lunes, 11 de noviembre de 2013

FRANCIA SABOTEA ACUERDO

Mucho se ha dicho sobre el por qué Francia ha llegado en auxilio de los israelíes bloqueando el acuerdo preliminar que Netanyahu ha denunciado en términos apocalípticos. Pero el interés de Francia en sabotear el acuerdo puede mejor ser entendido al considerar el dinero de Arabia Saudita. Los franceses que están luchando con una economía de paso lento, altas tasas de desempleo y una reciente degradación de su crédito han visto el dinero saudita como panacea a sus serios problemas económicos.


FRANCIA ARRUINA LA POSIBILIDAD
DE UN ACUERDO CON IRÁN


Cuando todo indicaba que se llegaría a un acuerdo preliminar después de tres días de arduas  negociaciones en Ginebra entre Irán y el grupo P5+1, apareció en el último minuto, como aguafiestas, el Ministro de Realciones Exteriores de Francia, Laurent Fabius para bloquear -invocando preocupaciones con la seguridad de Israel- el posible acuerdo al indicar que Francia no lo firmaría. El proceder del ministro francés tomó por sorpresa a los demás participantes quienes por meses habían estado trabajando sobre el texto que delineaba un conjunto de medidas para generar confianza. Catherine Ashton de la Union Europea  y el Secretatio de Estado de EEUU, John Kerry habían acordado con el ministro iraní Mohammad Javad Zarif no filtrar ningún detalle de un posible acuerdo, pero aparentemente Irán congelaría todas sus actividades de enriquecimiento nuclear por seis meses a cambio de leves, y “reversibles” reducciones de las sanciones internacionales. Luego de ese periodo se implementarían otras medidas. 

De acuerdo a Juan Cole, el ministro francés Fabius, al rechazar toda noción de un periodo de seis meses para fomentar confianza sin sustanciales concesiones por parte de Irán, le lanzó un balde de agua fría a todo el proceso de negociaciones. En el sistema francés el ministro de relaciones exteriores no tiene mucha autonomía, lo que sugiere que Fabius estaba actuando bajo las órdenes del presidente socialista Francois Hollande quien cuenta con baja aprobación en la encuestas y siente que necesita ser visto internacionalmente como un líder fuerte, manteniéndose firme contra los EEUU e Irán. Él puede que este percibiendo una oportunidad para Francia ahora que gran parte del mundo árabe e Israel están enfadados con Washigton por su apertura hacia Irán. Por décadas los EEUU han logrado mantener un equilibrio en su alianza tanto con Israel como con Arabia Saudita, en parte al señalar a Irán como un peligro para ambos. Dado que Obama parece estar abandonando esa estratagema, Paris piensa que hay un vacío que puede llenar.

En cuanto a la delirante reacción del gobierno israelí sobre un posible acuerdo y de sus intentos de sabotearlo, se sabe que no había ninguna señal de que alguno de los diplomáticos reunidos en Ginebra estuviera en lo más mínimo dispuestos a ponerle atención a los graznidos de Tel Aviv. De hecho, todo estaba encaminado hacia la firma de las medidas generadoras de confianza el mismo día sábado. Los representantes rusos y chinos fueron convocados abruptamente a Ginebra. En lo que respecta a los sauditas y su inconformidad con los EEUU por sus esfuerzos diplomáticos para resolver el impase nuclear con Irán, estos en protesta ya habían abandonado sus pretensiones de ocupar un puesto en el Consejo de Seguridad de la ONU. El reino saudita teme que un acuerdo los deje en una posición de debilidad frente a su rival Chiita en la región del Golfo Pérsico. Se calcula que aproximadamente un 22% de las reservas de petróleo mundial están en la región.

Laurent Fabius, quien ya había roto el protocolo diplomático al filtrar detalles de las negociaciones apareció en el último minuto para estropear todo lo negociado entre Zarif, Ashton y Kerry. Según reportó Le Monde, Fabius abiertamente dijo que tenía tres preocupaciones, Irán tendría que suspender las operaciones del reactor de Arak (programado para entrar en funciones en el 2014), luego dijo que Irán tendría que exportar del país todo su stock de uranio enriquecido al 19.75%, su tercera y última preocupación era que Irán tenía en línea una nueva generación de centrifugas de gas capaces de enriquecer cinco veces más rápido. Así de esta manera, al revelar lo que no estaba en el acuerdo inicial, dejando en claro lo mínimo que Francia aceptaría, Fabius completamente tiró por la borda toda la estrategia de negociación elaborado por Zarif, Kerry y Ashton. Las otras delegaciones diplomáticas se pusieron furiosas.

Mucho se ha dicho sobre el por qué Francia ha llegado en auxilio de los israelíes bloqueando el acuerdo preliminar que Netanyahu ha denunciado en términos apocalípticos. Pero el interés de Francia en sabotear el acuerdo puede mejor ser entendido al considerar el dinero de Arabia Saudita. Los franceses que están luchando con una economía de paso lento, altas tasas de desempleo y una reciente degradación de su crédito han visto el dinero saudita como panacea a sus serios problemas económicos.

Apenas el mes pasado, el ministro de Defensa francés Jean-Yves Le Drian celebró la firma de un acuerdo de $ 1,5 mil millones con Arabia Saudita para reajustar seis de sus buques de la Armada. En julio, Emiratos Árabes Unidos, el aliado de Arabia Saudita firmó un contrato de $913 millones con Francia para comprar dos satélites militares Helios de alta resolución.

Supuestamente otros acuerdos lucrativos de armas están por concretarse entre Francia y Arabia Saudita (y sus aliados suníes). Arabia Saudita también ha desplegado su dinero para reforzar la flacidez del sector agroalimentario de Francia, incluyendo la compra por una firma saudita de una participación importante en el Groupe Doux, la empresa avícola más grande de Europa con sede en Gran Bretaña.

Sin lugar a dudas la alianza entre Arabia Saudita e Israel tiene gran poder de influencia. Ambos países se complementan haciendo valer sus puntos fuertes. Israel con sus extraordinarias habilidades en el cabildeo y propaganda, especialmente en influenciar a los altos oficiales en Washington y en Capitol Hill. Arabia Saudita con sus vastos recursos financieros puede ganar la atención de los funcionarios de defensa en Francia, los hombres de la industria petrolera en Houston o los banqueros inversionistas en Wall Street. Estos dos poderes mancomunados pueden hacer que un compromiso de buena fe con Siria o Iran sea difícil, si no imposible.  

A pesar de las concesiones hechas por Irán, las posibilidades para lograr un acuerdo sobre el impase nuclear con las cinco potencias nucleares, más Alemania, cada día parecen más lejanas. A la larga no importa cuántas concesiones Irán esté dispuesto a hacer. Las potencias occidentales en sintonía con los intereses sauditas e israelíes no aceptaran nada que no sea  el total sometimiento de Irán. Al final y después de cada intento fallido en las negociaciones los iraníes cargaran con la culpa, tal y como lo reportó el día lunes el New York Times. Lo sectores de línea dura en Irán ya empiezan a cuestionar el accionar del presidente Rouhani de ceder demasiado a cambio de las escasas concesiones de las potencias occidentales que siguen amenazando con endurecer aún más el embargo económico. Las negociaciones que han quedado en suspenso están programadas para reanudarse dentro de pocos días, con la salvedad que esta seran atendidas por funcionarios de bajo rango lo que sugiere que las posibilidades de llegar a un acuerdo son ínfimas, si no inexistentes, a pesar de lo que digan los diplomáticos. Irán tiene que evitar la experiencia de Libia.











Publicado por LaQnadlSol
CT., USA.

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