La remilitarización de
Guatemala ya es un hecho, o mejor dicho, nunca se desmilitarizó.
Las denuncias de organizaciones campesinas, sindicales y de derechos humanos
intentan llamar la atención sobre esta situación, sobre todo, cuando se trata
de un país que a nivel internacional hizo
del “nunca más” un lema constante. La criminalización, persecución, secuestro y
asesinatos de líderes comunitarios sigue adelante. Detrás de
la densa cortina de humo de la violencia delincuencial, continúan los ataques
contra el movimiento social. La creación de oficinas de inteligencia en casi
todas las gobernaciones departamentales, sobre todo en los departamentos
considerados de mucho conflicto, la anulación de la condena al ex-dictador Ríos
Montt y sobre todo la posibilidad del ejercito de reorganizarse sin que nadie
moleste su actividad y versión de los acontecimientos ocurridos en más de
treinta años de guerra civil, es una indicación de que Guatemala ya está remilitarizada.
(RE)MILITARIZACIÓN Y
REVISIONISMO HISTÓRICO
Por Valentina Valle
Viniendo de Oaxaca, después de varios días de viaje en Guatemala, el
miércoles 24 de Julio nos sentimos por fin a gusto. Por supuesto la bienvenida
que nos dio la Comunidad 29 Diciembre tuvo que ver con esta emoción, pero lo
que nos hizo sentir como en casa fue la sensación de estar “bajo control”,
transmitida por el helicóptero que alrededor de las 9 de la tarde nos paso
arriba de las cabezas. La verdad es que no sabemos ni el tipo de helicóptero ni
si pertenecía a alguna fuerza armada, a lo mejor no, talvez algún turista
estaba disfrutando de los cielos estrellados de Zaragoza, pero “hogar dulce
hogar” fue el pensamiento de tod@s. Porque, de hecho, el Estado de Oaxaca y el
Departamento de Chimaltenango tienen varios aspectos en común, como a final de
cuenta los países de México y Guatemala. Desigualdad social, despojo de tierras
para la realización de megaproyectos, racismo hacia los pueblos indígenas,
explotación y marginalización de los migrantes y feminicidios son al orden del
día en ambos países, además de una violencia sangrienta que golpea
transversalmente cada sector de la sociedad y que se vuelve excusa perfecta
para perseguir los líderes de la protesta social y llenar las cárceles de
presos políticos. A pesar de la cantidad de militares y policías diseminados en
todo el país, de hecho, el número de los crímenes en Guatemala, considerado el
tamaño del país, es impresionante: en el primero semestre 2013 se cometieron
2266 homicidios con arma de fuego, 261 con arma blanca, 81 estrangulamientos,
14 linchamientos y 21 desmembramientos, a los que se deben sumar las 200
denuncias diarias de extorsión. Evidentemente el esquema del pacto “Paz,
Seguridad y Justicia” lanzado por el gobierno de Pérez Molina y destinado a una
actividad de seguridad pública civil “pero diseñado con mentalidad militar 1 ”,
no cumple con el compromiso asumido, a menos que los 274 crímenes más con
respecto al mismo periodo de 2012 sean considerados un logro.
Sin embrago desde al menos tres años varias asociaciones sindicales y
campesinas, juntas a organizaciones de derechos humanos, intentan llamar el
atención sobre la remilitarización de un país que a nivel internacional hizo
del “nunca más” un lema constante. Remilitarización que hoy en día ya no es un
riesgo sino un hecho y que hace preguntar a quien persiguen las fuerzas
armadas, si de los 2757 delitos cometidos sólo 79 homicidios con arma de fuego
y 11 con arma blanca fueron perseguidos2.
En 2012 la Red por la Paz y el Desarrollo de Guatemala (RPDG) denunciaba
que “detrás de la densa cortina de humo de la violencia delincuencial,
continúan los ataques contra el movimiento social” y citaba los casos del
asesor del magisterio nacional Enrique Torres asaltado el 25 de enero y
fallecido el 8 de febrero, de los dirigentes sindicales Luis Ovidio Ortiz,
acribillado el 24 de marzo cerca de su casa, y Manuel de Jesús Ramírez,
asesinado el 1 de junio al salir de su vivienda, y de Francisco Miguel,
asesinado el 1 de mayo en el marco del conflicto por la construcción de una
hidroeléctrica en Santa Cruz Barillas, departamento de Huehuetenango 3 . La
oposición a este proyecto, rechazado por la comunidad entera, fue causa también
de la detención arbitraria de diez pobladores, hecho que confirma “la
persistencia en Guatemala de una violencia selectiva por motivaciones políticas
y del uso de la criminalización como herramienta para acallar la protesta
social”.
La criminalización en contra de líderes comunitarios sigue adelante, como
destaca el estudio del Centro de Reflexiones Nim Poqom del marzo del presente
año, señalando la muerte de dos ancianos en la Finca La Primavera de San
Cristóbal Verapaz, la persecución contra lideres comunitarios en la región de
Tezulután, los patrullajes de militares en la región del Polochic en Alta
Verapaz y la Franja Transversal del Norte y la creación de oficinas de
inteligencia en casi todas las gobernaciones departamentales, sobre todo en los
departamentos considerados de mucho conflicto como Huehuetenango, San Marcos,
Alta Verapaz, El Quichè y Petén 4 .
Guatemala entonces ya está remilitarizada o mejor dicho, nunca se
desmilitarizó. Y lo que hace más ruido es que la comunidad internacional, la
misma que hace diez y siete años se demostró tan cuidadosa en asegurarse que
los rebeldes bajaran de las montañas y firmaran los acuerdos de paz, no diga ni
una palabra de denuncia en propósito, olvidando completamente que en 1996 sólo
una de las facciones en lucha entregó sus armas.
El resultado es la presidencia del general Pérez Molina, la anulación de la
condena al ex-dictador Ríos Montt y sobre todo la posibilidad del ejercito de
reorganizarse sin que nadie moleste su actividad y versión de los
acontecimientos ocurridos en más de treinta años de guerra civil. La creación
de instituciones como la Fundación Contra el Terrorismo 5 , con su voluntad de
dar a conocer al mundo la verdad sobre la “farsa del genocidio en Guatemala” y
su agradecimiento al “amigo Israel que nunca nos falló en las buenas y las
malas”, debería dejar asombrado al mundo entero o, por lo menos, al estado de
Israel que se supone un experto en la batalla contra el revisionismo histórico
y la negación de genocidio. En cambio, las únicas voces que se levantan son las
que nunca son escuchadas, hasta que sus denuncias no se vuelven en gritos de
dolor.
Notas:
1 Carlos Vega, analista de seguridad y justicia de la Asociación de
Investigación y Estudios Sociales en Prensa Libre, Guatemala, Domingo 14 de
julio 2013.
2 Id.
3 ¡No al autoritarismo del Gobierno! ¡No a la remilitarización del poder
oligárquico!, Comunicado Nacional e Internacional del Comité Ejecutivo de la
Red por la Paz y el Desarrollo de Guatemala, 15 de junio de 2012, disponible en
línea en
http://www.adital.com.br/site/noticia_imp.asp?lang=ES&img=N&cod=67957
4 Centro de Reflexiones Nim Poqom, Cuaderno para el debate: los pueblos
originarios y el estado de terror, marzo 2013, disponible en línea en
http://www.rebelion.org/docs/167842.pdf
5
http://fundacioncontraelterrorismo2013.blogspot.com/
Publicado por LaQnadlSol
CT., USA
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