La amante del General Petraeus - Paula Broadwell – no fue un ordinario lío
amoroso, y se dice ser central en su renuncia. Como resultado, el jefe de la
CIA no testificará en las audiencias que se avecinan en el congreso
sobre la pifia de Obama en Benghazi. Inmediatamente después de revelarse el
affaire el FBI allanó la residencia de Broadwell.
Paula Broadwell es una agente de primer nivel de la inteligencia de EEUU que
tiene conexiones con el negociante de armas Jan Henrik Jebsen, quien creo su posición
en la Tufts University en donde ella dirigió el Jebsen Center for Counter -
Terrorism Studies en la Tufts Fletcher School.
Jebsen tiene además vínculos con los archineoconservadores Scooter
Libby, Douglas Feith y Michel Ledeen a través de su posición en la directiva con
el pro israelí Hudson Insitute. El Hudson
esta directamente ligado al Likud en Israel y trabaja en cultivar la idea de
que el islamismo radical representa la amenaza principal para occidente. Paula
Broadwell está en el medio de esta matriz y como uno podría imaginar también ha
trabajado extensivamente en Israel y Jordania.
Paula Broadwell pudo muy bien haber sido una especie de “trampa amorosa”
selecta. Es una maraña compleja y, la prensa de EEUU se haría ella misma un gran
favor al hurgar apropiadamente dentro de ella.
Patrick Henningsen, 21st
Century Wire
UN ASUNTO DE FALDAS PROVOCA
LA
CAIDA EN DESGRACIA DEL JEFE
DE LA C.I.A.
Por Marvin Najarro
Los problemas monetarios y la infidelidad, son las dos razones principales
que pueden llevar a una persona a revelar secretos. Todo buen “spook” tiene que
tener muy en cuenta esas dos reglas cardinales cuando se trata de mantener secretos de
inteligencia. Sin embargo el sabueso mayor de la inteligencia de EEUU, el súper
ex general ahora caído en desgracia, como nos puede suceder a todos los
mortales en momentos en que las pasiones
y los deseos carnales obnubilan la razón, pasó por alto una de esas
fundamentales reglas; la infidelidad y, reveló en susurros de almohada
secretos confidenciales que han generado, aparte de la renuncia del espía
mayor, todo un escándalo cuyas potenciales ramificaciones son por el momento
muy difícil de determinar. En el oscuro mundo de la política donde la realidad
nos es a menudo representada en imágenes
distorsionadas, como en espejos cóncavos, nada sucede por puras coincidencias o
accidentalmente. Mucho es deliberadamente fabricado o negociado subrepticiamente.
Al analizar algunas de las primeras noticias que relataban la repentina
renuncia del jefe de la Central de Inteligencia, el condecorado, favorito de
los neoconservadores y ampliamente exaltado por los medios de prensa de EEUU,
ex general de 4 estrellas David Petreaus, resultaba difícil creer que por un
simple lío de faldas con su biógrafa personal - el muy buen hombre, infelizmente
arrepentido, sintiéndose un traidor a su conyugue y a la patria - haya decidido
renunciar a uno de los cargos más críticos dentro de cualquier administración.
Hay algo más y quizás mucho más en todo esto.
Según algunos reportes de prensa que dan cuenta del escándalo de Petraeus,
el FBI había iniciado hace unos meses una investigación sobre un “asunto
potencialmente criminal” que no estaba enfocado en el jefe de la CIA. Fue en el
transcurso de la investigación a cerca de si una computadora usada por Petraeus
había sido comprometida que los agentes de FBI descubrieron evidencia de la
relación extramarital como también de otros asuntos de seguridad.
De acuerdo al New York Times, hace dos semanas los agentes del FBI se
reunieron con Petraeus para discutir sobre la investigación. Según el Times, un
funcionario del congreso que fue informado sobre el asunto dijo que Petraeus
había sido exhortado a “hacerle frente a la situación” y renunciar, a lo que él
estuvo de acuerdo.
Es sabido que Petraeus estaba a punto de testificar, bajo juramento, ante comités
del congreso con relación al fiasco del consulado en Benghazi, Libia. Muchos
especulan que la verdadera razón de su repentina renuncia se debe más a evitar
tener que testificar sobre Benghazi que, al affaire en sí. Es aquí donde la historia adquiere matices
complicados, sobre todo para la política exterior norteamericana, si tomamos en cuenta la muerte del embajador Stevens y luego la
repentina renuncia del jefe de la CIA.
De acuerdo a información publicada por el Washington Blog; el Wall Street Journal y el Telgraph confirman
que el consulado de EEUU en Benghazi fue usado principalmente para una
operación secreta de la CIA. Dicen ambos medios que la presencia del
Departamento de Estado en Benghazi “proveía un pretexto diplomático para la que
anteriormente era una misión oculta de la CIA. Reuters nota que la misión de la
CIA era encontrar y recomprar el armamento pesado que había sido saqueado de
los arsenales del gobierno libio. Bussines Insider reporta que Stevens pudo
haber estado ligado con los terroristas sirios: Existe una creciente evidencia
de que los agentes de EEUU - particularmente el asesinado embajador Chris
Stevens - estaban al menos enterados de la transferencia de armamento pesado de
Libia a los yihadistas rebeldes sirios.
En marzo del 2011, Stevens
se convirtió en el enlace oficial de EEUU con la oposición libia ligada a al -
Qaeda, trabajando directamente con Abdelhakim Belhadj del Libyan Islamic
Fighting Group - un grupo ahora disuelto del que supuestamente algunos de sus
combatientes participaron en el ataque que costó la vida a Stevens. En
noviembre del 2011, el The Telegraph reporto que Belhadj, actuando como jefe
del Consejo Militar de Trípoli, se “reunió con líderes del Free Syrian Army
[FSA] en Estambul y en la frontera con Turquía” en un esfuerzo por parte del
nuevo gobierno libio para proveer dinero y armamento a la insurgencia en Siria.
El mes pasado el The Times of London reportó que una embarcación libia “transportando
un gran cargamento de armas a Siria…había atracado en Turquía”. El cargamento
de unas 400 toneladas de peso incluía misiles antiaéreos tierra - aire SA-7 y granadas de propulsión a cohete.
Reuters reporta que el
capitán de la embarcación y jefe de una organización presumiblemente
establecida por el nuevo gobierno llamada el Libyan National Council for Relief
and Support, “era un libio de Benghazi”.
Esto quiere decir que el embajador Stevens tenía solo una persona - Belhadj
- entre el mismo y el hombre de Beghazi que trajo el armamento pesado a Siria.
Adicionalmente, se sabe que
los yihadistas son los mejores combatientes en la oposición siria, pero ¿de
dónde vienen ellos? La semana pasada el The Telegraph reportó que un
comandante del FSA los llamó los “libios” cuando explicó que el FSA no “quiere
a estos extremistas aquí”. Y si el nuevo gobierno libio estaba enviando
experimentados combatientes islámicos y
400 toneladas de armamento pesado a Siria a través de un puerto al sur de
Turquía - un arreglo negociado por el principal contacto libio de Stevens
durante la revolución libia - entonces los gobiernos de Turquía y de los
Estados Unidos seguramente sabían de ello. Además había una estación de la CIA
en Benghazi, localizada a 1.2 millas del consulado norteamericano utilizada
como “base, para entre otras cosas, recopilar
información sobre la proliferación de armamento saqueado de los arsenales del
gobierno libio, incluyendo misiles tierra-aire”…y que sus medidas de
seguridad “fueran más avanzadas que aquellas en la villa rentada donde murió
Stevens”.
Y sabemos que la CIA ha estado conduciendo la
entrega de armas a los rebeldes en el sur de Turquía. La cuestión es si la CIA
ha estado envuelta en la distribución de armamento pesado proveniente de Libia.
En otras palabras, el embajador Stevens pudo haber sido una pieza clave en el
despliegue de terroristas libios y de armas para combatir al gobierno sirio.
Otras fuentes también
afirman que el consulado estadounidense en Benghazi estaba siendo utilizado
principalmente como una operación de la CIA para transportar combatientes y
armas a Siria. Muchos han especulado que - si no se tomaron las medidas
normales para proteger el consulado de Benghazi o para rescatar al embajador
Stevens - fue porque la CIA estaba tratando de mantener un perfil
extremadamente bajo para disimular el hecho de ser una operación normal del
Departamento de Estado.
El escándalo Petraeus está causando conmoción y controversia por todas
partes y aunque la verdad en todo este embrollo está lejos de ser revelada y,
mientras esto no suceda las especulaciones de todo tipo abundarán. Por
el momento la razón principal, la que se toma como real es la relación
extramarital como la causante de la renuncia del jefe de la CIA, dado a que affaires
que involucran a jefes de inteligencia de alto rango podrían poner en riesgo la
seguridad nacional. En este sentido cabe mencionar que en un evento público en
la Universidad de Denver, la amante y biógrafa de Petraeus pudo haber revelado
lo que equivale a un “top secret” - secreto altamente confidencial - cuando
alguien le preguntó: “El
general Petraeus en su nuevo rol tiene una situación muy difícil ahora en el
centro de la cuestión de Benghazi. ¿Tiene usted algún comentario?, a lo que ella respondió… que las “las fuerzas en el terreno en el anexo de la CIA estuvieron
solicitando refuerzos”. Luego agregó:
“Yo no sé si muchos de ustedes han escuchado esto pero el anexo de la CIA había
tomado prisioneros a un par de miembros de las milicias libias”. Ella dijo
ante la audiencia que se pensaba que el ataque había sido llevado acabo con la “intención de liberarlos”.
Cualesquiera que sean las razones para la renuncia de David Petraeus,
Benghazi o el affaire extramarital, la causa principal radica en la criminal actitud
intervencionista de la política exterior norteamericana, sobre todo en el medio
oriente y en ella Petraeus ha sido actor de primer orden; Iraq, Afganistan ,
Iran, son solo algunos ejemplos en donde el heroico general ha dejado sus terribles huellas. Su
figura endiosada y su arrogancia le hicieron olvidar que en los tenebrosos
salones de la política donde se juega el poder los hombres son simples piezas
en el tablero.
Publicado por LaQnadlSol
CT., USA.
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