INTRODUCCIÓN
“Presstitute” (press + prostitute) es un
término muy usado por periodistas independientes y escritores de los medios
alternativos de prensa anglosajona, para referirse a periodistas y parlanchines
de los medios de prensa tradicional, que distorsionan la información y ofrecen
puntos de vista predeterminados en favor del gobierno y de las
corporaciones dejando de cumplir de esa manera, con su deber fundamental de
informar apegados a la realidad de los acontecimientos. Es precisamente el
papel de “presstitues” (prostiprensa o medios de prensa prostituidos) que
medios de prensa como Siglo 21 y Prensa Libre cumplen a la perfección en el
medio guatemalteco, al deslegitimizar, como ha sucedido con la reciente marcha
de maestros, con términos como “algunos presuntos miembros del STEG"...
(Siglo 21) o restarle importancia minimizando la magnitud de genuinas
expresiones de poder popular como lo ha hecho Prensa Libre. Y aunque sea una
actitud del todo condenable y repudiable la de estos "medios
informativos", no se puede esperar otro comportamiento que no sea la
defensa de sus propios intereses y de las clases dominantes a las que
obedientemente sirven y en contra de sus enemigos de clase, el pueblo
trabajador de Guatemala. Marvin Najarro.
EL DESPRECIABLE PAPEL
DEL PERIODISMO
GUATEMALTECO
Marcha de algunos presuntos miembros del STEG (SXXI) |
Por Valentín Zamora
El día de ayer tuvo lugar en ciudad de Guatemala la movilización
popular más importante de los últimos años, de 80,000 a 100,000 maestros. Algo
nunca visto para los estándares nacionales. Fui testigo presencial de los
acontecimientos y por lo tanto puedo afirmar que lo reportado por todos los
medios guatemaltecos es una vil mentira. Lo que si queda claro es que los
periodistas guatemaltecos, salvo contadas excepciones, son una cohorte de
serviles sin dignidad que siguen, si chistar ni mistar, las instrucciones de
los propietarios de medios como Prensa Libre y Siglo XXI, indudables adalides
reaccionarios que ante el asomo del poder popular empiezan por deslegitimar las
luchas del pueblo: ninguno de esos dos medios de escasa credibilidad se
aproximan a la verdad -muchos menos
aprehenderla- porque es clara su
vocación: son enemigos de los trabajadores. Destacaron, sí, en primera plana, los insultos e improperios
que maestros pagados por el poder de los empresarios y los políticos
reaccionarios espetaban al dirigente
máximo de la organización magisterial Joviel Acevedo, una maestro que resultó
de hueso colorado, es decir, consistente, convencido y valiente; todo lo
contrario de esa clase de periodistas: ambivalentes, negociables y cobardes. La
prensa guatemalteca en su conjunto es una decepción y un poco edificante modelo
de profesionalismo, sin embargo, los directores editoriales o conocidos
columnistas presumen en los círculos sociales guatemaltecos -rebosantes de
mojigatería- como personalidades democráticas y equilibradas. Nada mejor para
conocer a personas fuera de balance que leer las notas de Mario Antonio
Sandoval o Pedro Trujillo, desinformadores profesionales y con la egolatría del
pedo: no esperan que el aire venga de fuera si no que solo les sale de adentro,
vilipendiando en ese ejercicio a la digna y heroica Universidad de San Carlos,
porque da la casualidad que el actual director de Escuela de Ciencias de
la Comunicación de la USAC tiene
vocación de servilleta o alfombra. Ese tipo de personas son los formadores de
los “nuevos” periodistas guatemaltecos que debieran recibir en su pénsum
formativo el curso I, II, III y IV de dignidad. En conclusión, el pueblo en sus
luchas tiene como enemigos a todos y solo cuenta con la comprensión, apoyo y
solidaridad de sus compañeros más consecuentes y convencidos de hacer de
Guatemala un mejor país. Las personas aludidas solo son “educadas” con sus
paniaguados, pero quien les contradice o se enfrenta a sus posiciones e
intereses de clase, desatan la ira del infierno, con eufemismos algunos, o con
un lenguaje vulgar del españolote, que debiera de ir a dar sus consejos a
España, tal vez puede ayudar en algo para sacarla de la bancarrota. Aquí en
Guatemala sus palabras son ociosas, lamentablemente para él. ¡Salud a la marcha
del pueblo! Y conste seudoperiodistas de Prensa Libre y Siglo XXI: no son 5,000
los movilizados; son como 80,000. Aprendan a contar.
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