viernes, 30 de enero de 2015

Don Balvino Rodríguez, el revolucionario más antiguo de América Latina

A sus 90 años, Don Balvino Rodríguez se desempeña como Secretario General de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URGN) de Asunción Mita, Jutiapa, Guatemala. Es incluso de mayor edad que Fidel Castro, con la diferencia que la revolución guatemalteca no fue una revolución triunfante y por eso no se le conoce como debiera justamente ser conocido. Es mayor en edad  que Mujica de Uruguay y de mayor edad que Marulanda fallecido hace algunos años en Colombia. Don Balvino es una persona de ideales, no un idealista. Porque no es un iluso, ingenuo o inconsciente. Sabe perfectamente lo que quiere: la construcción de una patria socialista para vivir mejor y en paz. Cree en la unidad de las fuerzas progresistas y democráticas, con la firmeza y la lealtad de sus convicciones. 


DON BALVINO RODRÍGUEZ, EL REVOLUCIONARIO
MÁS ANTIGUO DE AMÉRICA LATINA


Por Luciano Castro Barillas

No es necesario buscar en otras latitudes héroes revolucionarios. Aquí en Guatemala los tenemos. Son hombres humildes y ejemplares que han sabido llevar su vida con dignidad, algo que cuesta en un país como el nuestro desbordado por el oportunismo. Por la búsqueda inescrupulosa del ascenso social, la conquista de la comodidad y la exhibición de la opulencia. Toda una imitación de parte de las capas medias de la vida ostentosa de los acaudalados. Por esto tanto narco, por eso tanto funcionarios que no cumplen con su deber, por eso tanto partido político, por eso tanto enredo donde las cosas podrían ser tan sencillas y descomplicadas. Por esos tantos, tantos, que es difícil enumerarlos; es que Guatemala está en la bancarrota.

Sin embargo, toda verdad es sencilla, toda verdad es directa, toda verdad no tiene complicación; pero no nos confundamos, una cosa es la simpleza y otra cosa es la sencillez. Eso es el compañero Balvino Rodríguez, un hombre sencillo de grandes ideas, o quizá un hombre de una sola idea a lo largo de sus 90 años: construir la democracia en Guatemala y una patria socialista. Ese ideal, esa aspiración, le ha mantenido activo, luchando a sus noventa años de edad. Sin flaquear, sin dar el piojito con este u otro partido político. Él solo ha tenido un único partido; la Revolución Guatemalteca. El nunca tuvo naipe de partidos políticos para jugar al póker de las mañas. El solo tuvo un corazón consistente y una menta clara de pensar qué es lo que necesita este país para salir adelante. Y en esa lucha se encuentra hasta el día de hoy.

Es el Secretario General de URNG de Asunción Mita. Es incluso de mayor edad que Fidel Castro, con la diferencia que la revolución guatemalteca no fue una revolución triunfante y por eso no se le conoce como debiera justamente ser conocido. Es mayor en edad  que Mujica de Uruguay y de mayor edad que Marulanda fallecido hace algunos años en Colombia. Ha dado tanto por la sociedad y ha recibido tan poco en términos materiales, porque vive en la aldea Estanzuela, de Asunción Mita, que le vio nacer un 15 de enero de 1925. Sigue con la frescura de sus ideales políticos y sus principios que no se mueven como el tronco de un roble centenario. Su natural inteligencia le hace ser amigo de la paz, de la prudencia, del recato y hace uso de la palabra justa y equilibrada a la hora de conversar, con el acento de una voz pausada, de un hombre educado por la Revolución.

Don Balvino es una persona de ideales, no un idealista. Porque no es un iluso, ingenuo o inconsciente. Sabe perfectamente lo que quiere: la construcción de una patria socialista para vivir mejor y en paz. Cree en la unidad de las fuerzas progresistas y democráticas, con la firmeza y la lealtad de sus convicciones.  Es un hombre con un absoluto sentido del deber y responsabilidad ciudadana. Y está aquí, entre nosotros,  llegando al final de sus días, con la frente erguida de dignidad política, sin andar de un partido a otro, sin querer nada para él; sin esperar nada de nadie, porque hace apenas unos pocos años dejó de labrar la tierra como todo un héroe del trabajo.

Don Balvino está aquí con nosotros y es preciso seguir esos ejemplos de dignidad y cordura en este mundo de locos, en estos tiempos del neoliberalismo,  de esa doctrina inhumana que tiene como último reducto en América Latina a tres países nada más: Colombia, Guatemala y México. En los demás países esa doctrina se ha escurrido o se está escurriendo ya por las tuberías de las aguas negras de la historia.






Publicado por La Cuna del Sol
USA.

jueves, 29 de enero de 2015

¿Tiene Soros un “Caballo de Troya” dentro del nuevo gobierno de Grecia?

Las señales de alerta que Varoufakis, el ministro griego de Finanzas nombrado por Alexis Tsipras, es un “caballo de Troya” de los banqueros globales son abundantes. En primer lugar, Varoufakis se desempeñó como asesor económico del fracasado gobierno social democrático de PASOK, del primer ministro George Papandreou, el hombre que se encargó de ser el primero en poner a Grecia en el camino de las draconianas medidas de austeridad.


¿TIENE SOROS UN “CABALLO DE TROYA” 
DENTRO DEL NUEVO GOBIERNO DE GRECIA?


Por Wayne Madsen

Mientras Grecia celebra la inauguración de su gobierno contra la austeridad, la euforia debe ser atemperada con un poco de realismo. Aunque el nuevo primer ministro Alexis Tsipras, quien nombró a su hijo “Ernesto” en honor al revolucionario cubano Ernesto “Che” Guevara, y la gran mayoría de su nueva Coalición Radical de Izquierda (SYRIZA) ahora en el gobierno tiene buenas credenciales izquierdistas y pro-laborales, no puede decirse necesariamente lo mismo del hombre que Tsipras escogió para ser el nuevo ministro de Finanzas de Grecia. Yanis Varoufakis es un ciudadano de Australia que fue educado en Gran Bretaña y trabajó como profesor en la Universidad de Texas. Europa ha sido testigo de este tipo de personas que con dobles nacionalidades, con lealtades en conflicto, toman el poder en los países de Europa del Este, sobre todo en Ucrania, donde la estadounidense Natalie Jaresko se convirtió en ministra de Finanzas con el fin de hacer tragar a Ucrania las “píldoras venenosas”  de la austeridad recetadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Central Europeo (BCE).

Hoy en día, las naciones de Europa oriental y central están pobladas con globalistas, manifiestos y ocultos, con muchos de ellos, como Varoufakis, siendo anteriormente ciudadanos o residentes legales de otras naciones. La ministra de Finanzas de Rumania, Ioana Petrescu, es graduada de Wellesley y Harvard y ex asociada del Instituto Nacional Republicano del Partido Republicano de los Estados Unidos y del neo-conservador y anti-ruso American Enterprise Institute (AEI). Ella también trabajo en el pasado como profesora en la Universidad de Maryland. Aunque las conexiones de Petrescu con la derecha de Washington parecen estar en contradicción con los vínculos de Varoufakis a la neoliberal Brookingns Institution, en el mundo de las “fantasías” de las diferencias políticas, Petrescu y Varoufakis son dos caras de la misma moneda. Cuando uno le sigue la huella al dinero que ayudó a crear a estos dos ministros de Finanzas, así como a Jaresko, todos los caminos conducen a Washington y entidades que maman de la teta de la Agencia Central de Inteligencia y su gran número de entidades fachada.

El currículum vitae de Varoufakis, como el de Jaresko, apesta a los lazos globalistas entrecruzados de George Soros. Para un ministro de Finanzas que esta supuesto –si creemos las serias advertencias de la prensa corporativa- a desafiar las medidas de austeridad dictadas anteriormente a los fracasados gobiernos conservadores y social demócratas de Grecia por la “Troika” del FMI, BCE y la Comisión Europea, Varoufakis ha tenido en el pasado una relación cercana con las entidades globales con las cuales se espera que batalle.

Varoufakis también sirvió como “economista en residencia” para Valve Corporation, compañía de videojuegos filial de la siempre sospechosa Microsoft Corporation del globalista en extremo Bill Gates.

Las señales de alerta que Varoufakis es un “caballo de Troya” de los banqueros globales son abundantes. En primer lugar, Varoufakis se desempeñó como asesor económico del fracasado gobierno social democrático de PASOK, del primer ministro George Papandreou, el hombre que se encargó de ser el primero en poner a Grecia en el camino de las draconianas medidas de austeridad. Varoufakis ahora afirma que se opuso vigorosamente al trato de Papandreu con la “troika”, pero nadie sabrá nunca hasta que punto estuvo de acuerdo el ahora anti-austeridad ministro de Finanzas, mientras trabajaba como asesor de Papadreou, sobre el curso de acción apropiado para resolver los enormes problemas de la deuda de Grecia.

Varoufaquis es un amigo cercano  del economista estadunidense y profesor asociado de la Universidad de Texas, James K. Galbraith hijo de la “eminencia gris” de los economistas norteamericanos, John Kenneth Galbraith. Los lazos de Galbraith con la élite de la banca mundial se ejemplifican con su posición de académico visitante en la elitista Brookings Institution de Washington. En otras palabras, si bien la biografía de Tsipras sugiere que es un izquierdista confiable, los antecedentes de Varoufakis indican que el nuevo ministro de Finanzas de Grecia se siente como en casa y cómodo con las élites bancarias que rebanaron el alma nacional de Grecia con una hoja afilada de recortes de austeridad a la seguridad social, la salud pública, y otros servicios públicos básicos.

El prólogo del libro de Varoufakis, “A Modest Proposal”, que se ocupa de la crisis financiera de Europa y que él coescribió con James Galbraith y con el ex miembro del Parlamento británico Stuart Holland, fue escrito por el ex primer ministro francés Michael Rocard. Rocard ha pedido a la UE designar a un “hombre fuerte” europeo y la elección de Rocard es el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, el mismo hombre que ha advertido al nuevo gobierno de SYRIZA respetar los acuerdos de austeridad acordados por PASOK y los pasados gobiernos conservadores.

Holland, un asesor del ex primer ministro griego, Andreas Papandreu, junto con el presidente francés François Mitterrand, ayudó a elaborar el Acta Única Europea de 1986, una de las cartas que ayudaron a crear el sistema financiero de la Unión Europea que se ha utilizado para consumir  la economía griega en  nombre de la austeridad.

El compromiso de Varoufakis para trabajar con el FMI y el sistema bancario europeo es obvio a partir de lo que escribió el ministro de Finanzas griego en su página web. Después de las llamadas de los escritores financieros estadounidenses Paul Krugman y Mark Weisbrot para que Grecia siga el ejemplo de Argentina y declare una moratoria de su deuda y salga de una vez de la Eurozona, Varoufakis sostiene que Grecia como miembro de la zona euro debe “poner buena cara y aguantar” las medidas impuestas sobre ella por los banqueros y el gobierno alemán. Y eso significa que el ministro de Finanzas de SYRIZA se rindió a los caprichos de los banqueros mucho antes de la victoria electoral de SYRIZA. Teniendo en cuenta las credenciales izquierdistas incuestionables de muchos miembros del gobierno griego, los banqueros tienen, por lo menos, un cómplice voluntario como ministro de Finanzas en la parte griega de la mesa de negociaciones sobre el futuro de la economía de la nación y las impopulares medidas de austeridad impuestas por la troika que llevaron a SYRIZA al poder.

Aunque Varoufakis está dispuesto a alcanzar un acuerdo tras otro con los banqueros mundiales y europeos, sus colegas en el gobierno de coalición de SYRIZA con el anti-UE partido derechista Griegos Independientes, no seguirán los dictados de la UE cuando se trate de cuestiones tales como acordar la continuación de las medidas de austeridad, así como las sanciones de la UE contra Rusia. No bien se había convertido Tsipras en primer ministro, cuando procedió a criticar a la UE por emitir una advertencia de nuevas sanciones contra Rusia sobre el asunto de Ucrania. Tsipras dijo que el Consejo Europeo había emitido una declaración anti-Rusia sin el consentimiento de Grecia.

El nuevo ministro de Relaciones Exteriores de Grecia, Nikos Kotzias, es al igual que Varoufakis, un académico. Sin embargo, a diferencia de Varoufakis, Kotzias, un ex comunista, ha sido profesor en una universidad griega, no una extranjera. Kotzias y Tsipras están cumpliendo con sus promesas de oponerse a las sanciones actuales y futuras de la UE contra Rusia, algo que no los hará atractivos a los elementos de Soros que tienen sus garras sobre Varoufakis. Kotzias tiene el poder de vetar las nuevas o renovadas sanciones en contra de Rusia. Kotzias se opone a la dominación alemana sobre Europa y fue un comunista acérrimo tal, que apoyó la represión del líder comunista polaco Wojciech Jaruzelski contra el movimiento sindical Solidaridad en Polonia en la década de los años 1980, un hecho que le sitúa en el otro extremo con relación al presidente de la UE, el polaco Donald Tusk, un antiguo activista dentro del movimiento Solidaridad, que quiere imponer más medidas punitivas sobre Rusia. En lo que únicamente puede provocar que los planes intervencionistas de la UE y la OTAN se vayan en picada, Kotzias se encontrará más a gusto en Moscú que  en Bruselas o Berlín. El presidente ruso, Vladimir Putin ya ha iniciado el proceso de establecimiento de estrechas relaciones con el nuevo gobierno de Atenas. La Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA) probablemente ha comenzado una “oleada” de vigilancia de todos los enlaces oficiales de comunicación entre Atenas y Moscú y también ha colocado ciertamente a Grecia, al igual que Rusia, Turquía, Brasil, Hungría, Venezuela, Irán, Siria y el Líbano en la categoría de “objetivo” hostil con el propósito de  recolectar inteligencia de señales o «SIGINT».

Grecia, que fue pionera en el uso del caballo de Troya como arma contra Troya, debe estar en guardia contra los caballos de Troya como Varoufakis que han sido implantados en el nuevo gobierno griego.






Publicado por La Cuna del Sol
USA. 

martes, 27 de enero de 2015

En Guatemala la catástrofe social está a la vuelta de la esquina

Nunca como ahora el panorama por el futuro de Guatemala es tan desalentador y como que el próximo gobierno sea del partido que fuere; marcará el principio del fin de este estado de cosas, de un sistema totalmente agotado que ya está  incapacitado de encontrarle solución a los grandes problemas sociales que ha venido padeciendo por los últimos 60 años.


GUATEMALA SE DESCARRILA Y LA CATÁSTROFE SOCIAL
ESTÁ LA VUELTA DE LA ESQUINA


Por Luciano Castro Barillas

Llamar a Guatemala un Estado fallido es una manera amable, eufemística, de nombrar la terrible realidad de la Nación guatemalteca. Ya no somos realmente 14 millones de habitantes si no, en un cálculo conservador, 16 millones y medio de habitantes, casi 17 millones de seres humanos que nos movemos en un pequeño territorio de 108 mil kilómetros cuadrados. Ocupamos, después de El Salvador, el mayor número de habitantes por kilómetro cuadrado.

Esa densidad poblacional en un territorio pequeño, esa reducción del espacio vital y agotamiento de los recursos naturales por las prácticas predatorias, sumado a la insatisfacción de las necesidades básicas de la población como salud, vivienda, trabajo, educación, cultura y recreación; más el agregado de un sistema político corrupto en total bancarrota porque las personas han dejado ya de creer en los políticos conservadores que ofrecen tantas cosas al momento de necesitar que voten por ellos y sin embargo, ya en el poder, incumplen lo ofrecido. En ese juego de ofrecer y “hacer como que creen los electores”, nos ha llevado a lo largo de 60 años de gobiernos de la derecha, paso a paso, a crear el monstruo del clientelismo político, sea éste comprado con miserables bolsas de abarrotes o un puesto cualquiera en la administración pública, en el mejor de los casos contratando al trabajador por un año, porque las nuevas propuestas de los iluminados defensores del libre mercado creen conveniente que los contratos sean estipulados por seis meses, como se están generalizando en los Estados Unidos. Oiga bien, por 6 meses y totalmente rescindibles si el desempeño del trabajador no es aceptable. Por supuesto que la gran mayoría de trabajadores por contrato no gozan de las garantías contempladas en las leyes de trabajo y por lo tanto son totalmente prescindibles por la abundancia de mano de obra en los procesos productivos. 

Nunca como ahora el panorama por el futuro de Guatemala es tan desalentador y como que el próximo gobierno sea del partido que fuere; marcará el principio del fin de este estado de cosas, de un sistema totalmente agotado que ya está  incapacitado de encontrarle solución a los problemas sociales como la salud, la vivienda, la educación, la seguridad pública, la justicia pronta y cumplida, donde los poderes públicos son solo una palabreja sin consonancia con la realidad, sin ninguna posibilidad de actuar por sí mismo sino cooptados por el tráfico de influencias; entonces ocurrirá lo impensable para los seres egoístas  que han dirigido al Estado Guatemalteco por 60 años. Y su estrepitosa caída nos afectará a todos: oligarcas que se consideran intocables por el poder del dinero, capas medias que huyen de la miseria y quieren imitar el estilo de vida de los ricos y famosos; y pobres extremos que no teniendo ya nada que perder porque nunca han tenido nada ni lo van a tener; entonces vendrá esta catástrofe tantas veces anunciada, la explosión de la Super Nova Social Guatemalteca, que sacudirá de raíz este país, esta nación, para crear un mundo distinto.

Guatemala y sus ideas de derecha se acaban: en El Salvador se impone la izquierda, en Honduras los zelayistas crecen como la espuma, en Nicaragua el sandinismo se consolida, en Panamá se instaló por fin un gobierno progresista; los procesos históricos que se dan el sur del continente. Guatemala se va quedando sola y es inevitable, más temprano que tarde, el triunfo de las fuerzas progresistas; no porque conspiren comunistas o izquierdistas… sino porque este pequeño país ya no da para más y su caída es inevitable. Es la rueda de la historia la que avanza,  y nadie la podrá detener y va ya hundiendo con su peso, todo aquello que nunca debió ser…






Publicado por La Cuna del Sol
USA.

lunes, 26 de enero de 2015

Hacia dónde va Alemania

Mientras esperan que los serbios y los rusos sufran de mala memoria, Merkel y otros políticos alemanes empujan a Alemania a firmar el Acuerdo Trasatlántico para el Comercio y la Inversión (TTIP, por sus siglas en inglés) con Estados Unidos. En Davos Merkel llamó a esta idea estadounidense una «oportunidad única». Más de un millón de alemanes que ya han firmado una petición para protestar por la medida probablemente piensan de otra manera. ¿Y si todo es al revés? ¿Qué pasa si la «oportunidad única» para Alemania está en desarrollar la relación con la Unión Económica Euroasiática en lugar de la firma del acuerdo esclavizante con Estados Unidos?


HACIA DÓNDE VA ALEMANIA


Natalia Meden

No todos los miembros de la UE creen que las sanciones anti-rusas son un logro de la diplomacia europea. Hasta cierto punto, el Foro Económico Mundial que acaba de terminar en Davos sirvió de plataforma para afirmar sus posiciones sobre el tema. Excluyendo a Alemania. En su intervención en el Foro, los políticos alemanes demostraron una vez más que no se atreven a desviarse del camino trazado por Washington. En este sentido ellos se excluyeron a sí mismos del proceso de encontrar maneras de salir de la crisis o de poner fin a la guerra en el este de Europa en donde la cifra de muertos alcanza ya varios miles.

En su intervención en Davos Angela Merkel llamó los acontecimientos en Ucrania un conflicto entre Rusia y Ucrania (como habitualmente lo hace). (1) En lugar de decir que hay una guerra civil que asola a Ucrania, que no implica sólo Rusia, sino a Europa y también a los Estados Unidos, ella utilizó estereotipos para describir la situación como un enfrentamiento entre Ucrania que hace esfuerzos por construir una democracia y Rusia, que hace todo lo posible para contrarrestar la tendencia. Cabe señalar que los periodistas suizos cubriendo lo más sobresaliente del Foro tienen una visión diferente. Por ejemplo, Tages-Anzeiger con sede en Zurich escribe: «Kiev sacrifica la democracia en el Donbass.... El esfuerzo militar agota los recursos económicos restantes mientras que los acreedores occidentales pronto podrían encontrarse en una situación incómoda desembolsando fondos para la guerra». (2) En otras palabras, el rey está desnudo, pero el líder del Estado europeo más influyente no quiere tomar nota de ello.

A diferencia de Canadá, Alemania no suministra a Ucrania con equipo militar llamado «no letal», pero en septiembre de 2014 el Ministerio Federal de Alemania para la Cooperación y el Desarrollo Económico aprobó los suministros de ayuda y paquetes individuales de protección para los militares de Ucrania. (3) El Presidente de Ucrania, Petro Poroshenko ni siquiera parpadeó cuando se hizo llamar «el presidente de la Paz». Él compartió sus puntos de vista sobre lo que debe ser el armisticio en el contexto de la entrega de nuevas armas para los militares. Poroshenko ha firmado un decreto sobre 3 oleadas de movilización militar en 2015. A principios de enero la canciller Angela Merkel y el Presidente Federal Joachim Gauck recibieron al primer ministro ucraniano, Arseniy Yatsenyuk en Berlín. Esto nos hace recordar cómo el presidente alemán Gauck, un ex pastor luterano, dijo en la conferencia de seguridad de Munich del año pasado que las barreras morales deben ser removidas para allanar el camino para el uso de la fuerza para resolver los problemas internacionales. Alemania acordó  respaldar 500 millones de euros en líneas de crédito garantizadas para el gobierno de Arseniy Yatsenyuk. Me pregunto si Berlín se da cuenta para que será utilizado el dinero. O, tal vez, la Canciller Federal no está interesada en los detalles.

En Davos Merkel acusó a Rusia de violar «los valores que crearon un orden pacífico en Europa después de la Segunda Guerra Mundial, es decir, la aceptación de las fronteras y el respeto de la integridad territorial». Merkel se hizo de la vista gorda ante el hecho de que Alemania fue el primer país (!) en apresurarse a reconocer la modificación de las fronteras de la antigua Yugoslavia que desató un conflicto interno en los Balcanes que duró muchos años. Ella no se acordó de Alemania burlándose del principio del reconocimiento de las fronteras y la protección de la integridad territorial de Serbia cuando era desmembrada, como resultado de la secesión de Kosovo. El día que los separatistas de Albania  proclamaron su independencia, los kosovares escribieron en las paredes de sus casas en Pristina, «!Gracias, Alemania!». En consonancia con sus «intereses de larga data» Alemania no movió un dedo para reconocer la voluntad expresada por los serbios en Mitrovica del Norte (El enclave de mayoría serbia de Mitrovica, una ciudad en Kosovo) que hicieron saber su deseo de permanecer en Serbia.

Hoy Merkel y otros políticos alemanes esperan que los serbios y los rusos sufran de mala memoria. Al mismo tiempo empujan a Alemania a firmar el Acuerdo Trasatlántico para el Comercio y la Inversión (TTIP, por sus siglas en inglés) con Estados Unidos. En Davos Merkel llamó a esta idea estadounidense  una «oportunidad única». Más de un millón de alemanes que ya han firmado una petición para protestar por la medida probablemente piensan de otra manera. ¿Y si todo es al revés? ¿Qué pasa si la «oportunidad única» para Alemania está en desarrollar la relación con la Unión Económica Euroasiática en lugar de la firma del acuerdo esclavizante con Estados Unidos? Merkel parece reflexionar sigilosamente la opción. En Davos no tocó el tema en su discurso principal, pero mencionó esa oportunidad durante las discusiones de trabajo con la condición de que, según sus propias palabras, Rusia tenía que encontrar una solución a la crisis de Ucrania.

Sigmar Gabriel, Ministro Federal de Economía y Energía, mencionó la posibilidad de desarrollar el comercio entre la Unión Europea y la Unión Económica Euroasiática en Davos. Pero esta idea fue propuesta por el presidente ruso Putin hace unos años. «Si Occidente hubiera aceptado estas propuestas hoy en día no tendríamos ninguna crisis en Ucrania» -se lee en un cometario publicado en un foro de internet en Austria. (4) No hubo respuesta a esta propuesta de Putin, así como a sus iniciativas de seguridad. Desde entonces se ha debilitado la voluntad política de Europa. El discurso de Merkel en Davos confirma el hecho. Como resultado tenemos la situación descrita por Süddeutscht Zeitung « ¿Por qué Merkel no dijo antes que sí a la propuesta de Putin? Porque los Estados Unidos no lo deseaba. Parece que ahora todos empiezan a darse cuenta que Rusia es todavía a flote y la esperanza de una revolución de color allí se desvanece....»

Todo esto muestra cuan volátil es la política exterior de los Estados Unidos. Al principio EE.UU hizo que las relaciones de buena vecindad entre Rusia y Alemania se deterioran y ahora quiere tomar ventaja de este hecho». (5) Hay algunas cosas que este juicio no tiene en consideración. Los Estados Unidos intentó constantemente empeorar (¡y lo hizo!) las relaciones de Rusia con Alemania y todos los Estados europeos. El acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y los Estados Unidos sólo fortalecerá el dominio de Estados Unidos en la parte occidental del viejo continente.

En realidad, la frase sobre la «anexión» de Crimea siendo «no sólo una anexión» es la única cosa con la que se puede estar de acuerdo después de haber estudiado el discurso de la Merkel en Davos. Cierto, después del golpe de Estado organizado en Kiev, Crimea regresó a Rusia de acuerdo con la voluntad de su gente. Este es el significado histórico del principal evento del 2014.

A la democracia occidental contemporánea, Alemania en particular, no le gusta la idea de los referendos. Después de la Segunda Guerra Mundial las autoridades occidentales de ocupación restringieron este medio de expresión de la voluntad popular en Alemania bajo el pretexto de impedir la restauración de los sentimientos pro-fascistas. En los últimos años los alemanes han estado manifestándose con más firmeza en apoyo de la democracia directa, incluida la elección directa del presidente del país y la celebración de referendos sobre cuestiones candentes claves de política interna. Los altos mandos ignoran estas llamadas que hacen que los alemanes acudan a formas extremas de protesta. En la década de los años 1970 la construcción de las centrales nucleares suscitó protestas de tal magnitud que la prensa escribió sobre el inicio de una guerra popular. Hoy en día la incapacidad del gobierno para hacer frente al problema del cambio de la composición étnica de la población puede dar lugar a la repetición de los acontecimientos. El hecho de que Lutz Bachmann, el líder del creciente movimiento anti-musulmán alemán PEGIDA, haya renunciado para mantenerse fuera de la política, no impide la posibilidad de nuevo enfrentamiento.






Publicado por La Cuna del Sol
USA.

domingo, 25 de enero de 2015

Los déspotas al servicio del occidente imperialista son hombres iluminados, promotores de la paz

El hecho de que a su muerte el déspota rey Abdullah sea alabado por Occidente, especialmente los EE.UU, haciendo caso omiso de  las enormes violaciones a los derechos humanos cometidos contra sus propios cuidándonos y al vasto reino del terror implantado durante su reinado en países como Siria, Iraq, Yemen y Bahréin, explica no solo el nivel de cinismo, descaro y demagogia de occidente, sino también pone al descubierto la podredumbre del andamiaje que sostiene sus valores democráticos.


LOS DÉSPOTAS AL SERVICIO DEL OCCIDENTE IMPERIALISTA
SON HOMBRES ILUMINADOS, PROMOTORES DE LA PAZ



Si queremos tener una idea del estado de decadencia en el que se encuentra actualmente la llamada democracia liberal occidental, bastará con dar una mirada a algunos de los sucesos más relevantes de lo que va de este incipiente 2015 para darse cuenta que sus líderes viven inmersos en un mundo orwelliano donde la realidad, con  total impunidad y descaro, es constantemente distorsionada ante nuestro propios ojos e impuesta como si fuéramos una multitud de autómatas programados únicamente para obedecer ciegamente y no cuestionar nada.

Lo vimos en París en esa grotesca escena donde mandatarios del mundo libre y algunos de sus títeres del mundo menos civilizado, marchaban del brazo en solidaridad por los atentados y en defensa de la libertad de expresión  bajo ataque del terrorismo fundamentalista islámico. Sobra decir que muchos de esos líderes hace rato que debieron ser enjuiciados por los tribunales internacionales de justicia por crímenes cometidos contra la humanidad, pero como ya sabemos, esas instancias internacionales sirven únicamente para castigar a aquellos criminales designados por occidente, que por lo general resultan ser aquellos que en un momento fueron sus títeres antes de convertirse en sus enemigos.

Un déspota árabe ha muerto y la escena orwelliana se repite de nuevo. Los mandatarios de las democracias occidentales en coro expresan sus condolencias por la terrible perdida del querido rey quien se distinguió, ante los ojos de sus incondicionales aliados, por ser un ejemplo de sabiduría, moderación y un proponente de la paz. John McCain, el senador estadounidense amigo y defensor de los terroristas que buscan derrocar al gobierno de Assad en Siria, elogió al desaparecido líder por expresarse contra la violencia en el Medio Oriente y haber sido un defensor de la paz. John Kerry, lamentó la muerte del tirano rey diciendo que el mundo había perdido a un líder venerado que se había distinguido por ser un valiente aliado en la lucha contra el terrorismo y un proponente de la paz. En el palacio de Buckingham en Inglaterra, las banderas ondean a media asta como una muestra de respecto al fallecido dictador árabe.

Pero todo este torrente de adulaciones e irrealistas caracterizaciones chocan con la realidad de las acciones de un déspota taimado y cruel que estuvo a cargo de una de uno de los reinos petroleros más obscurantistas y reaccionarios del mundo árabe, donde las decapitaciones y los azotes son formas comunes de castigo contra aquellos que se atrevan a cuestionar la autoridad de la monarquía. El ahora fallecido rey Abullah de Arabia Saudita, al contrario de lo que dicen sus aduladores, no fue un hombre promotor de la paz o un férreo luchador contra la violencia terrorista. Durante su reinado de 20 años, aunque oficialmente asumió el trono en el 2205, el rey Abdullah fue un agente de desestabilización y un promotor de la violencia terrorista a lo largo de toda la región.

De acuerdo a un cable del Departamento de Estado de los EE.UU dado a conocer por Wikileaks, el rey abogó directamente por el inicio de más guerras por parte de los EE.UU en la región. En un cable diplomático del 2008, el rey es citado exhortando a funcionarios estadounidenses a “cortarle la cabeza a la serpiente” lanzado nuevas acciones militares contra Irán. Todo esto en medio de la sangrienta guerra en Irak demostrando con ello que no le preocupaba en lo más mínimo un mayor escalamiento de la guerra en la región. Es pertinente mencionar que fue precisamente en el trascurso de la guerra en Irak donde el tirano rey Abdullah vio la valiosa oportunidad para promover la más extrema y perversa forma del Islam de su reino; la ideología terrorista del Wahabismo.

El régimen despótico del rey Abdullah fue un gran instigador de conflictos utilizando el sectarismo religioso como instrumento para crear desastrosas divisiones entre sus rivales en su búsqueda por la supremacía regional poniéndose al mismo tiempo al servicio de los intereses hegemónicos imperialistas de los Estados Unidos y sus aliados occidentales. Los sangrientos conflictos en Siria y en Iraq son un ejemplo de ello, como también lo son en el surgimiento y el apoyo brindado a los diferentes grupos de terroristas islámicos que están plagando de terror, destrucción y muerte esos países, cuyos gobiernos son considerados como enemigos del reino petrolero saudita.

El hecho de que a su muerte el déspota rey Abdullah sea alabado por Occidente, especialmente los EE.UU, haciendo caso omiso de  las enormes violaciones a los derechos humanos cometidos contra sus propios cuidándonos y al vasto reino del terror implantado durante su reinado en países como Siria, Iraq, Yemen y Bahréin, explica no solo el nivel de cinismo, descaro y demagogia de occidente, sino también pone al descubierto la podredumbre del andamiaje que sostiene sus valores democráticos.

Son esos valores, que en la práctica se traducen en la primacía de sus intereses hegemónicos sobre cualquier noción de derechos humanos y libertades democráticas, a los que el difunto rey saudita se plegó muy lealmente durante el tiempo que ejerció su dictadura. Esta es la razón por la que algunos dictadores son considerados iluminados, hombres visionarios y promotores de la paz, mientras que aquellos que se resisten a las maquinaciones imperialistas, aun cuando cuenten con el amplio respaldo de sus pueblos, son consideradores autoritarios, antidemocráticos y enemigos de la paz.






Publicado por La Cuna del Sol 
USA.

viernes, 23 de enero de 2015

Los guatemaltecos obligados a ser vegetarianos

Exactamente eso, obligados, no por voluntad propia que sería una decisión digna de ser aplaudida, sino por las leyes nada invisibles del mercado a las cuales el gobierno guatemalteco es especialmente adepto. El asunto es que recientemente el precio de la carne ha sido elevado, pero no es el incremento en sí, sino el hecho que se quiera ofrecer el producto a un precio similar al ofrecido al consumidor en los Estados Unidos. Si se toma en cuenta la enorme disparidad existente entre los ingresos económicos de una y otra población esta medida además de desproporcionada e inconsecuente con la grave realidad económica imperante en Guatemala, es una muestra más del avorazamiento del sector empresarial que obviamente cuenta con el aval de la clase política nacional, que es buena para todo, menos cuando se trata de actuar competentemente y en beneficio de los intereses de los sectores populares guatemaltecos.


¿BOCADO DE CARDENAL O MOJARRITAS DE MONSEÑOR?
LOS GUATEMALTECOS OBLIGADOS A SER VEGETARIANOS


Por Luciano Castro Barillas

La crisis social guatemalteca es abarcadora, total, profunda y con escasas posibilidades de revertirse a mediano plazo. Tendrán, indudablemente, que ocurrir acontecimientos extraordinarios para que las cosas actuales dejen de ser lo que actualmente son. Y no será, claro está, por la acción de los actuales actores del escenario político. Estas personas ya no dan para más como políticos porque sus ofrecimientos están signados por el incumplimiento y por la falta de visión como hombres de Estado. La sensibilidad por los problemas de los ciudadanos y la lucha por solucionarlos ha sido sustituida por un genuino interés personal y no social.

Los eslóganes de preocuparse por los demás son solo eso: palabras reiteradas a través de los medios de comunicación para hacerse trabajo de imagen. Sus  hechos y sus compromisos políticos con otros partidos dicen claramente lo que son. Esa trashumancia política, de ir de un partido a otro, es reflejo de la falta de convicción y consistencia ideológica, de principios y de valores políticos. Se trata de maniobras oportunistas para ir donde les conviene, no donde los llama el deber ciudadano; ir a donde las perspectivas de hacer billetes se vean más prometedoras.

Ignorar que fueron electos por un determinado partido y debieran ser leales a sus electores, por no hay lealtad porque no hay ideas a las cuales ser fiel, solo intereses personales por alcanzar. Esa clase de políticos tradicionales no tienen ya nada que ofrecer al pueblo de Guatemala, porque el fracaso del Estado guatemalteco  tiene otra expresión más en estos días, de las tantas y tan variadas infamias que se mueven en el seno social: la carne de res se pretende elevar a Q. 35.00 quetzales, algo absolutamente desproporcionado para el ingreso de los sectores populares, que los están obligando a volverse vegetarianos por ese bien de consumo, con frecuencia pesado con balanza fraudulenta de dos onzas menos; estaría llegando con esa estafa adicional a los Q.40.00 quetzales.

El día de ayer hice un monitoreo con la entidad encargada de controlar precios y alimentos en los Estados Unidos y el precio promedio de la carne a nivel nacional es de $ 5.36 de dólar, o sea Q.37.50 de quetzal. Pero la pequeña gran diferencia entre esos dos precios está que el ingreso per cápita del estadounidense es de 43, 967 dólares y el guatemalteco apenas tiene un ingreso por persona de 2, 711 dólares, no quetzales y tiene que pagar la carne más allá de Q.37.50 quetzales con el tradicional fraude de la pesa, lo cual equivaldría a unos Q.40.00 quetzales. Toda una ingratitud y el gobierno no interviene. No hace nada, porque en su afán de consagrar las leyes nada invisibles del mercado, deja que todo se haga, deja que toda ocurra, sin darse cuenta que el país se derrumba y en esa caída saldremos afectados todos. Las ondas del impacto nos alcanzarán a todos. Los guatemaltecos, pues, pasaron de los años de bonanzas de ocasionales degustando bocados de cardenales, a comer mojarritas de monseñor engordadas en criadores y ahora a entrarle a los vegetales, como la más barata y por cierto sana opción alimenticia.






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USA.

jueves, 22 de enero de 2015

Libertad de expresión: hipocresía globalizada

La prensa globalizada cierra los ojos a lo que está pasando en los países alineados incondicionalmente con el Occidente, esto a pesar de sus regímenes dictatoriales que muestran un completo irrespeto a los derechos humanos y en especial a la libertad de opinión, expresión y pensamiento. El caso del bloguero saudita Raif Badawi da escalofríos.


LIBERTAD DE EXPRESIÓN:
HIPOCRESÍA GLOBALIZADA


Por Vicky Peláez
Sputnik                                                    

No se puede ser y no ser algo al mismo tiempo y bajo el mismo aspectoAristoteles, 384 a.C.-322 a.C.

Tras el sangriento atentado contra la revista satírica Charlie Hebdo en París, los medios de comunicación globalizados despliegan una campaña mediática bien organizada alabando la libertad de expresión, sin embargo, ellos no ignoran que este derecho universal es desde hace tiempo privilegio de una minoría poderosa.

En un reciente artículo, el periodista Renán Vega Cantor explica que en el mundo de la civilización occidental "dibujar contra los musulmanes es libertad de expresión mientras que dibujar sobre los judíos es antisemitismo inmediatamente censurado".

A la vez, la prensa globalizada cierra los ojos a lo que está pasando en los países alineados incondicionalmente con el Occidente, esto a pesar de sus regímenes dictatoriales que muestran un completo irrespeto a los derechos humanos y en especial a la libertad de opinión, expresión y pensamiento. El caso del bloguero saudita Raif Badawi da escalofríos.

Él fue detenido el 2008 por apostasía o abandono de la religión. Cinco años después fue sentenciado a 600 latigazos y siete años de cárcel. Después de que su abogado y cuñado Waleed Abu al-Khair presentaran la apelación, la condena a Raif Badawi ha sido cambiada de siete a 10 años de cárcel, los latigazos aumentaron a mil y la multa que tiene que abonar es de 225.000 euros. Las autoridades judiciales tampoco se olvidaron del abogado Waleed Abu al-Khair y lo han sentenciado a 15 años de prisión por cargos de deslealtad al rey Abdulá, desacato a la autoridad y asociación ilícita.

Ante el silencio del mundo y los medios que se rasgan las vestiduras por el caso de Charlie Hebdo, el pasado viernes Raif Badawi recibió 50 latigazos frente a la mezquita de Jafali. Según la sentencia, este castigo se aplicará una vez a la semana cada viernes durante 20 semanas. La culpa de este bloguero consiste en promocionar un foro virtual en forma de un debate político sobre la nueva ley antiterrorista. Esta ley incluye como acto terrorista "cualquier disturbio del orden público, perturbar la seguridad de la sociedad o poner en peligro la seguridad nacional".

Lo lamentable es que los medios de comunicación globalizados, que denuncian diariamente la "violación de los derechos humanos" en los países no alineados con los Estados Unidos y la Unión Europea, como Siria e Irán, no percibieron 1.000 latigazos como un desafío al derecho internacional.

Arabia Saudita ratificó la Convención Contra la Tortura y los latigazos son un método de tortura. De acuerdo al Artículo 20 de la Convención, el Comité Contra la Tortura tiene el derecho de hacer "ex oficio investigación" y puede condenar a Arabia Saudita. Sin embargo, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) parece que no está apurada en presionar a las autoridades locales para detener esta práctica en el país. Lo mismo pasó con la Asociación de Derechos Políticos y Civiles Saudí (ACPRA) en el 2009 cuando las autoridades detuvieron y juzgaron a 11 activistas de los derechos humanos. Uno de ellos, Muhammed al-Qahtani es considerado por la revista norteamericana Foreign Policy como "uno de los 100 pensadores globales".

Por supuesto, Washington, Bruselas y la ONU simplemente ignoraron estos casos y nunca condenaron la práctica de decapitación, apedreamiento, fragelamiento, amputación etc. aplicados en Arabia Saudita. En 2013 fueron decapitadas 78 personas en un acto público y 87 el año pasado. Pero quién en los Estados Unidos o en la Unión Europea se atrevería a denunciar esta práctica saudita si este país constituye, junto con Israel, el pilar de la política exterior norteamericana en el Medio Oriente. Su tarea fue bien definida por Washington y consiste en destruir el "eje del mal shiita" en la región: Damasco-Beirut-Teherán. Por supuesto todo esto se está tratando de cumplir Arabia Saudita bajo el pretexto de "instaurar la democracia y libertad" en Siria, Líbano e Irán como igual lo hizo en Afganistán, Irak y Yemen.

Lo muhajidines, los talibanes, los de Al Qaeda y ahora los del Estado Islámico de Irak y Siria (EIIS) habían sido financiados y armados por Arabia Saudita y entrenados por Israel, Turquía, Estados Unidos y otros miembros de la OTAN. El rol de Arabia Saudita fue vital en el aumento de los grupos yihadistas de 28 (48.000 hombres armados) en 2007 a 49 en 2014, lo que supone unos 100.000 hombres armados llamados ahora terroristas pues antes los medios globalizados los llamaban "patriotas", "guerrilleros", "combatientes por la libertad". En diciembre de 2009, Hillary Clinton escribió en un cable que posteriormente fue divulgado por WikiLeaks que "Arabia Saudita era principal financista de Al Qaeda, Talibán y otros grupos terroristas".

Todos estos terroristas al servicio de Washington y Bruselas han matado millones de personas inocentes, han decapitado decenas de periodistas pero jamás han sido denunciados por la prensa globalizada pues ambos participan en lo que se llama "la guerra energética" para asegurar la hegemonía energética norteamericana. No hay que olvidar que la guerra en Afganistán, que se inició en octubre de 2001, tenía el propósito de asegurar la presencia de EE.UU. en la región vital para el transporte del petróleo y gas desde Asia Central a los mercados globales.

La guerra contra Irak (marzo 2003) estaba destinada lograr el control de Washington sobre las reservas del oro negro de Irak y las del Golfo Pérsico. La actual guerra contra Siria está orientada hacia el debilitamiento de Irán y el poder chiita en la región. Arabia Saudita es necesaria para asegurar los intereses de Washington financiando a los terroristas del EIIS contra los cuales están aparentemente luchando los norteamericanos y sus aliados de la OTAN.

Entonces, la supresión de la libertad de expresión y la violación flagrante de los derechos humanos en Arabia Saudita pasan desapercibidas en este contexto en el Occidente y ni siquiera interesan a las Naciones Unidas. Los manipuladores de la prensa globalizada vienen destruyendo desde hace más de cinco años la institución de los periodistas de investigación para hacer el contenido de la información, ofrecida al público mundial, más homogéneo y orientado hacia el proyecto de la globalización política. Como se sabe el proceso de la globalización económica ya está en su fase final y sus consecuencias se sienten en todos los rincones del mundo.

La globalización política requiere una cuidadosa y bien camuflada restricción de la libertad de expresión en el seno de los globalizadores. Precisamente de esto habla Noam Chomsky cuando declara que "la libertad de expresión en Francia es un engaño y un fraude". Lo mismo se repite en Gran Bretaña donde, según revelación de Edward Snowden, su agencia de seguridad nacional: Government Communications Headquarters (GCHQ) parecida a la NSA norteamericana puso en su lista de los terroristas, hackers y otras personas peligrosas para la seguridad nacional a los periodistas de investigación.

No perdonaron ni siquiera a los medios de comunicación que participan en el proceso de globalización política como Reuters, Washington Post, The New York Times, NBC, Le Mond, The Sun, El País y muchos otros. Todo esto significa el inicio de la etapa de depuración dentro del sistema de información de los mismos globalizadores. Frente a todo esto la libertad de expresión, pensamiento y opinión se convierte en un vacío juego de palabras. Hace más de un siglo, el escritor ruso Iván Turguénev (1818-1883) dijo pensativo que "cuando desaparezcan personas como Don Quijote, el libro de la historia cerrará su última página. No habrá más que leer en él".







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martes, 20 de enero de 2015

Guatemala ocupa el último lugar en ingresos y gasto público

De acuerdo al gobierno de Otto Pérez Molina, Guatemala está en una inmejorable situación económica, sin embargo, esa afirmación se contradice con el propio informe de la actual gestión administrativa que claramente coloca al país a la saga del resto de países centroamericanos, en cuanto a ingresos e inversión pública. Por otra parte el Banco Mundial ha dado a conocer un informe en el que indica que mientras la pobreza se ha reducido en la mayoría de los países de Latinoamérica en un 15.3%, en Guatemala esa cifra ha sido de un 2.5%. Según el BM las remesas de los guatemaltecos en el exterior que equivalen a tres veces la Inversión Extranjera directa y representan casi la mitad de las exportaciones, se han convertido en pilares importantes para combatir la pobreza. Es de destacar que el estudio del BM coloca a Guatemala en el último lugar en una lista de 186 países del mundo con menores ingresos y el más bajo gasto público. Definitivamente el gobierno guatemalteco vive en una realidad alterna muy distinta a la calamitosa situación que aqueja a la mayoría de la población del país.


GUATEMALA OCUPA EL ÚLTIMO LUGAR EN INGRESOS,
CONTRARIO A LO INFORMADO POR EL PRESIDENTE


Por Luciano Castro Barillas

El enterarnos de estas cifras, estimado lector, el informe de un organismo internacional vinculado a la realidad financiera de Guatemala no deja de ser desalentador.  Se ubica al país en la última posición en una lista de 186 países del mundo con menores ingresos y el más bajo gasto público, según un estudio del Banco Mundial presentado nuevamente este mes. 

El actual slogan presidencial que “Guatemala está adelante”, es un asunto que desmiente lo afirmado por la actual gestión gubernativa y lo dicho en el informe presidencial de hace unos días. El documento, denominado Análisis para el Diálogo Nacional Económico de Guatemala (ADN Económico), detalla que los ingresos del gobierno del 2010 al 2013 representaron el 11.5% del Producto Interno Bruto (PIB), mientras que el resto de Centro América el promedio fue del 19.8%. El gasto público en el mismo período representó 14.1% del PIB, en tanto que en el resto de naciones centroamericanas fue del 22.8%

Marco Hernández, economista del Banco Mundial para Guatemala, refirió que la inversión y el gasto público son vitales para crecer a mayor tasa. Agregó que, pese a que el país ha logrado crecer de manera sostenida después de la crisis mundial del 2008, esto ha tenido poco impacto en la reducción de la pobreza. Según el informe, desde el 2000 el porcentaje de población en pobreza se redujo en América Latina en un 15.3% (de 42% a 26.7%), mientras que en Guatemala esa reducción fue de 2.5% (de 56.2% a 53.7%).

Hernández afirmó que si la economía creciera en los próximos tres años a un ritmo del 5%, la pobreza bajaría en el 2016 un punto porcentual, lo que equivaldría sacar a 160 mil guatemaltecos de esa situación. Según el Banco Mundial, en las condiciones actuales, el PIB crecerá en promedio 3.6% en el mismo período.

Por el momento, según el BM, las remesas se han convertido en un pilar para combatir la pobreza. Hernández comentó que las mismas equivalen a tres veces la Inversión Extranjera directa y representan casi la mitad de las exportaciones. ¿Entonces cuál es el real de los dos informes? ¿El del presidente Otto Pérez Molina o el del experto del Banco Mundial? Inclínese usted, estimado, por el que mejor le parezca. Crea usted el que quiera creer, sin embargo el señor Hernández no pertenece ni  a los partidos de izquierda y probablemente a ninguno de derecha. Pero la función de una prensa responsable es transmitirlo para que sea usted el que saque sus propias conclusiones.






Publicado por La Cuna del Sol
USA.

domingo, 18 de enero de 2015

El colonialismo del presente

Entrevista a Glen Coulthard, estudioso y activista sobre la conexión entre las luchas indígenas y anticapitalistas.


EL COLONIALISMO DEL PRESENTE

Un guerrero indígena mira fijamente a un miembro del ejército 
canadiense durante la "Crisis Oka" de 1990.

Por Andrew Bard Epstein

En marzo de 1990, los guerreros armados de Kanesatake -una de varias comunidades Mohawk en Canadá y Estados Unidos, que constituyen la nación de la parte más oriental de la Confederación Haudenosaunee- erigieron barricadas para impedir que continuara la extensión de un campo de golf privado en sus tierras. Cuando una invasión policial cuatro meses más tarde terminó en la muerte de un oficial, cerca de tres mil soldados canadienses descendieron al lugar. En solidaridad los Mohawks de Kahnawake bloquearon el puente Mercier en Montreal. Un tenso impase de 78 días se produjo a continuación.

Para el Estado canadiense, esta revuelta indígena -conocida en la memoria colonial como la "Crisis Oka"- fue una de las operaciones militares más grandes y costosas en el último medio siglo. "Desde la privilegiada perspectiva del estado colonial" escribe el estudioso y activista Glen Coulthard, "las cosas ya estaban fuera de control en los territorios indígenas". De hecho, a finales de los años 1980  se presenciaron frecuentes erupciones de militancia indígena a través de territorios reclamados de Canadá en defensa de la tierra, la cultura y la nación.

Durante gran parte de la historia de Canadá -y la de los Estados Unidos- la resistencia a la ocupación territorial de los colonos fue enfrentada con violencia rápida y brutal; años "más tranquilos" trajeron programas de coercitiva y genocida asimilación. Pero en las últimas décadas, y especialmente a raíz del enfrentamiento cerca de Oka, aparentemente ha habido un relajamiento en el frente de batalla.

Comités del gobierno fueron formados para estudiar el "problema". Palabras más amigables fueron pronunciadas. Errores históricos fueron reconocidos. Se invirtió dinero. Y un nuevo paradigma vino a gobernar los "Asuntos Aborígenes" de Canadá: el reconocimiento y la reconciliación.

A través de las comisiones, los tribunales y los consejos, el Estado canadiense comenzó a reconocer ciertos derechos culturales, formas limitadas de soberanía política, y algunas reclamaciones sobre tierras -pero sólo en la medida en que no interfirieran con la acumulación de capital o la extracción de recursos. En el 2008, Stephen Harper incluso emitió una disculpa a medias por el tratamiento de los niños indígenas en las escuelas residenciales canadienses -pero pronto recordó a sus compatriotas que ellos "no tenían historia de colonialismo".

Coulthard un miembro de la Yellowknives Dene First Nation y profesor en la Universidad de Columbia Británica, rechaza tales propuestas. El nuevo libro de Coulthard, Red Skins, White Masks, es un folleto incendiario de la teoría anticolonial y un manifiesto para la acción renovada enfocada en la tierra.

Ampliando en la investigación de Frantz Fanon sobre los efectos dañinos del "desconocimiento" colonial, Coulthard llama por un "mantenimiento disciplinado del resentimiento", una "ira politizada" que se niega a desmovilizarse frente a la expropiación colonial incesante no importa qué tono adquiera.

Andrew Bard Epstein habló con Coulthard el mes pasado sobre su libro, su despliegue crítico del análisis marxista para entender y combatir el colonialismo canadiense, y la relación entre la lucha indígena y la izquierda no nativa -que sigue siendo mucho más avanzada en Canadá que en los Estados Unidos.

¿Cómo las prácticas de contención y desposesión colonial canadiense cambian en respuesta a los desafíos, a menudo  militantes, de los indígenas y con qué efecto?

Hasta 1951, la estructura de la dominación colonial en Canadá fue bastante explícita. No trató de enmascararse u ocultase, como Fanon podría decir. Los indígenas tenían muy pocos derechos que pudieran reclamar en su lucha contra el Estado, sobre todo en cuestiones de autoridad política y la tierra.

En 1951, hubo cambios significativos introducidos en la Ley Indígena, que es la pieza de legislación muy racista y sexista que gobierna casi todos los aspectos de la vida de los indios registrados en Canadá. Esos cambios permitieron a los pueblos indígenas organizarse políticamente. Ellos podrían buscar abogados a fin de afincar una demanda contra el Estado. Anterior a 1951, esto era ilegal y punible con pena de prisión.

Estos cambios esencialmente movilizaron a los pueblos indígenas jurídica y políticamente en términos de la creación de organizaciones para proteger sus intereses en la tierra y la gobernanza. Así que en la segunda mitad del siglo se presencia un aumento real en la organización popular. También se ve un repunte en las acciones directas enfocadas en la tierra.

Esto prosigue en los años 1970 y 1980. La respuesta de Canadá fue contenerla, para manejarla, para pacificar este realmente desestabilizador movimiento anticolonial porque estaba atacando a Canadá donde más le duele, en la economía -bloqueando la salida de los territorios indígenas de los flujos constitutivos del capital. Así que con la intención de conciliar las reivindicaciones de soberanía indígena con la soberanía colonial del Estado, se procedió de una estructura más coercitiva de dominación a una que está mediada por la concesión de formas muy determinadas de reconocimiento.

Con el tiempo, sin embargo, los pueblos indígenas comenzaran a ver  las formas de reconocimiento que nos ha dado el Estado por lo que realmente son: distracciones coloniales. Y a continuación, verás emerger de nuevo un ciclo de lucha más directa y contencioso. Y otra oferta de reconocimiento, como suele ser, vendrá a continuación. Hemos visto esto cuatro o cinco veces desde más o menos 1969.

Eres uno de los pocos estudiosos/activistas indígenas de América del Norte que despliega explícitamente categorías marxistas de análisis para comprender la ocupación territorial de los colonos.

¿Cómo se explica esta insuficiencia? ¿Y por qué las has encontrado útil?

La relación histórica entre la práctica de los marxistas y las luchas indígenas ha sido bastante hostil, por una serie de razones. Siempre he estado comprometido políticamente con un nacionalismo indígena que es profundamente anticapitalista. Eso es en parte debido a lo que he aprendido en relación a mi propia comunidad, el pueblo Dene de los Territorios del Noroeste, o Denedeh en lo que hoy es Canadá.

Así que, básicamente, me volví y empecé a pensar en el colonialismo como una estructura de despojo que se basa fundamentalmente en el robo de tierras y la usurpación de la autoridad política de los pueblos indígenas en relación a la tierra y sus comunidades.

Me encontré con que era provechoso volver a la octava parte de El Capital sobre la acumulación primitiva, porque es allí donde Marx vincula el poder totalizante del capital con el del colonialismo a través de la desposesión "originaria", en lenguaje marxista, que da lugar a la proletarización, y que luego se convierte en el objetivo fundamental a través del cual el canon marxista tiende a entender el capitalismo.

Lo que hice fue reconstruir la acumulación primitiva de una manera que creo es realmente fiel a su forma original, que ve la desposesión como una característica constitutiva en curso de las relaciones sociales del capital, sino también, en nuestro caso, del colonialismo, en particular en Estados coloniales como Canadá. Lo que hago es elevar el despojo no como un telón de fondo o algún punto de partida histórico, sino como una característica permanente de la reproducción de las relaciones sociales coloniales y capitalistas en nuestro presente.

Si basamos nuestra comprensión de la desposesión originaria desde un punto de vista indígena, es el robo no sólo del material de la tierra en sí, sino también la destrucción de las relaciones sociales que existían antes de que el capitalismo violentamente se sedimentara así mismo en los territorios indígenas. Y esas relaciones sociales son a menudo no sólo basadas en los principios del igualitarismo, sino también en la profunda reciprocidad entre las personas y con el otro que no sea el mundo de los humanos.

Si vemos la destrucción de ese modo de producción como una forma de injusticia, entonces la descolonización significaría críticamente, el restablecimiento en el período contemporáneo de esas relaciones sociales indígenas que son la antítesis de la acumulación capitalista e incluso de formas de poder autoritario jerárquico como el Estado. Pongo mucho énfasis en lo que el capitalismo y el colonialismo trataron de destruir y una reconstrucción crítica de ello como una forma de auténtica descolonización.

Para Marx, la acumulación primitiva es un proceso violento -el capital viene al mundo "chorreando sangre y lodo".

Pero ves la persistente acumulación primitiva en el presente, incluso cuando no está caracterizada por la fuerza bruta.

Estos diferentes elementos reproductivos siempre existen simultáneamente. Este es un aspecto del libro que me gustaría haber expresado más claramente. Por ejemplo, con las más de 1200 mujeres asesinadas y desaparecidas en Canadá, la naturaleza increíblemente violenta del Estado colonial es una característica permanente de la vida de las mujeres indígenas que no está mediada a través del reconocimiento de la manera en que hago la reclamación en relación con la tierra y la gobernanza.

El impulso estructural de la acumulación primitiva de desposeer es siempre violento. Pero, en general, cuando estamos hablando de temas de participación económica, gobernanza y la tierra, es ahora generalmente mediada primero, a través del reconocimiento. Cuando ese reconocimiento no sirve a los intereses del capital colonial, entonces retorna el mazo y vemos resurgir una forma anterior de la acumulación primitiva.

Incluso en la parte ocho del Capital tienes la expropiación violenta de los productores no capitalistas, campesinos y demás, pero luego se traslada a los capítulos en lo que Marx se refiere como terrorista y "legislación sanguinaria", que disciplina y condiciona  la clase obrera en su espacio en la vida, la función ideológica que la ley y el Estado asumen en la reproducción de las relaciones sociales capitalistas.

Así que si queremos pensar en el reconocimiento como una de esas herramientas ideológicas, entonces es también el condicionamiento de los pueblos indígenas en una autocomprensión que reconcilia con asimetrías coloniales y la acumulación capitalista en sus territorios y en última instancia, en contra de sus intereses como pueblos indígenas.

Tú argumentas a favor de elevar la relación colonial sobre la relación del capital para entender la lucha indígena. ¿Qué sugiere tal cambio en cuanto a tácticas políticas?

Es un lente mucho mejor a través del cual comprender las dinámicas que dan forma a la relación entre los pueblos indígenas y los Estados coloniales como Canadá. Así que de nuevo vemos la desposesión como rasgo constitutivo de no sólo del capitalismo, sino la continua colonización de este lugar. Los resultados de eso son importantes por varias razones.

Después del comercio de pieles en Canadá, la mano de obra indígena no era central para la acumulación de capital y la economía nacional que surgió a raíz de una economía basada en el comercio. Lo que fue central, y lo que ha permanecido central, es el acceso del Estado y  la industria a la tierra y a los recursos que antes estaban bajo el cuidado de las naciones autodeterminadas -la relación colonial.

Esto no quiere decir que la proletarización y disciplinación de los pueblos indígenas dentro de la relación salarial no es una preocupación constante o un problema para el capital y el Estado canadiense. Siempre lo ha sido. Pero ha sido visto con un futuro más lejano en mente. Lo qué es inmediato, sin embargo, ha sido la tierra y la base de recursos que constituyen el territorio del Estado mismo.

Este entendimiento sitúa la acción directa enfocada en la tierra en una posición más revolucionaria de lo dicho, contrariamente, por la izquierda socialista en Canadá. Todavía tenemos este entendimiento que el verdadero trabajo transformador y la organización política en la izquierda emerge en las ciudades o en la clase obrera. Creo que en las economías políticas de asentamientos coloniales como Canadá, que sigue siendo mayormente basada en la extracción y explotación de los recursos naturales, la acción directa indígena enfocada en la tierra está posicionada en un lugar muy importante y crucial para el cambio social radical.

¿Cómo describirías la relación entre el campo socialista/ la fuerza laboral de izquierda y las Primeras Naciones en Canadá hoy en día?

Está mejorando debido a los avances que la lucha indígena anticolonial ha hecho en los últimos dos años, sobre todo con Idle No More (No más inacción), y el entendimiento ahora, más que nunca en el pasado, que Canadá ha vuelto a una estrategia económica basada en devorar todo aquello bajo nuestros pies, la tierra fundamentalmente. Esto realmente posiciona los pueblos indígenas como importantes actores revolucionarios.

Hay una serie de razones para ello. Una es que a Canadá le gusta hacer afirmaciones de que su base de recursos y sus impulsos extractivistas son importantes porque coloca nuestra  dependencia económica  lejos de los lugares más hostiles del mundo: petróleo sucio, los diamantes de sangre, todas estas clases de cosas. Al hacerlo así, se pretende presentar el devoramiento de nuestra tierra aquí como una respuesta ética a la geopolítica hostil.

En segundo lugar, con la hegemonización del neoliberalismo en los años 1970 y 80, hemos visto una disminución en el sector manufacturero de Canadá, después de haber sido trasladado, como lo ha sido en otros lugares, hacia el Sur Global, donde hay mano de obra más barata y menos protecciones laborales.

Si tienes una disminución en la base manufacturera  y tienes esta lógica geopolítica para la explotación de los recursos nacionales de un modo más agresivo, y eso es en lo que se basa tu economía política, entonces me parece que aquellas comunidades que están dispuestas a poner sus cuerpos en el frente con el fin de bloquear o impedir ese impulso político y económico, son realmente importantes para cualquier transformación radical del Estado y la economía misma.

Ahora bien, no estoy diciendo que hacemos caso omiso de la importancia de la lucha de clases. Sólo estoy situando la lucha de clases al lado, de una manera más profunda, los esfuerzos anticoloniales de los pueblos indígenas, que a menudo se basan en la defensa de la tierra y una forma de vida.

Las políticas organizada en torno a la cultura o identidad son a menudo criticadas por distraerse de la tarea más urgente de la redistribución económica.

Sin embargo, argumentas, históricamente las demandas indígenas por la autonomía cultural han cuestionado explícitamente las relaciones sociales capitalistas y el poder del Estado. ¿Qué pasó?

Mi comprensión de la cultura, formada a través de mi relación con mi propia comunidad, lo veo como  adaptándose muy bien con una aplicación ontológica más amplia de lo que Marx denomina "modo de producción" -no una comprensión reduccionista, la base y la superestructura, etc.- sino entendido, como Marx se refiere en varios textos, como un "modo" o "forma de vida", que abarca no sólo las fuerzas y relaciones de producción, sino los modos de pensamiento y conducta que constituyen una totalidad social.

Pienso de eso como lo que abarcaba la demanda Dene para el reconocimiento cultural en los años 1970: la política, lo espiritual, lo económico. El carácter de esas relaciones y esas esferas se basaban en una articulación de reciprocidad que retrataba no sólo a la dominación colonial, sino también a la dominación capitalista sobre el mundo natural como profundamente dañinas y equivocadas. Cuando esa es la base cultural que  estás afirmando defender, es profundamente anticapitalista y anticolonial, y lo vemos expresado en nuestras luchas de los años 1970.

Lo que ha ocurrido, argumento -y aquí es donde Frantz Fanon es absolutamente crucial en sus percepciones sobre el reconocimiento- es que hemos tratado de negociar esa totalidad en términos del reconocimiento del Estado. Como Fanon demuestra en Black Skins, White Masks, y en otras partes, que el reconocimiento, sin una pelea o lucha física, siempre será determinado por y en interés del amo o en este caso los colonizadores. Hay un límite estructural que es puesto en las negociaciones o de intercambios del reconocimiento en contextos coloniales.

La segunda percepción que Fanon ilumina es la que es extraída a partir de su experiencia como psiquiatra, y esa es la manera en que las formas de reconocimiento asimétrico pueden dar forma a las subjetividades políticas, por lo que llegamos a ver las formas de reconocimiento colonial que nuestros amos nos otorgan como una forma de justicia, o lo que Fanon se refiere como "libertad blanca" y "justicia blanca", ocultando de esta manera la relación colonial. Para Fanon, con el tiempo las políticas de reconocimiento de este tipo son fundamentales para la reproducción del colonialismo.

Los últimos treinta años de negociaciones y de obtención de formas de reconocimiento -ya sea a través del proceso de reclamaciones de tierras del Estado, o  a través del proceso de auto-gobierno del Estado, o por medio del reconocimiento constitucional- han dado forma a las identidades indígenas en maneras que realmente han menguado la virulencia del colonialismo y lo ha hecho soportable.

De vez en cuando el Estado hará algo que realmente expone estas contradicciones, expone su propósito -que es mantener el acceso a las tierras y recursos de los pueblos indígenas, de manera violenta, si es necesario- y verás la lucha emerger en esos momentos. Por lo general, se manifestará en una especie de crisis, y el estado volverá a ponerse de nuevo en la posición en la que ofrece algún tipo de reconocimiento y gestos hacia la reconciliación.

Lo interesante del gobierno de Harper es que es a la vez beligerantemente neoliberal y socialmente conservador.

Su desdén social conservador por las Primeras Naciones y todo lo que sea nativo anula sus compromisos neoliberales hacia el mercado, porque hay muchas maneras de pacificar la resistencia indígena sin enfadar a los pueblos indígenas hasta el punto en que están dispuestos a poner sus cuerpos en el frente, en particular, por medio de formas de reconocimiento donde los pueblos indígenas se convierten en participantes en su propia desposesión través de la integración al mercado y así sucesivamente.

Nuestro gobierno actual parece odiar tanto a los nativos que se está embarcando en una relación realmente hostil y agresiva con los pueblos indígenas que creo que va a estallar en la cara del estado.

Parece que no aceptas las disculpas Stephen Harper en el 2008.

Yo de todo corazón y sin arrepentimiento no acepto sus disculpas o los gestos vacuos de reconciliación que han venido después.

¿Por qué fue esa disculpa tan problemática en tu opinión?

La disculpa y su sistema asociado, al igual que la Comisión de la Verdad y Reconciliación, todo el discurso de la reconciliación en sí, se basa en esta distinción en la historia donde los crímenes del pasado ya no son relevantes, y lo que ahora estamos tratando es sólo con un montón de heridos, sujetos nativos lesionados. Estamos lastimados, no hemos logrado sanar las heridas, estamos atrapados en el pasado, necesitamos ser capaces de reconciliar y seguir adelante, perdonar.

En tal contexto, aferrarse a algunos de los males que se identifican en el discurso de reconciliación, como la ira, el resentimiento, fantasías y deseos de venganza, son una indicación catártica del carácter continuo y persistente de colonialismo y por lo tanto son racionales y deben ser adoptados como una forma de conciencia crítica. También producen resultados en la acción directa y una voluntad de luchar contra las injusticias coloniales que todavía están muy presentes en nuestras vidas.

Las manifestaciones contra los asesinatos policiales de Eric Garner y Mike Brown en los últimos meses han adoptado tácticas que, al menos para mí, parecen una reminiscencia de algunas prácticas indígenas en Canadá: por ejemplo, la toma y el bloqueo, aunque sólo sea temporalmente, de importante infraestructura pública.

¿Ves algunas conexiones en estas luchas?

La táctica del bloqueo, la obstaculización de las infraestructuras críticas y de los flujos de capital a través de esa táctica es importante, pero más aún, creo que las expresiones de ira e indignación y resentimiento hacia un estado que es profundamente violento, colonial y racista es realmente donde yo veo la relación.

En Red Skin, White Masks desentraño la importancia del papel de estas emociones negativas en la generación de políticas y movimientos radicales. Es ese capítulo del libro sobre la rabia y el resentimiento en el que soy desafiado con más frecuencia. La ira y el resentimiento suelen ser vistos en una luz negativa, de ser debilitantes y apaciguadores y autodestructivos. Siempre he pensado que eso es una tergiversación de la rabia y el resentimiento de los pueblos colonizados y oprimidos.

En este momento estamos presenciando un verdadero antídoto contra esa forma de representación por medio de las formas de indignación que se basan en este profundo amor por la comunidad y el amor de sí mismo que está siendo violado por el asesinato colonial supremacista blanco aprobado por el Estado. Está explotando en toda América, como lo hizo en Canadá hace un par de años con Idle No More -como debe ser ahora sobre el tema de las mujeres y las niñas indígenas asesinadas y desaparecidas.

Estas violencias están desenmascarando esa violencia originaria que Marx se refiere como la acumulación primitiva. Se está manifestando, a sangre y fuego, sus tácticas originales con el fin de reproducir nuestro presente colonial profundamente racializado. Veo que hay una gran cantidad de coincidencias y puntos de conexión realmente interesantes que creo que necesitan ser alimentados y establecidos, una política de la auténtica solidaridad descolonial.

La lucha para evitar la construcción del oleoducto Keystone XL parece estar llegando a un punto decisivo. Tu pueblo ha estado luchando contra los oleoductos durante décadas. ¿Algún consejo?

Mi principal preocupación y mi única insistencia es que esto no sea enmarcado como simplemente una cuestión ambiental, sino una de descolonización y planteado a través del lente de la soberanía indígena. Es demasiado fácil para los ecologistas jugar su carta de aliado en una forma muy instrumental. Se necesita un marco descolonial de análisis, donde puedas demostrar cómo las luchas de los pueblos indígenas son centrales en el bloqueo de estos tipos de proyectos de desarrollo irresponsables y también las bases culturales alternativas que pueden surgir después.

El restablecimiento de relaciones sociales indígenas de autoridad y poder sobre los territorios que están siendo expropiadas y devorados por las industrias extractivas y en relación con las comunidades de colonos es crucial. Esa visión requiere una forma de solidaridad que sea sustantiva y no instrumental. Se requiere una solidaridad que sea organizada en torno a la comprensión de la relación de los pueblos indígenas con la tierra, la autonomía y la soberanía.

En la conclusión de Red Skin, White Masks, tú articulas cinco tesis sobre el resurgimiento y la descolonización indígena, algunos de los cuales hemos tocado.

Lo que no tenemos es tu cuarta premisa, la necesidad de la justicia de género en la descolonización y  la lucha contra lo que llamas la "misoginia de la falta de reconocimiento del colonialismo".

En este punto, muchos de los conocimientos que he ganado sobre la naturaleza hetero-patriarcal de la desposesión colonial, se los debo a las mujeres reales que han dirigido la lucha en contra de esto. Así que la "misoginia colonial" que haces referencia, por ejemplo, es un conocimiento que obtengo de mi colega feminista Anishinaabe, Dory Nason.

Ya no puedes plantear un caso de descolonización que no esté basado en un compromiso simultáneo para terminar el sexismo y la violencia de género en nuestras comunidades porque así es como el colonialismo ha operado históricamente y continúa haciéndolo hoy en día.

Históricamente, las luchas en que predominan los hombres han tendido a dar prioridad a la soberanía y dejar de lado los "asuntos de las mujeres" indígenas como algo que puede o no ser tratado  más adelante, o incluso puede ser remediado simplemente mediante la obtención de la soberanía. Eso es insuficiente y reproduce la violencia que las mujeres y niñas indígenas enfrentan en la sociedad actual, tanto a manos de la población no indígena del Estado, y ahora también a manos de los hombres indígenas.

En la introducción de Jean-Paul Sartre a Wretched of the Earth (Condenados de la tierra), el le recuerda a los lectores europeos, "a menudo habla de ustedes, pero nunca a ustedes". Tu libro habla de los colonos. ¿Les habla a los colonos?

Les habla tanto a los pueblos indígenas como a la comunidad de colonos. Me gusta pensar en ello como una conversación entre los pueblos indígenas que están hartos de todas las falsas promesas que el Estado nos ha ofrecido, pero también hartos de esas personas en nuestras comunidades y en el liderazgo que ha comulgado con ese juego colonial en detrimento de nuestra salud y la tierra.

Es también un tratado sobre como la izquierda, en particular, necesita tomar estas luchas más en serio, tiene que reconocer el potencial revolucionario y la subjetividad de los pueblos indígenas y encontrar mejores formas de apoyar eso, para nosotros apoyarnos el uno al otro. Gran parte de la posición de la izquierda se ha estructurado en torno a una recuperación de los bienes comunes. Todos estos encuadres realmente ocurren en una base colonial que a menudo queda sin ser cuestionada.

Como Sartre y Fanon lo estuvieron haciendo, estoy hablando a los colonizados y estoy entre los colonizados, pero también tratando de convencer a la izquierda a tomar estas cuestiones más en serio y, por tanto, poner fin a su complicidad con frecuencia involuntaria en el permanente despojo de las tierras y formas de vida indígenas.






Publicado por La Cuna del Sol
USA.