martes, 28 de febrero de 2012

¿DE QUÉ CAMBIO HABLA OTTO PÉREZ MOLINA?...





INTRODUCCIÓN


Los ecologistas guatemaltecos han sido calificados de todo (ecohistéricos, retrógrados, etc.) por los sectores más recalcitrantes de la derecha guatemalteca, menos de personas que aman a su país, a los ciudadanos y a la naturaleza. Magalí Rey Rosa, autora de este ensayo, desde hace varios años viene luchando contra los poderes fácticos enemigos de la naturaleza. Los abnegados luchadores ecologistas hoy se enfrentan a tres grandes riesgos: los narcotraficantes que depredan la selva, la industria minera y petrolera y la displicencia de los sucesivos gobiernos. El gobierno de Pérez Molina   -por lo que se ve-  apunta por el continuismo, pues no se puede interpretar de otra manera el hecho de que haya nombrado como ministra de ambiente a una persona vinculada, precisamente, con el atropello a la naturaleza; la señora Roxana Sobenes. Se requiere para ese cargo, indudablemente, a una persona comprometida con la defensa y protección de la naturaleza y no una depredadora. El nombramiento de dicha persona lleva el sello del escarnio contra las personas preocupadas por preservar nuestra riqueza natural, pero más que todo se asume como un absoluto atropello contra la Madre Tierra, la naturaleza. Es semejante como poner a un lobo a cuidar las ovejas o a un ratero a custodiar el arcón. Hay cosas que el gobierno se empeña en hacer bien, pero en este caso (sobre todo el poco transparente acuerdo del 5% con las mineras) las acciones son perciben sin paliativos; mal. Contradictorias y falsas, máxime cuando se está impulsando como política de Estado la transparencia. Hay un franco divorcio, pues, entre lo que se dice y se hace. Incongruencia que le irá restando credibilidad al gobierno de Pérez Molina, porque el tema de la minería es  -aparte del narcotráfico y la violencia-  el problema fundamental de la sociedad guatemalteca en el actual momento. Luciano Castro Barillas.






¿DE QUÉ CAMBIO HABLA
OTTO PÉREZ MOLINA?


Por Magalí Rey Rosa



El presidente Pérez fue a Iximché a celebrar el Oxlajuj No´j. ¿Cuántos años nuevos del calendario maya celebró antes? ¿Fue pose publicitaria “de cambio” o fue un gesto sincero participar de una ceremonia maya? Los ancianos hablan de un “cambio mental para sentir, aprender y entender que todos los seres que habitamos la Madre Tierra somos hermanos: humanos, animales y plantas y todo ser que ocupe un tiempo y espacio. Cohabitamos sobre la Madre Tierra, porque sobre ella nacemos, de sus recursos subsistimos y, cuando descansamos, a su vientre vamos a dormir el sueño eterno, ya que nuestras energías siguen su curso en la existencia. Este tiempo sagrado del que estamos siendo testigo, es propicio para pedir porque no falten nuestros alimentos. (…) a la vez pedimos inclusión para que nuestras ideas y voces se vean reflejadas en la elaboración y ejecución de políticas públicas, porque de otra forma no lograremos avanzar y mejorar las condiciones de vida de la población, especialmente la situación de los pueblos indígenas y otros sectores vulnerables ante los cambios drásticos tecnológicos, climáticos, económicos y políticos que ha representando el presente siglo. (…) Porque todos somos hijos de un solo Creador y Formador. No más ofensas entre humanos y de humanos contra la Madre Naturaleza”.

Defender la naturaleza de los ataques de los hombres no es tarea fácil en Guatemala. Se debe enfrentar un modelo económico que no toma en cuenta cómo funciona la vida sobre la Tierra, la codicia de las transnacionales, la falta de visión de los dirigentes más poderosos del sector privado, la ignorancia generalizada sobre la importancia del equilibrio ecológico, y la pobreza material de la mayoría de la población. Además, la corrupción, la indolencia, la incapacidad y la pobreza mental de muchos funcionarios de gobierno.

Guatemala tiene aún un valioso patrimonio natural, que se degrada irreversiblemente. La riqueza natural podría sacar a la población del estado de desesperación y empobrecimiento en que se encuentra hoy, si se les apreciara, cuidara y utilizara bien. Si seguimos destruyéndola corremos el riesgo de perder la base misma de nuestra supervivencia.

¿Cómo vamos a creer que el presidente Pérez Molina entienda el cambio a que se refieren los ancianos mayas, si designa a alguien como Roxana Sobenes (Sobenes trabajó para la industria minera) para dirigir el ministerio que tiene como mandato fundamental defender la naturaleza? Ella sería ideal para ministra de minería… ¿Cómo podemos creerle, si negocia  -de manera poco transparente-  regalías “voluntarias” con los mineros? El mismo presidente dijo a Plaza Pública que el (…) el diálogo franco y sincero entre el Ejecutivo y el sector privado les permitió alcanzar un acuerdo…  ¡Del que fueron excluidos los afectados por la minería, los pueblos indígenas, la ciudadanía en general y   -por supuesto-  los ambientalistas y la Iglesia! Tal vez haber ido a Iximché ilumine el corazón del presidente Pérez Molina y ahora él entienda de qué hablan los ancianos mayas, cuyo discurso contradice radicalmente la forma irrespetuosa, utilitaria y egoísta como hoy se relacionan los Gobiernos con la Naturaleza.









Publicado por: Marvin Najarro
Ct., USA.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario