No me preocuparía del terrorismo, los anarquistas
no son terroristas, como ingenuamente nos hace pensar cierta “oposición”
acrítica, o los mismos medios de información y el gobierno. Lo que sí debería
de preocuparnos es la ambigüedad en la noción de terrorismo, y por su
elasticidad, que le permite a todo gobierno catalogar como terrorista a
cualquier grupo que considere amenazante a su dominio.
Costa Rica
COLONIA BAJO ESTADO DE SITIO
Por Bryan
González
Costa Rica no es
una nación soberana, es una colonia, sin dignidad alguna. Mientras América
Latina responde, protesta y condena las declaraciones de John Kerry, quien afirma que América Latina es el patio
trasero de EEUU, llegando incluso a expulsar de los países, a la nociva USAID, como es
el caso de Bolivia. Pero en Costa Rica eso no es noticia, ni
siquiera importa, nuestro colonialismo opaca cualquier sentido crítico, acá
celebramos la “visita” del presidente de EEUU, un genocida. Mientras en el
resto del continente condena el intervencionismo, la dominación y el exterminio
sistemático que comete el gobierno estadounidense, acá sencillamente pensamos
que Obama, tiene toda la autoridad moral para hablar de Derechos Humanos.
Durante la visita
del gran tirano no sólo haremos gala de nuestro colonialismo mental, sino que
se evidenciará una peculiaridad de nuestra colonia, que se encuentra bajo
estado de sitio. El estado de excepción pasa a ser explícito cuando la Comisión
Nacional de Emergencias (CNE) emite la “alerta verde preventiva” por la visita de tan atroz personaje.
Resulta interesante lo que la CNE entiende por “alerta”:
“El estado
anterior a la ocurrencia de un desastre que se declara con el fin de que los
organismos activen procedimientos de acción preestablecidos y para que la
población tome precauciones específicas debido a la inminencia de un evento
previsible”.
Dudo que el
desastre inminente sea algún aguacero, que sería más que deseado en estos
momentos de terrible sequía, de la que nadie habla o se queja. Sequía que
curiosamente no ha activado ningún tipo de alerta en el CNE, y por tanto quizás
no se ha formulado ningún plan de gestión del riesgo. Sin embargo, resultan
interesantes las noticias que comienzan a reproducir los medios de información
(y vale destacar que no sólo informan sino atacan y violentan la integridad física de
manifestantes),
curiosamente desde los atentados en Boston, y por la visita del tirano. En
primer lugar, 20 bombas incendiarias, en los alrededores del edificio de la
Gestapo nacional, la Dirección de Inteligencia y Seguridad Nacional (DIS), en
San José.
Aparte de ser
temporada de mangos, también lo es de extraños artefactos explosivos, como el encontrado y destruido el día
anterior a la visita. El artefacto también fue hallado en San José. ¿Pero
quiénes pueden estar de todo esto? La respuesta es obvia, el gobierno, pero
este, no lo va a aceptar y por eso le echará la responsabilidad a algún
incómodo grupo. Curiosamente para este 1° de mayo, la policía decomisó “artefactos explosivos” a su principal chivo expiatorio, los
anarquistas. Preocupa que el seguimiento a estos grupos haya conducido a
catalogarlos como “grupos de interés” e, inmediatamente vigilados por los servicios secretos estadounidense y más aún que la Fuerza Pública declare
como “actos terroristas” lo vivido en este día. Mientras vemos
cómo los medios de información y el gobierno han logrado aislar y criminalizar a los movimientos
anarquistas
–criminalización ingenuamente reproducida por otros movimientos sociales-, se
inserta al país de forma contundente a la guerra contra el terrorismo, otro de
los propósitos de la visita del gran tirano, pues, no hay cabida para la
neutralidad en esta guerra de todos contra todos.
No me preocuparía del terrorismo, los anarquistas no son terroristas, como
ingenuamente nos hace pensar cierta “oposición” acrítica, o los mismos medios
de información y el gobierno. Lo que sí debería de preocuparnos es la
ambigüedad en la noción de terrorismo, y por su elasticidad, que le permite a
todo gobierno catalogar como terrorista a cualquier grupo que considere
amenazante a su dominio.
Aparte del peligro
de que Costa Rica se inserte de lleno en la guerra contra el terrorismo a
escala internacional, pues hará al país blanco de ataques reales, es
preocupante a lo interno, pues se está tendiendo a un acelerado proceso de
consolidación del Estado Policial, y la visita del presidente Obama, ha sido la
excusa perfecta para hacer gala de este tipo de estado que opera bajo la
excepcionalidad y la represión.
El gobierno y los
medios lo celebran con bombos y platillos: el operativo de seguridad más grande en la
historia del país.
Por esta visita, San José se encuentra ocupado militarmente, y sólo nos dicen que durante la visita, la capital estará tomada. El poder soberano en estas tierras, la
embajada de EEUU, tácitamente declara toque de queda, y nos invita a no salir de nuestras
“casa-prisión”, para evitar así la implementación de “medidas extraordinarias”.
El encargado colonial de la seguridad, también “recomendó” a la empresa privada
suspender actividades, por el despliegue militar. Servicios públicos, como hospitales, bancos y demás, quedan suspendidos, al igual que nuestras
garantías constitucionales. Los habitantes de las inmediaciones por donde
desfilará el gran tirano en su limosina-tanque, han sido investigados por la policía, como si fuesen delincuentes. En nuestros
cielos, en los que antes descansaba la paz, ahora sobrevuelan helicópteros de
guerra, Black Hawk, medida que tomó el gobierno de EEUU, en su
atribución imperial de gobernar en sus colonias, hasta se dio a la tarea de
preparar toda una bienvenida, con policías municipales mostrando carteles de
recibimiento. Exadministradores coloniales solicitan a la población no protestar
durante la visita, y que asuman pacíficamente su colonialidad.
Costa Rica está
bajo estado de sitio, San José, su capital, se encuentra bajo ocupación
militar. El gobierno de EEUU sostiene que no viene a negociar. El objetivo de la visita es el control militar del Caribe, región de gran importancia
geoestratégica para EEUU, principalmente por la gran cantidad de recursos
estratégicos que hay en la zona, especialmente en Venezuela. Todo esto oculto
bajo la retórica de la guerra contra el narcotráfico, guerra declarada para
nunca ser ganada. Otra de las razones de la visita de Obama es el de la
consolidación del Proyecto Mesoamérica, mecanismo que le asegura a EEUU el
abastecimiento y control de los recursos locales. Por último, otra de las
razones podría ser la consolidación de la industria aeroespacial en
Centroamérica, aspiración de Costa Rica, por lo que no extraña la visita del exaustronauta Franklin Chang a la Casa
Blanca, así como su repentina visita al país para participar en la reunión con Obama. Chang, no figura como héroe, tal como se le representa en
el imaginario nacional, sino como presidente de Ad Astra Rocket Company,
empresa que desarrolla el motor de plasma, y que cuenta con estrechos vínculos con
empresas como ATK, que es parte del complejo militar industrial estadounidense.
Todo parece
indicar que el grado de represión inimaginable que Obama ejerce contra su propia población, se ciñe ahora contra todos nosotros. ¿Es
el estado de sitio en Boston, una referencia para la administración
colonial en Costa Rica? ¿A esto se debe el interés del viceministro de
Seguridad así como estudiante e instructor de la Escuela de las Américas,
Walter Navarro, de que la ciudadanía delate a toda persona sospechosa por su apariencia, pero
sobre todo, por su pensamiento?
Estamos bajo de
estado de excepción, todas nuestras libertades y garantías constitucionales
(las de la población total del país), han sido suspendidas en nombre de quien
representa la mayor amenaza para todas las formas-de-vida de este planeta: los
EEUU.
Publicado por LaQnadlSol
CT., USA.
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