sábado, 29 de octubre de 2011

¡INSÓLITA, ABSURDA Y ESTÚPIDA...

Todo parece indicar que los flamantes “dirigentes” deportivos guatemaltecos,  ante la heroica actuación de los atletas Chapines en Guadalajara, México, cosechando triunfos y medallas como nunca antes en la historia de las participaciones de Guatemala en ese tipo de justas deportivas internacionales, llenos de envidia y  no queriendo verse relegados por el triunfo de estos jóvenes atletas. Han decidido ellos mismos subirse al podio y colgarse las medallas de lo insólito, lo absurdo y lo estúpido. Claro que estos rubros de la conducta humana estos personajes hace mucho tiempo que las han venido cosechando, pero lo que  resulta inaudito es que ahora, ante su flagrante incompetencia, quieran negarle a estos heroicos atletas y al pueblo de Guatemala el merecido derecho a la algarabía y el júbilo. De verdad que estos sujetos ya no tienen ni madre y hasta el diccionario se queda corto en epítetos para endilgárselos y así agregárselos a su tan “codiciado medallero.” Seguidamente La Cuna del Sol procede con la siguiente nota periodística del profesor Luciano Castro Barillas.Marvin Najarro


¡INSÓLITA, ABSURDA Y ESTÚPIDA LA DECISIÓN DEL 
COMITÉ OLÍMPICO GUATEMALTECO! NO PERMITE AL 
CAMPEÓN PANAMERICANO BARRONDO CELEBRAR SU TRIUNFO

Por Luciano Castro Barillas


No hay una explicación lógica a tan disparatada decisión. El Comité Olímpico Guatemalteco, COG, propuso, “sugirió”   -pero más seguramente ordenó- a Erick Bernabé Barrondo que a su llegada a Guatemala, después de su brillante participación en Guadalajara, abstenerse de ser recibido con algarabía cuando llegara a sus tierra natal, como si acaso fuera Barrondo el que organizaría el recibimiento en la cabecera municipal de San Cristóbal Verapaz, según reportaje del periodista Eduardo Sam Chun publicado ayer en la edición del Prensa Libre (28-10-2011) en las páginas 74-75 de la sección deportiva del diario en mención. Ante tal “sugerencia” del COG y no otra cosa que una  clara intención de invisibilización, Barrondo hizo lo indicado posiblemente para no comprometer su participación olímpica en Londres. Luego de su paso por el aeropuerto La Aurora, cogió en solitario a la terminal de buses del norte rumbo a su municipio llevando el arreglo de globos, su maleta y por supuesto, la medalla de oro, ganada en tan heroica lid. Al llegar a su pueblo sólo lo estaban esperando su padre, sus dos hermanos y una hermana. Pasó por las calles del pequeño poblado casi desapercibido y enfilando por una vereda bordeada de cafetales a ambos lados, llegó a su casa, una humilde vivienda de tablas y piso de tierra de la aldea Chiyuc. El imbatible campeón Panamericano llegó de este modo a su tierra natal, casi de incógnito, siguiendo la sugerencia del Comité Olímpico Guatemalteco que por extrañas razones hubiera querido que Barrondo llegara hasta con alguna máscara de luchador o de Hallowen. El asunto de que el campeón llegara con tanto sigilo es realmente inexplicable y se necesitará un criptólogo para que explique tanto disparate. Quien haya dado tal sugerencia a Barrondo es dueño de una especie  subrazonamiento, surgidos de una cabeza digna para hacer con ella el más rico revolcado antigüeño. No se puede decir de otra manera y ni se merece menos. En cualquier parte del mundo los héroes deportivos son recibidos apoteósicamente por su pueblo y no con la suma discresión indicada por los mismos directivos de que hemos hablado, al campeón panamericano de marcha Erick Barnabé Barrondo. ¿O acaso piensa el COG que la medalla de oro conquistada por el marchista es de oro macizo y puede correr el riesgo que los Zetas que operan en ese departamento pretendan quitársela? ¿O creen que el Estado de Sitio que hubo en ese departamento puede hacerlo sospechoso de sedición si lo recibía una multitud? ¿O será que esos cerebros guatemaltecos son los herederos del cerebro del gobernador de California de 1955 que comunicó a los vecinos de Los Ángeles que no tuvieran pena, que los rusos no se iban a robar Disneylandia, cuando el Secretario General del Partido Comunista de la Unión Soviética, Nikita Krushov, visitó los Estados Unidos?  En fin, vaya usted a saber, los motivos que dieron lugar a tan peregrina sugerencia y tamaña memez. El triunfo de Barrondo fue conocido en todo el mundo y tenía que ser en la siempre inefable e impredecible Guatemala que unos directivos deportivos descerebrados tuvieran estas reales defecaciones mentales, propias del ya no va más, del súmmum de la mediocridad  -que es decir poco, repito-  cuando no sea la coronación pontificia de la estupidez nacional. ¿Habrá un calificativo menos grosero para tal acción? No lo creo. Tienen, como Barrondo, la medalla de oro, pero de consumados burros. Esa estirpe de onocentauros que controla desde hace 54 años la institucionalidad guatemalteca y nos tiene en los últimos lugares de desarrollo humano y material entre las naciones del mundo.
                
Hay, mucho menos, reconocimiento al entrenador cubano Rigoberto Medina, El Maca, que es el otro artífice de esta victoria gallarda que nos llena de orgullo a todos los guatemaltecos. O más bien, a casi todos. Como se ven las cosas, no está lejano que el profesor Medina no le renueven su contrato, porque este competente entrenador está metido, posiblemente sin saberlo, en el reino de la mediocridad, la mezquindad y la total falta de seso, como lo es el mundillo maloliente de los directivos del deporte guatemalteco. Me temo que no se salva nadie.
                
Otro idiota, en la Federación de Karate, puso en riesgo la participación de María Castellanos, la Madola, pues habiendo estado “participando” en un congresillo de esa disciplina deportiva y dándosele los pormenores del equipamiento de reglamento nuevo que tendrían que llevar los deportistas de karate, sencillamente, no comunicó nada a la federación y se tuvo que improvisar. A duras penas pudo superarse el problema, afortunadamente Madola pudo cumplir una incomparable jornada deportiva y se trajo el oro para nuestro país. De lo contrario, a cambio de contribuir al triunfo, estos memos los echan a perder.
                
No cabe la menor duda que en esto del deporte guatemalteco muchas cosas andan terriblemente mal. Los directivos del deporte, según parece, no están a favor de Guatemala sino en contra, por lo que se ve. Urge la movilización nacional para sacar de esos cargos, no a los promotores del deporte, sino a esa  pléyade de vividores que tienen copadas las distintas federaciones. Los resultados actuales del deporte guatemalteco no es producto directo y genuino de los directivos del deporte nacional. Ellos realmente son un estorbo y una obstrucción que necesita ser removida para que fluyan las buenas, sensatas y lúcidas decisiones. Sin embargo, la perspectiva no es prometedora para el país: en menos de diez días nos toca que elegir, como dijera Vargas Llosa de los candidatos presidenciales de Perú no muy acertadamente pero con sabrosura de expresión, entre el cáncer y el sida.






Publicado por Marvin Najarro
CT, USA.

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