sábado, 16 de marzo de 2024

Consuelo Porras propuesta como "heroína nacional" de Guatemala

El diputado Edgar Reyes Lee, no teniendo mejores ideas, seguramente, tuvo según él un arrebato intelectual y pensó que su propuesta de declarar a Consuelo Porras como heroína nacional de Guatemala le haría un diputado muy aplaudido. Todo lo contrario.

 

CONSUELO PORRAS PROPUESTA POR EL DIPUTADO
EDGAR REYES LEE COMO “HEROÍNA NACIONAL”



Luciano Castro Barillas
Escritor y Analista Político
La Cuna del Sol

¿Cómo podríamos llamar a la propuesta que hiciera el diputado Edgar Reyes Lee, del partido político Vamos la semana que hoy termina en el Congreso de la República? ¿Insensatez? ¿Insania mental? ¿O simplemente testarudez ideológica y política de un reaccionario recalcitrante? No es ignorante ni bobo. Es un pícaro redomado, sobrino de El Chino Lee, ex alcalde de facto puesto en la alcaldía capitalina por Efraín Ríos Montt, El Energúmeno de la iglesia Evangélica “Verbo”.

No teniendo mejores ideas, seguramente, tuvo según él un arrebato intelectual y pensó que su propuesta de declarar a Consuelo Porras como heroína nacional de Guatemala le haría un diputado muy aplaudido. Todo lo contrario. Las redes sociales se desbordaron diciéndole entre otras linduras que era todo un hijo de la gran puta de ano ancho como su mentor Alejandro Giammattei.

Claro, semejantes groserías apenas las soporta un texto decente, pero es necesario mencionarlas porque Edgar Reyes Lee no se merecía otra cosa. ¿A quién se le ocurre que semejante propuesta va a ser bien recibida? La señora Porras es la mujer más malquerida del territorio nacional desde el momento en que no quiso respetar el voto de la gran mayoría de guatemaltecos y en cuyo empeño se llevó tras de sí al poco agraciado señor Curruchiche y la señorita o señora, nada fea por cierto, Cintia Monterroso. Ya no podemos esperar más de los diputados de la derecha de Guatemala que, no siendo confrontados por el amparo del poder económico y político, hacen y dicen lo que les venga en gana.

Las derechas, en su prepotencia, siempre se lucen como personas de mala educación: no dan los buenos días, tardes o noche a ninguna persona. Se creen intocables y son intratables, a menos que tú les propongas una pillada don medie el buen dinero para que sean todos ojos y oídos y sonrisas de contento. Así funciona esta gente. No obstante, tiene una peculiaridad todo ese trato brusco con las personas. Enmascara algo vergonzoso: son unos cobardes que solo pelean en su patio y en montón. Se asustan con poco estos cobardes. Pero descubra usted su flanco de debilidad y los montoneros éstos se le lanzarán sin piedad. Por ello cuando Curruchiche dijo que a él “le daba risa” las sanciones de la Unión Europea no quiso decir otra cosa que estaba sintiendo miedo.

Igual sucedió la semana que hoy termina con El Gordo Panqueque, el señor Allan Rodríguez que luego de tratar como quiso a los vecinos de la colonia popular Betania tildándolos de terroristas y mareros, ellos, los vecinos de Betania, le respondieron que no tuviera un jerónimo de duda de que, cuando se hiciera necesario, volverán a salir a las calles a erigir barricadas y crear gordos problemas, como el aludido diputado. Pero el más ruin y cobarde de todos es el inválido Giammattei. Investido de prepotencia presidencial ha tratado mal a cuanta persona no coincide con su pensamiento político cochambroso y aparte del robo del erario nacional nos dejó unas veinticinco familitas neonazis ucranianas afincadas en la capital y el departamento de Izabal. Sobre la basura nacional que tenemos en abundancia nos trae más porquería de Ucrania… Esos extranjeros racistas deben ser vigilados porque no tardarán en estar coludidos con la derecha nacional para impulsar desaguisados.

Para estupideces basta Edgar Reyes Lee, el proponente de Consuelo Porras como Heroína Nacional pues nos ha salvado del comunismo mediatizando al nuevo poder del partido Semilla. Grandes locos e ignorantes éstos, no cabe la menor duda.




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sábado, 2 de marzo de 2024

Consuelo Porras: el gran incordio nacional

Se da por descontado que la poca agraciada señora vaya a contribuir a la edificación del sistema de justicia, al que ha orillado a la venalidad, la corrupción y la desatención. Excepto si se trata de perjudicar a las personas progresistas, democráticas de este país, donde la ley acciona de manera pronta y cumplida.

 

CONSUELO PORRAS:
EL GRAN INCORDIO NACIONAL



Luciano Castro Barillas
Escritor y Analista Político
La Cuna del Sol

Para quienes no están familiarizados con esta palabra, por ser personas de cuarenta años hacia atrás, un incordio es un tumor purulento y voluminoso que no es venéreo. Sale en ocasiones en el ano, en el área del esfínter, y es sumamente doloroso e imposibilita a las personas de poder caminar. Se le conocen también como bubas, bubones o “nacidos” para el caso de Jutiapa. Es una palabra vernácula de uso muy frecuente en las comunidades rurales y de manera figurativa también se le llama a una persona o cosa que molesta; incómoda o agobiante, tal el caso de la señora Consuelo Porras, Fiscal General de Guatemala, que se ha constituido a lo largo de su mandato en una persona de gran perjuicio para la endeble democracia guatemalteca.

Se da por descontado que la poca agraciada señora, que es fea con todas las letras; vaya a contribuir a la edificación del sistema de justicia, al que ha orillado a la venalidad, la corrupción y la desatención. Excepto si se trata de perjudicar a las personas progresistas, democráticas de este país, donde la ley acciona de manera pronta y cumplida. Ha apañado, cuando no consentido, a militares genocidas, a funcionarios de alta corrupción [tan solo para citar un ejemplo] como el ex ministro del extinto Partido Patriota de Otto Pérez Molina; Alejandro Castillo Sinibaldi, cuya insolencia desbordada ha sido tolerado por la señora Fiscal. Por cierto, este reconocido ladrón que tiene abierto expediente en Brasil por el caso Odebrecht, nunca fue llevado a las audiencias judiciales, como corresponde a cualquier imputado que está sujeto a un proceso judicial, con los grilletes debidamente instalados en sus muñecas; porque no quería darle gusto que sus enemigos lo vieran reducido a lo que es: un gran ladrón. Adujo un problema médico y no sé cuánto daría de dinero por el dictamen médico para usar un cabestrillo. Así hay ladrones, de repente resulta que tienen un poco de pudor.

Ahora bien, la señora fiscal ahora sí empezó a sentir que no es tan invulnerable como ella se lo ha imaginado. Juan Guerrero, Secretario General de la Presidencia y Julio Saavedra, Procurador General de la Nación, interpusieron una querella contra la señora Consuelo Porras para despojarla de su derecho de antejuicio y procesarla por incumplimiento de deberes, fundamentados en el Artículo 165 (Reformado) de la Constitución Política de la República de Guatemala que expresa lo siguiente: declarar si a lugar o no a formación de causa contra el Presidente y Vicepresidente de la República, Presidente y Magistrados de la Corte Suprema de Justicia, del Tribunal Supremo Electoral y de la Corte de Constitucionalidad, Ministros y Viceministros de Estado cuando esté encargados del Despacho; Secretario de la Presidencia de la República, subsecretarios que los sustituyan, Procurador de los Derechos Humanos, Fiscal General y Procurador General de la Nación. Juan Guerrero, el Secretario General de la Presidencia, agregó ante los medios de prensa que se impulsaba esta acción “para reencauzar el Estado de Derecho que tanto le hace falta al Ministerio Público”.

La lucha conforme avance el proceso llegará al ámbito del Congreso de la República donde dos cuartas partes del total de 160 diputados decidirán la suerte de la señora Porras. ¿Qué le ha hecho pensar a esta señora que nunca sería alcanzada por la mano de la justicia? Me imagino que se mal aconseja sola y con esa jerga leguleya de la ley que no cumple ha llegado a ser la persona más odiada y malquerida de Guatemala dado que las personas que anhelan un país mejor están enteradas que esta señora es, al momento, la ruina y la polilla de Guatemala.




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sábado, 24 de febrero de 2024

Extraviado en el laberinto

¿Honor o deshonor? Los convocados, no invitados, a la Conferencia Internacional de Seguridad celebrada en Munich, Alemania, este el 16 y 18 de febrero de 2024 no son otra cosa que el conjunto de países subordinados sufrientes de la opresión económica internacional, entre otros Guatemala.

 

COMPRENDIENDO A BERNARDO ARÉVALO
Y SU EXTRAVÍO EN EL LABERINTO



Por Luciano Castro Barillas
Escritor y Analista Político
La Cuna del Sol

¿Honor o deshonor? Los convocados, no invitados, a la Conferencia Internacional de Seguridad celebrada en Munich, Alemania, este el 16 y 18 de febrero de 2024 no son otra cosa que el conjunto de países subordinados sufrientes de la opresión económica internacional, entre otros Guatemala. Estar en ese lugar no es realmente ser tomado en cuenta por la comunidad occidental. Es refrendar, asegurar, los lazos de dependencia de los países más débiles con respecto al más fuerte; Estados Unidos.

Por cierto, según trascendió en el The Economist, todos llegaron temerosos, aprensivos, recelosos. Bloomberg pudo observar a los invitados y los vio “pesimistas”. Preocupados porque los están comprometiendo hasta los calzones en su política occidental anti rusa. Ya lo dijo hace unos días Putin: “Ni mil sanciones podrán quebrar a la economía rusa”. Es de puntualizar en algo. Ese encuentro sobre asuntos de seguridad no es el primero. Empezaron las tales conferencias en 1963 en el clima de la guerra fría y cuando los Estados Unidos y sus lacayos se aprestaban a no cumplir la obligación natural contraída por los países occidentales que nunca se avanzaría a las cercanías de la frontera rusa. Como los occidentales no saben eso de honrar palabras, hicieron todos lo contrario y con la caída de la Unión Soviética tuvieron luz verde para llegar a la línea roja. A tal cercanía del territorio, ahora solo Rusia, que estaban al alcance inmediato, digamos, a pasito de perico, con cohetes de corto y mediano alcance.

Quiérase o no, un misil estratégico en primer lugar tarda mucho en llegar al blanco intercontinental y su precisión no está asegurada. La razón de fondo para asegurar el territorio de Ucrania que se puso bajo apresto a partir de los eventos de la plaza Maidan en 2014 y el incumplimiento descarado de parte de occidente de los Acuerdos de Minsk. Ese es el escenario de la Conferencia de Seguridad de Múnich 2024. Un nuevo intento de tomar aliento para las economías alicaídas estadounidense y europeas de este fenómeno que conocemos hoy día como decadencia global de liberalismo.

El presidente Bernardo Arévalo estuvo reunido allí con todos estos países fracasados que se oponen neciamente al nuevo orden económico mundial encabezado por Rusia y China. La configuración de ese nuevo orden mundial incluye no solo la economía sino la política y quien allí asiste, como don Bernardo Arévalo debe de estar enterado de lo siguiente: está haciendo pacto con el mismísimo diablo. Aunque para salvar a la persona de Bernardo Arévalo es crucial comprender algo: no tuvo opción. La alta dependencia de los países occidentales [Estados Unidos y Europa] que comprometen la soberanía nacional guatemalteca es resultado de los años de oprobio político de las derechas exacerbadas de este país que siguen muy activas y conspirando para traerse a bajo el gobierno del señor Arévalo, no tanto con un golpe tradicional, sino a través de una fracasada gestión gubernamental que no cumpliría las expectativas de los electores del partido Semilla.

Arévalo no pudo hacer otra cosa de lo que hizo y lo que está haciendo. Me parece inconcebible (si es que eso es cierto, porque no lo he leído en ninguna parte) que haya felicitado al régimen de Israel. Si lo hizo no creo que haya sido por el genocidio practicado contra mujeres, ancianos y niños palestinos. Sería, quiero pensar, que fue por otra cosa. Pero como haya sido, ¡qué falta de tacto de nuestro mandatario!  Realmente Arévalo ¿es un socialdemócrata o un fascista disimulado? Va perdiendo popularidad, lamentablemente, y como decía el Hermando Pedro de San José de Betancourt, sonando su campanilla: “Hermanos, un alma tenemos y cuando la perdemos ya no la recobramos”. Al final de todo, los jodidos siempre vamos a ser los guatemaltecos.




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sábado, 17 de febrero de 2024

El democraticismo es la gran debilidad en el ejercicio del poder

Por el momento Guatemala tendrá el favor de los Estados Unidos pero ese democraticismo nacido en el seno de la izquierda norteamericana hace medio siglo no es real. La democracia de Estados Unidos es como la guatemalteca. Son democracias aparentes.

 

EL DEMOCRATICISMO DE LAS DEMOCRACIAS LIBERALES,
ES LAS GRAN DEBILIDAD
EN EL EJERCICIO DEL PODER



Luciano Castro Barillas
Escritor y Analista Político
La Cuna del Sol

Los guatemaltecos están desesperados. Cansados por la corrupción y de los corruptos impunes y orondos que andan como si nada hubiera pasado en este país. Incluso están en nuevos cargos, como el caso de Oscar Marroquín, recientemente nombrado gerente de INTECAP, que es un centro de capacitación de mano obra para la base industrial del país y ahora también centro de generación de emprendimientos para los micro y medianos empresarios, o sea, justificación económica y política del desempleo de los países liberales democráticos.

La ideología capitalista y la carencia de pensamiento crítico marxista han permitido el florecimiento de esta neo ideología capitalista presentada siempre como una novedad. Los tecnócratas abundan en estos ámbitos y te quedas pasmado con la tremenda trapisonda o galimatías que arman, igual al lenguaje ritual de los abogados que inventaron hace cientos de años una manera de expresarse para babosear a los cristianos y no para comunicar una idea. Ese lenguaje encriptado causa devastación económica en sociedades con un bajo nivel de educación que paga muy caro el servicio jurídico porque se imagina que el remedio a su mal se encuentra en un cráter lunar. Hoy todo mundo tiene que ser especialista en esto o en aquello, porque un pensamiento general, de “todólogo”, al parecer ya no vale nada. No hay ya cabida para los filósofos ni los escritores, porque ellos apelan al sentido común de las cosas y hacen uso un lenguaje accesible, sencillo y no necesariamente carente de elaboración y sesudez.

El presidente y su promesa de campaña de “lucha frontal” contra la corrupción se está quedando en dicho de campaña oportunista, porque le hablaba al guatemalteco de lo que lo aquejaba: una mala vida provocada por las acciones variadas de los corruptos. Se fueron en 20 años insertándose en todas las instituciones del Estado, de manera tan incisiva, que ahora son auténtico grupos criminales que le dieron carta de normalidad a sus acciones marginales. No hay todavía un estudio de la caída de la popularidad del presidente Arévalo, pues su ascenso meteórico podría tener también un descenso vertiginoso. Es muy pronto pedir resultados, pero las personas como las políticas de los hombres van dando un talante.

Los políticos liberales están todos cortados con la misma tijera. Y donde los Estados Unidos y sus aliados tienen metidas las manos difícilmente presidente alguno pueda desmarcarse de sus designios. Al dejar de ser útiles por el incumplimiento de expectativas favorables al imperio se volverán totalmente prescindibles y serán lanzados al cesto de la basura. Ese no es un asunto de larga espera, porque cuando haya un acuerdo bipartidista no muy influido por la industria militar, la migración irregular llegará a su fin y Estados Unidos tendrá un crecimiento económico real. ¿Y para que estará México y Guatemala como naciones tapón a la emigración descontrolada? Ya no servirán para nada y el apoyo “americano” se diluirá irremediablemente en la indiferencia propia de los Estados Unidos hacia América Latina. Esa será la historia final de este largo amor contrariado.

Por el momento Guatemala tendrá el favor de los Estados Unidos pero ese democraticismo nacido en el seno de la izquierda norteamericana hace medio siglo no es real. La democracia de Estados Unidos es como la guatemalteca. Son democracias aparentes. Y de allí que, para legitimarse en el poder, hacen una mil y concesiones a los grupos de la sociedad civil que se encargan, al final, de limitar el poder y un presidente, un ministro y un funcionario cualquiera ven rechazadas sus iniciativas porque ciertamente el poder es del soberano, el soberano no son los grupos de la sociedad civil, que están igualmente inmersos en variados actos de corrupción. Un sencillo ejemplo con el caso de los gobernadores departamentales. Era necesario designarlos, como hombres de confianza del presidente. No consultar a la sociedad civil a quiénes querían. Eso ha dado lugar a que ex alcalde, ex diputados y ex funcionarios figuran en la larga lista de aspirantes. ¿Y será hombre de confianza de Arévalo el ex alcalde Gabriel Rosales incondicional de Giammattei? ¿O ex alcalde Jaime Estrada, incondicional de Sandra Torres? Es gente que debe quedar fuera por su pasado oprobioso a la cual no se le puede seguir otorgando oportunidades.

Estas acciones de Arévalo son el vivo ejemplo de los democraticismos de los demócratas liberales, enemigos del socialismo o de cualquier versión de democracia avanzada. Así no podremos los guatemaltecos edificar nuestra democracia, la real, no la formal que hemos tenido por setenta años. Un gobernante debe dar esas señales inequívocas de autoridad y decisión. Que manda, que ordena, pero que también sabe consultar. No queremos tampoco tiranuelos, pero tampoco papanatas o mandilones que hacen concesiones donde no deben. Están copándonos nuevamente los corruptos en los cargos de decisión e incidencia. Pareciera que nos pasará algo peor que lo de Alvaro Colom quien fue sometido no por los opositores sino por su ambiciosa mujer, la señora Torres.




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sábado, 10 de febrero de 2024

¿Y ahora qué viene?

Muy seguramente somos ingenuos o firmes creyentes en que todo hombre respetable debe ser consecuente con lo que dice. Sea este hombre de las derechas o de las izquierdas o un simple mortal que sin ideologías sabe honrar su palabra.

 

¿Y AHORA QUÉ VIENE?
ESTAMOS A LA ESPERA DE UN NUEVO BANDAZO
DEL CANCILLER GUATEMALTECO,
SEÑOR CARLOS RAMIRO MARTÍNEZ…



Luciano Castro Barillas
Escritor y Analista Político
La Cuna del Sol

Muy seguramente somos ingenuos o firmes creyentes en que todo hombre respetable debe ser consecuente con lo que dice. Sea este hombre de las derechas o de las izquierdas o un simple mortal que sin ideologías sabe honrar su palabra. Hay personas en Jutiapa [aunque escasas] que a la fecha saben honrar lo que dicen. No necesitan notarios. Ni instrumentos legales para cumplir su palabra. Las obligaciones naturales de estos hombres son suficientes para cumplir sus compromisos.

Antes, la falta de palabra se saldaba con sangre y aunque era una posición extrema, los obligados a determinado compromiso sabían a qué se atenían. Hoy no, personas ilustradas o no, no honran su palabra. Claro, hay excepciones de personas serias y responsables pero son pocas. Poquísimas. Casi extintas. Es, digamos, la nueva moral de la posmodernidad. Y ahora peor, crece aceleradamente una nueva teoría ética, de la moral, al abrigo de la inteligencia artificial. Una moral casi despersonalizada y por ende peor. Sin embargo, no en todo el mundo se dan esos excesos.

Donde se construye un nuevo orden económico internacional, multipolar, la moral no es tan relajada porque los Estados siguen siendo fuertes y dirigen en buena medida la vida económica de sus respectivas naciones. El mundo, afortunadamente, deja de lado ideas obsoletas y nutrientes del capitalismo más rancio y atrasado, para citar el caso lo que sucede en Argentina; y avanzan a posiciones donde la humanidad va construyendo formas de interactuación donde el respecto a la individualidad va de primero. Es como la experiencia pedagógica en el salón de clase: no se puede masificar la enseñanza. Cada niño es un individuo que aprende rápido, despacio o muy lentamente. (Guido Almansi, “Apostando a la creatividad de los niños , Roma, 1950). Así es la humanidad en su conjunto pero el neoliberalismo eso no lo entiende. Pretendió masificar con su término globalización.

Pues, bien, ya no estoy seguro cuál es la línea política del gobierno del partido Semilla o, en todo caso, la del presidente Arévalo, gran generador de la dirección intelectual de este gobierno. Tendrá que aplicarse en su gran tarea, prometida una y otra vez, como lo fue defenestrar a la Fiscal General, la señora Consuelo Porras, que no es tan dura como da la impresión. Lo que sucede es que tiene un antagonista bastante prudente que no sabe de durezas o de trancazos y que quiere llevar todo por la buena. Así no podrá ni hoy ni nunca con una auténtica ruda del ring que necesita torcerle el brazo, hacerle la quebradora y darle un fuerte costalazo en la arena del cuadrilátero para que ya no vuelva por otra.

Arévalo es muy blando, un hombre no acostumbrado a las rudezas. Con un carácter así todos sus funcionarios harán lo que ellos dicen y no lo que él les indica su contramaestre. Así no se puede dirigir bien un gobierno. El mando se centraliza o de lo contrario los marineros dispararán unos para el norte, otros para el sur, otros al este y otros al oeste. El fuego  -excúseme por el término militar y la analogía- así no se puede concentrar y no hay enemigo que tema.

Digo esto porque pareciera que tenemos dos gobiernos: el socialdemócrata Bernardo Arévalo y el derechista Carlos Ramiro Martínez. Ahora bien  -conste que no es un mal consejo- enterados que los del otro bando son los rudos del ring y que no jugarán limpio bajo ninguna circunstancia; las fuerzas democráticas cuentan con algo de mucha importancia: la legitimidad otorgada por el pueblo en la segunda vuelta e las elecciones con casi un millón de votos, el apoyo de los sectores relegados como los indígenas (los 48 Cantones, principalmente, xincas e indígenas de la zona norte del país, además de los mestizos dispersos en todo el territorio nacional), sin pasar por alto el respaldo de los Estados Unidos y la Unión Europea que, independientemente de lo que se diga, no puede su importancia pasarse por alto. Fueron potencias coloniales expoliadoras y su influencia política se ha proyectado hasta nuestros días. Siguen siendo países que están inscritos en el mundo desarrollado, en “el jardín” como también le llaman. Con niveles de vida, salud, educación e infraestructural que marcan una notoria diferencia con nuestro país y comulgan con ese tipo de democracia burguesa, muy respetuosa de las formas aunque vaciada de contenidos.

¿Se animará Arévalo dar un salto al vacío y desmantelar de una buena ve las cortes y el Ministerio Público? No lo creo. No creo que tenga las agallas para eso, pero al final será lo que le irá quedando. Arévalo no está enfrentado con adversarios políticos sino enemigos jurados. Que intentarán destruir su proyecto político y a él personalmente. Por el momento es fuerte el apoyo popular y el paso se puede dar. Es solo de animarse.




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sábado, 3 de febrero de 2024

La escasa visión política del actual canciller guatemalteco

El nuevo canciller parece ser solo un burócrata más que se lanza en cálamo currente a emitir declaraciones muy desafortunadas. O es el señor Martínez un poco disimulado reaccionario que irá, según parece, dando bandazos a lo largo de los cuatro años del gobierno del partido Semilla.

 

CARLOS RAMIRO MARTÍNEZ, 
ACTUAL CANCILLER GUATEMALTECO,
Y SU ESCASA VISIÓN POLÍTICA



Por Luciano Castro Barillas
Escritor y Analista Político
La Cuna del Sol

El Ministro de Relaciones Exteriores de cualquier país, junto al presidente, en primer lugar; son los encargados del diseño de las relaciones internacionales. De la interactuación entre los Estados. Pero no basta ser diplomático de “carrera”. Se necesita en este ministerio ser un político avezado. Moverse con elegancia entre las veleidades de la siempre caprichosa realidad política.

El nuevo canciller parece ser solo un burócrata más que se lanza en cálamo currente a emitir declaraciones muy desafortunadas. O es el señor Martínez un poco disimulado reaccionario que irá, según parece, dando bandazos a lo largo de los cuatro años del gobierno del partido Semilla. El presidente Arévalo lo conoce desde que fueran ambos grises e irrelevantes funcionarios en el Ministerio de Relaciones Exteriores de nuestro país. Lo dicho pronto por el señor Martínez cuando el gobierno de Nicolás Maduro inhabilitó políticamente a María Corina Machado, principal opositora del entreguismo venezolano e incondicional aliada de los Estados Unidos y de la oligarquía antipatriótica de Venezuela; ponen, de veras, los pelos de punta a toda persona democrática.

¿Qué profundidad tienen las convicciones democráticas del canciller guatemalteco? Francamente este señor me ha decepcionado. ¿Cómo establece un paralelismo, no declarado, entre la inhabilitación de la opositora venezolana y lo que pretendieron hacer con Bernardo Arévalo? La condena contra el régimen de Maduro apesta a servilismo. Al afán de quedar bien con los Estados Unidos ahora que los gringos reanudan otra vez las sanciones contra Venezuela y que el entendimiento entre ambos países llegó a su fin.

Yo no soy incondicional del régimen de Maduro y veo incorrecciones. No soy tampoco incondicional del partido advenedizo -Semilla- a quien la decantación de los electores cogió por sorpresa a todos los guatemaltecos, empezando por los integrantes del partido en el poder, que no daban crédito a los resultados electorales de primera vuelta. No es que los guatemaltecos estuvieran votando por una opción deslumbrante y arrolladora. Los guatemaltecos ya habían elegido al señor Pineda y sus imbecilidades, que fue sacado de la jugada política por la mafia politiquera. Semilla antes de la primera vuelta era poco visible, pero la suerte le favoreció de manera espléndida. Por lo tanto, nadie de los actuales dirigentes políticos del partido en el poder, deben llegar a creer que fueron sus agudezas políticas los que los permitió ganar las elecciones. Con el señor Pineda se cumplió a la perfección aquél viejo refrán popular que “nadie sabe para quien trabaja”. 

Venezuela como Cuba gozan del aprecio y la solidaridad de la comunidad democrática internacional. Estar con las posiciones políticas de la Unión Europea y la de Estados Unidos es ir contra el desarrollo histórico. Ambas comunidades del mundo occidental representan, guste o no, la decadencia. El unilateralismo que ellos representan va en contra del crecimiento económico y político del multilateralismo, camino que difícilmente pueda tomar Guatemala, por una sencilla razón: se lo deben todo a Estados Unidos y la Unión Europea. Sin embargo, para los guatemaltecos, sumidos en la miseria política y una dictadura, una democracia como la que vivimos actualmente, nos parece verdaderamente alentadora.

Los guatemaltecos no podíamos más y se acariciaba entre muchos sectores la posibilidad de un levantamiento armado. El ejército mismo estuvo tentado a dar el golpe, pero los costos políticos pudieron haber sido altísimos para una institución signada por el desprestigio antidemocrático que llevará como un lastre por muchas generaciones para poder confiar enteramente en ella. Los dirigentes de Semilla tomaron de aquí y de allá para llenar las vacantes políticas con una sola condición: no ser y no tener inclinación por la corrupción. Esa es la nueva ideología actualmente en Guatemala. Todos se están desmarcando de los clanes corruptos y todos quieren ser impolutos. Vamos a ver si eso ocurre conforme vayan pasando los meses, pero por el momento el único que ha metido las patas por su total falta de tacto fue el Canciller. Debiera de ser sustituido si sigue en las mismas: abrazando las causas antidemocráticas y siendo muy obvio en su servilismo con los Estados Unidos.




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jueves, 4 de enero de 2024

No sólo en Gaza

En estos momentos estamos "viendo cómo se desarrolla un genocidio", una "condición genocida" acumulada durante décadas. Lo vemos en la embestida estadounidense/israelí contra Gaza. Mis recuerdos retornan y me hacen reflexionar sobre la conexión de Israel con la práctica genocida, no sólo en Gaza, sino también en Guatemala.

 

ISRAEL Y EL GENOCIDIO:
NO SÓLO EN GAZA



Mark Lewis Taylor
Counterpunch

Fue en las calles de Ciudad de Guatemala, en 1987, cuando empecé a darme cuenta de la colaboración que Israel mantenía con Estados Unidos en facilitar el genocidio.

En estos momentos estamos "viendo cómo se desarrolla un genocidio", una "condición genocida" acumulada durante décadas, como sostiene la profesora israelí de Cultura Moderna y Medios de Comunicación, Ariella Aisha Azoulay. Lo vemos en la embestida estadounidense/israelí contra Gaza. Mis recuerdos y conciencia retornan y me hacen reflexionar sobre la conexión de Israel con la práctica genocida, no sólo en Gaza, sino también en Guatemala.

En la Guatemala de los años ochenta, una campaña contrainsurgente llevada a cabo por gobiernos militares respaldados por Estados Unidos masacró a indígenas mayas y a decenas de miles de disidentes y de otros sospechosos de serlo. No existían las redes sociales para darle cobertura. La mayoría de los ciudadanos estadounidenses no sabían nada de ello. La matanza de este periodo en Guatemala ha sido reconocida como "genocidio" por analistas oficiales y por un exhaustivo informe de investigación de 12 volúmenes (CEH, 1999). Este último estudio dejó claro lo apropiado de la frase "actos de genocidio" para denominar los crímenes de los militares guatemaltecos contra los mayas, a pesar de la afirmación de los militares de que carecían de "intención" de cometer genocidio, que sólo estaba motivado por cuestiones económicas, políticas o militares (CEH, 1999, cap. 2, vol.3). Al igual que con Israel en Gaza, Palestina, así mismo con las élites guatemaltecas en relación con los indígenas mayas, es el registro histórico de décadas de asesinatos acumulativos, ocupación, traslado forzoso y deshumanización, lo que establece los actos y condiciones como los de un genocidio.

Los estudios sobre el genocidio de Guatemala, como mostraré, revelan también el papel especial de Israel en esa matanza bajo la égida de los intereses imperiales de Estados Unidos.

Estuve por primera vez en Guatemala en 1987 para entrevistar a educadores y activistas que eran importantes para mi investigación sobre el papel de las creencias religiosas entre los pueblos indígenas mayas al mismo tiempo que llevaban a cabo la resistencia en contra de la represión en curso. 1987 era una fecha en la que la última serie de gobiernos militares de Guatemala acababa de finalizar lo peor de la violencia masiva contra las comunidades mayas, la peor ocurrió entre 1981 y 1983 (véase el historiador Grandin y el antropólogo Schirmer). A este periodo suele llamársele "holocausto oculto/silencioso", "holocausto de Guatemala" u "holocausto maya". Y éste es sólo un lugar en donde Israel ha estado envuelto en la violencia y el terrorismo de estado masivos en toda América Latina. Yo había estado trabajando con guatemaltecos y otras personas en Estados Unidos para buscar el fin de la ayuda militar estadounidense a Guatemala.

Simultáneamente a mi investigación, también estuve en Guatemala para poner en marcha un programa para estudiantes, el cual dirigí en el Seminario Teológico de Princeton durante casi 15 años. Este programa colocaba a nuestros estudiantes en América Central, normalmente en Guatemala, durante ocho semanas de programas de aprendizaje de verano, no para misiones o proyectos de construcción, sino principalmente para acompañamiento, escucha y comprensión mutua. La creación de este programa a través de consultas con muchos guatemaltecos, y luego orientar a los estudiantes a través de este programa, sigue siendo una de las experiencias más valiosas de mis más de 40 años de enseñanza en Princeton.

Un día de 1987, mientras el polvo y el smog de una calle de Ciudad de Guatemala se arremolinaban a mi alrededor, entablé conversación con un amigo que era activista y mentor a la vez. Nos vimos interrumpidos, sobresaltados por una orden en voz alta dada por alguien con mucha autoridad, proyectada por un altavoz que vibraba estruendosamente. Un sonido parecido al de Darth Vader, pero más agudo, ligeramente más agudo, más amenazador a todo volumen.

"¿Qué?" grité con irritación.

"Ah, sí", aclaró mi colega, "sean testigos de nuestros nuevos vehículos policiales, cortesía del Gobierno israelí".

"¿Israel en Guatemala?" Esto me perturbó e inicié una forma de pensar, que persistió en mi investigación y escritos durante décadas. La destrucción por parte del Estado israelí de más de 400-500 aldeas en Palestina en 1947/1948 estaría vinculada en mi mente durante décadas posteriores con la destrucción de un número similar de aldeas destruidas en Guatemala a principios de la década de 1980. Mi pensamiento sobre esta parte de la intrincada red de sucesos genocidas en el mundo se convirtió en una preocupación de por vida en mis investigaciones y publicaciones (y aquí).

Poseía algún conocimiento de la historia sobre la guerra y represión de Israel en Palestina, pero en ese entonces no sabía, en 1987, sobre sus conexiones con el suministro de equipo policial y militar, así como de asesores en tecnología y vigilancia a Guatemala. Las instituciones policiales del país estaban interconectadas con agencias militares y de vigilancia. Estos agentes armados del Estado se convirtieron en temibles amenazas para sus ciudadanos y en actores brutales, especialmente tras el golpe de Estado orquestado por la CIA en 1954 contra el último gobierno democráticamente elegido de Guatemala.

Las peores masacres en las aldeas mayas formaron parte de grandes "barridas" militares en las tierras altas del norte y oeste de Guatemala. El coronel estadounidense George Maynes le confió al periodista Allan Nairn que había trabajado con el general guatemalteco Benedicto Lucas García para desarrollar esta táctica de barrido. Durante la presidencia del general pentecostal Efraín Ríos Montt, esta táctica de barrido se convirtió en marzo de 1982 en una estrategia sistemática contra los mayas, considerados el principal "enemigo interno" del Estado guatemalteco. Nairn también informa que el Boina Verde de EE UU., el capitán Jesse García fue aún más específico sobre cómo "estaba entrenando a las tropas guatemaltecas en la técnica de cómo 'destruir pueblos'". Los indígenas mayas sufrieron más de 625 masacres y también, según admite el propio gobierno, la destrucción casi total de más de 600 pueblos en las tierras altas rurales de Guatemala. 100 000 huyeron a México y más de un millón fueron desplazados dentro de Guatemala.

Los indígenas mayas no fueron los únicos en sufrir tales atrocidades. Los disidentes o sospechosos urbanos no indígenas también fueron apresados y a menudo interrogados, torturados y desaparecidos. Más de un millón de páginas de informes de los archivos policiales guatemaltecos -sí, más de un millón de páginas ahora recuperadas- lo confirman. En total, más de 200 000 personas murieron o desaparecieron en esta guerra en Guatemala entre 1960 y 1996.

En una visita posterior con estudiantes del seminario, en 1988, y acompañado por mi familia y mis dos hijos pequeños, visité la unidad forense del Grupo de Apoyo Mutuo en un pequeño edificio de Ciudad de Guatemala dirigido por las madres de los desaparecidos del país. A la mañana siguiente, vimos en los periódicos que el edificio había sido bombardeado por las fuerzas policiales. Familias que buscaban a sus seres queridos desaparecidos (lo hacían con el apoyo de delegaciones internacionales de las que yo formaba parte), todos en busca de información forense que pudiera desenmascarar a los culpables de los desaparecidos: esto era considerado un crimen en la Guatemala de esos años. La omnipresencia de la violencia en Guatemala, y el papel de Estados Unidos apoyándola, me marcaron profundamente.

La conexión de Israel con todo esto ha sido ampliamente documentada.

El involucramiento de Israel con el gobierno militar de Guatemala fue muy extenso, especialmente cuando el presidente estadounidense, Jimmy Carter, cortó en 1977 la mayor parte de la ayuda militar estadounidense a Guatemala debido a su notorio historial de abusos contra los derechos humanos. El periodista de investigación George Black, en sus reportes escritos para NACLA, informaba que Israel entusiasmadamente había sustituido a Estados Unidos, convirtiéndose en "el principal proveedor de Guatemala". En 1980, el Ejército fue completamente reequipado con fusiles Galil [de fabricación israelí] a un costo de 6 millones de dólares". En años subsiguientes, las élites militares guatemaltecas se enorgullecían de haber sofocado la insurgencia en gran medida sin ayuda estadounidense. Israel había desempeñado un papel muy apreciado como sustituto de los proveedores militares estadounidenses.

En una de las tantas infames masacres, la de la aldea Dos Erres, el 6 de diciembre de 1982, la conexión israelí estuvo claramente presente. Comandos entrenados por Israel quemaron la aldea en su totalidad, después de tirotear, torturar y/o violar a más de 200 aldeanos. Un equipo de investigación de la ONU informó: "Todas las evidencias balísticas recuperadas correspondían a fragmentos de bala de armas de fuego y casquillos de fusiles Galil, fabricados en Israel" (Traducción del informe en español, volumen 6, apéndice 1, p. 410). Esto fue sólo en la aldea de Dos Erres. La misma investigación de 12 volúmenes informa de que se utilizaron fusiles Galil de fabricación israelí en todo el altiplano, mientras que helicópteros de fabricación estadounidense transportaban tropas al altiplano para lo que, de acuerdo a lo que el informe sostiene, fueron "actos de genocidio" (informe, volumen 2, 314-423).

Desgraciadamente, tardé demasiado en enterarme de cuántas eran las otras maneras en que Israel había estado implicado en la masiva violencia estatal en Guatemala. El politólogo, Bishara Bahbah, formado en Harvard, en su libro, Israel y América Latina: The Military Connection (1986) calificó la ayuda militar israelí a Guatemala como "un caso especial" dentro de un escenario más amplio de ventas de armamento de Israel a América Latina a lo largo de décadas. Otros trabajos señalan aspectos similares, como el estudio de Milton Jamail y Margo Gutiérrez, It's No Secret: Israel's Military Involvement in Central America.

Los académicos siguen estudiando la contribución militar de Israel a la militarización del orden mundial actual. Israel tiene experiencia en promocionarse como proveedor de tecnología para la "pacificación" de los focos de conflicto que aquejan el orden mundial. El antropólogo israelí, Jeff Halper, lo documenta ampliamente en su libro War Against the People: Israel, The Palestinians, and Global Pacification (2015). Halper señala que, en Guatemala, la ayuda y el entrenamiento militar de Israel fueron fundamentales para la creación de comunidades de reasentamiento forzoso, "readaptación", o "aldeas modelo" diseñadas para supervisar a los supervivientes de las masacres. Los oficiales militares guatemaltecos incluso se refirieron a ello como la "palestinización" de las tierras mayas de Guatemala posterior a las masacres, donde las campañas de conmoción y pavor y de tierra arrasada dejaron un pueblo devastado (Halper, 154-155). El periodista guatemalteco, Víctor Perera, describió el resultado como "una réplica distorsionada del Israel rural". Ian Almond, que relató lo descrito por Perera, declaró que el coronel guatemalteco Eduardo Wohlers, entrenado en Israel y encargado del Plan de Asistencia a las Zonas en Conflicto, admitió: "El modelo del kibbutz y el moshav está firmemente plantado en nuestras mentes" (Bahbah, 164).

A continuación, algunas notas más sobre la conexión entre Israel y Guatemala:

Ya en 1978, las discusiones conjuntas que tuvieron lugar en Israel, entre los ministros de defensa israelí y guatemalteco, se centraron en "el suministro de armas, municiones, equipo de comunicaciones militares (incluyendo un sistema informático, tanques y carros blindados, cocinas de campaña, otros artículos de seguridad e incluso el posible suministro del avión de combate avanzado, el Kfir. También se habló de enviar personal israelí... para entrenar y asesorar al ejército guatemalteco y a la policía de seguridad interna (conocida como G-2) en tácticas de contrainsurgencia" (Rubenberg, n.33).

En noviembre de 1981, cuando se iniciaban las campañas de tierra arrasada contra los mayas en Guatemala, Estados Unidos e Israel firmaron el Memorando de Entendimiento sobre Cooperación Estratégica. Se centraba en sus esfuerzos conjuntos "fuera de la zona del Mediterráneo oriental".

Israel empezó a entregar sus aviones utilitarios Arava STOL en 1977, supuestamente sólo para transportar suministros no militares, pero según lo anunciaban los israelíes los aviones son "rápidamente convertibles" para otros fines, incluso para servir como "un sustituto del helicóptero". Los aviones se utilizaron para actividades de contrainsurgencia en el altiplano de Guatemala (Bahbah, 71,96, 100, 145-7).

El General Benedicto Lucas García, jefe del Estado Mayor del ejército guatemalteco y quien implementó las barridas genocidas, expresó su agradecimiento por " 'el asesoramiento y la transferencia de tecnología electrónica' de Israel: cuando hablaba en una ceremonia especial para la apertura de la Escuela de Transmisión y Electrónica del Ejército de Guatemala (Bahbah, 163, citando a Lucas García según lo citado en el Manchester Guardian, enero de 1982).

Según un amplio resumen sobre el papel de Israel en "la guerra sucia de Guatemala", el periodista Gabriel Schivone escribió en The Electronic Intifada sobre cómo Israel desempeñó este papel de proxy de EE UU. Yaakov Meridor, un exministro de economía de Israel, declaró: "Le diremos a los estadounidenses: No compitan con nosotros en Taiwán; no compitan con nosotros en Sudáfrica; no compitan con nosotros en el Caribe o en otros lugares donde no puedan vender armas directamente. Dejad que lo hagamos nosotros… Israel será vuestro intermediario".

Fijémonos en el general israelí, Mattityalu Peled que fue un combatiente de la primera organización paramilitar de élite sionista Haganá, administrador militar de la Gaza ocupada a finales de la década de 1950 y también general durante la guerra de 1967. Peled fue muy franco al explicar el papel de Israel en el mercado mundial de armas: "Israel ha dado a sus soldados formación práctica en el arte de la opresión y en métodos de castigo colectivo. No es de extrañar, pues, que tras su salida del ejército, algunos de esos oficiales opten por poner sus conocimientos al servicio de dictadores y que esos dictadores estén encantados de acoger a los expertos israelíes" (Rubenberg n.6).

El golpe del presidente Ríos Montt, en 1982, como él mismo explicó a ABC News, tuvo éxito porque "muchos de nuestros soldados fueron entrenados por los israelíes". El número de instructores y asesores israelíes, tanto para acciones militares como policiales, ascendía a 150-200, y algunos informes hablaban de 300 (Bahbah, 161). Cuando la matanza en el altiplano estaba en su punto álgido, el jefe del Estado Mayor de Ríos Montt, el general Héctor López Fuentes, admitió: "Israel es nuestro principal proveedor de armas y el amigo número uno de Guatemala en el mundo" (Rubenberg, n.61).

Un asesor israelí que trabajó extensamente en Guatemala, el teniente coronel Amatzia Shuali, se había tomado muy en serio el mensaje del gobierno israelí. Shuali mencionó a un colega israelí: "No me importa lo que los gentiles hagan con las armas. Lo importante es que los judíos se beneficien". El entrevistador añadió: "Shuali fue demasiado cortés para hacer semejante comentario a un no israelí". (Shuali citado de la entrevista de los Cockburn en Dangerous Liaison, p. 221, 381.n10). La actitud de Shuali era similar a la que salía de los labios de un antiguo jefe del comité de relaciones exteriores de la Knesset. Sobre la relación de Israel con Guatemala, el miembro de la Knesset explicó: "Israel es un Estado paria, no podemos permitirnos hacer preguntas sobre ideología. El único tipo de régimen al que Israel no ayudaría sería uno que fuera antiamericano" (Rubenberg, n.1).

Otro estratega israelí clave, Pesakh Ben Or, "tal vez el israelí más prominente en Guatemala" en la década de 1980, era un agente de Industrias Militares de Israel y de Tadiran (un grupo israelí de telecomunicaciones que prestaba servicios de vigilancia a los militares y al Palacio Nacional de Guatemala). También se las arregló para mantener "una villa cerca de Ramlah en Israel, completa con sirvientes guatemaltecos, piscina y establo para siete caballos de carreras" (Dangerous Liaison, 221 de entrevistas del 31 de octubre de 1988 y de Aluf Ben, escribiendo en Ha'ir, septiembre de 1987).

Gran parte de la ayuda militar de Israel forma parte de una red de asistencia que incluye ayuda agrícola. Un informe de NACLA realizado por el periodista de investigación George Black resumía desde Guatemala: "... hay un mosaico entrelazado de programas de asistencia: armas para ayudar al ejército guatemalteco a aplastar a la oposición y arrasar el campo, asesoramiento en seguridad e inteligencia para controlar a la población local y modelos de desarrollo agrario para construir sobre las cenizas del altiplano".

Según el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo y como Bahbah lo resume, "Con ayuda israelí, Guatemala incluso construyó una planta de municiones para fabricar balas para fusiles de asalto M-16 y Galil". Esta planta se abrió en la ciudad guatemalteca de Cobán, un lugar que mis estudiantes y yo habíamos visitado para entrevistar a activistas y líderes eclesiásticos. (Bahbah, 162).

Quince años de investigación y consultas con académicos con mucha más experiencia en Guatemala me han mantenido en sintonía con las conexiones militares entre Estados Unidos, Israel y Guatemala. Existe más investigación sobre las conexiones durante los años del genocidio en Guatemala de la que puedo resumir aquí. He encontrado patrones similares de la asociación entre Israel y Estados Unidos al visitar otros lugares en los que se han producido intervenciones militares estadounidenses, tanto abiertas como encubiertas (en Perú, Colombia, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Chiapas, México). Estos países también -pero especialmente y siempre Guatemala- me proporcionaron una primera visión de Estados Unidos e Israel como socios en el genocidio. Ahora, especialmente dentro de EE.UU., como ciudadano tengo que reconocer mi parte de responsabilidad en todo esto, dados los 3, 800 millones de dólares anuales en ayuda militar que EE.UU. envía a Israel para preservar estas formas de violencia contra palestinos y guatemaltecos.

Nuestros movimientos propalestinos deben alzarse para desafiar, de una vez por todas, esta asociación entre Estados Unidos e Israel en este escenario genocida.


Mark Lewis Taylor imparte la cátedra Maxwell Upson de Teología y Cultura en el Seminario Teológico de Princeton.




Publicado por La Cuna del Sol