INTRODUCCIÓN
El poeta Manuel José
Arce habla de un Cristo que nadie quiere ver ni le importa. El hermano que
sufre la marginación, la discriminación y la explotación. Que bien podrían ser
los emigrantes que sufren el martirio de la exclusión social de un sistema
socioeconómico despiadado y de una nación enriquecida por el saqueo. La gente
prefiere al Cristo institucionalizado que está en los Nacimientos de las
iglesias católicas y en muchos hogares hipócritas que de un portazo cierran la
puerta a la humilde vendedora de tomates y al desempleado que, no queriendo
robar, se atreve a pedir.
Cristo no está en
Israel -su tierra vilipendiada por los
sionistas- . Cristo está en la
Palestina masacrada y miserable y en la Guatemala del mismo
modo. Cristo no es otro que el emigrante autoexiliado, que quiere volver y no
puede por tantas razones. Cristo, pues, dice el poeta; es de carne y hueso y
donde menos está es en las iglesias (evangélicas o católicas [eso lo digo yo]),
pues en ese lugar reina e impera Cash Luna
-Efectivo Luna- o el padre
Orantes, aquel que vio matar a monseñor Gerardi, su maestro, y estaba vacío de contenidos espirituales y
por supuesto, de huevos. Feliz Navidad, queridos lectores de La Cuna del Sol. Luciano Castro
Barillas.
CRISTO ANDA POR LAS
CALLES
Cristo nació en un portal.
El también. En un portal del barrio mercantil,
junto a una vitrina llena de artículos caros, junto al quicio de la puerta de
una lujosa residencia.
Herodes mandó a matar todos los niños para
matar entre ellos a Cristo.
El también sobrevivió a la matanza: la
mortalidad infantil llena de mínimas cajitas blancas la tierra de los
cementerios; las enfermedades más tontas asesinan a millares de chiquillos en
todo el país; la desnutrición y el hambre siegan miles de vidas que apenas si
empiezan a germinar.
Cristo, niño aún, deslumbró a los doctos de la
ley.
El también: chiricito apenas, tenía la maña y
la inteligencia para ganarse “sus frijoles” y hablaba con una inteligencia tan
clara de las cosas, que los adultos lo miraban asombrados.
Cristo venía pregonando la verdad.
El también. La verdad era demasiado evidente
para que escapara de su inteligencia viva y nutrida en la experiencia
cotidiana.
Cristo fue perseguido y martirizado, condenado
y asesinado.
El también.
El mundo está lleno de cristos. De Cristos
anónimos. De Cristos que mueren todos los días, en todas partes, de todos
modos.
Cristos descalzos y hambrientos. Cristos que
mueren antes o después de los 33 años. Cristos ignorados. Cristos que se llaman
Juan.
El mundo está lleno de Herodes. De Herodes que
fabrican biafras.
De Herodes que empujan hacia arriba los índices
de mortalidad infantil. De Herodes que no dejan germinar las escuelas y
asesinan millones y millones de inteligencias.
El mundo está de lleno de Pilatos, Caifases y
Barrabases.
Aquel Cristo vino para rescatar la ley mosaica
de su Dios, de entre las garras de los mercachifles, de los que “comercian con
el credo” -como dice La Chalana- , con la fe y
con el ritual.
Todos los demás Cristos han venido para
rescatar la ley de Cristo de entre las garras de los nuevos fariseos, de los
que hicieron de Cristo un socio, un guardaespaldas, un compinche. De los que,
además de los clavos crucificatorios, le echaron los grilletes de la forzada
complicidad.
Todos los días me encuentro con un Cristo que
juega cincos, vende periódicos, cuida carros.
Todos los días me enteró de un Cristo torturado
que aparece muerto en algún rincón del mundo.
Calderón Salazar habla a veces de las
“catedrales invertidas” que son nuestros sacrosantos barrancos. Algún hablará
de los calvarios que son los caminos vecinales.
¡Cuidado fariseos! Cristo está vivo. Cristo se
ha multiplicado.
Cristo está en las fábricas, en las plantaciones,
en las oficinas, en los mercados y en las calles y en los barrancos y en los
hospitales. Y el templo de su Dios no es sólo un edificio: es el mundo inmenso
y es cada ser humano.
Y nunca habrá tantas cruces para tantos
Cristos.
Glosario de guatemaltequismos
ü CHIRIZ: Niño. CHIRICITO: Bebé, niño
de brazos.
ü CINCOS: Canicas.
ü HUEVOS: Testículos.
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