jueves, 17 de mayo de 2012

HISTORIAS DE TRUCULENCIAS Y DE ATROCIDADES (PARTE II)…





INTRODUCCIÓN



Los Archivos Secretos de la CIA en Guatemala nunca fueron secretos. Era un secreto a voces  quiénes eran los responsables de las acciones represivas durante los 36 años del conflicto armado interno, quiénes sus cómplices y quiénes sus apoyos institucionales. Toda esta historia de horror no acaba y las posibilidades de vivir en paz en Guatemala siempre lucen remotas e inalcanzables. La Cuna del Sol ofrece a sus lectores los documentos oficiales de los sucesivos gobiernos de los Estados Unidos que prohijaron estos hechos reprochables que son parte de nuestra historia, ciertamente, pero también de nuestro presente y con grave incidencia sobre nuestro futuro, si los ciudadanos no se informan y luchan a partir de la consciencia  -sencillamente del estar enterados- por fortalecer la endeble democracia guatemalteca y su sociedad signada desde siempre por la injusticia y las más variadas formas de violencia. Parte la historia de los crímenes cometidos contra los dirigentes de izquierda y revolucionarios están registrados en los 48 documentos secretos, como la muerte por torturas de Leonardo Castillo Flores y Víctor Manuel Gutiérrez Garvín el 6 de marzo de 1966 y 30 dirigentes populares más, inaugurando tristemente estas honorables personas la época de los asesinatos en masa del terrorismo de Estado. Se documentan también las operaciones públicas y encubiertas de las fuerzas de seguridad, el estupor por la represión “indiscriminada y brutal” por los propios funcionarios norteamericanos, como escribiera en su memorando Viron Vaky (29 de marzo de 1968), Jefe Adjunto de la Misión de los Estados Unidos en Guatemala. Y los datos más inmediatos consignados en el Documento 22 donde figura Otto Pérez Molina o el Documento 25 donde el protagonista de las atrocidades es el luciferino predicador evangélico, el general Efraín Ríos Montt. Toda una galería del horror donde Jason, el asesino de la motosierra, se queda chiquito. Alexander Cardona.







El Ejército de Guatemala:                   
Lo que Revelan Los Archivos
de los Estados Unidos

Volumen II
Documentos
Fotografia extraida de una película del Ejército de Estados Unidos fechada en 1965. Asesores estadounidenses discuten mientras el Coronel Carlos Arana Osorio y un asistente les observan.

[De Izquierda a derecha: Sargento Casper González, asesor de infantería de EEUU; Mayor Vernon Justice, asesor de inteligencia del ejército de EEUU; soldado no identificado; y el Coronel Carlos Arana Osorio.]

Abril de 1981 
[Soldados guatemaltecos asesinan a civiles en Cocob] 
CIA, telegrama secreto
La CIA hace un relato de la masacre ocurrida en el pueblo de Cocob el 17 de abril de 1981.  Buscando el paradero de una unidad del Ejército Guerrillero de los Pobres (EGP) sospechosa de haber tendido una emboscada a una patrulla del ejército dos días antes, una compañía armada de tropas aerotransportadas entró en el pueblo donde encontró, “un tropel indómito de aldeanos” que “parecían apoyar enteramente a las guerrillas”.  Muchos no combatientes fueron asesinados en el tiroteo consiguiente.  “Los soldados”, una fuente explica, “se vieron forzados a disparar a todo lo que se moviera”. 
 
5 de octubre de 1981 
Guatemala:  y ahora ¿qué? 
Departamento de Estado, memorando secreto
 En una reunión celebrada en 1981 con el General Vernon Walters, el Presidente Lucas García dejó muy claro que, a pesar de la presión de los EEUU en materia de derechos humanos, “la represión continuaría…y la amenaza guerrillera sería completamente derrotada” con o sin ayuda de la asistencia militar de los EEUU.  En este memorando, Robert L. Jacobs, funcionario de la Oficina de Derechos Humanos y Asuntos Humanitarios del Departamento de Estado, sostiene que los EEUU deberían distanciarse de la política represiva del gobierno de Lucas.  Si Lucas se equivoca y el fracaso de la represión se hace evidente con el tiempo, Jacobs sugiere, el gobierno “no tendrá más remedio que buscar asistencia política y militar en los EEUU más o menos bajo nuestras condiciones”.  Pero si Lucas tiene éxito y extermina la guerrilla, “no hay ninguna necesidad de que EEUU se implique en la represión suministrando asistencia en temas de seguridad al GOG [siglas en inglés de Government of Guatemala/Gobierno de Guatemala].  Para entonces ya se podrán establecer relaciones normales. 
 
5 de febrero de 1982 
Informe del Comité de Vigilancia del DCI [Director of Central Intelligence – Director de Inteligencia Central] 
CIA, informe top secret
Un informe de un comité especial de la CIA predice que las operaciones militares planificadas para la región Ixil de El Quiché podrían producir “enfrentamientos importantes” con la guerrilla y “graves abusos de derechos humanos por las fuerzas armadas”. El General Benedicto Lucas García, Jefe del Estado Mayor del Ejército, ha indicado que “es probable que sea necesario destruir un cierto número de aldeas”. 
 
Febrero de 1982 
[Operación contrainsurgente en El Quiché] 
CIA, telegrama secreto
Las masacres perpetradas por el ejército continúan durante los días anteriores al golpe militar que derrocó a Lucas.  Este telegrama de la sección de la CIA describe las “barridas” del ejército de Guatemala por el Triángulo Ixil en El Quiché.  El objetivo de la operación es destruir todos los pueblos y aldeas sospechosos de apoyar al Ejército Guerrillero de los Pobres (EGP).  Según el autor del telegrama, el ejército todavía no ha encontrado ninguna fuerza guerrillera importante en el área y su posible éxito se ha visto limitado por la destrucción de pueblos enteros y el asesinato de indios sospechosos de colaborar o simpatizar con los rebeldes.  El ejército está convencido de que toda la población indígena de Ixil apoya a la guerrilla y “ha creado una situación que ha forzado al ejército a no dar cuartel a combatientes y no combatientes por igual”. 
 
16 de abril de 1982 
Guatemala:  maquinaciones constantes dentro de las fuerzas armadas 
Agencia de Inteligencia de Defensa, telegrama confidencial
El General Ríos Montt, que tomó el poder en marzo, ha emitido la Orden General Número 10 cambiando el destino de alrededor de 400 oficiales del ejército con la intención de consolidar su base de poder dentro de las fuerzas armadas y prevenir un posible contragolpe contra su recién instaurada junta militar.  Este telegrama identifica dos grupos de jóvenes oficiales del ejército guatemalteco insatisfechos con la situación actual:  1)  aquellos que apoyaron el golpe de Ríos Montt pero creen que no está decidido a convocar elecciones y 2)  aquellos que apoyaron el golpe y han sufrido las consecuencias.  El documento también informa que el Movimiento Nacional de Liberación (MNL), un partido político de derecha, está cortejando a ambas facciones con el objeto de dividir a los militares y “después, tomar las riendas del gobierno cuando la junta caiga”.  Otros oficiales, principalmente aquellos fuera de la capital, se han mantenido fuera de la lucha política por el poder y están más preocupados por el reciente “respiro” en la ofensiva contra la guerrilla.  El documento avisa que una “división seria…dentro de las fuerzas armadas” permitiría a la guerrilla “entrar paseando en la ciudad de Guatemala sin ser molestada” 
 
10 de mayo de 1982 
Guatemala:  turbulencias en el ejército 
Agencia de Inteligencia de Defensa, telegrama confidencial
Dos meses después del golpe militar que le llevó al poder, el General Ríos Montt continúa fortaleciendo su posición eliminando a aquellos oficiales sospechosos de participar en conspiraciones golpistas.  La promoción número 73 de la Academia Militar guatemalteca es un grupo de oficiales -muchos de los cuales llegarán a ocupar posiciones de liderazgo- particularmente coherente en su oposición a Ríos Montt.  Les une el desacuerdo con la Orden General Número 10 de modificación masiva de destinos y se sospecha que conspiran contra la junta.  Ríos ha ordenado el arresto e investigación de tres de sus miembros más prominentes con el objeto de intimidarles –Capitán Mario López Serrano, Roberto Enrique Letona  Hora y Otto Pérez Molina- amenazándoles con hacer públicas sus corruptelas si continúan la oposición a su mandato. 
 
Febrero de 1983 
[Ríos Montt da carta blanca al Archivo para tratar con la insurgencia] 
CIA, telegrama secreto
Ha venido produciéndose un incremento constante de la “violencia presuntamente de derecha”, los secuestros –particularmente de estudiantes y personal docente- han aumentando de número y los cadáveres vuelven a parecer en las cunetas y zanjas, prácticas asociadas con el régimen anterior.  Desde que tomó el poder en marzo de 1983 el Presidente Ríos ha experimentado mecanismos legales nuevos para tratar a los guerrilleros y sospechosos de subversión capturados; pero las fuentes informan que en octubre de 1982 se les dijo a los oficiales del Archivo que “los guerrilleros conocidos no volverían a quedar bajo custodia de las cortes especiales”, y que eran libres para “arrestar, retener, interrogar y deshacerse de guerrilleros sospechosos a su conveniencia”.  Las fuentes también señalan que la unidad está participando en operaciones militares contra los pueblos de El Quiché.  Aunque el telegrama no contiene información vinculando al Archivo con actividades fuera de la ley, el Embajador Frederic Chapin, en un comentario al final del documento, dice “estar firmemente convencido” de que la explosión reciente de violencia está ordenada y dirigida por “por oficiales de las fuerzas armadas próximos al Presidente Ríos Montt”. 
 
23 de mayo de 1983 
Latinoamérica-Análisis [extracto] 
CIA, informe secreto
Este informe resumido examina los recientes esfuerzos de reestructuración del ejército de Guatemala diseñados para aumentar la eficacia del control del ejército sobre “el personal civil del gobierno, policía, reservistas Fuerzas Civiles de Defensa así como el personal militar a nivel ministerial”.  El establecimiento de zonas militares más pequeñas y la institucionalización de “Fuerzas de Tareas” especiales del ejército en áreas con fuerte actividad guerrillera proporcionará a los comandantes del ejército mayor flexibilidad a la hora de reunir una fuerza adecuada a las condiciones y problemática de cada zona.  Aunque se espera que este plan organizativo mejore substancialmente los resultados de la lucha contrainsurgente del ejército, el documento también avisa que la presencia creciente del ejército por todo el país “puede atrincherar todavía más el dominio militar en detrimento de un proceso de democratización”. 
 
30 de junio de 1983 
Posible golpe de estado en Guatemala 
Agencia de Inteligencia de Defensa, telegrama secreto
A medida que la oposición al régimen del General Ríos Montt crece, las fuentes de inteligencia militar de los EEUU se dan cuenta de que se está urdiendo un golpe de estado dentro de las fuerzas armadas y pronostican que Ríos será derrocado dentro de los próximos 45 días.  La impopularidad del presidente se atribuye a varias razones:  1)  La creencia generalizada entre los oficiales del ejército de que sus maniobras han socavado el orden y la disciplina del ejército;  2)  Las acusaciones de corrupción dentro de su administración;  3)  La inquietud ante el entusiasmo de sus creencias evangélicas que están reñidas con la tradición católica del país;  y 4)  La convicción de que Ríos no tiene intención de convocar elecciones libres.
El documento también relata cómo el General Lucas fue coaccionado a renunciar en marzo de 1982 por la junta de Ríos.  Aunque estaba preparado para resistir el golpe, Lucas finalmente cedió después de ser conducido a un túnel donde su madre y hermana permanecían retenidas con rifles apuntando a sus cabezas. 
 
Agosto de 1983 
Guatemala:  perspectivas de moderación política 
CIA, análisis secreto de inteligencia
La CIA realizó este extenso análisis de inteligencia sobre el régimen del Presidente Ríos y sus perspectivas de futuro justo dos semanas antes de que fuera derrocado por su Ministro de Defensa, General Oscar Humberto Mejía Víctores.  El documento comienza con un franco examen de la historia y raíces de la violencia política en Guatemala, empezando por el golpe militar de 1954 patrocinado por la CIA, un acontecimiento que anunció una era en la que coaliciones poco firmes de la elite gobernaron Guatemala bajo “el entendimiento tácito de que un proceso político inmanejable o poco predecible –tales como unas elecciones libres o una participación popular mayor- es contrario a sus intereses”.  A pesar de que durante el mandato de Ríos el ejército trató “con extrema violencia los pueblos controlados por la guerrilla”, en el documento se le atribuye el mérito de haber adoptado “una estrategia contrainsurgente más lúcida” y de haber reducido el nivel de “violencia indiscriminada” que caracterizó el régimen de Lucas.  El análisis pronostica que “la tendencia presente hacia un gobierno moderado” se mantendrá a corto plazo si Ríos permanece en el poder durante los próximos dos años –algo que el analista de la CIA considera sólo probable. 
 
9 de octubre de 1983 
La confusión continúa entre los oficiales del ejército de Guatemala 
Agencia de Inteligencia de Defensa, telegrama secreto
Aunque el General Mejía controla de facto el gobierno de Guatemala después del golpe de estado en agosto de 1983 contra el Presidente Ríos, una nueva base de poder ha surgido “entre bastidores” liderada por el Coronel Juan José Marroquín Siliezar, jefe del Estado Mayor Presidencial, y el General Héctor Alejandro Gramajo Morales,  subjefe del Estado Mayor del Ejército.  Este documento informa que los oficiales del ejército guatemalteco están empezando a sospechar que Gramajo y el Coronel Roberto Enrique Mata Gálvez, comandante de las fuerzas armadas en el departamento de El Quiché, están trabajando en confabulación con la CIA. 
 
15 de noviembre de 1983 
Comentarios del Embajador sobre la información relacionada con la muerte de tres personas vinculadas a un proyecto de AID 
Departamento de Estado, telegrama confidencial
El Embajador de los EEUU Frederic Chapin remite sus comentarios sobre la muerte de tres personas que trabajaban en un proyecto patrocinado por la Agencia para el Desarrollo Internacional norteamericana.  Chapin discrepa con la versión oficial del suceso y propone que “el incidente fue una respuesta inmediata del Archivo bajo el Coronel Juan José Marroquín Siliezar (jefe del estado mayor del presidente) a la contundente presentación sobre derechos humanos realizada por el Subsecretario Ikle y el Secretario de Estado Adjunto Elliot Abrams el 7 de noviembre”.  Aunque el caso “clama justicia”, Chapin recomienda que los EEUU reaccionen con cautela hasta que la situación de la víctima desaparecida sea aclarada. 
 
2 de febrero de 1984 
Secuestros recientes:  los indicios señalan a las fuerzas de seguridad del gobierno 
Departamento de Estado, telegrama confidencial
La Embajada de los EEUU en Guatemala informa de las circunstancias alrededor de dos secuestros recientes en la ciudad de Guatemala, sugiriendo que ambos parecen haber sido obra de las fuerzas de seguridad del gobierno.  El documento describe en detalle como una de las víctimas, Sergio Vinicio Samayoa Morales, fue secuestrada del hospital por diez hombres armados justo antes ser operado de las heridas de bala sufridas más temprano ese mismo día.  En su análisis, el Embajador de los EEUU Frederic Chapin señala que “estos espantosos secuestros indican que las fuerzas de seguridad golpearán cuando el objetivo sea de importancia”.  Chapin propone que los EEUU pueden pasar por alto esta clase de atrocidades y “resaltar el concepto estratégico” o “seguir una trayectoria moral más elevada”, pero no se debe continuar zigzagueando entre estas dos posiciones. 
 
28 de marzo de 1986 
Desaparecidos entre 1977 y 1986 en Guatemala 
Departamento de Estado, informe secreto
Este documento es un análisis extenso sobre las raíces de la violencia en Guatemala que intenta explicar el número extraordinario de secuestros y desapariciones que han plagado el país durante los últimos nueve años.  El estudio encuentra que la mayoría de las víctimas han sido campesinos ladinos, indios agricultores, estudiantes y maestros detenidos para ser interrogados en centros del ejército y después asesinados tras horas o días de tortura e interrogatorio, y concluye que, “ las fuerzas de seguridad del gobierno estuvieron detrás de la mayoría de los 6.515 secuestros ocurridos entre 1977 y 1985.  El ejército ha tomado medidas para ocultar su participación en estas actividades antes de ceder el poder al Presidente Vinicio Cerezo en enero de 1986, temeroso de que el nuevo gobierno civil pudiera investigar estas acusaciones.  Por ejemplo, a finales de 1985 el ejército transfirió los expedientes secretos del Archivo a la dirección de inteligencia del ejército (D-2) para mayor seguridad.  El Archivo, dice el estudio, era “un grupo secreto en la oficina del Presidente que recolectaba información sobre insurgentes y operaba contra ellos”. 
 
circa julio de 1986 
[El gobierno de Cerezo] 
Departamento de Estado, carta secreta
El director de la Oficina de Inteligencia e Investigación del Departamento de Estado, Morton I. Abramowitz, informa al presidente del Comité Especial de Inteligencia del Senado sobre la mejora de la actuación gubernamental en materia de derechos humanos bajo la presidencia de Cerezo, primer presidente civil de Guatemala desde hace 15 años.  Abramowitz juzga que el nivel de violencia política ha bajado desde que Cerezo está en el cargo, pero señala que la falta de disposición del presidente a iniciar “investigaciones al estilo de Argentina sobre abusos de derechos humanos en el pasado era una decisión calculada” dirigida a apaciguar al ejército cuyo apoyo necesita.  Al igual que en el documento anterior, la carta de Abramowitz menciona que el ejército disolvió el Archivo antes de ceder el poder a un gobierno civil y transfirió sus expedientes a la dirección de inteligencia del ejército. 
 
Febrero de 1989 
[Grupos vigilantes apoyados por el gobierno de Guatemala] 
CIA, telegrama secreto
Este telegrama informa que grupos vigilantes que operan desde dentro de la Policía Nacional y la Policía de Hacienda guatemalteca, frustrados por lo que perciben como incapacidad del sistema judicial para hacer frente al creciente índice de criminalidad, están “capturando y asesinando individuos con muchos antecedentes penales”.  El autor cree que estas actividades están siendo dirigidas por el jefe de la Policía Nacional “o posiblemente alguien más arriba”.  Una fuente incluso considera que el ejército ha autorizado una banda de civiles comisionados militares para “hacer redadas de criminales y personas indocumentadas” y entregarlos al ejército para ser asesinados ya que el ejército “no tiene medios legales para procesarles”.  Estos grupos parecen ser diferentes del escuadrón de la muerte Jaguar Justiciero, un grupo que ha resurgido recientemente y del que se piensa tiene “una lista negra actualizada de 200 individuos”.


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Estos materiales son reproducidos del www.nsarchive.org  con el permiso del. Archivo de Seguridad Nacional

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Publicado por Marvin Najarro
CT., USA.

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