En un país donde las
fronteras ideológicas (entre izquierda y derecha) se han diluido, y donde el
privatizador sistema neoliberal se asume como dogma de fe, CODECA ha logrado
instalar en el debate de la agenda nacional la renacionalización del servicio
de la energía eléctrica. Y lo plantea no únicamente como un asunto
socioeconómico, sino fundamentalmente como una cuestión de derechos humanos.
CODECA: UN MOVIMIENTO
INDOCAMPESINO
QUE INYECTA ESPERANZAS Y
DESAFÍOS EN
UNA GUATEMALA SIN RUMBO
Por Ollantay Itzamná
No se sabe qué es lo que más les duele a las privilegiadas élites de poder
en el país: Si su autoderrota moral e intelectual que se materializa en el
corrupto Estado fallido, y la violenta desintegración social de la “nación” que
intentaron construir, o el despertar y la insubordinación de los “indios”
indeseados que pujan por romper el cerco de la finca denominada “Estado de
Derecho”.
En el intento de la materialización y operativización del aparente Estado
Nación, en los casi doscientos años de República, hicieron sendas reformas,
parches, oráculos legales… Pero, jamás funcionó, ni funcionará, porque el
proyecto de Estado Nación nació en Guatemala con un pecado capital que se
llama: exclusión de las grandes mayorías.
En el intento del control y subordinación de la indiada, igual. Despojan
territorios y masacran defensores indígenas como escarmiento para el resto,
promueven a estudiantes y dirigentes indígenas para que readoctrinen a sus
hermanos en la obediencia, permiten/promueven ONG indígenas cualificadas para
descalificar/invisibilizar a los “desobedientes indios indeseados”.
Pero, nada de esto funciona del todo, y el Estado fallido continúa en
picada.
Comité de Desarrollo
Campesino (CODECA) no nació para repensar el Estado
Don Mauro Vay, fundador y coordinador general de CODECA, casi siempre
reitera a sus colegas defensores indígenas campesinos: “Yo, cuando fundé
CODECA, no lo hice pensando en dirigir el país. Mi idea era ser una
organización local, apoyando a otras organizaciones grandes como el Comité de
Unidad Campesina- CUC, en aquel entonces”.
Fueron 17 indígenas campesinos, con bajo o ningún grado de escolaridad,
quienes fundaron CODECA pensando en el acceso a tierra y derechos laborales en
las fincas, en 1992, en Suchitepéquez. Pero, las organizaciones campesinas e
indígenas de aquel entonces, lejos de acoger a esta asociación, lo excluyeron.
“Se daban cuenta los pisados que yo no me dejaba manipular por nadie”, indica
Mauro Vay, intentando explicar del por qué lo rechazaban.
La cooperación le negó el
financiamiento a CODECA
“Ninguna de las agencias de cooperación asentada en Guatemala nos da
financiamiento. Ellas, por sus ejecutivos locales que fueron integrantes de
determinadas organizaciones guerrilleras, tienen contrapartes ya definidas”,
indica Mauro Vay.
Y, efectivamente, en estos cuatro años que acompaño como voluntario a
CODECA, no sólo que este movimiento no recibe proyectos o fondos de las
agencias grandes asentadas en Guatemala, sino incluso los noruegos le retiraron
el mínimo apoyo que le brindaban, hace algunos años atrás.
En buena medida, son sus afiliados quienes, con sus aportes mensuales de
Q.3.00, quienes sostienen las dinámicas organizativas de este movimiento que no
ha parado de crecer.
Abusivos cobros del servicio
de energía eléctrica obligó a CODECA a convertirse en un movimiento social de
alcance nacional
Fueron las comunidades rurales quienes obligaron a los defensores
principales de CODECA a que asumiesen la defensa del acceso a la energía
eléctrica como un derecho humano.
Así fue cómo la demanda de la “renacionalización de la energía eléctrica”,
conectó a las comunidades “resentidas por los abusos de la empresa ENERGUATE”
con este movimiento. Y éste, salió de la Costa Sur para convertirse en el
movimiento social más grande y dinámico, como lo es actualmente en Guatemala.
“Tenemos que saber manejar los momentos”, les repite casi siempre Mauro Vay
a sus colegas defensores/as. Así fue como lo hacen: identificaron la agobiante
problemática de energía eléctrica en el campo, en el momento oportuno, y
alrededor de esta problemática/demanda organizan y aglutinan a las comunidades.
Un movimiento social cuyos
defensores son criminalizados, pero respaldados por la ONU
El ex Presidente de la República, Otto Pérez Molina, actualmente
encarcelado por actos de corrupción, conceptualizó a CODECA como: “Un cáncer
social que crece”. Y, en consecuencia, emprendió, junto con la empresa
distribuidora de electricidad ENERGUATE, todo un proceso de criminalización y
campañas de desprestigio en contra de defensores y comunidades de CODECA.
Secuestraron y encarcelaron a sus principales dirigentes defensores,
incluido a Mauro Vay, pero a ninguno le pudieron probar delito alguno. Mucho
menos el delito de hurto de fluido eléctrico.
Incluso existe una fiscalía especial, creada por Otto Pérez Molina, para
perseguir a los que hurtan electricidad, pero no había, hasta el pasado año,
ningún guatemalteco procesado por este delito, según el Fiscal de dicha
dependencia.
En 2016, luego de un largo estudio, el grupo de estudio contra detenciones
arbitrarias de la ONU, que conoció el caso de Mauro Vay y de otros dos
defensores de CODECA, determinó que el Estado de Guatemala cometió el delito de
detención arbitraria, y recomendó al Estado el “resarcimiento y garantías de no
repetición”.
La criminalización tenía la clara finalidad de escarmentar y detener el
crecimiento de CODECA, pero este movimiento continúa avanzando en la
articulación social y en las ideas.
Qué ha logrado CODECA en
este corto período de crepitante crecimiento
En un país donde las fronteras ideológicas (entre izquierda y derecha) se
han diluido, y donde el privatizador sistema neoliberal se asume como dogma de
fe, CODECA ha logrado instalar en el debate de la agenda nacional la
renacionalización del servicio de la energía eléctrica. Y lo plantea no
únicamente como un asunto socioeconómico, sino fundamentalmente como una
cuestión de derechos humanos.
En un contexto donde la oenegización y el individualismo han desarticulado,
en buena medida, los movimientos sociales locales y nacionales, CODECA, está
demostrando que sí es posible organizar, concientizar y movilizar a multitudes
de empobrecidos sin mayor cooperación financiera internacional.
En un país donde casi todas asociaciones de la sociedad civil permitida
danzan incluso sin música al compás de quienes agendan los intereses de la
geopolítica regional, CODECA se mantiene en su proceso libertario sin
claudicar, ni ser atrapada por las ilusas promesas de reformas neoliberales.
Más por el contrario, este movimiento de indígenas y campesinos, que no
tiene técnicos, ni consultores, mucho menos oficinas en la ciudad capital,
desafía a todos los pueblos y sectores de Guatemala con la urgente necesidad de
emprender un proceso de Asamblea Constituyente Popular y Plurinacional, para la
creación de un Estado Plurinacional, como explica en su propuesta.
CODECA ya no son aquellos 17 jornaleros que soñaron luchar por mejores
salarios. Ni tampoco es ya aquél “cáncer social” de “ladrones de luz”, como lo
catalogaron en su momento. En la actualidad es un movimiento indocampesino, con
una visión de país plurinacional, que cuestiona y se resiste al privatizador
sistema neoliberal hegemónico, y construye nuevas relaciones de poder en y
desde las comunidades.
Ésta es la “malcriadez” de CODECA que los patrones (autoderrotados moral e
intelectualmente) difícilmente le perdonarán. Y, en consecuencia, seguirán
activando/ensayando todas las artillerías posibles desde diferentes flancos en
contra de estos “indios desobedientes”.
En Guatemala se libra una batalla desigual entre un elefante blanco cargado
de plata y una multitud de hormigas diminutas que se organizan y luchan
simultáneamente.
Publicado por La Cuna del Sol
USA.
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