jueves, 30 de agosto de 2018

Marx habla sobre la caída del muro de Berlín


Las fuerzas de la derecha cantan victoriosas su supuesto triunfo de 1989, pero en realidad no hay ningún triunfo. Como escribí alguna vez en mis años mozos, siendo discípulo del Profesor Hegel: el Amo tiembla aterrorizado delante del Esclavo porque sabe que inexorablemente tiene sus días contados.


MARX HABLA SOBRE LA CAÍDA
DEL MURO DE BERLÍN


Por Marcelo Colussi

No puedo dar los detalles precisos, sino simplemente hacer saber que recibí esta carta. Con mi pobre alemán me permití hacer la traducción, y como creo que esto es muy importante, hago circular el texto de marras en su versión española.

Trabajadores del mundo:

Las fuerzas de la derecha internacional festejan alborozadas estos casi 30 años de la Caída del Muro de Berlín. Pero se equivocan. ¿Qué festejan en realidad? ¿El fin del socialismo?

La historia, contrariamente a como dijo ese apologista del sistema de apellido Fukuyama hace algunos años atrás, no ha terminado. ¿De dónde saldría tamaño disparate? La historia continúa su paso sin que sepamos hacia dónde va. Hoy, sin temor a equivocarnos, dadas las características que ha tomado el sistema capitalista internacional, perfectamente podría estar dirigiéndose hacia la aniquilación de la especie humana, dado el afán de lucro imparable que lo alimenta, y que bien podría llevar al holocausto termonuclear de activarse todas las armas de destrucción masiva que existen sobre la faz del planeta. O también, dado ese afán insaciable de obtención de ganancia que no puede eliminar, a la destrucción del planeta por el consumo irracional de recursos naturales que se está llevando a cabo.

Las fuerzas de la derecha cantan victoriosas su supuesto triunfo de 1989, pero en realidad no hay ningún triunfo. Como escribí alguna vez en mis años mozos, siendo discípulo del Profesor Hegel: el Amo tiembla aterrorizado delante del Esclavo porque sabe que inexorablemente tiene sus días contados.

¿Qué quise decir en su momento con esta frase, algo enigmática quizá, antes de ponerme a estudiar economía política para luego redactar el Tomo I de El Capital? Pues no es nada complicado: aparentemente el sistema capitalista “triunfó” de manera inexorable sobre las experiencias socialistas que se estaban construyendo, siendo la demostración palpable de ello la caída de este muro de la que ahora se cumplen casi 30 años. Supuestamente, según la fanfarria con que esa derecha presenta las cosas, la misma población alemana del este, “sojuzgada” por el yugo socialista, habría derrumbado el tal muro para “liberarse” y acceder a las bondades del capitalismo. ¡Pamplinas! Puras pamplinas, estupideces con que los actuales medios masivos de comunicación presentan las cosas.

En realidad lo que esta derecha, por ahora ganadora, festeja es que el Amo, para tomar la metáfora hegeliana (léase: la clase capitalista) alejó por un tiempo el fantasma que la persigue (la clase trabajadora y la posibilidad que alguna vez la misma se organice, abra los ojos y la expropie, tal como pasó varias veces durante el siglo XX, en Rusia, en China, en Cuba). Es decir: la clase por ahora dominante (industriales, banqueros, terratenientes) sabe que está sentada sobre un barril de pólvora; sabe que los trabajadores del mundo (obreros industriales urbanos –que fue lo que yo más estudié en su momento–, campesinos, trabajadores explotados de toda índole, sub-ocupados y desocupados –lo que yo en otro tiempo llamé Lumpenproletariät, es decir: población excluida y marginalizada) en algún momento van a explotar.

La historia de la humanidad, y también la historia del capitalismo, se los muestra. Las clases oprimidas aguantan (porque no tienen otra alternativa, porque están sojuzgadas, reprimidas brutalmente a veces, manipuladas en otras ocasiones). Aguantan hasta que, llegado a un punto de la acumulación de contradicciones, estalla un período de violencia revolucionaria, transformándose las relaciones de poder, pasando la propiedad de los medios de producción de una clase a otra. Esto la derecha lo sabe. Sabe muy claramente que la propiedad privada de esos medios es un saqueo legalizado; sabe con precisión milimétrica que no puede dejar ni por un segundo de cuidar esa propiedad, asentada en una explotación inmisericorde. Sabe que si se descuida, si deja de proteger a capa y espada sus privilegios, las grandes mayorías excluidas se levantan. Por eso, día a día, minuto a minuto, no dejan de controlar y evitar que los trabajadores se organicen, piensen, conozcan la verdadera realidad. Por eso los embrutecen con dádivas miserables: es decir, el viejo pan y circo de los romanos.

Pero esa derecha sabe que el barril de pólvora sobre el que está sentada puede explotar en algún momento, lo cual significaría perder sus privilegios de clase. De hecho, eso ya sucedió varias veces el siglo pasado. Por eso mismo, ante el retroceso que sufrió el primer Estado obrero del mundo, la llamada Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, las fuerzas de la derecha cantaron victoria, mostrando el derribamiento del Muro de Berlín como la caída de las ideas socialistas. Dicho de otra manera: como están tan aterrorizados con la posibilidad que los trabajadores reaccionen alguna vez, se permitieron mostrar ese incidente como el fracaso inexorable de las ideas socialistas. Pero ello no es sino una demostración del pavor que sienten a ser expropiados. De ahí que presenten lo de Berlín como un triunfo apoteósico y que cierra de una vez la historia.

No hay dudas que con la involución que sufrieron las primeras experiencias socialistas del mundo (la Unión Soviética se desintegró, China se abrió al mercado capitalista, Cuba quedó flotando en el aire como pudo), el capitalismo internacional avanzó groseramente sobre las conquistas de los trabajadores obtenidas a fuerza de sacrificio en décadas y décadas de lucha. Por eso ahora ese sistema, que se autopresenta como ganador y única salida posible, se permite explotar más aún que hace un siglo atrás. Hoy día se perdieron conquistas sindicales, se hacen contratos sin prestaciones laborales, no se respeta la jornada laboral de ocho horas, se expolia sin la menor pudicia y se entroniza la figura del “ganador”.

No hay dudas, para tratar de concluir la referida cita que hice más arriba, que el sistema sabe que ya le va a llegar el turno, que su cabeza, igual que la del monarca francés en 1789, rodará por el polvo. Por eso festeja este triunfo parcial –que, sin dudas, hizo retroceder mucho al campo popular en estos últimos años– como un triunfo absoluto, queriendo presentar las cosas como que con el Muro de Berlín derribado terminó la explotación, y por tanto el ideal revolucionario socialista de transformación social, de lucha contra las injusticias.

Pero los trabajadores del mundo siguen siendo explotados, más que antes incluso, apaleados, reprimidos. ¿Por qué no habrían de reaccionar? Tal vez hoy día, hay que reconocerlo, los partidos comunistas están un tanto despistados. Mis ideas –que, en realidad, no son mías, sino producto de una reflexión científica (¡no digan “marxismo” sino materialismo histórico!)– se han querido presentar como anticuadas, fracasadas, “pasadas de moda”. Nada más contrario a la verdad. ¿Acaso terminaron las injusticias y la explotación? ¡Para nada!

Mientras siga la explotación en el mundo (y esa es la esencia del sistema capitalista) habrá quien proteste, quien alce la voz, quien busque organizarse para cambiar la situación. Que hoy día esa organización y los programas políticos al respecto estén golpeados, es una cosa. Pero pretender que se esfumaron, que los explotados quedarán contentos y felices con su condición de tales, que las injusticias cesaron porque el sistema ganó esta batalla, es un craso error.

No hay que olvidar que el capitalismo, como proyecto económico-político, comenzó a surgir en los siglos XII y XIII, allá en la Liga de Hansen, y demoró varias centurias hasta poder tomar mayoría de edad constituyéndose en sistema dominante, casi a fines del siglo XVIII, tanto en Francia e Inglaterra como en los nacientes Estados Unidos de América. Las experiencias socialistas no tienen ni 100 años de vida. ¡No olvidarlo! Cantar victoria porque se ganó una batalla es de mal guerrero. Lo único que demuestra es que sí, efectivamente, ese Amo tiembla porque sabe que ya le va a llegar su guillotina…, aunque en este momento se sienta ganador.

Los casi 30 años que ahora se pretenden festejar no son sino una demostración que el sistema capitalista no tiene salida. Se festeja el triunfo de la explotación y la injusticia. Si el sistema tuviera “responsabilidad social empresarial”, como parece que ahora se puso de moda decir, debería echarse a llorar por el descalabro absoluto que ha creado. Para decirlo sólo con dos ejemplos, lapidarios y terminantes por cierto: en estos momentos –créanme que sigo muy de cerca estos acontecimientos y estoy perfectamente informado– la humanidad produce un 45% más de los alimentos necesarios para nutrir a los alrededor de 8.000 millones de almas que pueblan el mundo, y vergonzosamente la principal causa de muerte sigue siendo nada más y nada menos que ¡el hambre! ¡Infame!, no caben dudas. Y para terminar: la principal actividad de la especie humana, la que más ganancias genera desde el punto de vista capitalista, la vanguardia de la ciencia y de la técnica es la producción de armamentos. Es decir: la defensa a muerte de los privilegios de algunos por sobre el bienestar de todos. ¡Más patético todavía!

Por tanto, camaradas, los insto a que no nos dejemos confundir por estos cantos de sirena: la derecha no festeja un triunfo sino que sigue estando en guerra, y con miedo, porque sabe que los trabajadores, tarde o temprano, reaccionaremos. Y sabe, además, que la verdad está de nuestro lado. Nosotros no explotamos ni sojuzgamos a nadie. ¡Ellos sí!

Hoy, como hace un siglo y medio, la consigna no es lamentarse por la paliza recibida recientemente ni quedarse embobados viendo la televisión. Sigue siendo como escribí con Federico en 1848: “No hay nada que perder más que las cadenas. Por tanto: ¡unámonos!”

Dixi, et salvavi animam meam

Carlos Enrique Marx
Desde algún remoto lugar






USA.

martes, 28 de agosto de 2018

Último giro estratégico estadounidense y diversionismo informativo


Como sabemos desde la implosión de la hegemonía mundial estadounidense (2010) Estados Unidos ha estado frente a dos grandes retos: primero, frente a su bancarrota económica, el asunto era recuperar su status de máxima potencia capitalista. Segundo, frente a su desplazamiento geopolítico, recuperar la hegemonía mundial.


ÚLTIMO GIRO ESTRATÉGICO ESTADOUNIDENSE
Y DIVERSIONISMO INFORMATIVO


Por: Enrique Muñoz Gamarra (*)

A contracorriente de las informaciones diversionistas que están circulando últimamente afirmando que en unos meses Estados Unidos estaría en capacidad de reducir en un tercio los bonos basura que tiene en su poder mientras recién a finales de este año (2018) terminaría sus compras, sostengo aquí que Estados Unidos continua en una colosal ruina económica.

La interrogante mínima a estas informaciones diversionistas es la siguiente: ¿En realidad sabéis el número de bonos basura y su respectivo equivalente en dólares en poder de Estados Unidos? La suma es extraordinariamente enorme. Sobre esto, Joseph Stiglitz y su equipo han estimado que en 2010 el montante de la economía financiera mundial superaba en más de 70 veces la economía real; esto es, más de 70 veces el PIB mundial, estamos hablando de unos, ¡3990 billones de dólares!, cuando el PBI mundial en 2008 (oficial) era de 57 billones de dólares. Realmente es impresionante la cantidad del billete verde sin respaldo que circula por el mundo.

Entonces no es nada gratuita la información que se tiene de la colosal sobreacumulación de capitales del sistema. Por supuesto aquello no se resuelve con una medida administrativa como pretende ahora (2018) el presidente estadounidense, Donald Trump. Eso es simplemente un chiste.

Es más Estados Unidos está con mercados paralizados (sobreproducción de mercancías). Con monumentales deudas impagables (es el mayor deudor del mundo). Solo la deuda federal, hablando cristianamente, sobrepasaría los 21 billones de dólares. Con un Estado sobrecargado de múltiples obligaciones que lo ahogan. Encima, con países que cada vez más se desprenden del dominio del dólar. Y sobre todo con bajísimos niveles de crecimiento, por no decir cero en su PBI y, un déficit comercial solamente con China bordea la cifra récord de 375.000 millones de dólares en 2017 (1). En fin con una economía sencillamente inmanejable que desespera enormemente a su burguesía. En realidad una burguesía en una muy mala situación.

Tal es la profundidad de la crisis económica de este país (Estados Unidos) que los bancos centrales de China, Unión Europea, Inglaterra y Japón, ahora ya no quieren seguir financiando (contención) la depreciación del dólar cada vez que la Reserva Federal estadounidense (FED) desarrolla sus programas de salvataje de su economía.

Consecuentemente esta fue la única razón del último giro estratégico de este país con el que a partir del 20 de enero de 2017 supuestamente daría un giro a esta calamitosa situación. En realidad un suicidio que últimamente ha sido empeorado al imponer aranceles contra mercancías provenientes de China, la Unión Europea, Japón, Australia y Canadá, otrora sus grandes aliados, incluso con suspensión de antiguos acuerdos geopolíticos de gran valía.

Por lo que el análisis minucioso y la decodificación exhaustiva de esta parte de la historia capitalista estadounidense devienen en una obligación mínima para tener una idea acertada de lo que ocurre en el ámbito internacional en la actualidad.

Como sabemos desde la implosión de la hegemonía mundial estadounidense (2010) Estados Unidos ha estado frente a dos grandes retos: primero, frente a su bancarrota económica, el asunto era recuperar su status de máxima potencia capitalista. Segundo, frente a su desplazamiento geopolítico, recuperar la hegemonía mundial.

En realidad inviables y anti-históricas por las nuevas estructuras económicas y los nuevos nudos de poder establecidos en el planeta a partir del año 2008. En esto son muy importantes, primero, la débil acumulación y reproducción capitalista y, segundo, la persistente paridad estratégica.

Veamos esto:

1.- Una débil acumulación y reproducción capitalista que imposibilita la recuperación de su estatus de máxima potencia capitalista:

Para no ir muy atrás, empecemos anotando las sorprendentes palabras de Donald Trump, por encargo de la decadente burguesía financiera estadounidense, en su discurso de toma de mando el 20 de enero de 2017 aceptando la bancarrota económica de Estados Unidos. Realmente asombrosas.

Aquí algo sobre esto (según "Washington Post"):

"Durante décadas, hemos enriquecido la industria extranjera a expensas de la industria americana; hemos subsidiado los ejércitos de otros países mientras permitíamos el triste agotamiento de nuestros militares. Hemos defendido las fronteras de otras naciones y rechazado defender las nuestras. Hemos gastado trillones de dólares en el extranjero mientras la infraestructura americana caía en la degradación. Hemos hecho ricos a otros países mientras la riqueza, la fortaleza y la confianza de nuestro país se ha disipado en el horizonte. Una tras otra, las fábricas han cerrado y se han ido al extranjero, sin dedicar un pensamiento a los millones y millones de trabajadores americanos a los que dejaban detrás. La riqueza de nuestra clase media se ha quitado de sus hogares y redistribuido a lo largo de todo el mundo" (2).

Entonces la bancarrota económica de Estados Unidos era crucial. Había sido desplazado del primero al segundo lugar en la nueva estructura económica mundial del sistema capitalista. La Casa Blanca lo estaba recociendo públicamente.

Como consecuencia de esto su desplazamiento geopolítico fue a todas luces incuestionable. Incluso se hablaba de la deriva de la arquitectura del dominio imperialista occidental como una continuación de la implosión de su hegemonía mundial.

Agobiado por estos fracasos y por esta caótica situación, el grupo de poder de Washington decidió unilateralmente y por "decreto supremo" el retorno a territorio estadounidense de sus alicaídas empresas y monopolios que deambulaban por el mundo, sin tener en consideración los nuevos entresijos económicos mundiales al que habían llegado tras sus deslocalizaciones o voluntarios exilios.

Para sustentar esta decisión, que sus centros de adoctrinamiento anticomunista llaman "proteccionismo", han anunciado en primer lugar la defunción del neoliberalismo y la globalización, convirtiéndose a partir de ahí automáticamente en una simple postura ideológica que sirve de sustento al nuevo giro estratégico que a partir de 2017 se planteó la burguesía financiera estadounidense.

Pero en la actualidad, con un sistema capitalista agotado y sin visos de una nueva fase de acumulación y reproducción capitalista, el neoliberalismo observado como política económica, rapiña como ninguna otra, es un instrumento insustituible de pleno valor para todas las decadentes burguesías financiera.

Además no podemos olvidar que la coyuntura en que se pretendía imponer este giro estratégico (2017 para adelante) que luego se retrasó hasta octubre de aquel año, no era nada favorable para este país (Estados Unidos).

Es en este marco que empiezan a alzarse conjeturas muy atrevidas que sostienen una supuesta recuperación de la economía estadounidense e incluso ingreso del sistema capitalista en general a una nueva fase de acumulación y reproducción. Una situación observada sobre la base de efímeros y dudosos crecimientos realizadas desde las vertientes de los ciclos económicos cortos, cuando la economía de este país sencillamente es inmanejable y la economía mundial está en un franco proceso de acentuación de la gran crisis. Son las primeras noticias diversionistas referentes a este tema.

Veamos esto:

Hace poco leí un apunte cuyo título era: "Desarrollo global exponencial":

"El mundo se encuentra a las puertas de una ola de desarrollo sin precedentes a punto de romper sobre Oriente Próximo, el Sudeste Asiático, Estados Unidos y el mundo 4.0 en general. Las bases de organización de este mundo ya están claras: red eléctrica globalizada, redes de centros financieros, nuevas rutas comerciales, criptomonedas, economía digital, gobernanza mundial reinventada… todo esto constituye la infraestructura indispensable para esta inimaginable fase de desarrollo multipolar y multiconectado que vamos a tratar de explicar mediante pequeños detalles…" (GEAB 126).

Existen otros apuntes en este mismo sentido que por el momento no quisiera citarlos porque precisamente sus autores son de reconocida trayectoria.

En realidad se trata de visiones muy estrechas de la nueva situación económica mundial, basada solo en dudosas estimaciones del último ciclo económico corto en curso.

Veamos:

Ante todo debemos saber que la guerra comercial entre Estados Unidos y China es un suicidio para el primero de los países nombrados. Debemos recordar que esta guerra comercial está en pleno proceso desde el año 2010 tras la ruptura del acuerdo estratégico firmado en lo económico entre estos países (Estados Unidos y China) en 1978. Además debemos recordar que en esta guerra comercial Estados Unidos estaba siendo violentamente aplastado por China.

Como se sabe aquello ha sido ahondado aún más el 5 de julio de 2018 cuando Estados Unidos y China convirtieron aquel conflicto en muy grave. En el primer minuto de la jornada, Washington empezó a aplicar pesados aranceles hasta los 34.000 millones de dólares de importación de productos chinos, en particular de tecnología de punta como había venido amenazando desde unos días atrás. Tres horas después, un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino confirmó en rueda de prensa que "después de que Estados Unidos activara sus medidas arancelarias contra China, las medidas de China contra Estados Unidos se activaron inmediatamente". Ese anuncio incluía la amenaza de Pekín a Washington de imponer aranceles del 25% a 545 productos estadounidenses por valor de 34.000 millones de dólares, la mayoría de ellos agrícolas (sobre todo soja) y productos de consumo como automóviles o whisky" (3).

En este marco los apuntes anteriores no han tenido en cuenta por ejemplo las extra actividades en el que se habían embarcado algunas empresas estadounidenses desesperadas por la cercanía de la entrada en vigor de los nuevos aranceles estadounidenses contra productos provenientes fundamentalmente de China. Una situación que por lógica ha conducido a algunas variaciones momentáneas positivas en el PBI estadounidense.

Por otra parte debe entenderse que los resultados de los nuevos aranceles en realidad afectaban en primer lugar a las propias empresas estadounidenses que estaban deslocalizadas fuera de Estados Unidos, sobre todo, en territorio chino.

Hablando de aquellos supuestos crecimientos en el PBI estadounidense debemos indicar el manoseo en el que ha caído últimamente (cuantificación del crecimiento económico).

Y no olvidemos que esto también ocurre en la economía china.

Veamos:

"No se conoce la cantidad exacta de impresión fiat que realizó el banco central de China después del colapso de 2008. Algunas estimaciones calculan que la deuda de China ahora se sitúa en torno al 250% de su producto interno bruto. Según los estándares normales, esto sugeriría una crisis crediticia inminente". (4).

E incluso se habla de un recalentamiento de la economía china, entre otras, su banca en la sombra estaría muy desarrollada.

Pero también debemos estar muy claros en lo que respecta al advenimiento de un nuevo ciclo económico largo de auge y crecimiento o una nueva fase de acumulación y reproducción capitalista que en lo fundamental debería significar una nueva época para el sistema capitalista con un significativo auge de las tasas de crecimiento, de las tasas de ganancia capitalista sobre la base de una ampliación de fuentes de trabajo, lo que ciertamente es una mera ficción en la actualidad. Veamos una sola muestra: América Latina, donde las crueles sobreexplotaciones y empobrecimientos contra las masas pobres son muy gravísimas. Entonces esto demuestra que aquello de que la crisis económica ya habría pasado a una nueva de fase de acumulación y reproducción, es una verdadera charlatanería.

En este marco, tras el ahondamiento de la guerra comercial en que se debate el sistema capitalista, se puede observar lo ocurrido el 3 de julio de 2018, cuando nítidamente fue un alarido del presidente estadounidense, Donald Trump, al enterarse de la posible devaluación artificial que habría estado realizando China del Yuan, mientras la Reserva Federal (banco central) estadounidense elevaba sus tasas de interés lo que demuestra la falsedad del desesperado interés de reducir su tenencia de bonos basura al menos en un tercio en los próximos meses. Simplemente inviable y contraproducente. En efecto, ese día (3 de julio de 2018) el yuan se había debilitado drásticamente. Una situación que desesperaba a Estados Unidos. Entonces el asunto era: ¿Dónde estaba su interés por el fortalecimiento de su moneda? ¿Acaso el debilitamiento del yuan no le era favorable supuestamente al pretendido fortalecimiento de su moneda?

Veamos:

"Con la devaluación del yuan, las exportaciones de EEUU a China se hacen más caras, de manera que aumentan las suposiciones de que el PBOC podría haber intervenido en el proceso de caída de su moneda. El economista jefe del banco internacional Renaissance Capital, Charlie Robertson, dijo a la revista Cronistas que esta tesis "es muy creíble". Según los informes, los bancos estatales de China han estado comprando dólares con antelación en nombre del PBOC y vendiéndolos en los mercados al contrato para respaldar su moneda nacional" (5).

El último dato que dispongo a la mano respecto a este mismo tema, es el siguiente:

"El presidente de EE.UU., Donald Trump, aseguró que los nuevos aranceles que ha dictado contra las importaciones de acero provenientes de China y otros países salvarán a una industria emblemática de su país, que estaba en peligro de cierre" (6).

Finalmente lo que ya expliqué en la parte introductoria de este artículo acerca de las notas diversionistas que están circulando últimamente respecto a que Estados Unidos estaría en condiciones de maniobrar la reducción de los bonos basura al menos en un tercio en los próximos meses. ¿Un tercio en los próximos meses? Si esto fuera cierto en realidad sería una especie de solución a las crisis económicas que históricamente han agitado al sistema capitalista. Un verdadero aporte del imperialismo estadounidense a la solución de las crisis económicas. Sin embargo la sobreacumulación de capitales no se soluciona con una simple maniobra de esta naturaleza, simplemente porque aquella está gobernada por complejas leyes económicas que incluso los economistas burgueses fueron incapaces de observarla. Recién cuando Marx estudio la producción capitalista y Lenin hizo lo propio acerca de la exportación de capitales en 1916 fue observada nítidamente. Por eso decimos que son informaciones diversionistas tan pueriles como una especie de engaña muchachos o engaña ingenuos.

Sobre esto no hay que olvidar que estamos en una coyuntura de fuerte manipulación informativa, de guerra psicológica, se dice que incluso sobrepasa largamente lo que habían hecho los nazis en la década de los cuarenta del siglo pasado.

2.- Una paridad estratégica que dificulta la recuperación de su hegemonía mundial:

Por otra parte en el análisis de la actual geopolítica mundial, la paridad estratégica, es una cuestión central. La paridad estratégica no es cualquier cosa. Aquella explica muchas situaciones que ocurren en la actualidad en la arena internacional, entre ellos, los miedos actuales de las burguesías financieras a la Tercera Guerra Mundial por el asunto del armamento nuclear, los paramilitarismos, la multipolaridad en el sistema internacional, etc. Algunos no lo entienden así.

La paridad estratégica está basada en la igualdad armamentística en el nivel del armamento estratégico que comprende el artefacto nuclear de hidrogeno con la misma capacidad destructiva que están en poder de Rusia, Estados Unidos, China y la RPDC. Además los portadores de aquel artefacto, es decir, los misiles balísticos intercontinentales (ICBM). Sin olvidar que existen otros países tenedores de este armamento como por ejemplo Francia, Inglaterra, India, Pakistán, Israel, etc., pero cuyas operatividades autónomas y soberanas de aquellos artefactos como debían ser, están en entredicho, pues, la injerencia estadounidense en aquellos países es muy grande.

Se habla mucho que Estados Unidos es la primera potencia militar del mundo cuando aquello, tras los últimos cambios habidos en el planeta después del 2008, ya no existe. La existencia de países con armamento estratégica que no admiten el vasallaje estadounidense es crucial en este sentido.

En esto ha sido muy importante la llegada de Vladimir Putin en la presidencia de Rusia en el año 2000 que reoriento el desarrollo de la armamentística estratégica y sus portadores. Luego aquel proceso condujo en medio de un constante desarrollo de las tecnologías hasta los misiles S-500 por el momento de uso exclusivo del ejército ruso. De hecho aquello ha conducido al colapso los costosísimos sistemas de defensa antimisiles de Estados Unidos. Por supuesto esto no es otra cosa que paridad estratégica.

En esto es bueno aclarar de por qué hablamos del armamento estratégico como determinante en la paridad estratégica. Pues porque aquel armamento es por el momento la mayor arma de destrucción ideada por el ser humano que incluso puede afectar la existencia del planeta. Esto ha llevado a las superpotencias capitalistas a colusiones a fin de conservar sus estatus de superpotencias por temor al armamento nuclear.

Sin embargo la hegemonía mundial única ha sido siempre una ambición de las burguesías financieras, por lo que aquel impasse es un lastre que les preocupa hondamente. Es en este marco que se impone la carrera armamentística.

Además el asunto de la guerra es una cuestión latente por la tendencia a la guerra y la agresividad de las burguesías. Tarde o temprano las contradicciones inter-imperialistas, muy durísimas en la actualidad, conducirán a una guerra de rapiña mayor entre las superpotencias. No sabemos exactamente cuándo va suceder aquello, lo único que está muy claro es que la carrera armamentística es un catalizador muy importante en esta situación. La gran crisis económica por el momento acogota fuertemente a las tres superpotencias capitalistas.

Y bajo estas condiciones la actual carrera armamentística dificulta por el momento una nueva imposición armamentística de los Estados Unidos, sencillamente porque tanto Rusia como China y el resto de países imperialistas también desarrollan sus armamentísticas. En esto es crucial el desarrollo y avance de las ciencias y las tecnologías.

Consecuentemente la carrera armamentística es muy importante para las burguesías financieras. Demuestra el carácter agresivo y guerrerista de cada una de las burguesías financieras por aplastarse y aplastar a los pueblos.

Sin olvidar que en el fondo de la carrera armamentística subyace el objetivo central de las burguesías financieras por el aniquilamiento de todo orden de movilización y organización de los pueblos contra la opresión capitalista. En este sentido toda la carrera armamentística sirve a las superpotencias imperialistas fundamentalmente en los asesinatos y genocidios masivos en que están empeñadas contra los pueblos.

Aquello enseña que para la burguesía financiera estadounidense, lo más importante es endurecer esta situación. Son lecciones que aprendieron en Vietnam, Camboya y en sus recientes enfrentamientos a las guerrillas en América del sur, de donde han calado que lo principal en cualquier conflicto es la aniquilación completa o destrucción total de la moral del contrincante. De esta forma la contradicción inter-imperialista que el pentágono desarrolla a partir del año 2010 justamente cuando inicio su llamada "Primavera Árabe" se asemeja más bien a una lucha contrainsurgente y antisubversiva. Aquello de hecho conduce a hablar del fascismo en el mundo. En este caso del fascismo en Estados Unidos.

Las características de la actual coyuntura histórica señalan claramente aquel síntoma. En efecto, la política seguida por el pentágono desde cuando dio inicio a sus primaveras árabes, incluso desde unos años atrás, ha sido la política del mercenario sanguinario y del paramilitar feroz. Entonces la arrogancia de Estados Unidos en su política exterior ha sido muy nítida. Cierto, por ejemplo, las gesticulaciones de Donald Trump en sus presentaciones televisivas a indicaciones e instrucciones de los comandos de adoctrinamiento del pentágono, son calco y copia de las agresivas gesticulaciones de Hitler en su discursos temblorosos ante multitudes de fanáticos fascistas, justamente para vencer la moral del enemigo. Los hechos son innumerables. Todos ellos con numerosas fotografías y amplia cobertura televisiva incluido con impactantes videos en YouTube a fin de que quedara claramente establecida y grabada en la memoria del mundo la ferocidad del ejército estadounidense.

Veamos algunas muestras de esto:

El 30 de diciembre de 2006 en Irak cuando fue ahorcado el presidente iraquí, Sadam Husein, en la sede de los servicios secretos en Bagdad.

De igual modo el 20 de octubre de 2011 en Libia cuando asesinaron cruelmente incluso con sodomizacion del coronel libio y presidente de aquel país, Muamar el Gadafi.

También el 29 de noviembre de 2011 en el aeropuerto de Doha (Qatar) cuando el diplomático ruso Vladimir Titorenko que retornaba de Jordania, fue agredido ferozmente por agentes de seguridad de la aduana en la que incluso habrían intervenido agentes de la CIA y la Mossad israelí a fin de confiscarle su valija diplomática en el que portaba importante información del 'drone' espía estadounidense RQ-170 Sentinel que Irán había capturado entre esos días.

De igual modo el 15 de mayo de 2013 en Siria cuando el paramilitar fascista del ejército estadounidense, Abu Sakkar, fue filmado comiéndose el corazón de un soldado sirio muerto en combate.

Asimismo en febrero de 2014 en Kiev (Ucrania) cuando Victoria Nuland, entonces secretaria de Estado adjunta para asuntos europeos de Estados Unidos, finaliza una esclarecedora conversación que sostenía por vía telefónica con el embajador estadounidense en Ucrania Geoffrey Pyatt, afirmando textualmente: "Qué le den por el culo a la Unión Europea".

También el 16 de noviembre de 2014 en Brisbane (Australia) en la IX cumbre del G-20 cuando trataron de intimidar al presidente ruso, Vladimir Putin. Cierto, aunque aquella cumbre se efectuó con aparente normalidad incluso con sesiones de fotos y muestras de gala entre los asistentes (anfitriones y visitantes), en las sombras hubo gran agitación. Las intrigas y las maquinaciones debidamente manejadas por los servicios secretos de cada país apostados en los ambientes del centro de convenciones de Brisbane, era fortísimo. Los murmullos e intrigas cobardes del entorno del presidente estadounidense, Barack Obama, en comparsa con las de Reino Unido y Canadá, habrían llegado hasta los oídos del presidente ruso que en realidad fueron la causa del adelanto de su retorno.

Y por último el 4 de agosto de 2018 cuando intentaron asesinar al legítimo presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. Según el Ministerio de Comunicación venezolano, un par de drones cargados con explosivos detonaron cerca del acto militar de la Guardia Bolivariana en el que se encontraba el presidente. Sin embargo para las prensas monopólicas manejadas por la CIA aquello simplemente no habría existido. Realmente descarado.

Pero en lo fundamental en este contexto de duro conflicto geopolítico con fuertes vientos de cambio que sacuden el planeta no debemos olvidar la importancia de la paridad estratégica en los profundos cambios ocurridos últimamente en el mundo particularmente en el establecimiento de la multipolaridad en el sistema internacional. Dialécticamente el sistema multipolar se sostiene entre la gran carrera armamentística y la equiparación de fuerzas.

Tras la pérdida de la hegemonía mundial estadounidense en 2010 y la implosión de la arquitectura del dominio imperialista occidental a finales del año 2016, los poderes mundiales han ingresado a una coyuntura crucial, algo así como un hervidero de poderes, en el que cada grupo avanza según sus posibilidades, aunque por el momento los ejes de mando descansen aun en la órbita de los tres poderes más importantes: China, Estados Unidos y Rusia.

Sin olvidar que entre los grupos de poder de segundo orden (India, Japón y Alemania) está abierto nuevos horizontes, es decir, nuevas posibilidades de avance y reagrupamiento geopolítico.

3.- La historia sigue su curso:

Por supuesto toda esta trama del movimiento ascensional que estaba sobre acumulándose, forzándose y batiéndose incluso desde 1991 tras la implosión de la ex URSS y más aún desde el año 2008 en que se inicia la actual gran crisis económica, ha seguido su curso.

En efecto de acuerdo al análisis internacional que hasta aquí hemos venido realizando, la perdida de la hegemonía mundial estadounidense está registrada como un hecho que ocurrió en 2010. Como se recordará esto estuvo sustentado en la fuerte fricción económica entre China y Estados Unidos que incluso había llevado a la ruptura del acuerdo estratégico que en el nivel económico se había firmado en 1978 entre estos dos países (China y Estados Unidos). Una situación que luego fue reconfirmada en su verdadera dimensión en 2011 cuando se produjo la reacción militar al que habían pasado Rusia y China en aquel año.

Pero la historia era indetenible. A continuación devino en muy importante el tramo que corre entre finales de 2016 y finales de 2017, un periodo en que hubo trascendentales aclaraciones geopolíticas que luego han dado origen a una nueva correlación de fuerzas en el mundo. Se puede desglosar este periodo de la siguiente forma (en realidad esta es una periodización de los últimos tramos de la actual coyuntura mundial, finales de 2016 hasta el último semestre de este año 2018):

Primero, lo ocurrido a finales de 2016 la implosión de la arquitectura del dominio imperialista occidental como una consecuencia de la perdida de la hegemonía mundial estadounidense en 2010 que obliga a Estados Unidos a un giro estratégico a partir del 20 de enero de 2017 a fin de sacar su economía del gran hoyo en que se encontraba y luego recuperar su hegemonía mundial.

Segundo, sin embargo aquel giro estratégico enfrenta serios retrasos, hasta que ocurrió los sucesos del 14 de octubre de 2017 (severa advertencia de la RPDC a los Estados Unidos indicándole que estaba lista para un combate frontal nuclear si no cesaban sus escandalosas provocaciones) en que se produjo prácticamente la rendición militar de este país (Estados Unidos).

Tercero, el resultado de aquel hecho como consecuencia de todo lo que hasta esos momentos ocurría, ha sido el advenimiento en el mundo de un periodo especial sobre la base de una nueva correlación de fuerzas, que entre otras condujo al establecimiento de cuatro países y una región determinantes en la nueva realidad mundial. Estos son China, Estados Unidos, Rusia, RPDC y la Unión Europea.

Y cuarto, finalmente ahora tras estos trascendentales hechos Estados Unidos está reconfirmando su giro estratégico en el nivel geoeconómico (nuevos aranceles, con ahondamiento de la guerra comercial con China) orientado a recuperar su economía y, en el nivel geopolítico apuntalando contra Irán por su importancia energética aun soberana en Oriente Medio. En realidad la decadente burguesía financiera estadounidense no se da por vencida y asume esta orientación a contracorriente de su tendencia histórica, que es su desplazamiento del estatus máximo de la economía capitalista y su pérdida de la hegemonía mundial.

Consecuentemente cuando en mis artículos hablo de un periodo especial al que había llegado el mundo, no hablo precisamente que la gran crisis económica estaba llegando a su fin ni mucho menos que estaría asumiendo a una nueva fase de acumulación y reproducción capitalista. Hablaba del hundimiento económico de Estados Unidos. Lo inmanejable que era su economía que de hecho hacen imposible e inviable el nuevo giro de este país (Estados Unidos), pues, la gran crisis económica seguirá aplastándolo de forma muy intensa. He ahí como la historia sigue su curso.

NOTAS:

1.- Sputnik, marzo 22 del 2018.

2.- "Lee aquí el discurso íntegro de Trump en su investidura". Nota publicada el 20 de enero de 2017, en: http://www.elperiodico.com/es/noticias/internacional/lee-aqui-discurso-integro-trump-investidura-5756144 .

3.- "EE. UU. inicia la mayor guerra comercial de la historia’, China". Nota publicada el 6 de julio de 2018, en: http://www.portafolio.co/internacional/china-contraataca-con-aranceles-a-estados-unidos-518806 .

4.- "China se ha estado preparando para una guerra comercial durante más de una década". Brandon Smith. Nota publicada el 12de julio de 2018, en: http://alt-market.com/articles/3470-china-has-been-preparing-for-a-trade-war-for-over-a-decade .

5.- "¿Por qué los bancos chinos se libran del dólar justo tras comprarlo?". Nota publicada el 4 de julio de 2018, en: Sputnik.

6.- "Trump: Los aranceles a las importaciones de acero salvarán la industria siderúrgica de EE.UU". Nota publicada el 16 de agosto de 2018, en: RT.

(*) Enrique Muñoz Gamarra: Sociólogo peruano, especialista en geopolítica y análisis internacional. Autor del libro: “Coyuntura Histórica. Estructura Multipolar y Ascenso del Fascismo en Estados Unidos”. Su Página web es: www.enriquemunozgamarra.org






Publicado por La Cuna del Sol
USA.

sábado, 25 de agosto de 2018

Sun Tzu y el arte de pelear una guerra comercial


Seducir al capital estadounidense para invertir en China bajo reglas más indulgentes puede ser solo un aspecto de una maniobra de Sun Tzu para que Pekín disipe la guerra comercial. Beidaihe ciertamente evaluó lo que podría suceder si todo esto sale mal y se convierte en una guerra comercial caliente.


SUN TZU Y EL ARTE DE PELEAR
UNA GUERRA COMERCIAL


Pepe Escobar

Imagínese el liderazgo chino fuera del escrutinio público durante casi dos semanas, virtualmente escondido, inmerso en un debate secreto. Eso es exactamente lo que acaba de suceder en Beidaihe, el balneario de la provincia oriental de Hebei.

Si bien pueden circular algunas teorías de la conspiración por ahí sobre este ritual anual, no hay dudas sobre el tema clave de las discusiones: la guerra comercial entre EE. UU. Y China.

Bajo el presidente Xi Jinping, la segunda economía más grande del mundo está inmersa en la larga marcha hacia el estatus de superpotencia. El statu quo geopolítico y geoeconómico anterior está muerto.

Xi dejó muy en claro que solo convertirse en un "actor responsable" en el orden internacional liberal controlado por los Estados Unidos después de la Guerra Fría, no es suficiente para China.

El cambio de dirección por parte de los EE.UU  no pasó desapercibido para los principales líderes chinos reunidos en Beidaihe. La administración del presidente Donald Trump está adoptando un enfoque beligerante mientras que la Estrategia de Seguridad Nacional de EE.UU, en diciembre de 2017, calificó inequívocamente a China como un "poder revisionista", un rival estratégico y para todos los propósitos prácticos, desde el punto de vista del Pentágono, una gran amenaza.

En cambio, lo que el liderazgo de Beijing identifica es lo que podríamos definir, en la terminología de la cultura china, como las "tres amenazas".

Una amenaza a su concepto de política exterior para las próximas décadas, como la Iniciativa Belt and Road, y una amenaza para el propio impulso de integración de China centrado en las tres zonas estratégicas del Área de la Gran Bahía, el corredor Beijing-Tianjin-Hebei y el delta del río Yangtze. Y, por supuesto, una amenaza para el mercado de valores chino.

Los medios estatales todavía están tratando de resolver en cómo lidiar con eso. El People's Daily ha definido, cortésmente, la estrategia de la administración Trump como "involucramiento más contención".

China Global Television Network (CGTN) ha jugado la carta de poder blando dirigiendo un mensaje sarcástico a Trump. La red le agradeció por unir al resto del mundo mientras obliga a China a hacer que su entorno económico sea más seductor para la inversión extranjera. El video de CGTN "desapareció" posteriormente de YouTube y Twitter.

Y aunque el consenso del liderazgo sea que todo esto tiene que ver con contener el ascenso irresistible de China, e incluso teniendo en cuenta el velo que rodea las principales decisiones de Pekín, aún es posible detectar algunos matices fascinantes.

Sin piedad

Para Trump, públicamente, "las guerras comerciales son buenas y fáciles de ganar". Eso refleja su fascinación por el espíritu del Espectáculo Mundial de Lucha Libre (WWE, en inglés). Trump, en este caso, es The Undertaker decidido a llevarse a Xi a la leñera para recibir su castigo. Xi ya no es Mr. Nice Guy, el antiguo "buen amigo" de Trump.

Por lo tanto, Xi no puede creer que galvanizando a la multitud como el superhéroe The Rock resolverá el problema. En el espectáculo del WWE no se trata de "que todos ganen", eso es para los perdedores. Ahora, vale todo. Trump acusa a China de interferencia electoral en los EE.UU: "Los tontos que están tan concentrados en mirar solo a Rusia deberían comenzar a mirar en otra dirección, China".

El "aventurerismo" militar de China permite al Pentágono crear una Fuerza Espacial. China también tiene prohibido invertir en industrias estadounidenses relacionadas con la seguridad nacional.

La respuesta de los EE.UU a la dimensión de la Iniciativa Belt and Road es invertir en el confuso "Indo-Pacífico", al comprometer unos miserables $ 113 millones en energía, infraestructura y comercio digital. "Made in China 2025" está calificado como una amenaza absoluta para "America First".

Y China con más frecuencia es presentada como "maligna", la palabra de moda que hace que Trump, en este caso, esté completamente alineado con el complejo industrial-militar-seguridad-think tank.

Entonces, ¿cómo pelear en una lucha de enjaulados sin árbitro? Entra Sun Tzu, el legendario estratega militar de China que escribió, “El arte de la guerra”. La primera regla es simple: "Toda guerra se basa en el engaño".  Como decir que  Pekín se está preparando para negociar como socio y como amenaza.

'Bárbaros foráneos'

Será largo, será desagradable, será prolongado, yendo mucho más allá de las conversaciones de esta semana en los EE. UU, que significativamente no contarán con la presencia del vicepresidente Wang "Bombero" Qishan, un protagonista clave y consigliere confiable de Xi. Él es más útil coordinando la estrategia a largo plazo en Beijing.

Aquí se hace necesaria una rápida mirada retrospectiva al Imperio Británico. En 1793, durante la primera misión diplomática a Pekín, dirigida por Lord Macartney y recibida por el emperador Qianlong, los británicos identificaron rápidamente cómo los exuberantes mercados de China representaban una "amenaza" para Europa y el sistema de comercio mundial contemporáneo.

En ese momento China era autosuficiente y exportaba a Europa bienes como seda, té, textiles y porcelana. De hecho, todos los accesorios del mercado suntuario en una red de rutas de seda o una versión anterior del Belt and Road.

Pero, ¿qué importaban? No mucho, aparte de las pieles de Siberia, algunos alimentos e ingredientes exóticos para la medicina tradicional china. Estos son los comentarios del Emperador Qianlong: "El Imperio Celestial posee todas las cosas en abundancia y no carece de producto alguno dentro de sus fronteras. Por lo tanto, no es necesario importar las manufacturas de bárbaros foráneos a cambio de nuestros propios productos”.

Todos sabemos cómo terminó eso: la diplomacia de las cañoneras, las Guerras del Opio, Pekín siendo saqueado en 1860, los "tratados desiguales" y el "siglo de humillación" chino.

Todo eso todavía destaca profundamente en el inconsciente colectivo chino tanto como el origen real de la actual guerra. La brillante estrategia de Deng Xiaoping fue abrir las zonas económicas especiales de China o ZEE como bases de producción inmejorables y de bajo costo para las multinacionales occidentales y asiáticas.

Deng ofreció la plataforma principal para la expansión del capitalismo global. La consecuencia inevitable fue una estampida de inversión extranjera directa (FDI, en inglés), deslocalización y subcontratación.

Ahora, comparémoslo con los datos clave proporcionados por la Administración General y Aduanas de China. En los primeros seis meses de este año, no menos del 41.58% de las exportaciones de China al resto del mundo provino de multinacionales estadounidenses, europeas y asiáticas.

No hay indicios de que el mundo empresarial estadounidense, representado  por  empresas multinacionales, estén dispuestas a sacrificar los bajos costos de producción para "retornar esos empleos". Las empresas multinacionales también valoran un yuan devaluado porque eso mantiene bajos los bajos costos de producción.

Además, cualquier ataque de Trump contra "Made in China 2025" no altera el hecho de que la segunda economía más grande del mundo está escalando implacablemente la escalera de la manufactura. Al final, superará a los EE.UU en innovación tecnológica.

Como señaló Zhigang Tao, director del Instituto China y el Desarrollo Global de la Universidad de Hong Kong, Beijing entregó al capital estadounidense la proverbial oferta que no se puede rechazar: acceso al mercado chino a cambio de transferencia tecnológica.

"[De hecho,] esta estrategia de acceso al mercado a cambio de la tecnología ha funcionado muy bien, como lo demuestra el auge de China en industrias clave como el ferrocarril de alta velocidad, la aviación, los automóviles y las turbinas eólicas", dijo Tao.

Por lo tanto, el siguiente paso debería ser una extensión del modelo de Tesla en Shanghai.

¿Lucha de clases?

Seducir al capital estadounidense para invertir en China bajo reglas más indulgentes puede ser solo un aspecto de una maniobra de Sun Tzu para que Pekín disipe la guerra comercial. Beidaihe ciertamente evaluó lo que podría suceder si todo esto sale mal y se convierte en una guerra comercial caliente.

Un huracán de tarifas tendría el potencial de devastar el panorama laboral y financiero de China y provocar una alta inflación e incluso una recesión. Xi no puede darse el lujo de perder su base de poder de facto, que no es el proletariado chino, sino la creciente clase media embarcada en un consumismo frenético y turismo global desenfrenado.

Agreguen a eso, la ira implacable de la clase trabajadora, que ya está en pleno efecto. De acuerdo con Minqi Li de la Universidad de Utah, después de todo, el "socialismo con características chinas" difícilmente tiene que ver con Marx.

Durante años la proverbial miopía occidental se la pasado repitiendo el colapso de China. Sí, existe la posibilidad de una explosión de la deuda. Sí, la dependencia de China de fuentes extranjeras en relación al petróleo y gas es una pesadilla recurrente. Y sí, las relaciones entre EE. UU y China ahora están inconfundiblemente en territorio de la Guerra Fría, incluso sin considerar el Mar del Sur de China y Taiwán.

Pero es absurdo subestimar una potencia en ascenso capaz de planificar una estrategia global concertada en detalle hasta 2049. Xi y Trump tendrán la oportunidad de enfrentarse seriamente el 30 de noviembre en la cumbre del G20 en Argentina.

Trump incluso puede promocionarlo como una "victoria", como en sus cumbres con el presidente ruso Vladimir Putin y el líder norcoreano Kim Jong Un. Sun Tzu, sin embargo, está esperando para entrar en acción.






Publicado por La Cuna del Sol
USA.

martes, 21 de agosto de 2018

El victimismo y el folclorismo postergan las luchas indígenas


Los pueblos andino amazónicos de Bolivia avanzan en el ejercicio y defensa de sus derechos sociopolíticos y económicos, mientras en Guatemala, en buena medida, los pueblos indígenas aún no logran dar el salto de los derechos culturales (culturalismo) hacia el ejercicio de los derechos políticos (para disputar y ejercer poder).


EL VICTIMISMO Y EL FOLCLORISMO
POSTERGAN LAS LUCHAS INDÍGENAS


Ollantay Itzamná

Cuando observamos los empinados caminos de los pueblos indígenas en países con poblaciones mayoritariamente indígenas, como Bolivia y Guatemala, constatamos que los siglos de historias de sufrimientos son muy similares. Incluso bajo el colonialismo interno de estados republicanos bicentenarios.

Pero, la actitud y las inconclusas historias emancipatorias emprendidas por dichos pueblos son diferentes en estos dos países. Los pueblos andino amazónicos de Bolivia avanzan en el ejercicio y defensa de sus derechos sociopolíticos y económicos, mientras en Guatemala, en buena medida, los pueblos indígenas aún no logran dar el salto de los derechos culturales (culturalismo) hacia el ejercicio de los derechos políticos (para disputar y ejercer poder).

La explicación de intelectuales indígenas y no indígenas sobre este atasco culturalista es: hay miedo en los pueblos indígenas, fruto de la guerra interna, para transitar hacia los derechos políticos. Aunque, en los hechos, en las comunidades indígenas en resistencia se constata todo, menos miedo.

¿Por qué los pueblos indígenas de Bolivia dieron saltos significativos en sus agendas emancipatorias, y en Guatemala aún no ocurre ello?

Rol de la memoria histórica de las luchas

En Bolivia, el siglo XVIII estuvo encumbrado por la rebelión encabezada de la pareja legendaria de Túpac Katari-Bartolina Sisa; el siglo XIX, con Zárate Villka, y continuas sublevaciones indígenas; el siglo XX, con el movimiento indianista/katarista (que sistematizó y socializó la agenda política indígena); el siglo XXI con el movimiento indígena-campesino que construye el Estado Plurinacional.

En Guatemala, no están registradas o debidamente registradas las revueltas o sublevaciones indígenas en la historia. Las luchas del pueblo quiché, mam, q’echí… son prácticamente desconocidas.

Aunque, sí existe, en Guatemala, literatura sobre la dimensión cultural de los sucesos históricos (sobre todo antropología rescatista o culturalista). Estos esfuerzos de investigaciones culturalistas fueron o son financiados, en buena medida, por cooperación internacional (como la USAID) o universidades privadas como la Universidad del Valle (con una intencionalidad política definida).

Rol del “academicismo” indígena.

Para inicios del presente siglo, la población indígena en Bolivia estaba absolutamente excluida de la academia. Por eso, en un foro continental, en la ciudad de Antigua, Guatemala, una quechua boliviana, hace algunos años atrás, desafiaba a indígenas guatemaltecos en los siguientes términos: Nosotras, sin títulos universitarios, hicimos los cambios en Bolivia. Aquí en Guatemala Uds. tiene bastantes profesionales indígenas…”. Y, efectivamente, en Guatemala hay más cantidad de indígenas profesionales que en Bolivia.

Pero, por las condiciones coloniales, el o la indígena, cuanto más títulos o grados académicos posee, más doctrinero/a de la colonización se vuelve. En Guatemala existen muchos profesionales indígenas, pero, en su mayoría, desterritorializados y “despolitizados”, compitiendo entre sí por ventanillas en el Estado etnofágico y/o en la cooperación u ONG “apolíticos”. A ellos/as, casi nunca se los mira ni en las calles, ni en las comunidades ejerciendo el derecho a la resistencia creativa, junto a los suyos.

Por eso, mientras profesionales indígenas ejecutan proyectos sobre derechos culturales, los pueblos y comunidades indígenas debaten y plantean restitución de sus territorios, autodeterminación, Estado Plurinacional, proceso de Asamblea Constituyente Popular y Plurinacional.

En buena cuenta, el culturalismo y la victimización son más rentables económicamente para muchos/as indígenas graduadas y posgraduadas que impulsar procesos de cambios estructurales y profundos en el país.

Rol de la cooperación internacional culturalista y apolítica

Los Acuerdos de Paz cultivó la proliferación de ONG, becas de estudio para indígenas, etc. Pero, todo estaba orientado al culturalismo o al afianzamiento del libre mercado. Consecuencia de ello tenemos ingentes cantidades de ONG indígena o no, aún ejecutando proyectos centrados exclusivamente en “derechos culturales”. Nunca para el ejercicio de derechos políticos (porque las ONG y sus profesionales tienen que ser apolíticos).

Las agencias de cooperación, las ONG, las universidades privadas y el Estado cooptaron, casi en su totalidad a los profesionales indígenas. Y lo más difícil, grandes sectores del mundo indígena aún cree que los profesionales son portadores de verdad y benignidad para los pueblos. Así, el colonialismo interno estatal ya no requiere de doctrineros mestizos para controlar a los pueblos indígenas.

Bolivia tuvo la dicha de no tener Acuerdos de Paz, ni contar con cooperación en las dimensiones que Guatemala tuvo. El Bolivia, el sistema neoliberal se impuso, sin el aceite de los Acuerdos de Paz, y los pueblos indígenas se sublevaron sin mayores distracciones culturalistas.

Rol del pentecostalismo indigenista

Guatemala aventaja a Bolivia, no sólo en la megadiversidad de trajes e idiomas indígenas, sino también en la cantidad de “guías espirituales”. Pero, estos guías, en su gran mayoría, también son “apolíticos”. Únicamente se ocupan de la dimensión espiritual de la realidad. Espiritualismo, en otros términos.

En Bolivia, los yatires (sacerdotes andinos, en aymara) para ejercer su labor no requieren de la credencial oficial emitida por el Estado. En Guatemala, sí. Por eso, en Bolivia, en las protestas y movilizaciones indígenas casi nunca faltan ceremonias performativas y ofrendas a la Madre Tierra (también como signo de protesta o celebración). En Guatemala, el espiritualismo o pentecostalismo apolítico permea a indígenas y cristianos casi por igual.

Aquí o allá, sin una espiritualidad y mística transformadora, cualquier intento de cambios profundos será siempre más difícil.






Publicado por La Cuna del Sol
USA.