INTRODUCCIÓN
No es ninguna
casualidad que Luis Castro Valdivia, oscuro “inversionista” español, coincida
en tiempo y espacio, en una amorosa relación, con dos partidos conservadores.
Por un lado en España con el mal llamado Partido Popular fundado por el
connotado franquista Manuel Fraga Iribarne y ahora en Guatemala con el Partido
Patriota de Otto Pérez Molina, de ideología y creencias económicas
conservadoras. Este señor, apodado “El Rey del Kilovatio” en su país de
origen tiene enderezadas querellas por tráfico de influencias, prevaricación,
cohecho, declaraciones ambientales a la medida; al punto que construyó una
hidroeléctrica en su tierra natal, Galicia -oiga usted bien- en la reserva
ecológica de Chandrexa de Queixa.
Pero la declaración
de principios de su empresa, dice, entre otros palabreríos sin vinculación con
la realidad, lo siguiente: (…) contribuir al cambio de la matriz energética
mediante la construcción de proyectos hidroeléctricos de pequeña escala y de
bajo impacto ambiental, así como mejorar las condiciones de vida de las
personas que viven allí donde desarrollamos proyectos (…) Nuestros valores son:
ética y transparencia en todos nuestros procesos de desarrollo, respeto a la
cultura y valores de nuestros stakeholders.
En fin, conociendo
los guatemaltecos de sus actuaciones en Santa Cruz Barillas, lo único que
podemos agregar de estos poco simpáticos hermanitos gallegos -que no son los de los chistes inocuos- que son un trío de desgraciados codiciosos, “capaces de fornicar con su madre”, como
dice el chascarrillo, si de hacer dinero se trata. Luciano Castro Barillas.
EL NEOLIBERALISMO MILITARISTA: EMPRESAS, GOBIERNOS
Y EJÉRCITOS EN SANTA CRUZ BARILLAS, GUATEMALA.
El caso Hidro Santa Cruz
Por Andrés Cabanas
2. Los orígenes de un capital espurio
13 de mayo de 2012. La página web de Hidralia Energía permanece sin cambios
desde el martes 1, cuando cae asesinado Andrés Francisco Miguel. No se ha
modificado a pesar de que la seguridad de la empresa es acusada del asesinato.
Estática: como si la violencia, la represión, el miedo y la muerte no se
estuvieran apoderando de Santa Cruz Barillas.
Al margen de la violencia y la conflictividad, la web de Hidralia oscila
entre el ocultamiento, la autocomplacencia y las afirmaciones absolutas,
inapelables en su rotundidad.
Las afirmaciones rotundas: Hidralia Energía pretende “contribuir al
cambio de la matriz energética de los países donde actuamos, mediante el
impulso de proyectos hidroeléctricos de pequeña escala y de bajo impacto
ambiental, así como mejorar las condiciones de vida de las personas que viven
allí donde desarrollamos proyectos (…) Nuestros valores son, entre otros: ética
y transparencia en todos nuestros procesos de desarrollo, respeto a la cultura
y valores de nuestros stakeholders”.
La autocomplacencia: menciones genéricas a proyectos exitosos, el autobombo
de la responsabilidad social corporativa (12 láminas de zinc donadas para las
familias de la comunidad Caserío Quechoc).
Los ocultamientos: ¿qué sabemos de Ecoener, Hidralia Energía y su filial
Hidro Santa Cruz[1]? ¿Qué sabemos de sus propietarios? ¿Cuáles son sus antecedentes, sus
capacidades, sus expectativas en el desarrollo de proyectos hidroeléctricos en
Guatemala? ¿Cuáles sus redes de apoyo y conexiones? La información corporativa
es escasa y llena de vacíos en este punto.
Este escrito pretende contribuir al conocimiento de la historia del grupo
empresarial (o la red político-empresarial) que administra Hidro Santa Cruz.
Historia que, como analizo a continuación, se sustenta en el ejercicio de la
corrupción y se construye sobre una base ideológica y política
ultraconservadora: ambos aspectos determinantes para entender la actuación de
la empresa en Barillas y la violencia que se genera.
Los reyes del kilovatio
Según su brochure corporativo, Hidralia Energía es una empresa
fundada en 2006 en A Coruña, Galicia, norte de España, que ofrece “un
servicio global en materia de proyectos hidroeléctricos, abarcando estudios y
diseños, así como gestión, proceso de aprobación, obtención de licencias y
financiación”. En septiembre de 2008, la empresa inaugura su oficina en
Guatemala, desde la que atiende proyectos de la región centro y latinoamericana.
En Guatemala: Proyecto Cambalam I y II en Santa Cruz Barillas, a cargo de Hidro
Santa Cruz; proyectos Pojom I, Pojom II y Bella Linda, en el municipio de San
Mateo Ixtatan, a cargo de Producciones de Desarrollo Hídrico; asesorías y
consultorías para el impulso de energías renovables en Huehuetenango y Alta
Verapaz.
Informes complementarios revelan que Luis Castro Valdivia es fundador de
Hidralia y representante legal de Hidro Santa Cruz. Su hermano David es el
Director CEO (Chief Executive Officer) de Hidralia, propietario y accionista
mayoritario de Hidro Santa Cruz.
Más allá de la leyenda oficial, y según la opinión de la fiscalía del
Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, TSXG, que investiga la denominada “Trama
energética”, Luis Castro Valdivia crea desde finales de los años 80 un
entramado de más de cuarenta empresas vinculadas al sector energético, con
diferentes nombres pero frecuentemente una misma razón social y administración:
a cargo del propio Luis Castro Valdivia, sus hermanos David y Javier, o
personas interpuestas. El entramado pretende salvar las restricciones legales
existentes para la labor de una sola empresa.
En el periodo 1999-2005, cuando su cuñado Ramón Ordás funge como Director
general de Industria, Energía y Minas de la Xunta de Galicia[2], Castro
Valdivia recibe concesiones que lo convierten en uno de los empresarios más
prósperos del sector: el llamado “rey del kilovatio gallego”, por
su hegemonía en el mercado de las pequeñas centrales. En los años en que
expande sus acciones a Guatemala (a partir de 2006), el TSXG acusa a Luis
Castro Valdivia y a su cuñado de tráfico de influencias, prevaricación y
cohecho en la obtención de contratos energéticos.
Las actividades fraudulentas se repiten como constante. Se denuncia la
constitución de una “maraña” integrada por decenas de “sociedades
extensas y opacas, empresas de recientísima creación, con nula experiencia,
formadas con capital inicial muy escaso, y sin soporte material, personal ni
técnico para el desarrollo de sus actividades”.Empresarios y empresas que,
entre otras estrategias, desarrollan sus negocios a partir del “ocultamiento
de personas, la formación de empresas pantalla[3], las concesiones irregulares…”
La Asociación para a Defensa Ecolóxica de Galiza, ADEGA, define una ruta de
corrupción e impunidad alrededor de Castro Valdivia: “incompatibilidades,
falsificación de registros y agilización de trámites, corrupción y chafallada[4] administrativa, trámites administrativos express, declaraciones
ambientales a la medida”.
David Castro Valdivia, hermano de Luis y propietario de Hidro Santa Cruz,
forma parte de esta red de poder y corrupción. Aunque su presencia pública es
menos visible, aparece –entre otros- involucrado en la criticadísima
Hidroeléctrica de Chandrexa de Queixa, en el municipio gallego del mismo
nombre, presidida por el alcalde de la localidad -pese a ser empresa
privada- y ubicada de forma anormal en un Parque Natural. David Castro es pieza
clave en el proyecto de Barillas.
Si bien las acusaciones por tráfico de influencias, prevaricación y cohecho
fueron desestimadas por el Juzgado de Instrucción número 1 de A Coruña en
2010, una sentencia del TSXG de 23 de junio de 2011 confirma la corrupción y
las malas prácticas de los proyectos. Ante una demanda contra la anulación de
tres contratos de minicentrales interpuesta por Energías del Deza, una de las
empresas de Castro Valdivia, TSXG vuelve a argumentar la irregularidad de los
proyectos presentados. Entre otros motivos, porque “no se incluyó un
estudio de sinergias donde se evalúen los efectos de la instalación de estos
nuevos aprovechamientos; no se hizo la descripción de los métodos en orden a
conocer la repulsa o aceptación social de este proyecto; no se incluye el
estudio comparado de la situación ambiental”.
Un conglomerado político y económico
ultraconservador
Para el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, la investigación de la trama
energéticaconfirma la existencia de pequeñas empresas con grandes
aspiraciones. Planteo esta lectura complementaria: grandes ambiciones e
intereses, disfrazados de inversiones societarias en apariencia discretas…
Las investigaciones evidencian importantes intereses económicos y alianzas
políticas alrededor de los reyes del kilovatio:
el Director General de Industria, Energía y Minas de la Xunta de Galicia en
el periodo 1999-2005, durante el gobierno ultraconservador de Manuel Fraga y el
Partido Popular;
el presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia, Antonio
Fontenla (quien compró a Luis Castro la primera empresa que este fundó, la
Hidroeléctrica del Arnoya, en 1992), vinculado a la derecha económica y
política;
el exalcalde socialista de A Coruña (Galicia) y actual embajador de España
en el Vaticano, Francisco Vázquez. Iglevaz, la sociedad creada por el
presidente de la patronal gallega, Antonio Fontenla, pasó en 2002 a manos de la
familia del Alcalde, que inició una fuerte relación con Luis Castro Valdivia. A
pesar de su filiación socialista, Francisco Vázquez se identifica con sectores
conservadores;
la esposa y los dos hijos de Francisco Vázquez, también copropietarios de
negocios energéticos;
alcaldes e integrantes de partidos políticos, sobre todo del Partido
Popular gobernante;
el presidente del gobierno autónomo de Galicia, fundador del Partido
Popular y anteriormente ideólogo del franquismo, Manuel Fraga Iribarne. Durante
su gestión al frente del gobierno autónomo, las empresas de Castro Valdivia y
sus asociados incrementan sus negocios. El propio Luis Castro Valdivia fue
responsable de Novas Xeracións, la rama juvenil del Partido Popular.
Las conexiones empresariales y políticas revelan la preeminencia de una
base ideológica ultraconservadora en la conformación y actuación del grupo
Hidralia Energía: vinculada directamente o heredera de planteamientos políticos
provenientes de la derecha española y del franquismo-fascismo, con el añadido
neoliberal. Ideología“rancia y autoritaria” como define Manuel
Vázquez Montalbán el carácter de uno de sus fundadores y personaje presente
este relato, Manuel Fraga Iribarne, pieza clave de la dictadura franquista.
Adelanto como hipótesis (se profundiza en siguientes reportajes) que la
base histórica ultraconservadora de este grupo genera dos escenarios clave para
Barillas:
Los contextos de restricción de libertades, gobiernos autoritarios, Estados
de sitio o excepcionalidad facilitan el desarrollo de las acciones del grupo.
La relación del grupo con las comunidades está determinada por la
imposición, la unidireccionalidad y el autoritarismo, en un marco
doctrinal de raíces fascistas.
Y un tercer escenario posible, donde la violencia se convierte en la clave
de la actuación.
Hidro Santa Cruz: la continuación de prácticas
fraudulentas
Año 2008. La existencia de acusaciones públicas contra Luis Castro Valdivia
no impide su expansión en Guatemala y América Latina. Por el contrario,
la creación de Hidralia Energía y la proyección del grupo hacia Latinoamérica
coinciden con el fin de la gestión del Director General de Industria, y el
inicio de las investigaciones de contratos energéticos.
Septiembre de 2008. Se inaugura la sede de Hidralia Energía en Ciudad de
Guatemala. Sé, porque yo mismo lo precisé en el artículo anterior, que este
reportaje no ficciona la realidad. Sin embargo, no puedo evitar conjeturar
sobre esa inauguración. ¿Se realizó una fiesta? ¿Estuvieron presentes en ese
momento Luis Castro y su hermano David? ¿Hubo discursos de inauguración?
¿Cuáles fueron los contenidos de esos discursos? ¿Se hicieron proyecciones, se
valoró la posible reacción y oposición social al proyecto?
Es hipótesis, lo dejo al azar de la imaginación: probablemente asistieron
empresarios, misiones internacionales, representantes de la Embajada de España
o el embajador mismo. ¿Qué otras personas fueron invitadas: comisionados de
empresas transnacionales interesadas en distribuir la energía producida por
Hidro Santa Cruz, posibles inversionistas, autoridades políticas, partidarias?
¿Se mencionaron en ese momento las acusaciones todavía abiertas contra Luis
Castro Valdivia? Pregunto si se mencionaron porque descarto que se
desconocieran.
De cualquier modo hago la pregunta directa: ¿desconocían las autoridades
nacionales estas críticas? ¿Y la Embajada de España? ¿Se informó, se alertó a
los ministerios, las alcaldías y las comunidades sobre este particular? ¿Qué
actitud asumen ahora, a partir de la agudización del conflicto y la
presentación pública de información sobre el grupo propietario de Hidralia
Energía e Hidro Santa Cruz?
Hasta aquí puedo interrogarme e hipotetizar: este escrito, reitero, no es
ficción ni recreación novelada.
2007 en adelante. En Galicia se mencionan las irregularidades en la
tramitación de las concesiones para Castro Valdivia: falta de expedientes de
valoración de impacto ambiental; ocultamiento de información; vulneración de la
legislación ambiental; un comportamiento empresarial irrespetuoso hacia las
poblaciones afectadas. Todo ello llevado a cabo por empresas carentes de
capacidad técnica, personal y material y por empresas pantalla que ocultan los
nombres de los propietarios.
En el espejo del proyecto hidroeléctrico de Santa Cruz Barillas se reflejan
estas prácticas empresariales:
confusión de siglas: Ecoener, Hidralia, Hidro Santa Cruz (Producciones de
Desarrollo Hídrico en San Mateo Ixtatán) que responden sin embargo a la misma
propiedad;
confusión de nombres: representante legal (Luis Castro Valdivia),
propietario y máxima accionista (David Castro), mandatario legal y
apoderado Fernando Alonso, entre otros;
ocultamiento de nombres: Luis Castro Valdivia no aparece identificado en la
página web corporativa;
una sociedad de creación recientísima, Hidro Santa Cruz, que recibe de
forma expedita un contrato energético, sin experiencia previa ni capacidad
técnica, humana, administrativa y social demostrada,
una empresa pequeña que obtiene contratos múltiples en diferentes países:
ejecutora de proyectos en España, Venezuela, Honduras, Guatemala, Nicaragua,
Ecuador y Venezuela,
ambigüedad o contradicciones en la existencia de concesiones y permisos
ambientales y legales,
escasa o nula preocupación por la opinión de las comunidades y su rechazo
al proyecto: la imposición de mentalidades y lógicas autoritarias.
Es buen momento para tomar un respiro y recapitular. En atención a los que
acaban de sintonizar esta serie de reportajes que no son novelas, y asisten a
la relación de nombres que no forman parte de una saga, creo conveniente
ofrecer un resumen y una interpretación de los hechos hasta ahora
mencionados.
Recupero el hilo conductor lanzado en la introducción: en Santa Cruz Barillas
no solamente se concretan los intereses de una pequeña empresa, sino de un
complejo y diversificado entramado de poder, históricamente construido a partir
de la corrupción, y con el conservadurismo ideológico como seña de identidad.
Este entramado traslada sus prácticas fraudulentas a cada uno de los proyectos
que ejecuta, en este caso Guatemala y el proyecto Cambalam.
13 de mayo de 2012. La página web de Hidralia Energía permanece sin
modificaciones desde el martes 1, cuando es asesinado Andrés Francisco Miguel…
[3] “De
48 empresas que figuran en el Registro Mercantil a nombre de Luis Castro
Valdivia, 36 disponen de apenas tres domicilios sociales. El valor total de las
empresas es de 61 millones de euros, y sin embargo solamente consta un
trabajador como único asalariado afiliado a la seguridad social. En algún caso
aparecen registrados gastos de representación por valor de 900,000 euros, que
es el pago a alguna de las personas que participa en estas sociedades” informa
la Coordinadora Galega para a Defensa dos Ríos, COGADER.
[4] Mantengo
el término original en idioma gallego por su carga connotativa. Traducción
aproximada: trabajo muy mal hecho.
Publicado por Marvin Najarro
CT., USA.
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