INTRODUCCIÓN
Los
ecologistas guatemaltecos han sido calificados de todo (ecohistéricos,
retrógrados, etc.) por los sectores más recalcitrantes de la derecha
guatemalteca, menos de personas que aman a su país, a los ciudadanos y a la
naturaleza. Magalí Rey Rosa, autora de este ensayo, desde hace varios años
viene luchando contra los poderes fácticos enemigos de la naturaleza. Los
abnegados luchadores ecologistas hoy se enfrentan a tres grandes riesgos: los
narcotraficantes que depredan la selva, la industria minera y petrolera y la
displicencia de los sucesivos gobiernos. El gobierno de Pérez Molina -por lo que se ve- apunta por el continuismo, pues no se puede interpretar de otra manera el hecho
de que haya nombrado como ministra de ambiente a una persona vinculada,
precisamente, con el atropello a la naturaleza; la señora Roxana Sobenes. Se requiere
para ese cargo, indudablemente, a una persona comprometida con la defensa y
protección de la naturaleza y no una depredadora. El nombramiento de dicha
persona lleva el sello del escarnio contra las personas preocupadas por
preservar nuestra riqueza natural, pero más que todo se asume como un absoluto
atropello contra la Madre Tierra ,
la naturaleza. Es semejante como poner a un lobo a cuidar las ovejas o a un
ratero a custodiar el arcón. Hay cosas que el gobierno se empeña en hacer bien,
pero en este caso (sobre todo el poco transparente acuerdo del 5% con las
mineras) las acciones son perciben sin paliativos; mal. Contradictorias y falsas, máxime cuando se está impulsando
como política de Estado la transparencia. Hay un franco divorcio, pues, entre
lo que se dice y se hace. Incongruencia que le irá restando credibilidad al
gobierno de Pérez Molina, porque el tema de la minería es -aparte del narcotráfico y la violencia- el problema fundamental de la sociedad
guatemalteca en el actual momento. Luciano
Castro Barillas.
¿DE QUÉ CAMBIO HABLA
OTTO PÉREZ MOLINA?
Por Magalí Rey Rosa
El
presidente Pérez fue a Iximché a celebrar el Oxlajuj No´j. ¿Cuántos años nuevos
del calendario maya celebró antes? ¿Fue pose publicitaria “de cambio” o fue un
gesto sincero participar de una ceremonia maya? Los ancianos hablan de un “cambio mental para sentir, aprender y
entender que todos los seres que habitamos la Madre Tierra somos hermanos:
humanos, animales y plantas y todo ser que ocupe un tiempo y espacio.
Cohabitamos sobre la Madre Tierra ,
porque sobre ella nacemos, de sus recursos subsistimos y, cuando descansamos, a
su vientre vamos a dormir el sueño eterno, ya que nuestras energías siguen su
curso en la existencia. Este tiempo sagrado del que estamos siendo testigo, es
propicio para pedir porque no falten nuestros alimentos. (…) a la vez pedimos
inclusión para que nuestras ideas y voces se vean reflejadas en la elaboración
y ejecución de políticas públicas, porque de otra forma no lograremos avanzar y
mejorar las condiciones de vida de la población, especialmente la situación de
los pueblos indígenas y otros sectores vulnerables ante los cambios drásticos
tecnológicos, climáticos, económicos y políticos que ha representando el
presente siglo. (…) Porque todos somos hijos de un solo Creador y Formador. No
más ofensas entre humanos y de humanos contra la Madre Naturaleza ”.
Defender
la naturaleza de los ataques de los hombres no es tarea fácil en Guatemala. Se
debe enfrentar un modelo económico que no toma en cuenta cómo funciona la vida
sobre la Tierra ,
la codicia de las transnacionales, la falta de visión de los dirigentes más
poderosos del sector privado, la ignorancia generalizada sobre la importancia
del equilibrio ecológico, y la pobreza material de la mayoría de la población.
Además, la corrupción, la indolencia, la incapacidad y la pobreza mental de
muchos funcionarios de gobierno.
Guatemala
tiene aún un valioso patrimonio natural, que se degrada irreversiblemente. La
riqueza natural podría sacar a la población del estado de desesperación y
empobrecimiento en que se encuentra hoy, si se les apreciara, cuidara y utilizara
bien. Si seguimos destruyéndola corremos el riesgo de perder la base misma de
nuestra supervivencia.
¿Cómo
vamos a creer que el presidente Pérez Molina entienda el cambio a que se
refieren los ancianos mayas, si designa a alguien como Roxana Sobenes (Sobenes
trabajó para la industria minera) para dirigir el ministerio que tiene como
mandato fundamental defender la naturaleza? Ella sería ideal para ministra de
minería… ¿Cómo podemos creerle, si negocia
-de manera poco transparente-
regalías “voluntarias” con los mineros? El mismo presidente dijo a Plaza
Pública que el (…) el diálogo franco y
sincero entre el Ejecutivo y el sector privado les permitió alcanzar un
acuerdo… ¡Del que fueron
excluidos los afectados por la minería, los pueblos indígenas, la ciudadanía en
general y -por supuesto- los ambientalistas y la Iglesia ! Tal vez haber ido
a Iximché ilumine el corazón del presidente Pérez Molina y ahora él entienda de
qué hablan los ancianos mayas, cuyo discurso contradice radicalmente la forma irrespetuosa,
utilitaria y egoísta como hoy se relacionan los Gobiernos con la Naturaleza.
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