domingo, 3 de agosto de 2014

Los “coyotes” son los culpables

No es que los “coyotes”, criminales de la más baja ralea, no merezcan ser perseguidos y castigados sin atenuantes con todo el peso de la ley, pues el crimen que cometen es una atroz violación de la dignidad humana. Pero por que el enfoque en los coyotes que únicamente operan como la parte más visible de las grandes redes del crimen organizado que se dedican al tráfico de seres humanos, y no los peces gordos, quienes son los que organizan y dirigen este negocio infrahumano.


LOS “COYOTES” SON LOS CULPABLES



Sencillo, son los traficantes de indocumentados, los “coyotes”, los culpables de la actual crisis migratoria desatada por la oleada de niños inmigrantes centroamericanos que de manera subrepticia intentan llegar a los Estados Unidos y acogerse a algún tipo de protección que les pudiera ser otorgada en el país del norte. En concordancia con este falso argumento esgrimido por Washington, que ya ha puesto en marcha una llamada “Operación Coyote”, los presidentes de Guatemala, y Honduras ante un grupo de congresistas en Washington, se dedicaron a culpar a los contrabandistas de personas indocumentadas  de la actual crisis humanitaria ya que están engañados a los padres de los menores. “Ellos les están diciendo ‘déjennos que los llevemos, ellos se podrán quedar’. Así de esta manera los coyotes están haciendo mucho dinero”, dijo ante los congresistas el presidente guatemalteco Otto Pérez Molina. Por otra parte el presidente hondureño Juan Orlando Hernández dijo que los coyotes están perversamente explotando la falta de claridad en el debate migratorio en los EE.UU de lo cual ellos están muy bien enterados.  

Lo dicho por los presidentes centroamericanos no sorprende, pues por algo son los buenos administradores que el Gran Patrón del Norte ha designado para las fincas de su “patio trasero”.

Para Pérez Molina y Hernández resulta más conveniente achacar la culpa de la actual crisis migratoria a ciertos elementos criminales, que asumir su total responsabilidad como causantes directos del problema que tiene sus raíces en la perpetuación de un sistema basado en la injusticia social y económica que únicamente ha beneficiado los intereses de las elites locales e internacionales y que cada vez provoca más miseria y violencia, obligando a miles de desplazados económicos a huir hacia otros países en busca de mejores oportunidades para poder sobrevivir arriesgando todo, incluso sus vidas, al caer en manos de  criminales que se provechan de su desesperación. Y aunque ambos por pura publicidad  mencionen a la pobreza y violencia, e incluso a los EE.UU, como causas del desastre migratorio, jamás se atreverán a tomar las medidas correctivas necesarias ya que ello implicaría subvertir completamente el orden establecido, y eso sí que enojaría mucho  a su Gran Patrón, así que, por que no mejor culpar a los “coyotes” y de paso pedir la implementación de algo similar al Plan Colombia.  

De Nuevo el presidente Pérez Molina: “Estamos promoviendo una legislación para tipificar estos crímenes para que podamos con más fuerza enjuiciar a estos contrabandistas por los crímenes que están cometiendo”.

Efectivamente, según informaciones de prensa el congreso de Guatemala está estudiando una iniciativa que tiene como objetivo enfocarse en los traficantes de indocumentados o “coyotes” a quienes se les impondrían penas de entre 12 y 25 años de prisión por los delitos de contrabando de personas, secuestro y tráfico de drogas.  

Lo anterior es una clara indicación de que antes de que estallara la actual crisis migratoria de los menores de edad, los contrabandistas actuaban con total impunidad ante el conocimiento de todo el mundo, de las autoridades migratorias y de las fuerzas de seguridad que simplemente se hacían de la vista gorda ante el crimen que se llevaba a cabo en sus propias narices. Sin duda la corrupción y la colusión de las autoridades gubernamentales con el crimen organizado han jugado un papel importante para que esta actividad criminal no fuera penalizada como correspondía.

Según información del portal Insight Crime: “El presidente de la Comisión del Migrante de Guatemala señaló que las reformas son una respuesta a las recomendaciones de las Naciones Unidas y la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), pero que los legisladores están acelerando el proceso debido a la muy publicitada oleada de niños migrantes que intentan cruzar la frontera con Estados Unidos”.

Aparte de no ser una iniciativa propia que se origine de un interés genuino de los congresistas guatemaltecos, y que dudosamente responda a las recomendaciones de CICIG, esto más bien tiene que ver con las presiones, que en este caso está ejerciendo el gobierno de EE.UU que como ya hemos dicho ha puesto en marcha a través del Departamento de Seguridad Nacional (Homeland Security), un programa para la captura y enjuiciamiento de los “coyotes”.

Ahora enfoquémonos por un momento es esta interrogante ¿Por qué todo este supuesto esfuerzo en atrapar y castigar a los “coyotes”?

No es que los coyotes, criminales de la más baja ralea, no merezcan ser perseguidos y castigados, sin atenuantes, con todo el peso de la ley, pues el crimen que cometen es una atroz violación de la dignidad humana. Pero por que el enfoque en los coyotes que únicamente operan como la parte más visible de las grandes redes del crimen organizado que se dedican al tráfico de seres humanos, y no los peces gordos, quienes son los que organizan y dirigen este negocio infrahumano.

Es obvio que al ser los coyotes las cabezas más visibles, pues todo el mundo sabe quiénes son, se convierten en la presa más fácil y conveniente a la hora de conducir una operación y llevarlos a juicio, en pocas palabras son los peones que se sacrifican para resguardar a los grandes capos y sus intereses.

Es sabido que hoy en día todo el negocio del tráfico humano en Centro América y México esta monopolizado por los carteles de la droga que han diversificado sus actividades criminales  en busca de mayores ingresos y control de territorios con la consiguiente acumulación de mayor poder el cual a la vez utilizan para amedrentar y comprar el consentimiento de las autoridades.

A pocos escapa quizás, que el sórdido negocio del tráfico de indocumentados y de sustancias ilegales hacia los EE.UU es una actividad que genera enormes cantidades de dinero, el mismo Pérez Molina lo admite, y que en virtud de ello estas mafias del contrabando internacional tienen la capacidad para moverse y establecerse libremente en los diferentes estamentos del poder de los Estados en los que operan, tal el caso de Guatemala en donde se sabe que funcionarios públicos con nexos con el crimen organizado se desempeñan como alcaldes, gobernadores y congresistas. Se ha llegado a decir incluso que los tentáculos del crimen organizado alcanzan hasta funcionarios del más alto nivel.

Y no se crea que el poder e influencia del dinero de los carteles del contrabando sea algo exclusivo de países como Guatemala, Honduras y México. Según el portal del consumidor Protectora:  

Gran parte del sistema financiero mundial funciona gracias al narcotráfico. En diciembre de 2009 la Oficina contra las Drogas y el Delito de Naciones Unidas informa que el dinero provinente de la delincuencia fue “la única inversión de capital líquido” en el segundo semestre de 2008; la cifra es de 352.000 millones de dólares, que salvó a muchos bancos de la quiebra. “En un mercado financiero en crisis y falto de liquidez, el narcotráfico ha servido para rescatar a algunos bancos del colapso al actuar como fuente de capital líquido, según asegura el director de la Oficina de Naciones Unidas para la Droga y el Delito (ONUDD), el italiano Antonio Maria Costa.” (6) Kieran Beer, ex funcionaria del Tesoro norteamericano durante el gobierno de Bill Clinton, explica la clave del asunto: “Las regulaciones de la banca nacional e internacional son laxas y permiten el encubrimiento de transacciones ilegales; a ningún gobierno le conviene arruinar a la banca privada, y menos al de Estados Unidos”. (7)

En un sistema como el capitalista donde se le da primacía a la acumulación de dinero provenga este de donde provenga, el dinero negro de los tráficos ilegales, de armas, de drogas, de personas, son importantes fuentes de acumulación del mismo, inicialmente intercambiado por valores, pero rápidamente extraído de la circulación y que tenderá a reaparecer en la compra de activos muy especulativos.

En resumen el contrabando ilegal es una actividad económica muy importante para la banca privada y par el capital especulativo. Y ningún país regido por el capitalismo, sobre todo EE.UU, que tiene a la propiedad privada como el fundamento de su economía estaría dispuesto a arruinar no solo a los bancos privados, sino también, a la fuente que produce esas gigantescas cantidades de dinero, sin importar su procedencia. No por algo uno de los más notorios capos  del contrabando internacional aparecía con frecuencia en el listado de las personas más ricas del mundo de la reconocida revista Forbes.

Por lo tanto enfocarse en el castigo de unos cuantos infelices “coyotes” por el delito de contrabandear con seres humanos, dejando prácticamente intacta toda la estructura criminal de los carteles, incluyendo a sus cabecillas y funcionarios públicos y de negocios privados que colaboran y lucran con esta actividad, no es más que una engañosa y burda maniobra política tendiente a engañar al público, mientras que por otra parte el negocio continua viento en popa generando millonadas de dólares que luego de ser blanqueados serán invertidos en la compra de lujosas mansiones, yates, jets privados, automóviles y por su puesto en la adquisición  de nuevo y mortal  armamento militar que será usado por las carteles para continuar con sus guerras y cuando necesario sea, actuar como bandas paramilitares al servicio del Estado en sus campañas contrainsurgentes o de represión de los movimientos sociales que luchan contra las políticas entreguistas de gobiernos como el de Pérez Molina y Hernández.






Publicado por LaQnadlSol
USA.

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