lunes, 28 de mayo de 2012

EL NARCO – ESTADO INTOCABLE (II)…





INTRODUCCIÓN


Las sociedades secretas de todas las épocas y en todos los lugares del mundo se concibieron para ocultar la verdad. Para que sus líneas visuales no estuvieran al alcance de todos, solo de los iniciados especiales y de los grandes sacerdotes. Los arcanos  y los oráculos propiciatorios siempre fueron maléficos, siendo quizá los casos más emblemáticos el de los Caballeros Templarios de la Edad Media quienes buscaban dos glorias juntas: el poder terrenal y el espiritual. Banqueros y monjes que eran el poder fáctico de esa época, con quienes el Papa romano tenía empeñados hasta los calzoncillos. En la actualidad los cenáculos o capillas secretas surgen y desaparecen y sólo trascienden a la opinión pública cuando sus desaciertos son tales que rayan con el escándalo, lo desaprensivo y lo ilegal. Ya lo ve usted, la logia criminal de La Cofradía (que de paso prostituyó a una de las instituciones depositarias de la cultura popular tradicional de los guatemaltecos, porque la otra es la Iglesia) y La Hermandad pecó también de falta originalidad, porque en las novelas románticas de don José Milla  del siglo XIX, daba cuenta este connotado escritor de la existencia de sociedades secretas como la de Los Nazarenos, por supuesto bastante diferente a la organización de estos granujas y hamponcetes. Pero espigando más a profundidad nos damos cuenta que la existencia de estas sectas secretas fueron inspiración del brujo  o demonio mayor nacional: Ríos Montt. Este personaje con su locura mesiánica infestó la mente de muchos oficiales que decantaron de una espiritualidad paranoica a una criminalidad militante. Armas, dinero, drogas y poder fueron la fórmula letal para miles de guatemaltecos que sufrieron los embates de la pedagogía del mal del más perversos de los sujetos nacidos en esta noble tierra y humilde sociedad: el demonio, que aquí en Guatemala tuvo dos apellidos concretos: Ríos Montt. Armando Chúa.









EL NARCO-ESTADO INTOCABLE (Segunda parte y final)

Los militares de Guatemala desafían a la DEA


Por Frank Smyth, The Texas Observer 18 de noviembre 2005

  Jungle exercises for the Guatemalan Kaibiles. (photo by Jeremy Bigwood)  


Los reportes de la CIA son todavía más cándidos. “Los oficiales que comandan las unidades participantes han sido instruidas para destruir todos los pueblos y aldeas que estén cooperando con la guerrilla y eliminar todas las fuentes de resistencia", se lee en un reporte (anteriormente clasificado como SECRETO) de 1992 de la estación de la CIA en Guatemala. El reporte de la CIA continúa: (...) cuando una patrulla del ejército encuentra resistencia y es atacada con disparos desde un pueblo o aldea es asumido que la comunidad entera es hostil y por lo tanto es destruida". Equipos de forenses desde entonces han exhumado muchas fosas comunes. Se han desenterrado mujeres e infantes. Más de 200,000 personas fueron asesinadas en Guatemala que sobresale como el conflicto más sangriento en Centro América durante la Guerra Fría. La violencia dejó a los militares firmemente en control de Guatemala, y no pasaría mucho tiempo para que los carteles de la droga colombianos notaran esta estabilidad. De acuerdo a expertos andinos en asuntos relacionados con la droga, primero el cartel de Medellín y luego el cartel de Cali empezaron a buscar nuevas rutas para el contrabando hacia los Estados Unidos después de que las rutas más tradicionales sobre el Caribe y las Bahamas habían sido cerradas, a mediados de los 80, por la constante vigilancia de los radares de lo Estados Unidos. “Ellos escogieron a Guatemala por su cercanía a México, que es un punto obvio de entrada a los Estados Unidos, y porque los mexicanos tienen una mafia bien establecida",  explicó un experto andino encargado de hacer cumplir con la ley. (...) Es también un país con mejores rutas de tránsito y almacenamiento que El Salvador y porque también ofrece mayor estabilidad y era más fácil de controlar. De acuerdo a documentos de la DEA obtenidos a través de la U.S Freedom of Information Act, agentes especiales de esa organización comenzaron a detectar la participación de los militares guatemaltecos en el tráfico de drogas a principios  de 1986. Es cuando Ortega Menaldo tomó el cargo de jefe de la inteligencia militar de Guatemala, sustituyendo a Callejas y Callejas. Durante los siguientes 9 años, de acuerdo a los mismos documentos agentes especiales de la DEA detectaron no menos de 31 oficiales activos envueltos en el tráfico de drogas. “Todos los caminos llegan a Ortega", dijo recientemente un experto estadounidense en el combate a la droga. “Hasta oficiales actualmente en servicio pueden estar relacionados con otros oficiales retirados. Ellos tienen una relación de mentores". Los reportes de inteligencia de los EE.UU revelan los fuerte vínculos que oficiales de alto nivel de La Cofradía cultivaron con muchos de sus subordinados, quienes eran apodados “Los Operadores". “Esta columna vertical de oficiales de inteligencia, de capitanes a generales, representa lo más fuerte de la red interna de lealtades dentro de la institución",  se lee en un cable de la DIA (U.S Deffense Intelligence Agency) de 1991. "Otros oficiales, por su capacidad, eran escogidos en todos los niveles para servir en operaciones claves y en el comando de tropas", este reporte de los EE.UU continúa. “Aunque no tan ceñida como La Cofradía; Los Operadores de todas maneras desarrollaron su propia estructura vertical, líder subordinado, de reconocimiento; relaciones y lealtades, considerada hoy como una columna vertical de lealtades entre oficiales, distinta y separada. De acuerdo a otro cable de los EE.UU, los oficiales de La Cofradía extendieron su alcance aún más,  ya que los oficiales de nivel medio, Los Operadores; a quienes ellos habían escogido, procedieron a seleccionar a los civiles locales para servir como “comisionados militares; ‘los ojos y oídos’ de los militares en las comunidades rurales.

Pocos casos criminales demuestran de mejor manera la integración entre los mandos de la inteligencia guatemalteca y el tráfico de drogas, como el caso seguido por los agentes especiales de la DEA en 1990 en los calurosos llanos del oriente de Guatemala, cerca de la costa caribeña del país. Este caso de hace 15 años es también la última vez que un guatemalteco buscado por cargos en su contra relacionados con la droga, fue extraditado a los Estados Unidos. Arnoldo Vargas Estrada, alias “Archie,” fue por mucho tiempo un “comisionado militar,” y alcalde de la ciudad de Zacapa. Oficiales de la embajada de los Estados Unidos informaron (como es todavía requerido de acuerdo al protocolo diplomático entre las dos naciones) a la inteligencia militar guatemalteca, en ese entonces encabezada por Ortega Menaldo, que los agentes especiales de la DEA tenían bajo vigilancia al alcalde de la ciudad. Vargas y otros dos civiles sospechosos fueron luego arrestados en Guatemala con la ayuda de la DEA. No mucho tiempo después los tres fueron extraditados a Nueva York, en donde fueron juzgados y encontrados culpables con base en evidencias presentadas por la DEA. Pero la DEA no hizo nada en Guatemala cuando poco tiempo después de los arrestos los militares simplemente movieron la misma operación de contrabando a una área rural fuera de la ciudad. De acuerdo  a miembros de familias campesinas, en una petición entregada al embajada de los Estados Unidos en Guatemala y dirigida simplemente a Señores D.E.A. “Antes de que amaneciera, una de las avionetas que transportan cocaína se estrelló cuando no pudo alcanzar la pista de aterrizaje en el Rancho Maya,” se lee en el documento que los campesinos firmaron, o estamparon con las huellas de sus dedos pulgares. El documento nombra a los comisionados militares conjuntamente con siete oficiales locales, incluyendo a cuatro coroneles del ejército, quienes los campesinos dijeron eran los encargados de supervisarlos. Uno de los comisionados militares a quien los campesinos nombran, era el dueño del Rancho Maya (Byron Berganza). En el 2004, más de una década después, agentes especiales de la DEA finalmente arrestaron a Berganza juntamente con otro civil guatemalteco bajo cargos federales de “conspiración para transportar narcóticos” en la ciudad de Nueva York. El año pasado, la DEA arrestó en  Ciudad México a Otto Herrera, quien manejaba una vasta flota de vehículos para transportar carga desde el área de Zacapa. John Ashcroft, el entonces fiscal general describió a Herrera como uno “de los más importantes traficantes internacionales de drogas y lavado de dinero en el mundo.” Sin embargo, no mucho tiempo después de su arresto, Herrera, de alguna manera se las ingenió para escapar de la cárcel en Ciudad México. Ninguno de los oficiales militares guatemaltecos que los campesinos mencionaron en su petición en 1992, ha sido acusado de cargos en su contra. Como lo ha explicado Glaspy, agente especial de alto rango de la DEA:  “Hay una diferencia entre recibir información y tener la capacidad de enjuiciar a alguien".

En el 2002, Ballenger, para ese entonces entonces jefe del Subcomité para el Hemisferio Occidental, forzó  a la administración Bush a tomar acción limitada para penalizar a los oficiales militares guatemaltecos de alto rango de quienes se pensaba estaban envueltos en el tráfico de drogas. “La visa del ex jefe de inteligencia de Guatemala, Francisco Ortega Menaldo, fue revocada,” confirmó en marzo del 2002; Richard Boucher, vocero del Departamento de Estado: (...) Bajo una sección de la Acta de Inmigración y  Nacionalidad relacionada al narcotráfico, y eso es todo lo que puedo decir a cerca de los detalles de la decisión.  Para entonces, el general retirado Ortega Menaldo había negado los cargos por tráfico de drogas que los EE.UU le imputaban. Mientras que al mismo tiempo les recordaba a los reporteros  en ciudad Guatemala, que previamente en los años 80, él había colaborado con la CIA y la DEA. Por cierto, una Junta de Supervisión de Inteligencia de la Casa Blanca ha confirmado que tanto la CIA como la DEA han mantenido, desde finales de los 80 y principios de los 90, al menos; contactos con la inteligencia militar guatemalteca, cuando era dirigida por el coronel Ortega Menaldo. La CIA a través de Mark Mansfield, vocero de la misma, declinó comentar para este artículo. Ocho meses después de revocar la visa a Ortega Menaldo la administración Bush citó nuevamente sospechas de tráfico de drogas para revocar la visa de entrada a los EE.UU de otro jefe de la inteligencia guatemalteca, el general retirado Callejas y Callejas. Pero al hacerse pública la noticia en la prensa guatemalteca, este oficial de La Cofradía nunca respondió, al igual que lo hizo Ortega Menaldo a las acusaciones de tráfico de drogas hechas por los Estados Unidos. En lugar de confrontar la impunidad que permite a los militares guatemaltecos traficar con drogas, mucho de los oficiales electos del país parecen ir en la dirección opuesta. No mucho tiempo después que la administración Bush nombró a los jefes de inteligencia de La Cofradía como sospechosos en el tráfico de drogas, miembros del Frente Republicano Guatemalteco, FRG, el cual había sido fundado por otro oficial retirado del ejército, introdujeron en el congreso guatemalteco una legislación que removería el control civil sobre los militares en asuntos relacionados con la justicia criminal. A lo largo de todo el periodo de la Guerra Fría, la justicia civil de Guatemala raras veces  tuvo la oportunidad de enjuiciar oficiales del ejército por crimen alguno. En su lugar, los oficiales se sometían ellos mismos a los tribunales militares. En la década de los 90, las cortes civiles empezaron por primera vez, tentativamente, a ejercer su autoridad para procesar oficiales militares por crímenes como el tráfico de drogas. Pero la legislación que se propuso estipula que cualquier oficial en servicio activo o retirado puede ser enjuiciado únicamente en un tribunal militar, sin importar el crimen imputado. Una corte marcial es normalmente reservada para crímenes presuntamente cometidos por personal militar en el transcurso de su servicio. Si esta ley es aprobada, sin embargo, asegurará que los oficiales guatemaltecos acusados de algún crimen, desde asesinato hasta narcotráfico; podrían una vez más, únicamente ser enjuiciados por sus pares. “Esto sería un nuevo mecanismo de impunidad", lo hizo notar José Zeitune de la Comisión Internacional de Juristas con base en Ginebra y autor en el 2005 de un reporte sobre el poder judicial guatemalteco. Como Jefe del Subcomité para el Hemisferio Occidental, Ballenger, acusó al partido FRG, que goza de mayoría en el congreso guatemalteco, de corrupción relacionada con la droga. El FRG fue fundado por el general retirado, Efraín Ríos Montt. Una figura controversial, quien en 1982 lanzó un golpe de estado para convertirse en el presidente de Guatemala, justo en el momento cuando La Cofradía estaba en ascenso. El nuevo vicepresidente del subcomité para el Hemisferio Occidental es Jerry Weller, representante en el congreso por el estado de Illinois, quien recientemente contrajo matrimonio con Zury Ríos Sosa, hija del coronel retirado Ríos Montt. Al contrario de otros miembros del subcomité, Weller, a través de su vocero, Telly Lovelace, declinó comentar para este artículo. El suegro del congresista Weller preparó al último presidente de Guatemala, un miembro del FRG de nombre Alfonso Portillo, quien huyó del país en el 2004 para escapar el arresto por presunto lavado de dinero, según un reporte del Departamento de Estado. Durante el mandato del presidente Portillo, uno de sus más cercanos allegados dentro del Palacio Nacional, fue, de acuerdo a la prensa guatemalteca; el cofundador de La Cofradía, Ortega Menaldo. Hoy en día las obscuras estructuras de los mandos de la inteligencia de Guatemala están tan integradas con el crimen organizado, que la administración Bush, por su parte, está haciendo un llamado a las naciones Unidas. Haciendo a un lado su acostumbrada critica del organismo internacional, la administración apoya una propuesta para formar una fuerza de tarea liderada por la ONU llamada explícitamente: “La Comisión para la Investigación de los Grupos  Armados Ilegales y Aparatos de Segurida Clandestina en Guatemala". Hasta aquí la única nación que ha cedido su soberanía para permitir a la Naciones Unidas un papel similar, es Líbano, en donde investigadores de la ONU están indagando sobre el asesinato de un ex ministro. El plan propuesto por la ONU para Guatemala goza del apoyo de su nuevo presidente, Oscar Berger, un rico terrateniente y abogado, que es muy respetado por la administración de los Estados Unidos. Pero la Comisión de la ONU que  se viene proponiendo, está encontrando resistencia por parte de políticos del FRG, como la esposa de Weller, Zury Ríos Sosa, quien es una congresista que representa al FRG.

¿Qué es lo que están haciendo entonces los oficiales de los EE.UU y las autoridades de Guatemala para ponerles un alto a los oficiales militares envueltos en el tráfico de drogas? “En términos de corrupción pública en contra del ejército y otros, las autoridades guatemaltecas están llevando a cabo varias investigaciones en este momento", dijo el entonces secretario asistente Robert B. Charles, en una conferencia de prensa en el Departamento de Estado a principios de este año. Pero siguiendo con las mismas prácticas del pasado, ninguno de los oficiales sospechosos ha sido acusado tanto en Guatemala como tampoco en los Estados Unidos. Más problemático  todavía es el caso reciente que envuelve a esos soldados mexicanos convertidos en matones a sueldo, los Zetas. Este pasado 22 de octubre, siete miembros de los Zetas fueron arrestados en un pueblo de la frontera guatemalteca con armas y cocaína. Prensa Asociada reportó que de acuerdo a las autoridades guatemaltecas los Zetas llegaron para vengar a uno de sus miembros que había sido muerto en Guatemala.  Un poco más de una semana después de ser arrestados y a pesar de la evidencia en contra de ellos, las autoridades de Guatemala inexplicablemente los dejaron en libertad.

Reportaje por Frank Smyth del semanario independiente The Texas Observer en su versión original "The Untouchable Narco-State: Guatemala's Military Defies the DEA."  publicado el 18 de noviembre del 2005, fecha en que también  fue publicado  por el website del National Security Archives.


"These materials are reproduced from www.nsarchive.org with the permission of the National Security Archive." 

Estos materiales son reproducidos del www.nsarchive.org  con el permiso del Archivo de Seguridad Nacional

Traducción por La Cuna del Sol

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Publicado por Marvin Najarro
CT., USA.

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