Todo parece indicar que a la extrema derecha
guatemalteca se le está saliendo el cangrejo de la olla (o no van a poder
controlar a un político con personalidad). Lo anterior tiene que ver con la
visita o la invitación extendida al presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad,
para que asista a la toma de posesión del presidente electo Otto Pérez Molina.
La noticia sorprendió a muchos. Pocos, o casi nadie, esperaba que
esa movida -que parece políticamente muy acertada- surgiera por iniciativa del
equipo del nuevo gobierno que está por ser juramentado para dirigir el destino
de Guatemala por los próximos cuatro años. La noticia, como era de esperarse,
cayó como balde de agua fría sobre aquellos sectores oscurantistas y
retrógrados que no aceptan cambio alguno al estatus quo que siempre les ha
favorecido. Prensa Libre como miembro y fiel representante de los intereses de
la cavernícola oligarquía guatemalteca, no se dilató y disparó un
descalificador como infundado ataque en contra de la supuesta presencia de
Ahmadineyad en Guatemala. Prensa Libre en su editorial, no solo la
emprendió en contra del presidente de Irán sino que calificó la acción del
gobierno entrante como, el primer error del nuevo gobierno, pues
según este medio desinformativo, la presencia del demonizado
Ahmadineyad no sería bien vista por el “gran benefactor” del norte, ya que
tanto el presidente iraní, así como también Hugo Chávez y Daniel
Ortega; son una amenaza para la paz global ( la de los Estados Unidos y sus
aliados), quienes se están constituyendo en un auténtico “eje del mal.”
Hasta ahora Ahmadiyedad no ha atacado ni le ha hecho daño a ningún país, al
contrario, es Irán el que está siendo sometido a un brutal bloqueo económico,
guerra encubierta, espionaje aéreo, ataques cibernéticos, asesinatos
selectivos y secuestros de científicos por parte de los Estados Unidos,
Inglaterra e Israel. Hugo Chávez y Daniel Ortega han llegado y se mantienen en
el poder por medio del voto popular (las denuncias de fraude son el sobado
argumento de las oligarquías). Los antidemocráticos son otros, aquellos que en
flagrante violación a las normas del derecho internacional, brutalmente coartan
el derecho a la autodeterminación de los pueblos, como en Iraq, Afganistán,
Paquistán, Libia, Siria, Somalia, Palestina y en su momento Guatemala,
cuando en 1954 los Estados Unidos planificaron, organizaron y ejecutaron la
destrucción de la democracia guatemalteca.
La decisión tomada por el equipo de
gobierno del general Otto Pérez Molina (que ojalá ellos lo hayan hecho) debe
apreciarse de forma realista y no ser tergiversada como lo hace la
“prostiprensa,” (Prensa Libre) con el objetivo de desinformar y manipular al
pueblo de Guatemala. El presidente electo como un político capaz está
consciente del reacomodo de fuerzas que se están dando en el escenario
internacional, sabe que es necesario encauzar al país por un sendero diferente,
cooperando con los diferentes actores sociales e internacionales, pero sin
someterse a los condicionamientos antojadizos de éstos. Sabe que Guatemala no
puede quedarse al margen de este reajuste de fuerzas. Mucho de los países de
Latino América ya han empezado a caminar por esa ruta y Guatemala tiene que
integrarse completamente, de lo contrario no habrá manera de salir del abismo
en que se encuentra el país y seguiremos como siempre sometidos a los intereses
oligárquicos internacionales y nacionales que poco les importa la
democratización y el bienestar de Guatemala. Es una realidad irrefutable que
los inversionistas occidentales son terriblemente mezquinos y en la búsqueda de
la alta rentabilidad atropellan todo. Deben buscarse y construirse nuevas
relaciones económicas y políticas internacionales. No se trata de pelearse con
los Estados Unidos, se trata de que nos respeten.
Es tiempo que la prensa guatemalteca actué con
honestidad -que sean profesionales, ya que un título universitario no basta
para ser profesional- y asuman su verdadero papel de informar y educar a la
gente, que ayuden a crear los espacios necesarios para la democratización del
país, que actúen con rectitud, lealtad y amor a la patria y no le pongan
obstáculos al cangrejo que quiere salirse de la olla. Marvin Najarro
A continuacion el profesor Luciano Castro
Barillas, ofrece un cáustico comentario a cerca de las inexactitudes, falta de
profesionalismo y ética de la corrompida prensa guatemalteca.
AL PERIODISMO BASURA GUATEMALTECO LE CRISPA LOS
NERVIOS LA PROBABLE VISITA AL PAÍS DEL
PRESIDENTE
IRANÍ MAHMUD AHMADINEYAD
Por Luciano Castro Barillas
No podía ser de otra manera. ¿Qué puede
esperarse de la gran mayoría de periodistas nacionales, principalmente los que
medran en los “grandes” medios de comunicación guatemaltecos? ¿Qué puede
hallarse en ese nido de oligarcas retrógrados que invierten en un medio de
comunicación, sencillamente, porque resulta un buen negocio y no porque importe
la difusión y la defensa de la verdad, en primer lugar? No se puede apelar a su
dignidad o a su compostura profesional, pues es algo insólito encontrar en su
controvertida naturaleza ese componente tan escaso en el mundo actual. No se
puede ser “moderado” con semejantes planteamientos periodísticos, altamente
desorientadores, cuando en la página editorial de Prensa Libre (edición impresa
y digital del 3 de enero de 2012) dirigida o escrita por el periodista Miguel
Angel Méndez Zetina se opina de la manera más servil y sin balance emocional.
Ignoro quién sea ese atrabiliario sujeto, pero intuyo que no es buena cosa.
Pero sí es claro, patente, evidente y asqueroso con quién trata de quedar bien.
Veamos lo que destaca en su página editorial
(página 14, recuadro izquierdo): El título del editorial dice lo siguiente: Primer
error del nuevo gobierno. Se refiere al gobierno que tomará posesión
el 14 de enero de 2012 encabezado por el general Otto Pérez Molina. El asunto
es el siguiente: El país islámico de Irán tiene relaciones diplomáticas con
Guatemala desde 1993 y, si relaciones diplomáticas se entienden por la relación
de amistad y cooperación en Estados y sus pueblos, ¿qué de malo o yerro
tiene el que se invite a un presidente de un país distante, que ningún mal nos
ha hecho?, que tiene además suficiente riqueza (dólares) para invertir en un
país como Guatemala creando fuentes de trabajo y no necesariamente promoviendo
subversión terrorista, como posiblemente bulle en el interior del cochambroso
cerebro del periodista Méndez Zetina y sus amos del norte. Ya vemos a la nación
islámica realizando una labor fecunda en el campo económico, social,
tecnológico y cultural en Venezuela, Ecuador, Bolivia y otros países de América
del Sur. ¿O acaso cree el periodista en mención que las quebradas economías
europeas o norteamericana están en condiciones de invertir grandemente en
nuestro país? Están por salvarse ellos, no a nosotros. Y se necesita de escaso
discernimiento y si de mucha elucubración encefálica, calenturienta, para
no darse cuenta de la tendencia objetiva de la realidad del
mundo actual. Guatemala necesita apoyos y la república islámica (con toda
lo que le disguste al señor Méndez Zetina) no necesita de naciones mendicantes
como Guatemala un voto en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y por ello
está interesado el presidente iraní de quedar bien con su visita. Ya sabemos el
papel y la naturaleza de ese órgano de las Naciones Unidas. En su interior se
hace lo que dice Estados Unidos, no venga señor periodista, a decir las cosas
como no son. Estar Guatemala en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas no
será un honor sino la enésima comprobación -ya lo verá- de su
sometimiento al poder imperial. Defiendo, sí, una posición digna, en defensa de
la soberanía; que escuché y ví del general Otto Pérez Molina en el noticiero
Guatevisión, propiedad por cierto del mismo periódico, la noche del 3 de enero
de 2012. Dijo, ante las explicaciones pedidas por los Estados Unidos
(asunto que habría qué averiguar si es cierto o es invento de la prensa
amarillista guatemalteca para crear presión el nuevo gobierno y condicionarlo)
y los periodistas nacionales lo siguiente: “Creo que habrá visitas no
acostumbradas durante mi gobierno”. Con un lenguaje diplomático de
gran fineza y carácter -que aquí le sentó muy bien- fijó no otra
cosa, que se precisa entender: la defensa de la soberanía nacional.
Guatemala no tiene por qué sudar calenturas
ajenas. Si Estados Unidos está en términos de franca hostilidad hacia Irán,
este es asunto del gobierno estadounidense. Cada pueblo edifica y dirige su
destino como mejor le parece. Se autodetermina. Y la valoración de dictadores
que hace el periodista Méndez Zetina a algunos gobernantes latinoamericanos, no
es necesariamente lo que piensan sus electores. Leamos una de sus barrabasadas: (…)
el presidente de Irán, quien ha visitado Venezuela y Nicaragua, dos países
ahora presididos por los antidemocráticos Hugo Chávez y Daniel Ortega, aceptó
venir a Guatemala por el obvio motivo de congraciarse de alguna manera con un
país que, precisamente ayer, comenzó su período de dos años como integrante del
Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas, organismo cuyas
resoluciones no son recomendaciones sino órdenes que los Estados miembros deben
acatar.
Y más adelante su asqueante servilismo y
controvertida manera de pensar o escribir (cálamo currente, tal vez, por
amanecer con resaca de Año Nuevo) deja muy de lado su opinión editorial,
altamente ideologizada (aunque los neoliberales dicen que ya no existen las
ideologías!) y carente de algo esencial: un mínimo esfuerzo de objetividad,
cuando agrega: (…) ciertamente, Guatemala, debe abrirse paso por medio
de la ampliación del número de países con los que tiene relaciones. Pero ese
criterio válido no se justifica con la invitación a Mahmud Ahmadineyad, debido
a las lógicas y esperadas reacciones de desagrado de algunos países amigos, las
que con seguridad no serán hechas públicas.
Tontuelo o pícaro, éste, pues. Desde el momento
en que los Estados Unidos piden explicaciones es porque están enfadados. Las
explicaciones no son felicitaciones. En fin, queridos lectores de La Cuna del
Sol, vean ustedes la clase de periodistas sin ecuanimidad que tenemos en
Guatemala. Y eso que el editorialista escribe en el medio de más “prestigio” de
nuestro país o el de mayor tirada, que sería
lo correcto decir. No defendemos a Pérez Molina, ni tampoco somos sus aliados
políticos, ni queremos ser tomados en cuenta. Pero si se invitó a Ahmadineyad,
nada hay de malo. Solo digo que los oligarcas de este país quieren que se haga
lo que ellos dicen y ya empezaron a poner a Pérez Molina contra las cuerdas.
Por eso cae mal la falta de investidura profesional de ese tipo de periodistas:
por manipuladores y francos enemigos de la amplitud, de la democracia.
Ahmadineyad no es controvertido, como afirma Méndez Zetina. Ahmadineyad es
coherente, consecuente con lo que dice y hace. Lógico. El enrevesado es el
periodista.
Publicado por: Marvin Najarro
Ct., USA.
Este es un mensaje para Tavito. Por casualidad me di cuenta de que usted esta en contacto con mi hermana Tavo. Soy Antonio. Quiza no me recuerde pero yo lo conoci aunque muy a la ligera en Jutiapa. Mis respetos.
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