En una conferencia de prensa
en agosto del 2012, Obama al ser preguntado a cerca de reportes que indicaban
que el gobierno de Assad en Siria estaría dispuesto a usar armas químicas
contra los rebeldes, dijo lo siguiente: “Hemos sido muy claros con el régimen
(de Bashar Assad), pero también con otros actores en el terreno, que si empezamos
a ver que una buena cantidad de armas químicas son movilizadas o utilizadas,
eso será para nosotros un línea roja. Eso cambiara mi cálculo. Cambiará mi ecuación.
Esas declaraciones tienen en estos momentos en verdaderos problemas al
presidente de los Estados Unidos desde que se difundió en el mes de abril, con
mucha insistencia por parte de Israel, que el gobierno de Assad había utilizado
cada vez más el gas nervioso sarín. Luego y ante las presiones israelíes la
Casa Blanca y el secretario de Defensa Chuck Hagel dijeron que los analistas creían, “con varios
niveles de confianza”, que Siria había hecho uso de armas químicas incluyendo
al menos el gas sarín, en una “escala menor”. Con esa información disponible más los
recientes ataque militares de Israel a Siria (con el pretexto de impedir el
transporte de armamento del asediado Assad, a Hezbollah en Líbano), la
jauría intervencionista neoconservadora y liberal de Washington e influyentes
medios de prensa como el New York Times y el Washington Post están presionando
a Obama para que haga efectiva su advertencia e intervenga “humanitariamente”
para salvar al pueblo sirio del carnicero Bashar Al Assad. Afortunadamente,
aunque públicamente la Casa Blanca no lo ha aceptado, una comisión
investigadora de la ONU liderada por la ex jueza de los Tribunales de Justicia
Internacional, Carla Del Ponte, ha dicho que el gas sarín usado en Siria había
sido obra de la oposición apoyada por los EEUU, no el régimen del presidente
Bashar al Assad. “…De acuerdo a nuestra investigación eso fue usado por los
oponentes, por los rebeldes. Nosotros no tenemos, ninguna indicación de que el
gobierno, las autoridades del gobierno sirio, hayan usado armas químicas”,
agregó Del Ponte. Las declaraciones de Del Ponte
coinciden con los flagrantes e ilegales ataques aéreos de Israel en contra de
Siria, los que han sido respaldados por Obama, declarando que Israel tiene el
“derecho a defender sus intereses”.
EN SIRIA, ISRAEL
TIENE EL DERECHO
Por Julie Webb-Pullman
Mientras Washington ha propagado la amenaza del uso de las armas químicas
para justificar la entrega de armamento a la “oposición” en Siria, Israel
destruyó un centro de investigación química cerca de Damasco que supuestamente
estaba desarrollando tales armas –esparciendo así partículas potencialmente
venenosas entre la población siria.
Sin tomar en consideración si en efecto se estaban desarrollando armas
químicas o, si el régimen de Assad intentaba usarlas contra la población siria,
a causa del ataque israelí la población siria ha sido expuesta -y de una manera
totalmente descontrolada- no únicamente a los efectos tóxicos de cualquier
material químico en el centro de investigación, sino también a los efectos
desconocidos como consecuencia de la mezcla al azar de tales químicos bajo
condiciones de calor extremo, y de su impredecible desimanación causando daños al
ambiente y a la salud que nadie se imagina la magnitud.
A Assad no se le debe permitir que lo haga -pero Israel puede hacerlo- y
con el beneplácito de los Estados Unidos.
Israel tiene el “derecho a defender sus intereses”, Obama lo dijo
inmediatamente en voz alta.
Otros lo llamaron un ataque asesino a sangre fría sobre la población civil
siria. Otros lo llamaron terrorismo.
Terrorismo de Estado.
Desde el ataque a las Torres Gemelas
en el 2001, el uso de ataques preventivos por ambos los EUA e Israel para
“contrarrestar el terrorismo” o “defenderse
de ataques a su seguridad” han escalado para convertiste en la sola y más
potente amenaza militar para miles de civiles en cualquier lugar del planeta.
Masacre tras masacre de civiles por medio de drones, misiles, erróneos “asesinatos
selectivos” en Afganistán, Gaza, Yemen, Arabia Saudita, Paquistán –la lista no
termina. Sin embargo, la lista de perpetradores es corta, -solamente dos. Los
Estados Unidos e Israel.
¿Son tales ataques perentorios permitidos en el derecho internacional?
No –el derecho
internacional es muy claro en esto. El artículo 51 de la Carta de las Naciones
Unidas únicamente permite acciones militares en defensa propia cuando se está
bajo un ataque directo.
¿Atacó Siria a
Israel?
No.
¿Llevó a cabo
Siria alguna clase de acción militar amenazante hacia Israel?
No.
Israel llevó a cabo un indefensible -según el derecho
internacional- ataque militar en Siria causando un daño directo -y muy real- a
un gran número de pobladores civiles.
Un caso más claro
-y potente- de terrorismo de Estado sería muy difícil de encontrar.
¿Condenaron los
EUA este hecho, que expuso a Siria al daño del cual según lo ha pregonado Obama
al mundo entero era su intención protegerlos?
No.
El defendió el
ataque de Israel.
Un caso más claro
-y potente- de abyecta hipocresía por parte de los EUA sería muy difícil de
encontrar.
Si el mundo no
quiere degenerar en una total dictadura militar de EUA e Israel, la comunidad
internacional debe actuar inmediatamente para ponerle un alto a este último
deslice en el resbaloso descenso de la derogación de los derechos humanos, en
donde nociones tales como el derecho internacional y del debido proceso son
meramente modas del pasado, y la autodeterminación reservada solamente para los
imperialistas Yanquis y Sionistas –o no
será únicamente el final del alfabeto al que hemos llegado.
Y para aquellos
en los Estados Unidos que dudan del papel de su país en las actividades
militares de Israel, den una mirada hacia donde van a parar los dólares que
pagan en impuestos. Observen la fotografía (arriba) de los restos de un cohete
disparado por un avión militar israelí a un edificio que servía de albergue a
las agencias de noticias en Gaza en noviembre del 2012, que destruyó propiedad civil y
la vida de personas. USTEDES están financiando estas atrocidades. Si, USTEDES.
Ustedes –y las
Naciones Unidas- deberían ser recordados de las Medidas de la Asamblea General
de la ONU para prevenir y combatir el terrorismo contenidas en la Global Counter-Terrorism
Strategy del 2006, en donde declara su determinación para “…encontrar, denegar
refugio seguro y llevar ante la justicia, sobre la base del principio de la
extradición o enjuiciar, a cualquier persona que apoye, facilite, participe o
intente ser parte en la financiación, planeamiento, preparación o
perpetración de actos terroristas…”
El mundo está
esperando –especialmente todos los sirios que acaban de ser expuestos al coctel
de químicos del cual los Estados Unidos declaró que quería protegerlos, al
tiempo que defiende el derecho de Israel a calcinarlos.
Traducido del inglés por Marvin Najarro
Julie
Webb-Pullman es una activista y escritora de Nueva Zelandia quien actualmente
se desempeña en Gaza. Ella ha escrito sobre política social y justicia para el New Zealand Independent News website SCOOP
desde el 2003, como también para sitios web en Australia, Canadá, los EUA, y América
Latina, y ha participado como observadora en varias misiones sobre derechos
humanos. Este artículo ha sido una contribución de ella para PalestineChronicle.com
Publicado por LaQnadlSol
CT., USA.
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