viernes, 31 de mayo de 2013

COMUNICADO




COMUNICADO AL PUEBLO DE GUATEMALA

Del Arzobispado Metropolitano de Guatemala, de la Procuraduría de los Derechos Humanos, del Rector de la Universidad de San Carlos de Guatemala y del Presidente de la Alianza Evangélica de Guatemala.



POR EL DIÁLOGO, HACIA LA PAZ  Y EL DESARROLLO


Guatemala enfrenta el desafío de reconstruir su futuro, para lo cual debe encarar con creatividad los retos actuales, afrontando su pasado con serenidad, apertura y buena voluntad.
                                                 
El país sigue sacudido por tensiones sociales y episodios de violencia, cuya recurrencia pone a prueba al sistema jurídico y político, el cual no ha creado mecanismos para gestar la convergencia de intereses y visiones, base de una Guatemala para todas y todos, sin exclusiones.

Los firmantes ofrecemos algunas reflexiones sobre la coyuntura nacional, como aporte a la búsqueda de un impostergable camino de reconciliación y desarrollo.

1º. La opinión pública ha seguido con interés el desarrollo de un juicio relacionado con hechos ocurridos durante el conflicto armado interno. El caso, ventilado en los tribunales durante los dos últimos dos meses, ha avivado el encono verbal a niveles que recuerdan la intransigencia, la intolerancia y el irrespeto propios de un pasado no muy lejano. Incluso hay quienes han temido que reaparezca un tipo de violencia como la experimentado en los años de la confrontación. Lo ocurrido en los pasados y dolorosos años es un trágico espejo en el cual debería verse la sociedad guatemalteca de hoy, no solo para alejar el riesgo de su repetición, sino para recordarnos una deuda de gratitud y respeto con la memoria de las víctimas, con sus familiares y sus comunidades. Solo así podremos encontrar el camino de la verdadera reconciliación. Sin ignorar las sensibilidades de un proceso judicial que aún no concluye, vemos que su efecto deberá ser saludable para el país, urgido de afianzar su identidad en el reconocimiento abierto de su pasado y de recuperar la credibilidad del sistema de justicia. Nuestra petición vehemente es: que se deje a las instituciones funcionar, se respete la independencia de los jueces y las Cortes, se abandone la tentación de ejercer presiones. Contribuyamos a devolver la confianza al sistema de justicia. Demos una oportunidad al Estado de Derecho.

2º. El país sigue sacudido por las tensiones sociales derivadas de proyectos de algunos inversionistas sin responsabilidad social y ecológica, que apuestan por la explotación de los recursos naturales, a expensas de la degradación ambiental y el irrespeto a la voluntad manifiesta de las comunidades. Sabemos que no hay soluciones fáciles, pero creemos que la rentabilidad de las empresas o el crecimiento económico no será legítimos, si implican el sacrificio de vidas humanas y la infelicidad de los pueblos. En ese contexto, es de nuestra mayor preocupación la tendencia de mezclar indebidamente la resolución de los problemas de gobernabilidad derivados de inconformidades y demandas sociales (las cuales requieren procedimientos democráticos) con los métodos de la seguridad pública, incluyendo medidas de excepción, que solo deben aplicarse cuando el Estado enfrenta amenazas vitales.

3º. Hay un denominador común en los temas de justicia, seguridad, gobernabilidad y desarrollo: la falta de acuerdos sobre el país deseable, el país necesario y el país posible. La polarización sociopolítica hunde sus raíces en realidades históricas y estructurales que no cabe ignorar, pero su superación pasa por la subjetividad de las organizaciones humanas confrontadas y, en primer lugar, sus líderes. Es a estos líderes a quienes nos dirigimos, pues de su responsabilidad y sensatez depende en gran medida el derrotero que siga Guatemala. Nunca será tarde para buscar caminos de entendimiento, pero mientras más se postergue el inicio de esa búsqueda conjunta, mayores serán los agravios y los daños a reparar. Urgimos a todas y todos los guatemaltecos de buena voluntad, a hacer lo que esté a su alcance para contener la escalada de la confrontación, sin menoscabo de sus legítimas aspiraciones humanas, tanto espirituales como materiales. Reiteramos el llamado a que juntos busquemos rutas de convivencia que abran espacios al diálogo, la justicia, la gobernabilidad y el desarrollo de Guatemala.

                                                                                                          

Guatemala, mayo 31 de 2013












Publicado por LaQnadlSol 
CT., USA.

miércoles, 29 de mayo de 2013

La mano de Israel...

De acuerdo al ex oficial de la inteligencia israelí, Ari Ben-Menashe, quien se entrevistó recientemente con el periodista Robert Parry (Consortium News)  el trabajo de aproximación de Robert “Bud” McFarlane, (Consejero de Seguridad Nacional Adjunto de la Administración Reagan) con Israel tuvo éxito con la cuestión de los helicópteros. Según el artículo, Ben-Menashe trazó el origen de las ventas de armas de Israel a Guatemala, a los tiempos del general Ariel Sharon quien en los años 1970, durante el lapso de tiempo en el que estuvo fuera del gobierno había establecido una red privada dedicada al negocio de armamento y equipo militar. La figura clave de Sharon en Guatemala, según lo escrito por Ben-Benashe, (War for Profits, 1990) fue un hombre de negocios llamado Pesach Ben-Or, a través de quien Israel suministró equipo militar a las fuerzas de seguridad de Guatemala en la década de los 80.



LA MANO DE ISRAEL EN EL
GENOCIDIO EN GUATEMALA

Ariel Sharon

En un reciente artículo (mayo 23, 2013) sobre la participación de Israel en el genocidio en Guatemala, el periodista investigativo Robert Parry, de Consortium News, reporta, que parte del misterio era la procedencia de los helicópteros UH-1H “Huey” que el ejército de Guatemala estaba usando en su campaña de exterminio de la población Ixil, pues el congreso de EEUU continuaba oponiéndose a la venta de equipo militar al gobierno de Guatemala debido a su penoso record en cuanto a la violación de los derechos humanos. La respuesta parecía ser que, la entrega de esos helicópteros había sido arreglada en forma secreta por personal del Consejo de Seguridad Nacional en coordinación con las redes de inteligencia israelí.

Según lo describe el artículo del periodista Robert Parry, Ríos Montt empezó a presionar a los Estados Unidos para que le facilitara 10 helicópteros UH-1H en junio de 1983, en el momento en que se redoblaba su campaña militar. Dado que Guatemala carecía del crédito del U.S. Foreign Military Sales, o el dinero en efectivo para comprar los helicópteros, el equipo de seguridad nacional del presidente Reagan se encargó de encontrar medios no convencionales para hacer entrega del equipo militar al gobierno de Rios Montt.

Según documentos descubiertos por el mismo periodista en la biblioteca presidencial de Ronald Reagan, en agosto 1 de 1983, los asesores del NSC (Consejo de Seguridad Nacional) Olivert North y Alfonso Sapia Bosch escribieron al Consejero de Seguridad Nacional, William P. Clark que su adjunto Robert “Bud” McFarlane planeaba explotar sus conexiones israelíes para asegurar la entrega de los helicópteros a Guatemala.

“Con relación al préstamo de diez helicópteros, según entendemos es un asunto que Bud se encargará de arreglar con los israelitas”, reportaron North y Sapia Bosch. “Hay expectativas de que ellos seran muy receptivos. Otra posibilidad es tener un ejercicio militar con los guatemaltecos. Así de esa manera haremos uso de los mecánicos y repuestos guatemaltecos para poner sus helicópteros en óptimas condiciones”.

Para entonces, de acuerdo al artículo del periodista Robert Parry, Mcfarlane había tenido una larga e íntima relación con los servicios de inteligencia israelí que consistía en varias negociaciones secretas.

El conducto israelí

De acuerdo al ex oficial de la inteligencia israelí, Ari Ben-Menashe, quien se entrevistó recientemente con el periodista Robert Parry,  el trabajo de aproximación de  McFarlane con Israel tuvo éxito con la cuestión de los helicópteros. En sus memorias War for Profits (1990), el ex agente de inteligencia israelí describió algunos aspectos de la historia detrás de las actividades de Israel en Guatemala.

Según el artículo, Ben-Menashe trazó el origen de las ventas de armas de Israel a Guatemala, a los tiempos del general Ariel Sharon quien en los años 1970, durante el lapso de tiempo en el que estuvo fuera del gobierno, había establecido una red privada dedicada al negocio de armamento y equipo militar. La figura clave de Sharon en Guatemala, según lo escrito por Ben-Benashe, fue un hombre de negocios llamado Pesach Ben-Or, a través de quien Israel suministró equipo militar a las fuerzas de seguridad de Guatemala en la década de los 80.

En la reciente entrevista con el reportero de Cosortium News, Ben-Benashe dijo que Israel le había suministrado un total de seis helicópteros a Guatemala junto con computadoras y software para seguirle la pista a supuestos subversivos quienes luego podrían ser identificados y ejecutados. Ben-Menashe dijo que durante sus viajes a Guatemala se había enterado de las masacres y que había reportado a sus superiores israelíes las atrocidades que se estaban cometiendo con el equipo militar que ellos habían autorizado. La respuesta, dijo él, fue preocupación pero no hubo acción.

“Ellos no favorecían matar a esta gente, no en lo absoluto”, dijo Ben-Menashe. “Pero pensaban que su interés estaba en ayudar a la gente de Reagan. Si la gente de Reagan lo quería [enviar el equipo militar a Guatemala], ellos lo harían. [Ellos pensaron], ‘esto está mal, pero ¿es esto un asunto nuestro? Nuestros amigos americanos nos están pidiendo ayuda y nosotros debemos ayudarlos’”.

Después de finalizada la entrevista telefónica, Ben-Menashe llamó de vuelta al periodista para enfatizar que los israelíes no tenían consciencia de la naturaleza genocida de la campaña de los militares de Guatemala contra los indígenas ixiles, aunque los israelíes reconocieron que ellos estaban colaborando en el asesinato en masa de guatemaltecos de piel obscura.

“De acuerdo a como lo vimos, ellos [las autoridades de Guatemala] estaban atacando a todos los aldeanos no blancos quienes estaban asentados en tierras fértiles que los guatemaltecos blancos querían apoderarse”, dijo Ben-Benashe, agregando que cuando el reportó esta información a sus superiores. “los israelíes pusieron los ojos en blanco [en desaliento] pero luego dijeron, ‘esto es lo que nuestros amigos en la administración de Reagan quieren’”. [Para mayor información sobre el trabajo de Ben-Menashe para la inteligencia israelí, ver  Robert Parry's Secrecy & Privilege and America's Stolen Narrative].

Según lo escrito por el periodista Robert Parry, aparte de los helicópteros utilizados para perseguir y bombardear a los indígenas que buscaban refugio en las montañas, el equipo de computadoras y los sofisticados software hicieron del ejercito de Guatemala una maquina asesina sumamente más eficiente en los poblados y ciudades. Un ex Boina Verde que había operado en Guatemala en una ocasión me dijo (al periodista) que él había presenciado cuando las fuerzas de seguridad guatemaltecas detenían los autobuses e ingresaban los números de identificación de los pasajeros en una computadora para seleccionar a aquellos que serían arrastrados a un lado de la carretera en donde serían sumariamente ejecutados.




Publicado por La Cuna del Sol

martes, 28 de mayo de 2013

¿SE VIOLÓ LA SOBERANÍA NACIONAL?


(…) Óiganme, dirigentes populares y fieles reproductores del pensamiento dominante de esta sociedad guatemalteca clasista y racista: Aquí no hay ninguna, ni la más mínima violación a la soberanía nacional. Fue el cabal cumplimiento de un acto administrativo de extradición ejecutado por la cancillería y el ministerio de gobernación. Con este señor se cumplió y agotó el debido proceso. Nadie lo ha atropellado en su dignidad humana y ni mucho menos esa acción constituye una afrenta a la dignidad nacional simbolizada en el concepto de “soberanía”.

¡Qué se violó la soberanía nacional porque se llevaron a Portillo a una cárcel de los Estados Unidos! Ya ni que el fuera el ícono de la dignidad nacional.



LA  EXTRADICIÓN DE ALFONSO PORTILLO
PUSO A BUEN RESGUARDO
LA MALTRECHA SOBERANÍA NACIONAL


Por Luciano Castro Barillas

No se puede menos que reconocer que la formación académica de Alfonso Portillo es destacada. Licenciado en ciencias jurídicas y sociales por la Universidad de Guerrero y doctor en economía por la Universidad Nacional Autónoma de México. Toda una perspectiva prometedora  -aparentemente-  para un joven guatemalteco que debidamente informado tuvo una gran falencia: no tenía educación. Es decir, ateniéndonos a lo que decía el gran pensador y educador norteamericano John Dewey que, en última instancia, “el hombre se instruye no para saber, sino para la vida”. Es decir, para que el hilo conductor de la razón, el saber y el conocimiento; le haga un hombre educado en la vida, un hombre íntegro en todos los aspectos de su vida, que no robará, no mentirá, no engañará; como proclamaba del diente al labio la lengua luciferina de Efraín Ríos Montt en sus años de pastor demencial con extraños “dones”, que a mi modo de entender, no se los habría otorgado Dios por ser un varón virtuoso, sino el mismísimo diablo, a quien este consumado hipócrita sirve y venera. A este par de alhajas Dios lo crió pero el demonio los juntó. Hizo la yunta más sinérgica de un “gobierno”  de los últimos años donde los  olotes[1] abundaron para los dos (el hijo de Ríos Montt estuvo cuestionado por el manejo de 100 millones de quetzales del ejército) y $ 70 millones de dólares de la imputación a Portillo. ¿De qué otra manera su hija Otilia y su primera esposa, María Eugenia Padua, se daban en París la vida de grandes burguesas y atrevidas inversionistas? No se necesitan razonamientos de profundidad dialéctica para aprehender la realidad de esos dineros. De esos efectivos por los cuales a Alfonso Portillo se caía la baba. Ya una vez su “gran amigo”, el banquero Francisco Alvarado MacDonald, en ese momento ya  en condición de enemigo, hizo una confidencia de los apuros económicos del Portillo soltero y en la llanura. Dice que le dijo: “Papaíto, ayudame con un dinerito…”. No dijo el banquero si Portillo se le arrodilló, pero es bastante posible que con el apuro que cargaba y sus dotes histriónicas lo haya hecho.


Ahora bien, me causó estupor y desconfianza la declaración del obispo de Huehuetenango, Alvaro Ramazzini y de una comentarista política y activista social de apellido Hernández, quienes se sumaron al corifeo que proclama en estos días que con el hecho de llevarse a Portillo “precipitadamente y enfermito” en un jet ambulancia por autoridades judiciales de Estados Unidos se violentó la “soberanía nacional”. Óiganme, dirigentes populares y fieles reproductores del pensamiento dominante de esta sociedad guatemalteca clasista y racista: Aquí no hay ninguna, ni la más mínima violación a la soberanía nacional. Fue el cabal cumplimiento de un acto administrativo de extradición ejecutado por la cancillería y el ministerio de gobernación. Con este señor se cumplió y agotó el debido proceso. Nadie lo ha atropellado en su dignidad humana y ni mucho menos esa acción constituye una afrenta a la dignidad nacional simbolizada en el concepto de “soberanía”. Ah, allí si están prestas las cajas de resonancia mediáticas para hacer ver lo que no es. ¿De qué delicadeza soberana hablan? ¿Acaso las mineras de capital internacional no atropellan la dignidad del pueblo de Guatemala contrario a la explotación minera con la imposición de este tipo de industria nociva para la vida? ¿Qué entienden por soberanía? ¿Acaso la peregrina idea de que un jet estadounidense aterrizó en tierra guatemalteca y que soberanía es primordialmente el suelo exclusivamente, el territorio?  Por favor, la soberanía nacional es la que reside en la voluntad del pueblo y se ejerce por medio de sus órganos constitucionales representativos.


¡Qué se violó la soberanía nacional porque se llevaron a Portillo a una cárcel de los Estados Unidos! Ya ni que el fuera el ícono de la dignidad nacional. Este demagogo en su primera declaración ante el juez neoyorkino indudablemente se declarará inocente y alegará persecución y linchamiento político por su identificación con los pobres y el odio de los ricos. (Perdonen la risotada). Él siempre ha sido así desde su juventud. Persuasivo, manejador de artificios verbales, dado a la añagaza y a la fullería, como siempre ha sido; pero sobre todo proclamándose izquierdista, solo que pateando con la derecha. Hay una ligereza casi imperceptible en la masa  y peso del territorio nacional y es porque, felizmente, Alfonso Portillo ya no está aquí. La soberanía nacional se resguarda mejor sin él, porque uno con personas como los luchadores de los derechos humanos aludidos al principio de este escrito, “uno solo sabe realmente que desconoce si conoce lo que cree conocer”.





[1] Marlo, corazón de la mazorca de maíz, con los que en el verano se alimentan a las bestias de carga y al ganado.













Publicado por LaQnadlSol
CT.,USA.

domingo, 26 de mayo de 2013

LA EXTRADICIÓN DE PORTILLO


(…) Solo el candor o la picardía de los sectores populares simpatizantes de la ultraderecha pueden difundir y sostener esa aserción insostenible: que Portillo fue apresado por estar a favor de los pobres ya que lo odiaban los ricos. Para su decepción, no es así. Portillo fue llevado a un país extranjero para ser debidamente juzgado por sus crímenes, pues aquí en Guatemala, sencillamente, él no debía nada, pero, repito: ¿Y esos miles de millones de quetzales dónde están? ¿Quién los tiene? cuando esos millones de quetzales (siquiera los $70 millones de dólares) aparezcan, entonces diremos todos: Alfonso Portillo es inocente.




LA EXTRADICIÓN DE PORTILLO:
OTRO GOLPE AL MILITARISMO GUATEMALTECO


Por Luciano Castro Barillas


El militarismo guatemalteco sufrió un primer golpe, directo al hígado, con la condena de por vida contra Efraín Ríos Montt y, una segunda azotaína, con la extradición de Alfonso Portillo  -un civil con pensamiento de militar-  que hizo de Guatemala y el dinero de los guatemaltecos “su cajero automático”, tal dijera en su momento con gran propiedad metafórica Preet Bharara, fiscal de Nueva York, que entre una variedad de cargos imputados al hamponcete mimado del genocida está la deliciosa tarea de apropiarse del dinero ajeno cuando fungió como Presidente de Guatemala, un país con una institucionalidad tan peculiar, capaz de producir los más variados granujas dispuestos a asaltar los recursos del Estado sin que nada les pase, sin rendir cuentas a nadie o quizá a sus compinches. Los cuatro años en el poder del partido Frente Republicano Guatemalteco, FRG,  se tradujo en un sencillo y directo aserto: la cleptocracia en el poder. Ladrones de las más infinitas habilidades de prestidigitación para escamotear el dinero de los guatemaltecos. Portillo fue absuelto, declarado inocente del delito de peculado, pero hay una pregunta elemental en todo esto: ¿pero el dinero dónde está? Cientos de millones de quetzales no son una calderilla que se pueda ocultar en un monedero. Menuda manera de la justicia guatemalteca de proclamar la inocencia de un pillo que levantisco y demagogo hasta el último momento, declaraba con su voz incierta de siempre que estaba siendo secuestrado y que era víctima, para variar, de persecución política. Bueno, no es así, a él se lo llevaron simplemente por ladrón, si no, que otra cosa nos pueden decir los siguientes cargos imputados por la fiscalía de Nueva York: 17 transacciones sospechas en bancos de los Estados Unidos, Francia, Luxemburgo, Suiza y Liechtenstein por el monto de $70 millones de dólares.

Pero hay algo preocupante de los seguidores del militarismo guatemalteco, entre ellos académicos, oligarcas, capas medias y sectores populares principalmente que han propalado por muchas años, sin desparpajo, que Alfonso Portillo fue apresado por apoyar y defender a los pobres y que ha sido el mejor presidente que ha tenido Guatemala!!!. ¿De dónde provienen esas ideas disparatadas? ¿Porque se ganó el corazón de la gente humilde cuando se echó al hombro un costal de fertilizante en un impulso actoral o una planificación histriónica predeterminada? Esos costales de fertilizante fueron sus ensayos cleptocráticos de lo que iba a suceder poco tiempo después: el Crédito Hipotecario Nacional fue saqueado (según el testigo y gerente de esa institución financiera del Estado, el señor Llort Quiteño), extrayendo de las bóvedas bancarias, en costales, millones de quetzales; hechos indudablemente del conocimiento  del “presidente” quien obtenía su buena tajada en esta operación de bandidos, a altas horas de la noche y embozados. ¿Será, acaso, quien permite eso un buen presidente?

Hay otra especie en permanente circulación en Guatemala: que la oligarquía, que los ricos lo lincharon políticamente por estar el “presidente” a favor de los pobres… Pues, claro, se enemistó con la oligarquía azucarera porque éstos no le dieron el pisto que quería durante su campaña electoral, sin embargo, no todos los ricos fueron sus enemigos, pues su alianza con el más connotado banquero de esos años, Francisco Alvarado MacDonald, el dueño de los garitos criminales llamados Bancos Gemelos; le permitió fuerte financiamiento a su proyecto político y de los oligarcas, hasta donde sabemos, la fracción burguesa más poderosa aquí y en todo el mundo, es la financiera. Portillo, posiblemente, no fue aliado de otros oligarcas segundones, pero fu aliado y todo migas con los oligarcas financieros, por tanto, él no se enemistó con los ricos, se enemistó con los menos ricos, de listillo que era. ¿Qué mantuvo estabilidad en los precios? Pues tampoco es cierto, hubo índices inflacionarios registrados que pueden muy bien consultarse en las instituciones especializadas, claro está, no tan escandalosos como ahora, pero por algo tenía el pacto con la burguesía financiera. Les dijo al oído: “No especulen para que no suban los precios, y el gobierno los compensará a manos llenas”. Solo Alvarado MacDonald recibió del Estado más de 5 mil millones de quetzales. No hay tales de mejor gobierno. Solo el candor o la picardía de los sectores populares simpatizantes de la ultraderecha pueden difundir y sostener esa aserción insostenible: que Portillo fue apresado por estar a favor de los pobres ya que lo odiaban los ricos. Para su decepción, no es así. Portillo fue llevado a un país extranjero para ser debidamente juzgado por sus crímenes, pues aquí en Guatemala, sencillamente, él no debía nada, pero, repito: ¿Y esos miles de millones de quetzales dónde están? ¿Quién los tiene? Cuando esos millones de quetzales (siquiera los $70 millones de dólares) aparezcan, entonces diremos todos: Alfonso Portillo es inocente.

A una conclusión llegué con mi hijo hace un par de días, tal vez chocante para la izquierda invertebrada nacional y creyente en la potencialidad revolucionaria de los sectores populares depauperados: El pueblo de Guatemala de las últimas décadas es en esencia reaccionario, su sustancia se ha modificado por el trabajo ideológico de las cámaras empresariales y el militarismo y el accidente lamentable de los partidos políticos sin rumbo ni dirección intelectual. Sectores empobrecidos altamente receptivos a los planteamientos antidemocráticos y renuentes a luchar o creer en las ideas progresistas. Y no es cuestión de ignorancia, porque si así fuera, la baja escolaridad que limita la reificación intelectiva, que nos provee de disfuncionalidad cognitiva, funcionaría en sentido contrario.













Publicado por LaQnadlSol
CT., USA.

viernes, 24 de mayo de 2013

EL NAZISMO Y LA METÁFORA


El asunto es: ¿el nazismo asusta? ¿Avisa, advierte, enseña? Cuando alguien evoca su cifra, todos sabemos de qué se está hablando, como cuando se cita la blancura de la nieve. Es el color negro que ennegrece todas las cosas negras. No es ya un fenómeno histórico sino un sol al revés; la anti-perla “incomparable” a la que sólo metafóricamente, por comparación, pueden aproximarse todos los otros fenómenos.



EL NAZISMO Y LA METÁFORA


Por Santiago Alba Rico
Atlántica XXII


Hay algo tan formidablemente mágico, tan escandalosamente libre, en el hecho de poder vincular mediante el lenguaje dos criaturas distantes que la metáfora, y su hermana la comparación, han sido siempre el campo abonado de todas las audacias (“espadas como labios”) y de todas las manipulaciones (“judíos como insectos”). Su eficacia creativa se basa, en todo caso, en el carácter “incuestionable” de uno de los términos -el llamado “vehículo”-, cuya realidad fuerte absorbe el término subjetivo de la comparación. Nunca el alma o los dientes de mi amada serán tan blancos como la nieve, pero si la nieve “blanquea” su belleza es porque todos aceptamos la blancura de la nieve como objetiva, indudable, fundacional. Es la nieve, por así decirlo, la que vuelve blancas las cosas blancas. Y es por eso que las metáforas suelen tener por lo general una de sus raíces en la naturaleza: la nieve, el cielo, las perlas, el mar, los insectos. O lo que es lo mismo: en elementos sobre los cuales todos estamos de acuerdo.

El peligro -para el periodismo y la política- estriba en que toda metáfora naturaliza uno de los términos, genera la ilusión de que lo sabemos todo acerca de la mitad dura de la comparación. Lo más terrible quizás de la frase de Cospedal (“los escraches son puro nazismo”) no es que identifique el acoso ejercido por las víctimas -pues las víctimas también pueden acosar sin dejar de serlo- con los verdugos de los judíos; lo más terrible es que petrifica el nazismo más allá de toda investigación o de todo aprendizaje.

Leyendo esta declaración -o el artículo, en dirección inversa, del gran historiador Josep Fontana- uno se pregunta con qué se comparaba al nazismo rampante en 1933 o en 1935 o en 1939. Como el nazismo no era aún “nazismo” sino una opción ideológica legítima y popular, los que percibían sus amenazas recurrían, por ejemplo, al imperio romano o al colonialismo racista europeo. Así lo hizo la mística y militante Simone Weil desde muy pronto sin que nadie, ni en Alemania ni en Francia, le hiciera mucho caso. Es verdad que ni el imperio romano ni la empresa colonial eran “vehículos” duros naturalizados en la unanimidad de los ciudadanos; de hecho, el fascismo italiano reclamaba con orgullo la herencia de Roma e incluso sectores comunistas condescendían con el colonialismo. De ahí que la comparación de Simone Weil no fuera una “metáfora” sino una “investigación” que cuestionaba, mientras los ponía en relación, los dos términos así aproximados. Quizás por eso no logró alertar a nadie: porque ni el imperio romano ni el colonialismo amedrentaban o escandalizaban a los europeos; pero quizás por eso en los textos de Weil aprendemos mucho, al mismo tiempo, acerca del imperialismo romano y del totalitarismo del III Reich.

El asunto es: ¿el nazismo asusta? ¿Avisa, advierte, enseña? Cuando alguien evoca su cifra, todos sabemos de qué se está hablando, como cuando se cita la blancura de la nieve. Es el color negro que ennegrece todas las cosas negras. No es ya un fenómeno histórico sino un sol al revés; la anti-perla “incomparable” a la que sólo metafóricamente, por comparación, pueden aproximarse todos los otros fenómenos.

Esta naturalización metafórica del nazismo tiene dos efectos asociados y paradójicos. El primero es que nos impide ver los parecidos ante nuestros ojos: del mismo modo que el alma o los dientes de nuestra amada nunca serán tan blancos como la nieve, la crueldad o maldad o tiranía de ningún régimen realmente existente será jamás tan negra como el nazismo. Olvidamos así que hubo un tiempo en que nadie podía comparar el nazismo con el “nazismo” porque el nazismo se estaba construyendo en Europa de forma lenta y a la luz del día, con el apoyo de un sector fuerte de la población y, aún más, con la complicidad o al menos la aceptación de todas las instituciones económicas y políticas del capitalismo mundial. Al tratar el nazismo como si hubiera sido siempre el “nazismo” -lo que Aristóteles llamaba una entelequia- nos volvemos incapaces de relacionarlo con nada que estemos viviendo y, desde luego, con nada que estemos apoyando. E incapaces por tanto de recordar que tampoco los alemanes apoyaban a “Hitler” -es decir, la Monstruosidad Objetiva- sino a un señor con bigote bastante banal, respetable y sincero, que expresaba “sin complejos” las úlceras históricas del pueblo alemán. En definitiva: nos olvidamos de que si vuelve Hitler no se llamará “Hitler” ni encabezará un partido nacional-socialista ni su programa incluirá la propuesta de un IV Reich.

El otro efecto paradójico tiene que ver con el hecho de que la naturalización del nazismo en “nazismo”, raíz dura de todas las negráforas, lo convierte en “increíble”, en “imposible” y, por lo tanto, en insignificante (porque no significa nada y porque no tiene importancia). Como anti-perla o anti-nieve, vértice de todo Mal, se ha desprendido de la historia, poniéndose a cubierto, por eso mismo, de todo conocimiento. Los nazis se han vuelto “incuestionables” e indescifrables, como los etruscos y los mayas, como los extraterrestres, como el propio Dios. Sirven para exagerar, para enfatizar, para insultar. No asustan. Nos puede irritar mucho la frase de Cospedal, pero en definitiva se anula a sí misma: la presencia “nazi” desactiva todo su sentido. Lo malo es que lo mismo ocurre con el interesante artículo en el que Josep Fontana compara al PP con el partido de Hitler. A Simone Weil nadie le hizo mucho caso porque no había unanimidad sobre el terror del imperio romano; a Fontana nadie le hará caso porque, al contrario, sí la hay sobre el horror del nazismo. El “nazismo”, convertido en (des)calificativo, descalifica a los que lo denuncian, tengan o no razón.

Cuidado: si vuelven los “nazis”, lo harán blindados -emboscados- en su propia metáfora. Mejor no pronunciar ese nombre maldito que destruye las lenguas que lo nombran.











Publicado por LaQnadlSol
CT., USA.

jueves, 23 de mayo de 2013

GUATEMALA EN LA ENCRUCIJADA (Segunda Parte)



La condena por genocidio del ex dictador guatemalteco Efraín Ríos Montt ha puesto el respecto por los derechos humanos en Guatemala en una encrucijada, invalidar el dictamen como una primer opción y la otra ampliar la investigación a los cómplices de Ríos Montt en Guatemala y en los Estados Unidos. Hace unos pocos días la Corte de Constitucionalidad tomó la primera opción, invalidar la sentencia. El siguiente artículo es la segunda parte de la entrevista que le hiciera Dennis J. Bernstein al periodista Allan Nairm, publicada en fecha 20 de mayo por el website de la revista Consortium News.



LA JUSTICIA GUATEMALTECA
EN LA ENCRUCIJADA


Por Dennis J. Bernstein


El periodista Allan Nairn, quien ha cubierto la historia del genocidio en Guatemala desde la década de los 80, estuvo en la corte durante el reciente veredicto y le comentó a Dennis J. Bersntein en esta entrevista que en este momento hay dos batallas que están teniendo lugar. Aquellos que lucharon para que se condenara a ríos Montt –muchas veces arriesgando sus propias vidas- están presionando para que se amplié la investigación, para que se enfoque en otros asesinos en masa apoyados por los EEUU en la década de los 80, incluyendo al actual presidente, general Otto Pérez Molina.

Y por otra parte, está la poderosa oligarquía militarista de la extrema derecha guatemalteca, con sus manos ensangrentadas de las mismas matanzas de las que se culpa a Ríos Montt, que luchan porque su condena sea anulada por una corte superior en Guatemala.

Además existe la cuestión de la complicidad de los Estados Unidos en las atrocidades cometidas contra los derechos humanos en Guatemala durante la administración Reagan y, más recientemente, la decisión de invitar a uno de los generales de más alto rango de Ríos Montt para que estudiara en Harvard University’s Kennedy School.


Segunda Parte

DB: Estábamos Hablando de Rigoberta Menchú. La historia de su familia no es ajena a los horrores –un ejemplo extremo- pero no alejada de los horrores de los que estamos hablaando cuando hablamos de esta maquinaria asesina apoyada por los Estados Unidos.

AN: Si, su familia –algunos miembros de su familia fueron quemados vivos o sus cuerpos nunca fueron encontrados. Esta ha sido la vida para las personas en las áreas rurales, en particular la gente indígena. Los asesinatos ocurrieron por años y años y años. Todo se remonta a 1954 cuando el gobierno democráticamente elegido en Guatemala fue depuesto por un golpe de Estado orquestado por la CIA. Los militares gobernaron ininterrumpidamente a lo largo de la década de los 80, asesinando y masacrando a placer.

Hoy en día, aun y cuando Guatemala tiene un sistema electoral, nuevamente un militar, el general Otto Pérez Molina, está a cargo del gobierno. Él era el comandante local en el área de la región ixil, el lugar de las masacres por las que se sentenció a Ríos Montt. Durante ese tiempo, en el medio de las masacres, me encontré con él. …

Sus soldados –tenientes, sargentos y cabos- describían como solían ir a los poblados con listas que les eran proveídas por la inteligencia militar de la G2, listas negras de personas que eran sospechosas de ser colaboradores de la guerrilla o críticos del ejército. Ellos relataban como solían estrangular a las personas con lasos, abrir a las mujeres con machetes, dispararle a las personas en la cabeza frente a sus vecinos, usar aviones de EEUU, helicópteros y bombas de 50 kg para atacar a la gente que huía a las montañas.

Estos son los hombres del actual presidente, describiendo como, bajo órdenes, ellos hacían esto. Él es actualmente el hombre  a cargo del gobierno de Guatemala, y el veredicto lo tiene muy preocupado. El permitió que el juicio prosiguiera. En el sistema judicial guatemalteco, el fiscal general actúa con mucha más autonomía política de los medios de prensa que el fiscal general de EEUU, por lo tanto es más difícil para el presidente controlar lo que hace el fiscal general.

La actual fiscal general de Guatemala es muy honesta, con un buen sentido de la responsabilidad legal. Sin embargo, Pérez Molina tiene todavía mucha influencia. El permitió que el juicio tuviera lugar en el entendido de que únicamente se enfocaría en Ríos Montt y su codefendido, el general Rodríguez Sánchez, en el juicio no se mencionaría a Pérez Molina. Básicamente, él estaba dispuesto a sacrificar a Ríos Montt.

Pero para la sorpresa de todo el mundo, a la mitad del juicio, un testigo, un ex soldado; nombró a Pérez Molina y dijo que el había ordenado atrocidades. Yo estaba programado para testificar una semana después de lo sucedido, pero a causa de todo esto, se me impidió tomar el estrado porque Pérez Molina estaba furioso de que su nombre se hubiera revelado en el juicio. Había temor de que si tomaba el estrado, el cancelaria el juicio completamente.

Efectivamente así sucedió, aun y cuando no testifiqué y el nombre de Pérez Molina no se volvió a mencionar, el juicio fue suspendido de todas maneras porque la oligarquía y el ejército comenzaron a darse cuenta que si el juicio se prolongaba demasiado, con los testigos relatando las masacres del ejército, eso les dañaría políticamente –les estaba causando un tremendo daño con el público, entonces decidieron suspenderlo.

El juicio estuvo muerto por dos semanas, pero fue resucitado debido a las protestas de los activistas guatemaltecos, organizaciones internacionales de los derechos humanos, y de algunas personas en el Congreso de los EEUU que intervinieron y ejercieron presión. El juicio fue entonces reanudado y se le permitió llegar a un veredicto.

Pérez Molina está muy temeroso de que lo pueda pasar. En la noche después del veredicto el dio una  entrevista en CNN en Español donde fue presionado por Fernando del Rincón a cerca de las entrevistas que tuvo con migo durante el periodo de las masacres a mediados de la década de los 80, y de su papel en las mismas. Tan pronto como Rincón empezó a preguntar a cerca de eso la señal desde el palacio presidencial a CNN se interrumpió.

En los estudios de CNN hubo desconcierto. La señal permaneció interrumpida por varios minutos. Cuando la señal retornó, Pérez Molina había recuperado la cordura, con vehemencia el empezó a refutar la pregunta, rehusándose a dar una respuesta. Al final, dijo el, usted tiene que entender que los guerrilleros habían reclutado a familias enteras como colaboradores –ellos tenían a mujeres y niños como colaboradores. Parecía que estaba dando una razón para el asesinato de familias.

Después de que terminó la entrevista –en ese momento me encontraba en Guatemala- me puse a ver la segunda parte de la misma. El acceso  a la entrevista en el website de CNN había sido bloqueado en Guatemala, pero algunas personas se las ingeniaron para grabarla y la subieron a You Tube. La polémica entrevista con Pérez Molina obtuvo más de 20,000 visitas en cuestión de horas, lo que en el caso de Guatemala es una gran cantidad. Fue una sensación. Todo el mundo hablaba de eso. Luego, inexplicablemente esas entrevistas en You Tube desaparecieron.

La última noche di una entrevista en el mismo programa de CNN en Español. Sé que gente en Guatemala han intentado subirla a You Tube. Veremos cuanto tiempo duran ahí. Evidentemente, Pérez Molina, está muy preocupado a cerca de todo esto.

DB: En este momento ¿qué clase de evidencia podría surgir a cerca de la relación de EEUU con la maquinaria asesina guatemalteca?

AN: Todo empezó desde arriba. [Ronald] Reagan personalmente respaldó a Ríos Montt, se reunió personalmente con él y lo llamó un hombre de gran integridad personal, dijo que estaba siendo calumniado sobre derechos humanos. Los EEUU tenían personal norteamericano trabajando dentro de la G2, la unidad de inteligencia militar que se encargaba de seleccionar a sus objetivos para ser asesinados y desaparecidos. La CIA tenía en su nómina de pagos a muchos de los oficiales de alto rango de ejército y a su liderazgo. El agregado militar de EEUU en Guatemala proporcionaba asesoramiento al ejército.

El coronel George Menas me informó que el ayudó en esa época a desarrollar la estrategia de las batidas que envió al ejército a todas esas aldeas en las montañas. Él dijo que había sido desarrollada conjunta mente con un tal general Benedicto Lucas García, y que los ataques habían sido parte de la sistemática estrategia de Ríos Montt.

Los Estados Unidos tenían a un Boina Verde asignado ahí a quien entrevisté y a quien inclusive acompañé en una maniobra. Él estaba entrenando a los militares guatemaltecos en, según sus propias palabras, como “destruir pueblos”. Los EEUU proporcionaba armas, bombas, granadas, aviones, helicópteros –y lo que a ti se te ocurra.

Los EEUU también hicieron los arreglos para que Israel participara y se convirtiera en el principal abastecedor de equipo militar al ejército de Guatemala, en particular rifles de asalto -el rifle automático Galil. Esto fue debido a que la administración estaba en problemas con el congreso, el cual no estaba de acuerdo con muchos de los planes para ayudar al ejército de Guatemala, entonces decidieron pasar por alto al congreso utilizando directamente al gobierno de Israel. Esa táctica se inició con la administración Carter. Fue [National Security Advisor Zbigniew] Brzezinski quien ayudó a montar esa estrategia. Mientras los crímenes continuaban, los EEUU estaban apoyando a los militares Guatemaltecos de múltiples maneras.

Esa clase de acciones que respaldan un crimen son ellas mismas un crimen. Es similar a lo que dijo el presidente George W. Bush sobre el terrorismo –si armas a un terrorista, eres un terrorista. En eso, pienso que él está en lo correcto. ¿Si le das armas a un genocida, en qué te convierte eso? Esto ciertamente llevaría a la formulación de cargos criminales en  tu contra. Las cortes de EEUU deberían formular cargos criminales contra estos oficiales de EEUU que todavía sobreviven, como es el caso de Elliott Abrams, uno de los principales diseñadores de las políticas para Centro América de la administración Reagan.

Hubo docenas de otros funcionarios muy importantes en el gobierno de los EEUU participando en la formulación de políticas para la región al tiempo que se estaban cometiendo estos crímenes. No sabemos la magnitud de la complicidad de EEUU porque  (aunque existen algunos documentos de EEUU que se ha hecho públicos bajo el Acta de Libertad de Información, Freedom of Information Act) todavía existen una gran cantidad de documentos que permanecen clasificados, entre los que se incluyen comunicaciones entre Ríos Montt y su ejército así como comunicaciones dentro del ejército guatemalteco, interceptadas por la Agencia de Seguridad Nacional de los EEUU.

Una cosa interesante que salió a luz durante el juicio, después de dar su testimonio los testigos, fue que un número substancial de ellos relataron haber huido a las montañas y ser bombardeados, atacados y ametrallados desde aviones y helicópteros de EEUU. Durante el momento de estos hechos yo sabía de algunos casos en que esto estaba pasando, pero según el testimonio de los testigos, estos ataques desde aviones y helicópteros de EEUU fueron más frecuentes de lo que suponíamos en ese momento. Esto es un ejemplo de cómo todavía nosotros no sabemos toda la historia –cuan vasta fue la complicidad de los EEUU en estos crímenes.

DB: Tu elaborastes una historia sobre Héctor Gramajo, el general que sirvió en el ejército bajo Ríos Montt y fue una figura clave en las matanzas del altiplano. El obtuvo una maestría en Harvard Kennedy School. Le hice una llamada a la persona encargada de las relaciones publicas en ese lugar y le pregunte si el sabía que los estudiantes eran compañeros de clase de un asesino en masa. La respuesta fue, “Yo no sé a cerca del asesino en masa, pero parece que a los estudiantes les cae bien”. Esto sugiere una lamentable amistad, en relación a lo que sucedió.

AN: Si. La red de colaboración entre los Estados Unidos –no solo del gobierno, sino además de otras instituciones poderosas- y los asesinos en masa en Guatemala, como en muchos otros países, es muy extensa. El general Gramajo fue uno de los generales de más alto rango bajo Ríos Montt y fue uno de los responsables de esas masacres. Él fue traído a Harvard en donde se le preparó para la presidencia, después de Harvard el retornó a Guatemala y participó en las elecciones para presidente.

Mientras estaba en Harvard, en su toga de graduación, se le hizo saber de una demanda en su contra. Varios de los que trabajamos para el Center for Constitutional Rights estuvimos en capacidad de ayudar a montar una demanda en contra de Gramajo, bajo la Alien Tort Claims Act (Ley de Reclamación por Agravios contra Extranjeros), una demanda civil, porque en este país no se puede interponer  una demanda criminal. Es posible interponer una demanda bajo esta ley la cual recientemente ha sido drásticamente restringida por una resolución de la Corte Suprema de Justicia del juez Roberts, por lo que ahora resulta más difícil usar esta ley de lo que era en la década de los 90.

Bajo esta demanda civil, Gramajo tenía que enfrentar juicio en una corte federal de los EEUU por su papel en las masacres y en crímenes contra la humanidad. La corte le ordenó pagar una compensación monetaria por daños, por valor de 11, 12 o 13 millones de dólares. Él no se presentó, ni tampoco pagó el dinero, el salió del país y retornó a Guatemala. El caso dañó sus posibilidades de ser presidente. Esto es un buen ejemplo de cómo Harvard, sabiendo perfectamente quien era él, le brindó la oportunidad de estudiar en ese lugar.

Pero esto pasa todo el tiempo. Ríos Montt trabajó personalmente con una iglesia evangélica que tuvo sus orígenes en los EEUU, llamada la Iglesia del Verbo. La primera vez que entreviste a Ríos Montt fue en el palacio presidencial, un par de semanas después de capturar el poder, y él dijo, “Yo voy a conseguir un billón de dólares de Pat Robertson”. Dudo que Pat Robertson le haya dicho eso, pero eso es lo que Ríos Montt dijo, y ambos trabajaron muy cercanamente. En ese entonces él tenía el respaldo del congresista Jack Kemp.

Hoy en día el principal portavoz político de Ríos Montt es su hija, quien está casada con un ex congresista de EEUU proveniente de Illinois, ella es una ex miembro del congreso de Guatemala, y estaba considerada como una futura candidata presidencial. Ríos Montt no es lo que parece, un monstro aislado que permanece fuera de la órbita de los estados Unidos.

Algunas informaciones de prensa lo describen de esta manera –Estados Unidos es el virtuoso observador, atento a lo que Ríos Montt hizo y diciendo estamos conmovidos por estas terribles cosas que pasaron y apoyamos el juicio. No. Ríos Montt era el hombre de Washington. Ellos lo han abandonado ahora como a muchos otros en el pasado, Noriega, Gaddafi, Saddam, Marcos y varios más. Pero incuestionablemente él fue el hombre de Washington, y no solo Washigton, también de otras instituciones de la elite.

DB: Allan Nairn, muchas gracias por tu trabajo. Pase lo que pase, este ha sido ya un caso significante, un caso que sienta un precedente para los derechos humanos, y particularmente para la gente indígena.




Traducido del inglés por Marvin Najarro



Dennis J. Bernstein es el anfitrión del programa “Flashpoints” en la cadena de radio Pacifica y es el autor de Special Ed: Voices from a Hidden Classroom. Ustedes pueden a acceder al archivo de audios en www.flashpoints.net.












Publicado por LaQnadlSol
CT., USA.

lunes, 20 de mayo de 2013

GUATEMALA EN LA ENCRUCIJADA




La condena por genocidio del ex dictador guatemalteco Efraín Ríos Montt ha puesto el respecto por los derechos humanos en Guatemala en una encrucijada, invalidar el dictamen como una opción y la otra ampliar la investigación a los cómplices de Ríos Montt en Guatemala y en los Estados Unidos. Hace unas horas la Corte de Constitucionalidad tomó la primera opción, invalidar la sentencia. El siguiente artículo es la primera parte de la entrevista que le hiciera Dennis J. Bernstein al periodista Allan Nairm, publicada en fecha 20 de mayo por el website de la revista Consortium News.



LA JUSTICIA GUATEMALTECA 
EN LA ENCRUCIJADA

Periodista Allan Nairn

Por Dennis J. Bernstein

En una histórica decisión una corte guatemalteca declaró culpable de genocidio y crímenes contra la humanidad al ex hombre fuerte y cercano aliado de los EEUU, Efraín Ríos Montt, sentenciando al general de 86 años de edad a 80 años en prisión.

El periodista Allan Nairn, quien ha cubierto la historia del genocidio en Guatemala desde la década de los 80, estuvo en la corte durante el reciente veredicto y le comentó a Dennis J. Bersntein en esta entrevista que en este momento hay dos batallas que están teniendo lugar. Aquellos que lucharon para que se condenara a ríos Montt –muchas veces arriesgando sus propias vidas- están presionando para que se amplié la investigación, para que se enfoque en otros asesinos en masa apoyados por los EEUU en la década de los 80, incluyendo al actual presidente, general Otto Pérez Molina.

Y por otra parte, está la poderosa oligarquía militarista de la extrema derecha guatemalteca, con sus manos ensangrentadas de las mismas matanzas de las que se culpa a Ríos Montt, que luchan porque su condena sea anulada por una corte superior en Guatemala.

Además existe la cuestión de la complicidad de los Estados Unidos en las atrocidades cometidas contra los derechos humanos en Guatemala durante la administración Reagan y, más recientemente, la decisión de invitar a uno de los generales de más alto rango de Ríos Montt para que estudiara en Harvard University’s Kennedy School.


Primera Parte

DB: Allan, ¿nos puedes hablar a cerca del veredicto y de la significancia de la decisión del tribunal?

AN: Lo que sucedió es que alguien finalmente, e imparcialmente, hizo que la ley se cumpliera  y se castigara a los perpetradores de los asesinatos cometidos durante la guerra civil en Guatemala. En este caso los asesinatos fueron las masacres llevadas a cabo en el altiplano noroccidental de Guatemala contra la población Maya Ixil, y el perpetrador fue un general, un dictador militar apoyado por los Estados Unidos. El general Efraín Ríos Montt.

Normalmente, en cualquier país del mundo, un perpetrador, un asesino que ocupa una posición de esa naturaleza y cuenta con semejante apoyo, se sale con la suya. Pero en este caso, no sucedió así. El general Efraín Ríos Montt fue encontrado culpable y condenado a 80 años en prisión. En estos momentos él está en prisión, aunque hospitalizado en una unidad militar por una supuesta enfermedad, sin embargo, el permanece encerrado. En varios sentidos esto representa un avance significativo. Es la primera vez que algún país logra enjuiciar a un ex presidente por cargos de genocidio haciendo uso de sus propios tribunales de justicia.

Más importante aún, este es un juicio desde abajo. No es un caso de justicia de los victoriosos donde el que gana la guerra enjuicia al perdedor. Este es un caso de los sobrevivientes cuyo movimiento fue aplastado, pero fueron capaces de persistir haciendo uso de cualquier recurso legal existente dentro del sistema para lleva a la justicia a uno de los asesinos, un asesino que representa al orden social que todavía está en el poder. Los mismos individuos y otros de la misma calaña que gobernaron Guatemala en 1982 y 1983 la gobiernan hoy en día. Son el ejército y los oligarcas; las cámaras de comercio, industria y finanzas. Pero ha sido debido al coraje y lucha de los sobrevivientes de las masacres, que se ha abierto suficiente espacio político en Guatemala como para que personas honestas hallan llegado a ocupar posiciones de importancia dentro del sistema judicial, haciendo posible que el juicio procediera. Es además un avance significativo en la lucha contra el racismo y por los derechos de los indígenas.

Cuando ríos Montt capturó el poder en un golpe de Estado inmediatamente tomó dos medidas. El ejército estaba asesinando a civiles –lo habían estado haciendo por muchos años. Pero ríos Montt cambio esa estrategia, inmediatamente ordenó disminuir los asesinatos urbanos de líderes nacionales en la ciudad capital, los cuales se habían vuelto políticamente contraproducentes.

En su lugar, el hizo que la masacres que estaban teniendo lugar en el campo se volvieran sistemáticas. Envió al ejército en operaciones de barridas sistemáticas por todas las aldeas del altiplano noroccidental en donde en ese momento se concentraba la mayoría de la población de origen Maya. Ríos Montt y su ejército los habían estigmatizado como intrínsecamente subversivos. Esa fue la razón por la cual la fiscalía pudo articular el cargo de genocidio de manera muy consistente.

Por su puesto que todo esto fue apoyado por los Estados Unidos. Los EEUU todavía no han alcanzado un grado de civilización política que Guatemala, especialmente la población Maya, quienes hicieron posible el juicio, ha logrado. Nosotros todavía no hemos enjuiciado a oficiales del gobierno de EEUU quienes han estado involucrados en otras similares matanzas de civiles alrededor del mundo y quienes hoy en día todavía lo están, pero tendrá que hacerse.

Los fiscales de EEUU deben inmediatamente convocar un gran jurado en relación al genocidio guatemalteco. Ellos tienen que cumplir con su responsabilidad en asistir a los fiscales guatemaltecos, divulgándoles los documentos internos de EEUU relacionados con las masacres, todo lo que existe en la CIA, el Departamento de Estado, el Pentágono y la Casa Blanca. Los fiscales de EEUU tienen que movilizarse para procesar a todos los oficiales estadounidenses de esas agencias, aquellos que todavía viven, quienes participaron como cómplices, o algo peor, en estos crímenes. Según continúen las investigaciones de las autoridades guatemaltecas, los fiscales de EEUU deben estar dispuestos a extraditar a cualquier oficial de EEUU que sea requerido por la justicia guatemalteca.

DB: Como tú dices, este fue un alevoso ataque asesino sobre la gente indígena del altiplano. Entre los testimonios más conmovedores estuvo el de Rigoberta Menchu, Premio Nobel de la Paz. ¿Por qué fue importante su testimonio, y puedes recordarle al público quien es ella?

AN: Rigoberta fue una activista galardonada con el Premio Nobel de la Paz. El sistema criminal guatemalteco funciona de diferente manera al de EEUU. En los estados Unidos, aunque un ciudadano de manera individual puede presentar una demanda civil contra cualquiera, ellos no pueden accionar criminalmente en contra de alguien para que sea enviado a prisión. Únicamente el Estado lo puede hacer. Pero en Guatemala, se le permite a un ciudadano individual accionar criminalmente en contra de otro si ellos pueden convencer a los fiscales del Estado y a las cortes para que tomen cartas en el asunto. Hace algunos años, Rigoberta Menchú, inicio procesos legales contra varios generales y coroneles por su papel en las matanzas, uno de ellos era Ríos Montt.

Sus casos fueron bloqueados en Guatemala, pero uno de ellos fue eventualmente tomado en España por la Audiencia Nacional. Bajo la ley internacional, los crímenes contra la humanidad, tales como genocidio, pueden ser procesados en las cortes de otros países ya que son considerados una grave amenaza para la humanidad misma. La corte española tomó el caso muy seriamente y hasta la fecha está muy activa. Ellos han tratado de extraditar a varios generales  guatemaltecos a España, pero no han tenido éxito. El trabajo realizado en ese caso ayudó a preparar el terreno para el caso contra Ríos Montt que ha resultado en la sentencia en Guatemala.

El caso particular en contra de Ríos Montt estuvo basado en un escenario muy estrecho –las masacres que tuvieron lugar en un periodo particular en la región ixil del altiplano noroccidental, diferente de la región de donde Rigoberta y su familia provienen. El juicio se desarrolló únicamente sobre la base de los 1,771 asesinatos porque la fiscalía fue capaz de conseguir los nombres de las 1,771 víctimas asesinadas por el ejército de Guatemala.

En muchos casos las osamentas de las víctimas fueron exhumadas y los expertos forenses fueron capaces de ligar esas osamentas con los nombres de las víctimas. Pero el caso está lejos de darse por concluido, pues la oligarquía, los militares en servicio y retirados, pero especialmente la oligarquía, están tratando que el caso sea anulado. La Corte de Constitucionalidad, que es la de más alto rango en Guatemala, estaba supuesta a emitir un fallo que podría haber resultado en la anulación del caso y la inmediata libertad de Ríos Montt.

El fallo fue pospuesto hasta el lunes. La Corte de Constitucionalidad no es tomada seriamente como un cuerpo legal -es toda una herramienta política del ejército y de la oligarquía. En estos momentos existe un gran forcejeo político dentro de la clase política guatemalteca a cerca de si tomar el riesgo político de anular el veredicto.

Se dio un paso enorme, fue un gran acontecimiento. Si ellos tratan de anularlo o retrotraerlo, habrá una gran reacción negativa de parte del público guatemalteco e internacionalmente. Pero los líderes de la oligarquía son muy celosos de sus privilegios, entre los que se incluye su derecho a considerarse ellos mismos como superiores y continuar tratando a la gente indígena como menos que plenos ciudadanos y menos que humanos.

En muchas de las comunidades indígenas en donde tuvieron lugar las masacres de la década los ‘80’, la gente todavía sobrevive con unos cuantos dólares al día. Las tasas de malnutrición y mortalidad infantil son extremadamente altas. La gente no puede obtener los ingresos suficientes de las micro parcelas de maíz que ellos trabajan, por lo que tienen que migrar a la costa para trabajar en las plantaciones durante la temporada de cosechas para tratar de alimentar a sus familias.

Más importante aún, la oligarquía quiere seguir conservando la prerrogativa de asesinar gente cuando ellos sienten que es necesario, aun y cuando hoy en día en Guatemala el ejército no comete las masacres rurales a las que ha estado acostumbrado. Ellos no asesinan a los activistas nacionales, como solían hacerlo. Pero fuera de la ciudad el asesinato de activistas locales continua –en particular la muerte reciente de activistas que han estado luchando contra los proyectos de minería de compañías canadienses y de los EEUU, traídas al país por el actual presidente, general Pérez Molina.

Las comunidades locales están resistiendo con vehemencia porque temen la contaminación y otros danos que la minería pueda ocasionar. Los ricos quieren tener el derecho de matar a la gente que protestan en su contra, y ellos temen –y tienen una base racional para sentir temor- que si se permite que el precedente del juicio contra Ríos Montt permanezca inalterable, podría limitar su estilo de vida, podría serles más difícil en el futuro asesinar a los trabajadores que tratan de organizarse en sus plantaciones, en sus fábricas o en sus minas, por lo tanto y en vista de lo mucho que hay en juego aquí no hay todavía certeza de que se permita la permanencia del veredicto.




Traducido del inglés por Marvin Najarro








Publicado por LaQnadlSol
CT., USA.

domingo, 19 de mayo de 2013

ATAQUE RADIOLÓGICO PREVENTIVO



Un ataque radiológico preventivo sobre Irán tendría otra víctima en lado de Israel: específicamente, la “relación especial” de Israel con los Estados Unidos. Repetidamente los líderes iraníes han dejado en claro de que en caso de ser atacado, las fuerzas armadas iraníes reaccionaran atacando a la quinta flota con miles de lanchas rápidas y otros vehículos letales, y además atacaran con sus misiles todas las bases militares estadounidenses en la región. Las bajas del lado estadounidense seran inevitables, algunas, en primer lugar, seran el resultado de la contaminación radioactiva generada por el bombardeo de las instalaciones nucleares de Irán. Se podría asumir, no sin razón, que con el tiempo las varias enfermedades y defectos de nacimiento que normalmente se asocian con la exposición a la radiación nuclear, tendrán un enorme impacto político. Antes de mucho, la población estadunidense extenuada por la guerra empezara a cuestionar si era necesaria tanta carnicería sufrida por los EEUU en otra guerra innecesaria provocada por Israel y el lobby judío.




GUERRA PREVENTIVA CON IRAN Y
EL PROVERBIAL GORILA DE LAS 800 LIBRAS



 Por Mahmoud Omidsalar
John F. Kennedy Memorial Library, California State University, Los Angeles

Las especulaciones a cerca de ataques aéreos contra las instalaciones nucleares iraníes se han vuelto rutina en los medios de prensa occidentales. Presumiblemente, estas instalaciones seran atacadas por los israelitas o por una fuerza de tarea conjunta israelí-estadounidense, como si los aviones enemigos pueden volar sin ningún impedimento dentro del espacio aéreo iraní. La mayoría de estas especulaciones dejan varios puntos sin mencionar. El primero es que, cualquier ataque a una instalación de enriquecimiento nuclear equivaldría a atacar a Irán con una “bomba sucia”, eso es, con una “arma radiológica” que combina la carga explosiva de la bomba anti bunker (bunker-buster) con el material radioactivo contenido en las instalaciones atacadas. Numerosos estudios occidentales, oficiales y semioficiales, concuerdan en que un ataque de tal magnitud dispersaría cantidades masivas de  elementos altamente radioactivos en el medio ambiente de la región y, en el corto y largo plazo causaría “cientos de miles” de victimas como resultado de la exposición a la radiación nuclear. La Union of Concerned Scientists que utiliza un modelo desarrollado por el Pentágono, declara que después de un ataque a la instalación nuclear de Natanz en las proximidades de Isfahan, cerca de 3, 000,000 de civiles perecerán en las primeras dos semanas, y en las semanas subsiguientes los vientos predominantes en la región dispersaran la radiación a unas 35 millones de personas en Afganistán, Paquistán e India. (ver video)

Los efectos políticos adversos de un evento de esta naturaleza no necesitan mayor explicación. Esto me lleva a otro punto que ha sido olvidado. El rango de opciones que permanecen abiertas para Irán en caso de un ataque radiológico no es considerado adecuadamente. Es verdad que Irán no posee armas nucleares. Pero también es verdad que Irán posee la capacidad para fabricar una “bomba sucia” si alguna vez es atacado con una de esas. En el instante que Irán sea atacado con una “arma radiológica”, una línea roja habrá sido cruzada. Nadie que sepa algo a cerca de la historia de Irán y de su cultura creerá que las fuerzas armadas iraníes se van a quedar sentadas sufriendo el golpe. De acuerdo a la IAEA, Irán posee miles de toneladas de hexafloururo de uranio (conocido como “hex” en la industria nuclear). Esta es una substancia altamente toxica que forma cristales grises a temperatura y presión estándar, es altamente corrosivo en la mayoría de metales, y reacciona violentamente con el agua (Ver Wikipedia: hexafloururo de uranio). Si Irán es atacado con “bombas sucias”, los iraníes tienen la opción de retornar el favor atacando con sus propias “bombas sucias”. En otras palabras, cualquier ataque a las instalaciones nucleares iraníes será respondido por un devastador ataque sobre Israel y sus aliados en la región, todos los cuales están perfectamente al alcance de los misiles y drones iraníes. Un misil armado con una ojiva radiológica, aun si es interceptado en el aire, será tan destructivo como uno que logre hacer impacto.

Los sistemas de defensa contra tales armas resultarían insignificantes porque independientemente de si aterricen o sean derribadas la devastación será enorme. Sería un error fatal pensar que Irán se quedará de brazos cruzados de cara a una agresión radiológica. Una vez cruzado ese umbral, cambian todos los cálculos y todas las razones para actuar con mesura seran eliminadas. Este puede ser el mensaje en declaraciones como, “atacar a Irán será el último error de Israel” (general Vahidi, ministro de Defensa de Irán). En vista de lo anterior, las declaraciones de Ehud Barack de que en caso de una guerra con Irán, las bajas israelíes serian no mayores a 500, podría resultar en una catastrófica equivocación. Por lo tanto, un consejo sensato a los israelíes seria: ¡No se adentre en un desierto del cual puede que no emerja!

Irán e Israel, sin tener en cuenta la baladronada de los halcones israelíes y de sus partidarios en AIPAC (American Israel Public Affairs Committee), quienes rutinariamente subestiman las capacidades de contraatacar de Irán, han alcanzado ya un balance de terror. Lo que gobierna el balance de poder existente entre Irán e Israel es lo que gobernó el balance militar entre los Estados Unidos y la Unión Soviética, i.e., el principio de Mutually Assured Destruction , Destrucción Mutua Asegurada, (MAD, por sus siglas en ingles). Irán no tiene las ojivas nucleares que Israel posee, sin embargo, Irán tiene la capacidad para suministrar el mismo tipo de devastación nuclear sobre Israel que los israelíes y sus aliados proponen desatar sobre Irán y sus vecinos.

Otro de los tópicos que rutinariamente es discutido por los especialistas occidentales  en sus especulaciones a cerca de la “guerra con Irán” es si, los iraníes cerraran el Estrecho de Ormuz. Ciertamente los líderes militares y políticos de Irán han mencionado esa posibilidad como una opción. Sin embargo, si la idea es negarles el petróleo a los países de occidente aliados de Israel, la movida más fácil sería bombardear todas las instalaciones petroleras árabes, la mayoría de las cuales son vulnerables a los ataques y sabotajes de Irán. De acuerdo a Robert Baer, quien sirvió como agente de la CIA por más de dos décadas en el Medio Oriente, la parte árabe del Golfo Pérsico es el blanco perfecto debido a la gran cantidad de instalaciones petroleras. Aun un ataque moderadamente exitoso sobre la instalación petrolera de Abqaiq en Arabia Saudita, un escenario considerado por los estrategas de la era de Reagan, sacaría de circulación millones de barriles de petróleo causando un daño severo, difícil de reparar inmediatamente (ver Sleeping with the Devil, pp.xv-xxix). Si Irán apunta a bloquear el transporte de petróleo al mundo, suficiente sería con eliminar las instalaciones petroleras árabes en lugar de cerrar el Estrecho de Ormuz que bloquearía su propia salida.

En una guerra con Irán, la 5ª. Flota estadunidense, Arabia Saudita, los estados petroleros del Golfo Pérsico  y sus instalaciones quedarían prácticamente a merced de los ataques del aguerrido ejército iraní. Los sauditas quizás acepten la exagerada noción de su poderío militar, pero en realidad su ejército nunca ha peleado una guerra. De hecho, durante su última participación en la Guerra del Golfo Pérsico (1990-91) los soldados sauditas arrojaron sus armas y huyeron despavoridos (The Devil We Know, 2008, p.137). Tener armamento sofisticado no es lo mismo que tener la habilidad o el estómago para combatir. La implicación de todo esto es que la distancia que separa a los Estados Unidos y sus aliados de Irán no necesariamente aumenta su ventaja estratégica en caso de una guerra con Irán. Partes muy significativas de su infraestructura energética, i.e., las instalaciones del petróleo árabe se encuentran expuestas a los ataque iraníes. Occidente no puede confiar en sus aliados árabes en el Golfo Pérsico ya que la mayoría de estos, en vez de estados que han evolucionado históricamente, no son más que entidades familiares y una mescolanza de tribus que se hacen pasar por países.

Aun más, contrario a la historia de Irán, poseedor una mitología secular en su épica nacional -The Books of Kings (escrito alrededor del año 1000 D.C)- y una larga historia política como sustento, estos sheikhdoms (territorios gobernados por jeques) no están diseñados para resistir  crisis políticas prolongadas y pueden ser desestabilizados muy fácilmente. Todas estas opciones estarán a disposición de Irán si es arrinconado y obligado a pelear con su espalda contra la pared.

Un ataque radiológico preventivo sobre Irán tendría otra víctima en lado de Israel: específicamente, la “relación especial” de Israel con los Estados Unidos. Repetidamente los líderes iraníes han dejado en claro de que en caso de ser atacado, las fuerzas armadas iraníes reaccionaran atacando a la quinta flota con miles de lanchas rápidas y otros vehículos letales, y además atacaran con sus misiles todas las bases militares estadounidenses en la región. Las bajas del lado estadounidense seran inevitables, algunas, en primer lugar, seran el resultado de la contaminación radioactiva generada por el bombardeo de las instalaciones nucleares de Irán. Se podría asumir, no sin razón, que con el tiempo las varias enfermedades y defectos de nacimiento que normalmente se asocian con la exposición a la radiación nuclear, tendrán un enorme impacto político. Antes de mucho, la población estadunidense extenuada por la guerra empezara a cuestionar si era necesaria tanta carnicería sufrida por los EEUU en otra guerra innecesaria provocada por Israel y el lobby judío.

Por lo tanto, la interrogante que AIPAC y los estrategas israelíes querrán contemplar es: “¿cuantos veinte y pico con enfermedades a causa de la radiación seran necesarios para terminar con la relación especial entre los EEUU e Israel?” ¿Vale la pena arriesgar la pérdida del vasto y preferible balance de poder existente entre ambos países, promoviendo una guerra preventiva sobre la base de la falsa premisa de que Irán representa una amenaza existencial para Israel? La amenaza existencial a Israel no viene de los militares iraníes; viene de la propia arrogancia israelí.

No importa desde que ángulo uno observe el problema de apresurarse a una confrontación militar con Irán, el resultado se presenta horroroso. Los potenciales desastres asociados con buscar una solución que no sea la diplomática son tan enormes y demasiado peligrosos como para correr el riesgo.


Traducido del inglés por Marvin Najarro


Mahmoud Omidsalar obtuvo su doctorado en Literatura Persa de la University of California, Berkeley en 1984, en 1990 paso a formar parte como editor consultor de la Encyclopedia Iranica. En el 2006, fue nombrado al Supreme Council of the Center for the Great Islamic Encyclopedia (Tehran). Conjuntamente con el fallecido Iraj Afshar edito las series Folia Medica Iranica and Persian Manuscripts en Facsimile. Sus libros más recientes en ingles son: Poetics and Politics of Iran’s National Epic, the Shāhnāmeh (New York: Palgrave Macmillan, 2011), and Iran’s Epic and America’s Empire: A Handbook for a Generation in Limbo (Santa Monica: Afshar Publishing, 2012).











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