jueves, 24 de enero de 2013

EL CASO DE AARON SWARTZ




Swartz enfrentaba 13 cargos bajo el Computer Fraud and Abuse Act, (CFAA) y de ser encontrado culpable enfrentaba hasta 35 años en prisión y una multa de 1 millón de dólares. El juicio estaba programado para empezar en dos meses. El rehusó firmemente declarase culpable del cargo de felonía porque no quiso vivir el resto de su vida como un convicto con todo el estigma y la denegación de derechos que ello conlleva. Él pudo muy bien haber optado por una vida muy cómoda con una gran fortuna personal, estatus y prestigio. El escogió en su lugar luchar si egoísmos y con profunda convicción por la causa de la libertad y la democracia. El 11 de enero, a dos meses del juicio el decidió lamentablemente quitarse la vida.




EL CASO DE AARON SWARTZ



Por Marvin Najarro

En la medida que el comportamiento de una persona no represente un serio peligro para el orden establecido esta podrá gozar de una relativa libertad de expresión, cuando alguien sobrepasa los límites de lo políticamente aceptable por el stablishment este usará su poder  a veces de la forma  mas sutil y menos flagrante o violenta posible para deshacerse del transgresor. Este podría ser el caso de Aaron Swartz, el joven programador de computadoras y activista por la libertad en el internet.

El caso del joven programador quien cometió suicidio a la edad de 26 años en Nueva York es uno de los últimos casos de personas que por sus acciones de denuncia y activismo que ponen al desnudo el actual estado de las libertades civiles en los Estados Unidos, son acosados, arrestados y llevados a juicio por las autoridades del gobierno federal. Los casos del soldado Bradley Manning y del hackactivista Jeremy Hammond, caen dentro de este patrón de conducta represiva del gobierno. Ambos Manning y Hammond enfrentan la posibilidad de pagar  largas condenas o hasta prisión de por vida de ser hallados culpables por delitos que atentan contra la seguridad nacional.

A Swarth se le acredita, cuando todavía era un adolescente, de tener activa participación en la creación del software RSS ampliamente utilizado y que facilita a los usuarios el manejo  de lo que leen en internet. Además fue vital en la creación de la muy popular red social de noticias Reddit que le produjo una sustancial suma de dinero a una muy joven edad. Él pudo haber continuado en esa irresistible ruta como otros que ha aprovechado sus talentos en el campo de la informática y volverse muy rico y toda una celebridad, pero él no estaba interesado en dedicar su vida a su propio enriquecimiento material a pesar de que hubiese sido muy fácil para él. Aaron Swartz siempre creyó y trabajó por el bienestar público.

La libertad en el internet, las libertades civiles y hacer disponible la información y el conocimiento, fueron las causas a las que el joven Swarts se dedicó con pasión como quedó demostrado en el papel que jugó en detener el proyecto de la ley antipiratería en internet, más conocida como ley SOPA, propuesta por la industria de la música y del cine que le habría otorgado al gobierno extraordinarios poderes para censurar el internet.

En el 2008, ofendido por el hecho de que el público tenía que pagar una tarifa para acceder a documentos públicos de las cortes, creados a expensas del público, decidió hacer blanco de sus ataques al servicio online Pacer que provee acceso a documentos de las cortes por el pago de una tarifa. Conjuntamente con un amigo, creo un programa para descargar millones de esos documentos que luego de gastar una pequeña suma de dinero hizo del dominio público. Por este acto de desobediencia civil él fue investigado y acosado por el FBI, aunque nunca formalmente acusado.

En julio del 2011, Aaron Swartz fue arrestado por supuestamente atacar a la compañía editora online, JSTOR que digitaliza y distribuye artículos escritos por académicos a los suscriptores que tienen que pagar un precio elevado por ellos. Nada de este dinero es recibido por los autores (regularmente profesores) que han escrito esos trabajos académicos, al contrario va a parar al bolsillo de las compañías editoras. La incomodidad de Swartz y de otros activistas que luchan por el libre acceso a la información se debió a dos razones:  El cobro de altas tarifas para acceder a esos artículos pero que no compensaba a los autores, y peor aún, el sistema impedía que gran cantidad de personas tuvieran acceso a documentos académicos producidos por las universidades norteamericanas. La acusación contra Swarts aduce que por medio de su membrecía en Harvard logro acceder al sistema de JSTOR para descargar millones de artículos con la intención de distribuirlos de gratis en la red. Al ser detectado y denegado el acceso, afirma la acusación, el procedió a entrar sin autorización aun local computarizado del MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) para descargar físicamente información directamente a su laptop.

Como un usuario autorizado de JSTOR, Swartz tenía todo el derecho de descargar los artículos, es más, el nunca distribuyó nada de ese material descargado, él nunca intentó lucrar de ninguna manera posible, de lo que él hizo. En el peor de los casos él intentó violar los términos de servicio de la compañía al hacer que los artículos fueran disponibles al público. Luego de ser arrestado el retornó todas las copias de todo el material descargado y prometió no usarlo. Aunque JSTOR les dijo a los fiscales que no tenía intención en que fuera llevado a juicio, no así el MIT, estos ignoraron los deseos de las presuntas víctimas y encabezados por una fiscal de Boston, notoria por su excesivo entusiasmo en los procesamientos judiciales, el Departamento de Justicia se fue con todo sobre Swartz acusándolo de múltiples felonías las cuales acarrean una sentencia de varias décadas en prisión y multas por un millón de dólares.

¿Porque Aaron Swartz fue acosado sin piedad por el gobierno?

No es que el joven hackactivista no haya cometido delito alguno, el hecho de ingresar sin autorización al recinto universitario y hacer uso de su quipo computarizado constituye una violación que según expertos en la materia no pasa de ser una ofensa menor castigada a lo sumo con 30 días de prisión y una multa de 100 dólares. Aunque fue acusado bajo un estatuto anti hacking, Swartz no fue acusado de piratear la computadora de ninguna persona.  

Pero era necesario por parte de Departamento de Justicia que odiaba su activismo y actos de desobediencia civil, poner un ejemplo y, con esto enviar un mensaje a toda la comunidad de activistas por la libertad de información en internet y por sus posibles conexiones con Bradley Manning.

Todo, parece ser, giraba  alrededor del activismo desplegado por Swartz en una de las batallas más peleadas sobre cómo y quien controla el uso de internet y de toda la información que fluye en ella, y ese activismo y entrega fue, ante los ojos del gobierno de los Estados Unidos, su gran e imperdonable crimen. Desafiar su autoridad y la de las grandes corporaciones que mantienen un estricto control sobre la información. En un discurso sobre la ley SOPA, Swartz hizo referencia a los graves peligros a la libertad en internet, a la libertad de expresión y de reunión, que los esfuerzos  del gobierno representaban al tratar de controlar el internet por medio de amplias interpretaciones de la ley de derechos de autor y de otras herramientas para limitar el acceso a la información.

El caso de Aaaron Swartz, como los arriba mencionados de Bradley Manning y Jeremy Hammond no son más que una manifestación clara del grado de deterioro causado a la libertades civiles por las dos últimas administraciones del gobierno de los Estados Unidos. El abuso del poder del Estado, la sistémica violación de las libertades civiles, la imposición de un clima de temor cuyo fin es a afianzar la posición y el poder de las elites, intimidando al resto de la sociedad para que no proteste y desafié al poder establecido.  

El activismo por la libertad del internet es un tema muy sensitivo para el gobierno ya que es una de las pocas herramientas -quizás la única- que puede ser usada efectivamente por los grupos organizados e individuos para desafiar el orden prevaleciente. Esa es la razón por la que se utiliza, a través de la vigilancia del Estado,  todos los recursos a su alcance para destruir toda capacidad de ser usado anónimamente y del porque se dedica mucho esfuerzo en perseguir y castigar como “terroristas virtuales” a cualquiera que como Swartz haga uso del poder de internet para activismo político o de disensión.  

Swartz enfrentaba 13 cargos bajo el Computer Fraud and Abuse Act, (CFAA) y de ser encontrado culpable enfrentaba hasta 35 años en prisión y una multa de 1 millón de dólares. El juicio estaba programado para empezar en dos meses. El rehusó firmemente declarase culpable del cargo de felonía porque no quiso vivir el resto de su vida como un convicto con todo el estigma y la denegación de derechos que ello conlleva. Él pudo muy bien haber optado por una vida muy cómoda con una gran fortuna personal, estatus y prestigio. El escogió en su lugar luchar si egoísmos y con profunda convicción por la causa de la libertad y la democracia. El 11 de enero, a dos meses del juicio el decidió lamentablemente quitarse la vida.

A los pocos días de su muerte la fiscal federal a cargo de enjuiciar a Swartz, curiosamente, desestimó todos los cargos.







Publicado por LaQnadlSol
CT., USA.










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