INTRODUCCIÓN
El gobierno sirio presidido por Bashir Al Assad
está siendo acosado con fiereza por la cohorte de bandidos -mercenarios
internacionales- reclutados en Turquía y Libia, con el apoyo financiero,
político, militar y diplomático de los Estados Unidos, en primer lugar, Israel
como operador en la región y la connivencia descarada de las monarquías
reaccionarias árabes del Golfo que quieren destruir la única fuerza opositora
contra el sionismo, pero principalmente, al único foco de dignidad y democracia
de las naciones árabes cuyos pueblos están siendo agitados por aires de cambio,
sin tomar en cuenta que esas acciones subversivas son también una imprudente y
desmedida provocación para los rusos, cuyo bloqueo a la resolución del Consejo
de Seguridad no detuvo la agresión del imperialismo y sus aliados. Emplazamientos
militares belicosos contra la nación rusa tendrá una respuesta inevitable, que
en el peor de los casos puede ser la militar y que nos asoma a un conflicto que
pone en peligro la paz mundial y la seguridad internacional. Las últimas
acciones de propaganda de los grandes intereses financieros internacionales
hacen ver que el combate de Tremseh fue una masacre, cuando en realidad se
tratan de mercenarios caídos al fragor del combate contra las fuerzas
constitucionales sirias. Hillary Clinton, mujer codiciosa de poder y ya a estas
alturas de su vida con los carrillos caídos, que viéndoselos al espejo debieran
de hacerla asumir una posición de señora sensata y orientadora; no obstante
ella hace todo lo contrario. Pone a la comunidad internacional con sus
declaraciones imprudentes y amenazas en estado de preocupación y hasta de crispación.
Las creencias de la nación norteamericana en el postulado del “nunca jamás” llegó a su fin con la
temeraria Secretaria de Estado que, por vivir un amor contrariado con su
marido, esa desavenencia la proyecta al mundo. Al que quiere incendiar con sus
muladas.[1]Vino
esta señora a ser la mejor aliada de los sujetos de la peor índole del mundo
árabe agrupados en el Ejército de Siria Libre, el Consejo Nacional Sirio y los
Hermanos Musulmanes, caterva de
aplicados truhanes al servicio de la delincuencia internacional. Luciano Castro Barillas.
HILLARY CLINTON DEBE RENUNCIAR
Citando reportes falsos relacionados con la
“masacre” en Siria, llama por la aplicación del Capítulo 7 de la ONU. Su
irresponsable belicismo deja la imagen de los Estados Unidos irrevocablemente
dañada.
Por Tony Cartalucci
Julio 15, 2012
El desquiciado estado de la política exterior de los EE.UU. es
ejemplificado de la mejor manera por la “masacre” de Tremseh, Siria. Antes de
que pudiera ser confirmada y basada únicamente en informaciones de
“activistas”, Hillary Clinton redactó un informe del Departmento de
Estado, que dice: "Me sentí profundamente entristecida e indignada al
enterarme de reportes sobres otra masacre más cometida por el régimen de Siria
que ha causado la muerte de más de 200 hombres, mujeres y niños en la villa de
Traymseh. Reportes fehacientes indican que este malvado hecho fue ejecutado por
la artillería, tanques y helicópteros;irrefutable evidencia de que el régimen
deliberadamente asesinó a civiles inocentes. Siria no puede ser
democrática, estable o pacífica hasta que Assad se vaya y empiece una
transición política. Hacemos un llamado por un inmediato cese al fuego
alrededor de Hama para permitir que la misión de observadores de la ONU
entre en Traymseh. Aquellos que han cometido estas atrocidades serán identificados
y tenidos como responsables".
"En tanto el régimen de Assad continúe en su guerra contra el pueblo
de Siria, la comunidad internacional debe de incrementar la presión sobre
el régimen para detener la violencia y permitir una solución política. El
Consejo de Seguridad debe de poner todo su peso detrás del plan de Annan, para
un inmediato cese al fuego, una transición política y manifestar claramente al
régimen sirio de que, habrá consecuencias por la falta de cumplimiento. La
historia juzgará a este Consejo. Sus miembros deben preguntarse ellos
mismos, si permitir que el régimen de Assad continúe cometiendo actos de
indescriptible violencia en contra de su propio pueblo, es el legado que ellos
quieren dejar".
El Consejo de Seguridad, por supuesto, pondrá “todo su peso” detrás del
plan de “paz” de Kofi Annan, con las provisiones del Capítulo 7 a punto, lo
cual significa que las sanciones y la intervención militar, como en Libia,
serán subsecuentemente implementadas.
Lo que la secretaria de Estado Hillary Clinton intentó hacer fue
proponer una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU autorizando la
intervención militar (y en consecuencia el largamente buscado, cambio de
régimen) luego usó reportes inventados para vender la resolución en la corte
global de la opinión pública y diplomática. Esto constituye un crimen
manifiesto en contra de la paz y conspiración para llevar a cabo una guerra
agresiva, ambos catalogados como crímenes, de acuerdo a los tribunales de
Nuremberg.
Tremseh fue una batalla, no una masacre.
Conforme los hechos van emergiendo a cerca de lo que realmente sucedió en
Tremseh, Siria, se hace evidentemente claro de que el Departamento de Estado de
EE.UU., conjuntamente con sus allegados británicos, franceses, alemanes y
australianos, ha intentado mercadear una vez más otra guerra de agresión de la
OTAN, basada en un pretexto del todo falso. El New York Times en su
artículo, “Nuevos detalles de una batalla cuestiona reportes de una masacre en
Siria” (New Details of a Battle Challenge Reports of a Syrian Massacre),
reportó que “activistas” del llamado Ejercito de Siria Libre (FSA) y el
Consejo Nacional Sirio (SNC), apoyado por occidente, todos emitieron reportes
contradictorios.
De acuerdo a los monitores de la ONU que arribaron al lugar de los hechos,
la vasta mayoría de quienes fueron “masacrados” eran hombres en edad para
combatir, inclusive algunos miembros de la oposición concedieron que eran
militantes combatientes. El número que Clinton citó, 200, era en realidad el
número de militantes que se habían reunido en Tremseh para planear la siguiente
etapa de sus actividades terroristas. Residentes locales pasaron la información
al ejército sirio que rodeo el área y neutralizó, en un intenso combate, a los
combatientes del ESL quienes ultimadamente perdieron. No solamente eso, sino
que, la ONU confirma que las operaciones de seguridad de las fuerzas sirias,
fueron dirigidas “específicamente” a las posiciones rebeldes, contrario a las
falsas y descaradas acusaciones de Clinton de que las fuerzas del gobierno de
Siria “deliberadamente asesinó a civiles inocentes”.
En otras palabras, Hillary Clinton falsificó su informe ante toda la
“comunidad internacional” afirmando que “200 hombres, mujeres y niños” fueron
deliberadamente masacrados, cuando en realidad el ejército de Siria estaba
restaurando el orden ante la arremetida de terroristas armados. Después de que los
militares aseguraron el área de Tremseh, pusieron a disposición un vasto
arsenal de armas encontradas en el área, así como también, militantes
capturados del ELS incluyendo a combatientes turcos y libios, lo que indica que
los capturados no fueron “ejecutados” como falsamente lo afirmaban los reportes
iniciales.
Hillary Clinton debe renunciar
La generación que precedió a la de Hillary Clinton, aquellas de la Segunda
Guerra Mundial, juraron un “nunca jamás” a la tragedia de un conflicto global.
También juraron un “nunca jamás” a las mentiras y manipulaciones que
manipularon a millones de personas en todo el planeta a participar en un
conflicto mortal, unos en contra de otros. Las mentiras de Hillary Clinton y
los intentos de endosar, una vez más, otra guerra fabricada sobre falsedades,
traiciona esa promesa que fue hecha y de esta manera traiciona y pone en
peligro el verdadero fundamento de todo aquello que occidente defiende.
Hillary Clinton, de continuar en su capacidad, como toda la administración
de Bush antes que ella, compromete y mancha por siempre la credibilidad e
integridad de los Estados Unidos. Es irónico que la violencia que está
teniendo lugar en Siria, la cual Clinton quiere que el mundo crea es el trabajo
del “régimen de Siria”, fue primeramente esquematizada y orquestada por
los EE.UU. durante de la primera presidencia de Bush.
De hecho, de acuerdo con el artículo “The Redirection” de Seymour Hersh
publicado en la revista New Yorker (2007), “los EE.UU., Israel y los Estados
déspotas del Golfo complotaron para armar y desatar un frente de extremismo
sectario para deponer al gobierno de Siria. Fue durante ese tiempo que la
Hermandad Musulmana de Siria empezó a recibir fondos y apoyo de occidente,
mientras que en el norte de Líbano y bajo la supervisión de Saad Hariri, armas
y combatientes estaban siendo concentrados.
No solo la administración de Barack Obama, con Hillary Clinton como
secretaria de Estado, ha heredado y perpetuado esta violenta conspiración en
contra del pueblo de Siria, sino que ha heredado y perpetuado el deshonor y
dañado lo poco que le queda de integridad a los EE.UU y de la buena voluntad
del mundo. Por la economía de Estados Unidos que no puede cargar sobre
sus hombros otra aventura militar, por el honor de Estados Unidos que no puede
encontrar espacio para que quepa otra cicatriz, Hillary Clinton debe renunciar
y aquellos en el congreso y a través de toda la industria deben remover todo
apoyo a aquellos que están dilapidando, en busca de la hegemonía global, lo
último del vasto potencial de los Estados Unidos.
Seguramente la renuncia de Clinton sería más simbólica que un serio golpe
al sistema que es en realidad manejado por intereses corporativos - financieros
de entre sus tink - tanks, redes de cabilderos y los imperios de la
comunicación, pero será el inicio de un nuevo paradigma que señale los días de
impunidad para estos intereses especiales están llegando a su final.
Para el pueblo de Estados Unidos, que probablemente no será testigo de la
renuncia de la secretaria de Estado tras la desgracia e irreparable daño que
ella ha traído sobre su nación, ahora más que nunca debe estar resuelto a
identificar, exponer, boicotear y reemplazar los intereses financieros
corporativos para quienes trabaja Hillary Clinton. Nosotros como pueblo tenemos
que empezar por crear nuestras propias instituciones locales que sirvan
directamente a nuestros intereses, tenemos que empezar por involucrarnos
seriamente en un activismo que modifique nuestra domesticada actitud consumista
hacia la política y el progreso.
Traduccion: La Cuna del Sol
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