Tlaxcala ha hecho cinco
preguntas a tres autores –Dmitry
Orlov, The
Saker y Pepe
Escobar– que
han estado siguiendo de cerca la situación, tanto en Ucrania como en su
entorno. He aquí sus respuestas. Tlaxcala no comparte todos sus puntos de
vista, pero los considera de interés para su divulgación.
UCRANIA, RUSIA Y EL MUNDO:
CINCO PREGUNTAS A TRES
AUTORES
1-¿Creen
ustedes que EE.UU. (Obama) está utilizando a Ucrania para vengarse de su
derrota en Siria y convertir a la UE en una entidad “no apta para la lucha”?
¿Cuáles serían sus objetivos estratégicos?
Dmitry Orlov: El objetivo de Obama era llevar a cabo
un golpe de Estado para reemplazar el gobierno de Ucrania por un régimen
títere. Esto se ha logrado. Pero dudo de que su estrategia vaya más allá.
The Saker: La crisis actual es una creación de
Estados Unidos y, en menor medida, de la UE. EE.UU. está atascado en una
mentalidad de Guerra Fría, que se refleja en las dos citas siguientes: una de
Hillary Clinton, “Existe un movimiento que trata de resovietizar la región.
[...] No van a llamarlo así, lo llamarán unión aduanera, Unión Euroasiática o
algo similar, [...] pero que nadie se equivoque al respecto. Sabemos cuál es el
objetivo y estamos tratando de determinar la manera más eficaz para frenarlo o
impedirlo”, y la otra de Zbigniew Brzezinski: “Sin Ucrania, Rusia deja de ser
un imperio, mientras que con Ucrania –primero comprándola y, luego,
sometiéndola– se convierte automáticamente en un imperio...”. Según Zbig, el
nuevo orden mundial bajo la hegemonía de Estados Unidos se crea en contra de
Rusia y de los restos de Rusia. Ucrania es la avanzadilla occidental para
impedir una nueva Unión Soviética” (fuente). De esta manera, EE.UU. no está tratando de
“conseguir” Ucrania para la OTAN o para cualquier otro propósito, lo que quiere
es “negarle” Ucrania a Rusia a la espera de impedir que ésta se convierta en un
nuevo imperio soviético. Se trata pues de un puro juego de suma cero: por
definición, cualquier pérdida de Rusia es un éxito para EE.UU.
El hecho de que Rusia sea ya una superpotencia capaz de detener a EE.UU.
(como demostró la crisis siria) o de que Rusia no tenga ningún deseo de
convertirse en otra Unión Soviética o cualquier otro tipo de imperio (los
imperios son costosos y los rusos no tienen ningún deseo de convertirse en otra
URSS) no cambia las premisas: la plutocracia estadounidense lo cree y actúa con
arreglo a dicha creencia. Por otra parte, las elites de Estados Unidos se
sintieron humilladas por la crisis siria y ahora quieren demostrarle a Rusia y
al resto del mundo “quién es el que manda”. Por último, si a todo esto se le
añade la influencia de algunos lobbies étnicos muy poderosos que comparten un
odio común hacia Rusia (judíos, ucranianos, polacos) se obtiene una política
cuyo único objetivo es ponerle las cosas a Rusia lo peor posible. Esto no es
nuevo. Durante la guerra de Afganistán, EE.UU. estuvo dispuesto a respaldar
totalmente a los peores tipos de terroristas wahabíes con tal de hacerle daño a
la URSS.
Ahora, EE.UU. está apoyando a nacionalistas neofascistas y violentos. La
única condición para que cualquier grupo terrorista, por loco y perverso que
sea, obtenga dinero de la CIA y sus afiliados es que aborrezca a Rusia. Las
guerras de Croacia, Bosnia y Kosovo no tenían otro propósito que “pegársela a
los rusos”. Y si miramos más de cerca al núcleo de este odio demencial de las
elites estadounidenses hacia Rusia nos encontraremos con que en Occidente hay
muy pocas cosas que hayan cambiado desde la Edad Media: las elites occidentales
siempre han odiado a Rusia por ser ortodoxa y por negarse a ser conquistada.
Pepe Escobar: Ucrania es, en definitiva, la retorcida
estrategia de venganza del gobierno de Obama por no haberles permitido que
bombardeasen Siria (la cual, de hecho, se salvó de ello, y de otras
consecuencias horribles, gracias a Moscú). Las únicas cosas que para Washington
tienen importancia en Ucrania son, en este orden: 1) bases para la OTAN; 2)
Oleoductistán y el control por las petroleras estadounidenses de la riqueza en
petróleo y gas sin explorar; 3) la adquisición para las grandes empresas
agroalimentarias de EE.UU. de las
fértiles tierras ucranianas. La UE no necesita a Ucrania ni tampoco la desea,
ya que tendría que salvarla de la quiebra con fondos que no tiene (por otra
parte, la operación enfurecería aún más a millones de europeos, ya indigentes.)
2- ¿Cuál creen que es el
objetivo estratégico de Rusia (o de Putin) y la forma táctica para alcanzarlo?
DO: Impedir una mayor intervención de la UE/OTAN;
garantizar los derechos de los rusoparlantes en lo que ha sido durante siglos
territorio ruso; hacer respetar el estado de derecho internacional.
Posiblemente también vengar las acciones de la OTAN contra Serbia en Kosovo.
The Saker: Para Rusia el objetivo es simple: la
supervivencia como nación, país y civilización. En este sentido, no se trata de
una “política de Putin”, sino de una “política rusa”: a excepción de unos
cuantos partidos pequeños financiados por la CIA ,
que representan no más del 1-2 por ciento de la población rusa, hay un consenso
entre todos los grandes movimientos políticos de Rusia en apoyo de la actual
posición del país en esta crisis, que los rusos ven como una amenaza
existencial. Cuando la OTAN bombardeó a los serbios en Croacia, Bosnia y
Kosovo, Rusia estaba gobernada por un títere borracho prooccidental, Yeltsin, y
por una banda de oligarcas, en su mayoría judíos, llamada la semibankirshchina (los siete banqueros): Rusia era entonces
muy parecida a la actual Ucrania. Pero, incluso entonces, la mayoría de los
rusos entendieron perfectamente que el alboroto de EE.UU. en los Balcanes era
un mensaje que les dirigían a ellos: “Presten atención a lo que podemos hacer a
sus aliados: los próximos serán ustedes”. Este sentimiento se vio reforzado en
gran medida por la guerra encubierta de EE.UU. contra Siria, cuando la mayoría
de los rusos comprendieron que Assad estaba liquidando en Siria al mismo tipo
de matones wahabíes sanguinarios que Putin tuvo que aplastar en Chechenia.
Muchos rusos en ese momento se dijeron, “Tenemos que dar gracias a Assad
por liquidarlos allí, para que no tengamos que hacerlo aquí” y “Si dejamos que
derroquen a Assad, nosotros seremos los siguientes”. Lo que se escucha hoy en
Rusia es: “Esta vez no se trata ya de los serbios o los sirios, esta vez se
trata de nosotros”. Así pues, para la gran mayoría de los rusos –incluido
Putin– el principal objetivo estratégico es simple: no dejar que Rusia se
convierta en el próximo Bosnia, Kosovo o Siria. En otras palabras: la
supervivencia. El segundo objetivo estratégico de Rusia es impedir que toda
Ucrania se convierta en un Banderastán[1] y que la población rusoparlante sea
esclavizada por un régimen abiertamente racista y neofascista. El tercer
objetivo estratégico de Rusia es alcanzar los dos primeros, si es posible, sin
provocar una guerra con EE.UU./OTAN. He de señalar que la relación de estas
metas es de tipo prioritario y que si EE.UU./OTAN. amenazan con una guerra a gran
escala, el Kremlin no dará marcha atrás si fracasa en sus dos primeros
objetivos estratégicos. No nos equivoquemos, Rusia está dispuesta a ir a la
guerra por estos objetivos, Putin no va de farol.
En cuanto a la táctica elegida por Rusia, es sofisticada. Como reza el
dicho: “Cuando Rusia se ve amenazada, no se enoja, se concentra”. Esto es lo
que sucede hoy en día. La esencia de la táctica de Rusia es la siguiente: en
primer lugar, proteger militarmente Crimea para permitirle romper con el actual
Banderastán y, con ello, sentar un precedente y un ejemplo: mientras que en la
mitad de las regiones que actualmente controlan los neofascistas las pensiones
no se están pagando en absoluto, y mientras que el régimen revolucionario de
Kiev ya ha indicado que planea recortar todas las pensiones en un 50%, en
Crimea todos los salarios y servicios sociales serán pagados en su totalidad a
todos, incluso a los que dimitieron para no reconocer a las autoridades de
Crimea. La gente en Banderastán está a punto de descubrir que dirigir un país
es algo más que golpear a policías desarmados y cantar el himno nacional.
Entonces, Rusia ha amenazado con usar la fuerza militar si las fuerzas
banderistas tratan de someter por la fuerza al sur (Odessa, Nikolaev, Kherson)
y al este (Donetsk, Kharkov, Dnepropetrovsk, Lugansk). Esta amenaza a la vez
disuade a los banderistas de ir más lejos con su violencia, al mismo tiempo que
proporciona a los rusoparlantes algo parecido a una “red de seguridad” para su
protesta y sus acciones de desobediencia civil.
En tercer lugar, el Kremlin sabe que el recién creado Banderastán está en
quiebra y que EE.UU. y la UE nunca van a poner sobre la mesa una cantidad de
dinero remotamente parecida a la necesaria para rescatarlo. No sólo ha dejado
Rusia de enviar dinero a Ucrania, sino que Gazprom ha declarado que el anterior
acuerdo alcanzado con Yanukovich ha sido violado por el nuevo régimen, por lo
que el precio del gas para Ucrania va a aumentar ahora considerablemente. Por
último, las partes más ricas de Ucrania son, precisamente, el Este y Sur del
país, que ahora están considerando la posibilidad de no pagar impuestos al
régimen ilegal de Kiev. Y si los banderistas tienen éxito en la ocupación del
Este, entonces toda su industria se derrumbaría de inmediato, ya que depende
por completo de Rusia. Así pues, el tiempo corre a favor de Rusia y el nuevo
Banderastán simplemente no es viable. Sin dinero, sin energía y sin la
posibilidad de gobernar por el terror (al menos en el Sur y el Este), el nuevo
régimen se derrumbará sin remedio. Rusia sólo volverá a la normalidad con
Ucrania una vez que los neofascistas hayan desaparecido y un régimen civilizado
vuelva al poder en Kiev.
PE: El objetivo estratégico número uno es evitar la
instalación de bases de la OTAN en Ucrania. Los servicios de inteligencia rusos
frustraron un golpe de Estado en Crimea que iba a repetir el golpe de Estado en
Kiev. Éste hubiera llevado –a más largo plazo– a que los golpistas de Kiev
rompieran el tratado existente entre Rusia y Ucrania en lo que respecta a
Sebastopol, abriendo así el camino a la OTAN. Es esto lo que precipitó el envío
de las fuerzas especiales –Spetsnaz– a Crimea.
Putin sopesó los pros y los contras. Es una jugada de ajedrez. Habría perdido
en el Oeste, pero ganando en el interior (donde es más popular que nunca),
manteniendo Sebastopol y, si Crimea vuelve a unirse a Rusia, sería Gazprom
quien explotaría los inmensos depósitos de petróleo y gas de la península, no
las grandes petroleras estadounidenses.
3- ¿Creen ustedes que los
títeres habituales de EE.UU. (Alemania-Arabia Saudí) están tratando de
independizarse de sus amos? ¿Tiene Merkel una verdadera política propia con respecto a Ucrania y
Rusia? ¿Y Arabia Saudí con respecto a Siria, Egipto e Irak?
DO: No estoy seguro del futuro papel de marioneta de
Alemania. Ya está mucho más cerca de Rusia de lo que nadie se imagina y está
bastante descontenta con EE.UU. Arabia Saudí quería utilizar fuerzas
estadounidenses como mercenarios en Siria y, cuando no lo consiguieron, también
se enojaron con EE.UU.
The Saker: La UE se encuentra en una profunda
crisis sistémica de la que no tiene ninguna posibilidad de emerger sin algunos
cambios drásticos que la burocracia comunitaria se niega categóricamente ni
siquiera a considerar. Para la UE, Ucrania era una oportunidad de adquirir un
mercado para sus productos y servicios y la oportunidad de tratar de parecer
relevante en los asuntos internacionales. Francamente, la UE necesita a Ucrania
para mejorar su imagen y un ego muy dañado, de ahí sus insulsas promesas y el
flujo constante de políticos comunitarios al Maidán. Y si eso significa apoyar
abiertamente a racistas neofascistas y racistas, ¡que así sea! El problema para
la UE es que no tiene los medios para realizar sus políticas. Claro, algunos
consideran a Klichko como una marioneta de Alemania, pero ni él ni Tiagnibok ni
siquiera Yatsenuik o Timoshenko realmente importan. Los importantes hoy en día
en Ucrania son los miembros del Sector de Derecha de Dmitri Iarosh, el núcleo
de chiflados que son la versión oesteucraniana de los talibanes. Sólo ellos
importan, porque actualmente tienen el monopolio de la violencia. Es cierto,
Timoshenko cuenta con el apoyo de los oligarcas y éstos tienen un montón de
dinero, pero a corto plazo, al menos, un fusil tiene más poder que una maleta
llena dólares.
A diferencia de los “líderes de la oposición oficial”, los auténticos
matones del Maidan están totalmente financiados y dirigidos por EE.UU., de ahí
la brutal pero atinada afirmación de Victoria Nuland sobre el papel de la UE en
la crisis actual. Por supuesto, algunos políticos de la UE se están poniendo
nerviosos; al fin y al cabo, tener un gran Banderastán en el centro de Europa
es algo muy peligroso, pero ningún político europeo va a desafiar abiertamente
a EE.UU. y cuestionar sus políticas. En la UE, Estados Unidos “es el jefe”, y
todos los políticos de la UE lo saben. El hecho es que no hay una “política de
la UE”. La UE es la puta de EE.UU. y hará lo que el Tío Sam le diga que haga.
Por supuesto, los políticos de la UE pueden pronunciar discursos o tener algo
que recuerde vagamente a una opinión personal, pero a la hora de la verdad
todos ellos son irrelevantes, y lo saben.
PE: Los títeres están empezando a pensar por sí
mismos, pero hay que matizar esta afirmación. Alemania y Rusia –en términos de
energía e inversión– ya tienen una asociación estratégica; pregunte a cualquier
capitán de industria alemán de cierto nivel. Berlín está harto de Washington,
uno de los significados de la salida por peteneras de Victoria Nuland –“Fuck
the EU!”– es que EE.UU. quería un cambio de régimen ya, con su propia marioneta
al mando –“ Yats”–, aunque fuera apoyado por los neonazis (Svoboda, Sector de
Derecha) en lugar de tal vez más tarde con el inexperto títere
alemán–Klitschko– en su lugar.
La ÚNICA política de la Casa de Saúd es su propia supervivencia, sobre todo
ahora, cuando la sucesión de Abdulá sigue abierta. Eso, combinado con la
paranoia y el odio irracional de los wahabíes hacia los chiíes, es lo que
compone su “estrategia”. Compraron a la junta de Sisi en Egipto; un pequeño
precio a pagar para deshacerse de los Hermanos Musulmanes. Les encantaría algún
tipo de emirato en Siria y sus planes se han visto frustrados incluso con
Bandar Bush desplegando la artillería pesada (no es de extrañar que fuera
reemplazado). Y en Iraq quieren también un cambio de régimen, ya que ven a
Maliki como un títere de Irán. La Casa de Saúd es LA fuente de problemas número
uno en todo el Oriente Próximo.
Igor Kolgarev, Rusia
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4- Volviendo a Ucrania, ¿están
de acuerdo con el análisis de Christopher Westdal de que Ucrania debería
permitir que Crimea se vaya, pero sin que Putin la ganase? ¿Qué opinan?
DO: Ucrania no tiene nada que decir en este asunto.
La unión con Rusia será una decisión que tomarán las gentes de Crimea y los
legisladores rusos. Es probable que la posición de Putin gire en torno a lo que
más contribuya a su popularidad entre los rusos y me imagino que la absorción
de Crimea le ayudará al máximo.
The Saker: El análisis de Westdal es básicamente
erróneo, porque pasa por alto dos hechos fundamentales: en primer lugar, Rusia
no es una dictadura y la guerra de Crimea es tierra sagrada de Rusia por la que
un gran número de rusos murieron a lo largo de siglos. Si Putin decidiera
entregar Crimea a los banderistas se enfrentaría a una situación muy fea en su
país, con una opinión pública indignada. Segundo error: Westdal cree que Rusia
necesita un “argumento” para controlar de alguna manera a Ucrania. Ya no existe
“Ucrania”, el experimento ha terminado, todo lo que tenemos ahora es un
Banderastán en el Centro y el Oeste de Ucrania, una región que se disputan de
una forma u otra en el Este y el Sur, y una Crimea, que se ha ido para siempre.
En cuanto al actual régimen neofascista de Kiev, de todos modos no es viable y
Rusia tiene un montón de otros “argumentos” para negociar con cualquier futura
y arruinada Ucrania, que será la sucesora del actual Banderastán. En pocas
palabras: si los habitantes de Crimea quieren unirse a Rusia, Putin no tiene más
remedio que estar de acuerdo con esto.
PE: Esencialmente, es correcto. Crimea es mucho más
útil (y menos costosa) para Putin si forma parte de Ucrania –con un enorme
grado de autonomía– que incorporada a la Federación Rusa. Queda por ver cómo se
puede utilizar el resultado del referéndum dirigido por el Kremlin para
conseguir “concesiones” de Kiev, en el supuesto de que Kiev y Moscú comenzaran
a hablar, lo que tendrán que hacer. Lo más importante para Rusia es la
intangibilidad de Sebastopol y la certeza de que no habrá bases de la OTAN.
Dudo que Kiev pueda asegurar ninguno de los dos puntos.
5- Sobre la base de su
experiencia, ¿qué consejos podrían dar a quienes luchan contra regímenes
despóticos para que no caigan en la trampa de una revolución de colores?
DO: Que no acepten ayuda de EE.UU. ni de la UE. Que
hagan todo lo posible para desacreditar el trabajo de las ONG occidentales y
que las echen del país tan pronto como les sea posible.
The Saker: Que nunca acepten el dinero o el apoyo
de ningún imperio. Que nunca acepten en sus filas a nadie que esté dispuesto a
recibir dinero o ayuda de un imperio. Y que recuerden siempre que un mal Estado
y un mal régimen son siempre preferibles a ningún Estado y ningún régimen. Lo
que esto último significa es: no utilicen la violencia para derrocar a un
régimen que odian, aunque les resulte opresivo. En primer lugar, la violencia
siempre genera miedo y más violencia. Pero, aún más importante, la violencia a
menudo conduce al colapso no sólo del régimen que odian, sino también del
propio Estado. Y cuando la anarquía se desata, siempre llegan al poder los
gánsteres más violentos y despiadados. Cuando luchen contra un régimen opresor
al que odian combatan su ideología, su autoridad, no le demuestren ningún
respeto, búrlense abiertamente de él, pero no utilicen la violencia y nunca
luchen contra sus propios compatriotas. Combatan las ideas, no a las
personas.
Se puede ganar una guerra de liberación nacional contra un ocupante
extranjero, pero no se puede ganar una guerra civil. Busquen la reconciliación,
no la venganza; muestren compasión hacia “el otro” y nunca ignoren la voz de su
propia conciencia. Hagan siempre la distinción entre lo correcto y lo
incorrecto, pero nunca entre “nuestra gente” y “su gente”, en la medida en que
todos los seres humanos son igualmente preciosos a los ojos de Dios. Delen a su
lealtad sólo a Dios y “No confiéis en los príncipes, ni en hijo de hombre,
porque no hay en él salvación” (Salmo 145). Si mantienen su corazón y su
conciencia puros, ningún imperio los convertirá en su títeres.
PE: Mantengan una estrecha vigilancia y estén bien
informados sobre las ONG del tipo de la National Endowment for Democracy (NED)
y Freedom House y sobre el método con el que instrumentalizan cualquier
disidencia a favor de sus propios fines de cambio de régimen. Y otro tanto en
relación con las maniobras del Departamento de Estado, entre ellas los poco
fiables embajadores estadounidenses del tipo agitador. Sigan el rastro del
dinero, sigan la propaganda, sigan a quién esté buscando su “apoyo”.
[1] Banderastán: "el país de Bandera"- Stepan Bandera"
(1909-1959): ultranacionalista ucraniano de Galitzia, de tendencia fascista,
que dirigió la Organización de Nacionalistas Ucranianos (OUN) y el Ejército
Insurgente Ucraniano (UPA). Intentó aprovechar la ocupación alemana para
proclamar una Ucrania independiente combatiendo al ejército soviético. Exiliado
en Alemania federal después de la guerra, trabajó sucesivamente para la CIA, el
MI6 y el BND alemán. Fue asesinado por un agente del KGB en Múnich en 1959.
Está considerado como héroe nacional por los grupos ultranacionalistas
ucranianos, que se consideran sus herederos. [NdE]
Alunizaje de Ucrania 1973, por Tounushifan, USA
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