razón por la cual O'Connor considera que la única respuesta con posibilidades de éxito es la unión de los trabajadores y los antifascistas. "Una de las funciones del fascismo, cuando el capitalismo está en crisis", escribe O’Connor, "es la destrucción de los movimientos obreros que realmente podrían desafiar al sistema".

Blood Red Lines le sigue el rastro a los movimientos y a las acciones de destacados reaccionarios de derecha, como John Taunton y Peter Thiel, que nos han empujado al actual precipicio. Definitivamente, trabajadores y antifascistas deberían unirse. Pero es necesario atacar vigorosamente al monstruo legalista y burocrático que amenaza a los millones de personas a las que ha declarado que no tienen derechos. Aunque es poco probable, Biden aún podría distinguirse de sus predecesores al obstaculizar a ese monstruo y ratificar los derechos civiles de los migrantes, antes de que pierdan el derecho a la vida. Porque ahí es hacia donde nos dirigimos. Ese es el abismo que se abre ante nosotros. Y aquellos que piensan que esto no puede suceder aquí no han estado prestando atención.

 

Eve Ottenberg es una novelista y periodista. Birdbrain es su libro más reciente. Puede ser contactada en su página.




Publicado por La Cuna del Sol