INTRODUCCIÓN
Las sociedades secretas de todas las épocas y en
todos los lugares del mundo se concibieron para ocultar la verdad. Para que sus
líneas visuales no estuvieran al alcance de todos, solo de los iniciados
especiales y de los grandes sacerdotes. Los arcanos y los oráculos propiciatorios siempre fueron
maléficos, siendo quizá los casos más emblemáticos el de los Caballeros
Templarios de la Edad Media quienes buscaban dos glorias juntas: el poder
terrenal y el espiritual. Banqueros y monjes que eran el poder fáctico de esa
época, con quienes el Papa romano tenía empeñados hasta los calzoncillos. En la
actualidad los cenáculos o capillas secretas surgen y desaparecen y sólo
trascienden a la opinión pública cuando sus desaciertos son tales que rayan con
el escándalo, lo desaprensivo y lo ilegal. Ya lo ve usted, la logia criminal de
La Cofradía (que de paso prostituyó a una de las instituciones depositarias de
la cultura popular tradicional de los guatemaltecos, porque la otra es la
Iglesia) y La Hermandad pecó también de falta originalidad, porque en las
novelas románticas de don José Milla del
siglo XIX, daba cuenta este connotado escritor de la existencia de sociedades
secretas como la de Los Nazarenos, por supuesto bastante diferente a la
organización de estos granujas y hamponcetes. Pero espigando más a profundidad
nos damos cuenta que la existencia de estas sectas secretas fueron inspiración
del brujo o demonio mayor nacional: Ríos
Montt. Este personaje con su locura mesiánica infestó la mente de muchos
oficiales que decantaron de una espiritualidad paranoica a una criminalidad
militante. Armas, dinero, drogas y poder fueron la fórmula letal para miles de
guatemaltecos que sufrieron los embates de la pedagogía del mal del más
perversos de los sujetos nacidos en esta noble tierra y humilde sociedad: el
demonio, que aquí en Guatemala tuvo dos apellidos concretos: Ríos Montt. Armando
Chúa.
EL NARCO-ESTADO INTOCABLE (Segunda parte y final)
Los militares de Guatemala desafían a la DEA
Por Frank Smyth, The Texas Observer 18 de noviembre 2005
Jungle exercises for the Guatemalan Kaibiles. (photo by Jeremy Bigwood) |
Los reportes de la CIA son todavía más cándidos. “Los oficiales que
comandan las unidades participantes han sido instruidas para destruir todos los
pueblos y aldeas que estén cooperando con la guerrilla y eliminar todas las
fuentes de resistencia", se lee en un reporte (anteriormente clasificado
como SECRETO) de 1992 de la estación de la CIA en Guatemala. El reporte de la
CIA continúa: (...) cuando una patrulla del ejército encuentra
resistencia y es atacada con disparos desde un pueblo o aldea es asumido que la
comunidad entera es hostil y por lo tanto es destruida". Equipos
de forenses desde entonces han exhumado muchas fosas comunes. Se han
desenterrado mujeres e infantes. Más de 200,000 personas fueron asesinadas en
Guatemala que sobresale como el conflicto más sangriento en Centro América
durante la Guerra Fría. La violencia dejó a los militares firmemente en control
de Guatemala, y no pasaría mucho tiempo para que los carteles de la droga
colombianos notaran esta estabilidad. De acuerdo a expertos andinos en asuntos
relacionados con la droga, primero el cartel de Medellín y luego el cartel de
Cali empezaron a buscar nuevas rutas para el contrabando hacia los Estados
Unidos después de que las rutas más tradicionales sobre el Caribe y las Bahamas
habían sido cerradas, a mediados de los 80, por la constante vigilancia de los
radares de lo Estados Unidos. “Ellos escogieron a Guatemala por su cercanía a
México, que es un punto obvio de entrada a los Estados Unidos, y porque los
mexicanos tienen una mafia bien establecida", explicó un experto
andino encargado de hacer cumplir con la ley. (...) Es también un país
con mejores rutas de tránsito y almacenamiento que El Salvador y porque también
ofrece mayor estabilidad y era más fácil de controlar. De acuerdo a
documentos de la DEA obtenidos a través de la U.S Freedom of Information Act,
agentes especiales de esa organización comenzaron a detectar la participación
de los militares guatemaltecos en el tráfico de drogas a principios de
1986. Es cuando Ortega Menaldo tomó el cargo de jefe de la inteligencia militar
de Guatemala, sustituyendo a Callejas y Callejas. Durante los siguientes 9
años, de acuerdo a los mismos documentos agentes especiales de la DEA
detectaron no menos de 31 oficiales activos envueltos en el tráfico de drogas. “Todos
los caminos llegan a Ortega", dijo recientemente un experto estadounidense
en el combate a la droga. “Hasta oficiales actualmente en servicio pueden estar
relacionados con otros oficiales retirados. Ellos tienen una relación de
mentores". Los reportes de inteligencia de los EE.UU revelan los fuerte
vínculos que oficiales de alto nivel de La Cofradía cultivaron con muchos de
sus subordinados, quienes eran apodados “Los Operadores". “Esta columna
vertical de oficiales de inteligencia, de capitanes a generales, representa lo más
fuerte de la red interna de lealtades dentro de la institución", se
lee en un cable de la DIA (U.S Deffense Intelligence Agency) de 1991.
"Otros oficiales, por su capacidad, eran escogidos en todos los niveles
para servir en operaciones claves y en el comando de tropas", este reporte
de los EE.UU continúa. “Aunque no tan ceñida como La Cofradía; Los Operadores
de todas maneras desarrollaron su propia estructura vertical, líder
subordinado, de reconocimiento; relaciones y lealtades, considerada hoy como
una columna vertical de lealtades entre oficiales, distinta y separada. De
acuerdo a otro cable de los EE.UU, los oficiales de La Cofradía extendieron su
alcance aún más, ya que los oficiales de nivel medio, Los Operadores; a
quienes ellos habían escogido, procedieron a seleccionar a los civiles locales
para servir como “comisionados militares; ‘los ojos y oídos’ de los militares
en las comunidades rurales.
Pocos casos criminales demuestran de mejor manera la integración entre los
mandos de la inteligencia guatemalteca y el tráfico de drogas, como el caso seguido
por los agentes especiales de la DEA en 1990 en los calurosos llanos del
oriente de Guatemala, cerca de la costa caribeña del país. Este caso de hace 15
años es también la última vez que un guatemalteco buscado por cargos en su
contra relacionados con la droga, fue extraditado a los Estados Unidos. Arnoldo
Vargas Estrada, alias “Archie,” fue por mucho tiempo un “comisionado militar,”
y alcalde de la ciudad de Zacapa. Oficiales de la embajada de los Estados
Unidos informaron (como es todavía requerido de acuerdo al protocolo
diplomático entre las dos naciones) a la inteligencia militar guatemalteca, en
ese entonces encabezada por Ortega Menaldo, que los agentes especiales de la
DEA tenían bajo vigilancia al alcalde de la ciudad. Vargas y otros dos civiles
sospechosos fueron luego arrestados en Guatemala con la ayuda de la DEA. No
mucho tiempo después los tres fueron extraditados a Nueva York, en donde fueron
juzgados y encontrados culpables con base en evidencias presentadas por la DEA.
Pero la DEA no hizo nada en Guatemala cuando poco tiempo después de los
arrestos los militares simplemente movieron la misma operación de contrabando a
una área rural fuera de la ciudad. De acuerdo a miembros de familias
campesinas, en una petición entregada al embajada de los Estados Unidos en
Guatemala y dirigida simplemente a Señores D.E.A. “Antes de que amaneciera, una
de las avionetas que transportan cocaína se estrelló cuando no pudo alcanzar la
pista de aterrizaje en el Rancho Maya,” se lee en el documento que los campesinos
firmaron, o estamparon con las huellas de sus dedos pulgares. El documento
nombra a los comisionados militares conjuntamente con siete oficiales locales,
incluyendo a cuatro coroneles del ejército, quienes los campesinos dijeron eran
los encargados de supervisarlos. Uno de los comisionados militares a quien los
campesinos nombran, era el dueño del Rancho Maya (Byron Berganza). En el 2004,
más de una década después, agentes especiales de la DEA finalmente arrestaron a
Berganza juntamente con otro civil guatemalteco bajo cargos federales de
“conspiración para transportar narcóticos” en la ciudad de Nueva York. El año
pasado, la DEA arrestó en Ciudad México a Otto Herrera, quien
manejaba una vasta flota de vehículos para transportar carga desde el área de
Zacapa. John Ashcroft, el entonces fiscal general describió a Herrera como uno
“de los más importantes traficantes internacionales de drogas y lavado de
dinero en el mundo.” Sin embargo, no mucho tiempo después de su arresto,
Herrera, de alguna manera se las ingenió para escapar de la cárcel en Ciudad
México. Ninguno de los oficiales militares guatemaltecos que los campesinos
mencionaron en su petición en 1992, ha sido acusado de cargos en su contra.
Como lo ha explicado Glaspy, agente especial de alto rango de la DEA:
“Hay una diferencia entre recibir información y tener la capacidad de enjuiciar
a alguien".
En el 2002, Ballenger, para ese entonces entonces jefe del Subcomité para
el Hemisferio Occidental, forzó a la administración Bush a tomar acción
limitada para penalizar a los oficiales militares guatemaltecos de alto rango
de quienes se pensaba estaban envueltos en el tráfico de drogas. “La visa del
ex jefe de inteligencia de Guatemala, Francisco Ortega Menaldo, fue revocada,”
confirmó en marzo del 2002; Richard Boucher, vocero del Departamento de Estado:
(...) Bajo una sección de la Acta de Inmigración y Nacionalidad
relacionada al narcotráfico, y eso es todo lo que puedo decir a cerca de los
detalles de la decisión. Para entonces, el general retirado Ortega
Menaldo había negado los cargos por tráfico de drogas que los EE.UU le
imputaban. Mientras que al mismo tiempo les recordaba a los reporteros en
ciudad Guatemala, que previamente en los años 80, él había colaborado con la
CIA y la DEA. Por cierto, una Junta de Supervisión de Inteligencia de la Casa
Blanca ha confirmado que tanto la CIA como la DEA han mantenido, desde finales
de los 80 y principios de los 90, al menos; contactos con la inteligencia
militar guatemalteca, cuando era dirigida por el coronel Ortega Menaldo. La CIA
a través de Mark Mansfield, vocero de la misma, declinó comentar para este
artículo. Ocho meses después de revocar la visa a Ortega Menaldo la
administración Bush citó nuevamente sospechas de tráfico de drogas para revocar
la visa de entrada a los EE.UU de otro jefe de la inteligencia guatemalteca, el
general retirado Callejas y Callejas. Pero al hacerse pública la noticia en la
prensa guatemalteca, este oficial de La Cofradía nunca respondió, al igual que
lo hizo Ortega Menaldo a las acusaciones de tráfico de drogas hechas por los
Estados Unidos. En lugar de confrontar la impunidad que permite a los militares
guatemaltecos traficar con drogas, mucho de los oficiales electos del país
parecen ir en la dirección opuesta. No mucho tiempo después que la
administración Bush nombró a los jefes de inteligencia de La Cofradía como
sospechosos en el tráfico de drogas, miembros del Frente Republicano
Guatemalteco, FRG, el cual había sido fundado por otro oficial retirado del ejército,
introdujeron en el congreso guatemalteco una legislación que removería el
control civil sobre los militares en asuntos relacionados con la justicia
criminal. A lo largo de todo el periodo de la Guerra Fría, la justicia civil de
Guatemala raras veces tuvo la oportunidad de enjuiciar oficiales del
ejército por crimen alguno. En su lugar, los oficiales se sometían ellos mismos
a los tribunales militares. En la década de los 90, las cortes civiles
empezaron por primera vez, tentativamente, a ejercer su autoridad para procesar
oficiales militares por crímenes como el tráfico de drogas. Pero la legislación
que se propuso estipula que cualquier oficial en servicio activo o retirado
puede ser enjuiciado únicamente en un tribunal militar, sin importar el crimen
imputado. Una corte marcial es normalmente reservada para crímenes
presuntamente cometidos por personal militar en el transcurso de su servicio.
Si esta ley es aprobada, sin embargo, asegurará que los oficiales
guatemaltecos acusados de algún crimen, desde asesinato hasta narcotráfico;
podrían una vez más, únicamente ser enjuiciados por sus pares. “Esto sería un
nuevo mecanismo de impunidad", lo hizo notar José Zeitune de la Comisión
Internacional de Juristas con base en Ginebra y autor en el 2005 de un reporte
sobre el poder judicial guatemalteco. Como Jefe del Subcomité para el
Hemisferio Occidental, Ballenger, acusó al partido FRG, que goza de mayoría en
el congreso guatemalteco, de corrupción relacionada con la droga. El FRG fue
fundado por el general retirado, Efraín Ríos Montt. Una figura controversial,
quien en 1982 lanzó un golpe de estado para convertirse en el presidente
de Guatemala, justo en el momento cuando La Cofradía estaba en ascenso. El
nuevo vicepresidente del subcomité para el Hemisferio Occidental es Jerry
Weller, representante en el congreso por el estado de Illinois, quien
recientemente contrajo matrimonio con Zury Ríos Sosa, hija del coronel retirado
Ríos Montt. Al contrario de otros miembros del subcomité, Weller, a través de
su vocero, Telly Lovelace, declinó comentar para este artículo. El suegro del
congresista Weller preparó al último presidente de Guatemala, un miembro
del FRG de nombre Alfonso Portillo, quien huyó del país en el 2004 para escapar
el arresto por presunto lavado de dinero, según un reporte del Departamento de
Estado. Durante el mandato del presidente Portillo, uno de sus más cercanos
allegados dentro del Palacio Nacional, fue, de acuerdo a la prensa guatemalteca;
el cofundador de La Cofradía, Ortega Menaldo. Hoy en día las obscuras
estructuras de los mandos de la inteligencia de Guatemala están tan integradas
con el crimen organizado, que la administración Bush, por su parte, está
haciendo un llamado a las naciones Unidas. Haciendo a un lado su acostumbrada
critica del organismo internacional, la administración apoya una propuesta para
formar una fuerza de tarea liderada por la ONU llamada explícitamente: “La
Comisión para la Investigación de los Grupos Armados Ilegales y Aparatos
de Segurida Clandestina en Guatemala". Hasta aquí la única nación que ha
cedido su soberanía para permitir a la Naciones Unidas un papel similar, es
Líbano, en donde investigadores de la ONU están indagando sobre el asesinato de
un ex ministro. El plan propuesto por la ONU para Guatemala goza del apoyo de
su nuevo presidente, Oscar Berger, un rico terrateniente y abogado, que es muy
respetado por la administración de los Estados Unidos. Pero la Comisión de la
ONU que se viene proponiendo, está encontrando resistencia por parte de
políticos del FRG, como la esposa de Weller, Zury Ríos Sosa, quien es una
congresista que representa al FRG.
¿Qué es lo que están haciendo entonces los oficiales de los EE.UU y
las autoridades de Guatemala para ponerles un alto a los oficiales militares
envueltos en el tráfico de drogas? “En términos de corrupción pública en contra
del ejército y otros, las autoridades guatemaltecas están llevando a cabo
varias investigaciones en este momento", dijo el entonces secretario
asistente Robert B. Charles, en una conferencia de prensa en el Departamento de
Estado a principios de este año. Pero siguiendo con las mismas prácticas del
pasado, ninguno de los oficiales sospechosos ha sido acusado tanto en Guatemala
como tampoco en los Estados Unidos. Más problemático todavía es el caso
reciente que envuelve a esos soldados mexicanos convertidos en matones a
sueldo, los Zetas. Este pasado 22 de octubre, siete miembros de los Zetas
fueron arrestados en un pueblo de la frontera guatemalteca con armas y cocaína.
Prensa Asociada reportó que de acuerdo a las autoridades guatemaltecas los
Zetas llegaron para vengar a uno de sus miembros que había sido muerto en
Guatemala. Un poco más de una semana después de ser arrestados y a pesar
de la evidencia en contra de ellos, las autoridades de Guatemala
inexplicablemente los dejaron en libertad.
Reportaje por Frank Smyth del semanario
independiente The Texas Observer en su versión original "The
Untouchable Narco-State: Guatemala's Military Defies the DEA." publicado el 18 de noviembre del 2005, fecha
en que también fue publicado por el website del National Security Archives.
"These materials are
reproduced from www.nsarchive.org with the permission of the National Security
Archive."
Estos materiales son reproducidos del www.nsarchive.org con el permiso del Archivo de Seguridad Nacional
Traducción por La Cuna del Sol
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Publicado por Marvin Najarro
CT., USA.
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