Héroes anónimos con
mucho más derecho al monumento que los generales de a caballo y espada al
viento. Héroes de vida perseguida para quienes no hay ley ni institución
protectora.
Héroes de vida peleada
minuto a minuto contra la muerte. Héroes de honradez defendida, caloría por
caloría, frente al hambre y la necesidad.
Vivo rodeado de
héroes. Vivimos rodeados de héroes que no vemos, que preferimos ignorar.
HÉROES, VERDADEROS
HÉROES
Por Manuel José Arce
Esta época, de la que no nos damos cuenta
porque estamos sumergidos en sus minutos, pasará a la historia de Guatemala
como una de las más heroicas. Los ojos del futuro habrán de ver nuestros días
con asombrado respeto, con indignación en ciertos momentos y tomarán de ejemplo
a muchas gentes que han sido ahora.
Yo, que por ser escribiente vivo con los ojos
abiertos como en un sueño increíble, me siento rodeado de héroes. Héroes vivos.
Héroes muertos. Héroes sobrevivientes. Eso que uno llega a pensar que fue
locura, si bien lo vemos, tiene mucho de heroísmo. Quijotes que cayeron en la
muerte por no seguir el cómodo camino de la satisfacción personal y egoísta que
el pragmatismo importado pregona masivamente.
Hombres callados que viven para servir al
prójimo, que tienen un hondo dolor de humanidad como si hubieran tomado sobre
sus espaldas toda la culpa de la civilización. Gente que arriesgan, día tras
día, la existencia para salvar vidas y bienes de nuestra heroica gente pobre.
Y hablando de esta gente pobre, ¡cuántas
legiones de héroes anónimos que pueblan los barrancos fronteros de la ciudad!
Allí la vida es un heroísmo cotidiano.
Héroe es el beso lleno de ternura que florece
entre la negación de los más elementales derechos de vida, en una sociedad en
la que el egoísmo se ha vuelto odio colectivo.
Héroe es el feto que logra transformarse en
existencia a pesar de la persecución desatada contra la vida y de que “los
pobres no deben tener hijos”.
Héroe es el niño que consigue nacer a pesar de
la desnutrición materna, del rudo trabajo que no respeta la preñez, de la
precaria asistencia médica, de la desnutrición masiva.
Héroe es el niño que consigue vivir y llegar a
la pubertad, por entre el hambre, las enfermedades, las curanderías, la
agresividad social contra el débil, el trabajo prematuro, los automóviles
asesinos, la locura ambiente, la carencia y la negación de todo lo que un niño
necesita.
Héroe es el adolescente que llega a hombre a
pesar del alcohol, de la miseria, del desempleo o del trabajo marginal, del
hampa como salida fácil y a veces única, de la rebeldía justa castigada con la
muerte, de la evasión del pegamento de zapatos, las drogas, la prostitución que
castra y asesina.
Héroe el hombre que consigue seguir vivo,
seguir “honrado”, seguir “bueno”, seguir “sano”.
Héroe el que ha sido despojado de todo y no
roba.
Héroe el que ha visto asesinado todos sus
derechos vitales y no mata.
Héroe el que ha logrado vivir a pesar de todo y
es capaz de traer nuevas vidas al mundo.
Héroe el que aún conserva con amor su ración de
bondad gregaria, su pedazo de esperanza imprescindible, su agradecimiento con
la vida.
Héroes las madres que no comen y tiene una
gotita de leche rala en sus pechos para la nueva vida con la que iluminan el
mundo. Que, sin limpiar aún las caricias pagadas por el borracho o las patadas
del rufián, tienen voz para cantar una canción de cuna; tiene amor limpio para
el chiricito timbón con su solitaria; tiene llanto para el que se les está
muriendo de infección intestinal empeorada por hambre hereditaria.
Héroes, héroes-mártires. Cada día que amanece
es una victoria. Cada aguacero que pasa es una victoria. Cada bocado que llega
a las muelas es una victoria, una heroica victoria.
Héroes anónimos con mucho más derecho al
monumento que los generales de a caballo y espada al viento. Héroes de vida
perseguida para quienes no hay ley ni institución protectora.
Héroes de vida peleada minuto a minuto contra
la muerte. Héroes de honradez defendida, caloría por caloría, frente al hambre
y la necesidad.
Vivo rodeado de héroes. Vivimos rodeados de
héroes que no vemos, que preferimos ignorar.
Publicado por LaQnadlSol
Ct., USA.
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