INTRODUCCIÓN
De acuerdo a su propio sitio web, moisesnaim.com este señor al
igual que todos aquellos que alguna vez ocuparon cargos de importancia en
gobiernos de países latinoamericanos serviles y dóciles a los intereses del
Gran Patrón del Norte, posee un palmarés digno de todo un hombre brillante. Pero
que lamentablemente y sobre todo debido
a los cambios políticos que han tenido lugar
en sus países de origen han tenido que abandonarlos y como siempre
refugiarse en la comodidad que les ofrece el autoexilio en los USA y desde
donde despotrican contra supuestos dictadores que, aunque hayan sido elegidos mediante
el voto popular, no dejan de ser unos repulsivos autócratas, antidemocráticos,
violadores de los derechos ciudadanos, en fin todo aquello que se asocia con
gobiernos que se resisten al intervencionismo de potencias extranjeras en sus
asuntos internos. El señor Naím hoy en día desde diversos medios extranjeros
gustosamente se dedica a propagar los desatinos y las injusticias de un
gobierno que, como el de Chávez en Venezuela no ha hecho más que ayudar a su
pueblo a salir de la miseria y la ignorancia, todo lo contrario a lo que el
señor Naím hizo cuando sirvió como Ministro de Industria y Comercio bajo el gobierno
de Carlos Andrés Pérez, justo cuando en 1989 explotó el poder popular en
Caracas (“Caracazo”). Vale la pena mencionar que la La Corte Interamericana de
Derechos Humanos declaró responsable de los hechos de violencia de Febrero de
1989 al gobierno de Carlos Andrés Pérez cuyo Ministro de Industria y Comercio
fue precisamente Moisés Naím. Claro que de esto el señor Naím no
dice nada y prefiere en cambio dirigir desde los bastiones del poder ultra
conservador norteamericano, como la revista Foreign Policy y la mexicana Letras
Libres, los ataque mediáticos contra Chávez y la Revolución Bolivariana. LaQnadlSol.
¿A QUIÉN SIRVE MOISÉS NAÍM?
Por Rubén Ramos
El 03 de octubre, lamula.pe posteó una entrevista que Moisés Naím ofreció a
“Letras Libres”. Revista heredera de la farisaica tradición de Octavio Paz y
que reúne a fariseos peruanos, venezolanos, mexicanos y de otras latitudes. En
la entrevista, Naím vaticina el futuro de la revolución bolivariana y de su
conductor, pontifica sobre el destino que debería tener PDVSA y la riqueza del
petróleo (“volver a ser una empresa que se ocupe exclusivamente de encontrar,
producir y vender petróleo”), y fija “las medidas” que deberá seguir el
candidato del sionismo internacional (Capriles), en el supuesto negado de un
triunfo. Miente sobre la realidad venezolana con estadísticas pre-fabricadas
que nadie cree por falsas y distorsionadas. Acusa a los dirigentes de la
revolución siguiendo la letanía preparada por los organismos a los que obedece
y sirve. La revista pondera en su presentación, el “brillante” currículum de
este personaje destacando sus servicios a la revista Foreign Policy y como
“senior associate del Carnegie Endowment”.
Para quienes lo ignoran, el Foreign Policy es la revista que publica la
Carnegie Endowment. Junto a la CIA, y a la Heritage Foundation forman parte de
los think tank productores del pensamiento ultraconservador norteamericano. La
CIA produce los “Documentos de Santa Fé”, la Carnegie el “Foreign Policy”, y
“Heritage Foundation” la web Townhall.com y las revistas Religión News y
Baptist Press. Todas, de contenido judío-cristiano fundamentalista. Estos tres
think tank constituyen el armazón ideológico conservador más influyente de
Estados Unidos. Proclaman que la tarea de hoy es “poner de nuevo a los EEUU en
el camino correcto de la lucha por la libre empresa, el gobierno limitado, la
libertad individual, los valores tradicionales y la robusta defensa nacional
norteamericana” (Heritage, 2010).
Naím es además miembro de la cámara de directores de la Fundación Nacional
para la Democracia (NED, por su sigla en inglés). Directamente dependiente del
Congreso de los EEUU, que lo financia, la “National Endowment for Democracy”
(NED), actúa desde 1983. Se precia de mantenerse en la vanguardia de las
“luchas democráticas y de ser una institución multifacética con recursos para
activistas, practicantes y estudiosos de la democracia en todo el mundo”.
La NED opera por igual en Oriente medio, África, Asia y en América latina y
el Caribe. “Allí donde la seguridad nacional norteamericana se ve amenazada”.
En cada país, su finalidad es socavar, desde adentro, la soberanía interna como
en Irán, Libia, Siria, Egipto; la democracia participativa que viven los pueblos
de Cuba, Venezuela, Bolivia y Ecuador; las reformas democráticas en Nicaragua,
Argentina, El Salvador. Su propósito es igualmente, el manejo y control de las
élites de poder económico y político en Paraguay, Perú, Chile, Colombia,
Panamá, México, Costa Rica con una clara intención de boicotear los proyectos
integracionistas del área.
En el Perú, como lo he señalado en otros artículos y en mi libro sobre la
institucionalidad del orden mundial capitalista (editorial académica española
ISBN 978-3-8484-7058-7), la NED comparte con otras instituciones similares como
el IRI, el NDI, el Freedom House el financiamiento de organismos públicos y
privados que van desde las vinculadas con los procesos electorales (como la ONG
“Transparencia”), hasta las llamadas “Universidades Coherentes”, pasando por
institutos, coordinadoras, comisiones diocesanas, centros, ONGs, consultores
individuales, congresistas, asociaciones, círculos y “redes sociales” con
montos que van desde los 25 hasta los 600 mil dólares (http://www.ned.org/).
En general, los fondos que distribuye la NED están orientados a:
· Polarizar las reclamaciones de grupos étnicos, estudiantiles,
organizaciones sindicales y políticas, grupos ambientalistas, feministas,
juveniles, iglesias protestantes, universidades, municipios, parlamentos, ONGs;
· Incentivar la acción de grupos violentistas de la sociedad civil contra
aquellos gobiernos que rechazan la ingerencia de los EEUU en sus asuntos
internos;
· Sensibilizar, organizar e instrumentalizar “colectivos” y “redes
sociales” para defender “la libertad de prensa” y la “democracia”;
· Enfrentar a los gobiernos nacionales con las autoridades regionales,
locales y a estos, con sus respectivas poblaciones y electores;
· Acusar autoridades de malversación de recursos públicos cuando estos
asumen la defensa de sus autonomías y de sus recursos naturales contra las
mafias mineras, del medio ambiente y los ecosistemas;
· “Promover la educación cívica en valores democráticos”;
· “Defender la gestión transparente de las instituciones públicas;
· Difundir los mitos de la “planificación por resultados”, la meritocracia
y el imperio de la ley.
De todo esto se ocupan los escritos del “experto” Naím y a todo esto se ha
dedicado como “halcón” de Bush, del Banco Mundial, de la Fundación Rockefeller,
del grupo Prisa, dueño del diario El País de España y de más de 1,200 emisoras
y de canales de televisión en América latina para destilar odio a los procesos
y dirigentes revolucionarios. Su discurso, aparentemente “cuestionador,
crítico, constructivo, innovador, progresista, democrático, transparente” se
identifica como “Efecto Naím”, y está, también en Globovisión. Su perspectiva
se ajusta con exactitud a las previsiones del pensamiento destructor
republicano expresado en los “Documentos de Santa Fé”.
Pero esto no es todo lo que adorna al peregrino Naím. Fue éste quien impuso
el “paquete económico” del FMI y el BM, al pueblo venezolano en febrero de
1989, siendo ministro de Fomento, Industria y Comercio del segundo gobierno de
Carlos Andrés Pérez. Este “paquete” de medidas orientado a producir el “ahorro
fiscal” y la liberalización de la economía venezolana, condenaba a los
trabajadores al despido masivo y a la pérdida de sus salarios, y a los más
pobres, al hambre y la desesperación. Las protestas por su aplicación
desencadenaron el “Caracazo”. Este hecho produjo la muerte de más de 3,500
personas, como consecuencia de la aplicación del “Plan Avila” diseñado por
asesores norteamericanos e israelitas para restaurar el orden con el uso de
armas de guerra. (Este mismo Plan se pretendió poner en ejecución en el 2002
para reprimir al pueblo que salió a las calles para restituir en el gobierno al
presidente Chávez. No funcionó, gracias a la acción de militares nacionalistas
que se opusieron).
De esta trayectoria del señor Naím no da cuenta “Letras Libres”. Tampoco dice
que el “paquete económico” que impuso (y que es exacto al que hoy esconde el
programa de Capriles), contenía entre otras medidas, “el sometimiento de la
economía venezolana al FMI, la determinación de la tasa de cambio por el
mercado, la liberación de los precios de los alimentos, el incremento de las
tarifas de todos los servicios públicos (agua, luz, teléfono, electricidad, gas
doméstico), el aumento del precio de la gasolina y otros derivados del
petróleo, el aumento de las tarifas de transporte, la eliminación de los
aranceles a la importación”. Todo para beneficiar a las instituciones
financieras a través de la deuda externa y a sus socios extranjeros y nativos.
Las protestas no sólo se produjeron en Guarenas cerca de Caracas y en esta
misma ciudad. Se extendieron a toda Venezuela y en todas partes se aplicó el
“Plan Avila” con toque de queda y total militarización. Y no hubo retroceso
alguno. El “paquete” se aplicó y esto generó el rechazo general que desembocó
en la rebelión militar de 1992, dirigida por el Comandante Hugo Chávez.
Abrumado por la protesta popular y las pruebas de corrupción y entreguismo,
Carlos Andrés Pérez fue separado de su cargo de presidente y reemplazado,
primero, por el presidente del Congreso y luego por Rafael Caldera en 1994.
Naím, no es precisamente un moisés de las tablas, lo es, de los think tanks del
terror.
Publicado por LaQnadlSol
CT., USA.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario