José Martí, el Apóstol de
Cuba, también era profeta, por eso no se equivocó al decir: “Cultivo una rosa
blanca/en junio como enero/para el amigo sincero/que me da su mano franca. / Y
para el cruel que me arranca/el corazón con que vivo, /cardo ni ortiga cultivo;
/cultivo la rosa blanca”. Ahí está parte del alma de esa revolución socialista
que Yoani Sánchez odia y difama, pero que ahora el hijo disfruta de sus mieles.
HIJO DE MILLONARIOS
ESTUDIA GRATIS EN CUBA
Por Ángel Bravo
Es conocido los logros obtenidos por Cuba en áreas de salud, educación,
esperanza de vida entre otras. Quienes admiten estos resultados son también
instituciones u organismos que no puede tildárseles de ser afines a la
Revolución Cubana. Un reciente estudio realizado por el Banco Mundial,
(institución financiera internacional que tampoco le ofrece empréstitos a la
Isla debido al bloqueo estadounidense) refiriéndose a la educación, dice que
“ningún país de la región, a excepción de Cuba, puede considerar de alta
calidad a sus maestros en comparación con parámetros mundiales”. Según este
organismo, Cuba es el único país de América Latina y del Caribe que dispone de
un sistema educativo de alta calidad. Esto no lo está diciendo Nicolás Maduro
ni la CELAC, sino el Banco Mundial.
El escritor y periodista Salim Lamrani profesor de la Universidad de La
Sorbona en París (no es profesor de la Universidad de La Habana) sostiene que
para el Banco Mundial “en la actualidad, ningún sistema escolar
latinoamericano, con la posible excepción del de Cuba, está cerca de mostrar
los parámetros elevados, el fuerte talento académico, las remuneraciones altas
o al menos adecuadas y la elevada autonomía profesional que caracterizan a los
sistemas educativos más eficaces del mundo, como los de Finlandia, Singapur,
Shanghái (China), República de Corea, Suiza, Países Bajos y Canadá”.
Sin embargo, hay otras voces muy publicitas que dicen lo contrario, pero
sin ninguna evidencia. Mientras que las afirmaciones del Banco Mundial están basadas
en investigaciones, las otras son sencillamente propaganda contra Cuba. En ese
grupo se encuentran los innombrables de siempre: Carlos Alberto Montaner,
Andrés Oppenheimer, Mario Vargas Llosa y algunos medios comerciales como la Voz
de América y El Nuevo Herald de Miami.
A esa campaña se ha sumado desde hace algunos años el matrimonio cubano de
Yoani Sánchez y Reynaldo Escobar. En setiembre de 2011 la señora Sánchez se
refería así al sistema educativo: “Malos profesores, deterioro material y
exceso de ideología pesan demasiado en la enseñanza en Cuba”. En abril de 2013
en una de sus presentaciones públicas en el sur de la Florida, criticó el
sistema educativo de Cuba: “La educación es calamitosa”, y añadió: “El día que
termine en Cuba la educación gratuita a cambio de una fidelidad ideológica
habrá una evolución”.
Hay una gran diferencia entre las motivaciones de Sánchez y las del Banco
Mundial, para expresarse así. La primera, está subvencionada como propaganda,
por los grupos de derecha de Miami, que realizan una campaña internacional
desde hace más de cincuenta años, con el fin de desacreditar los logros de la
Revolución. El segundo, es una organización financiera internacional interesada
en estudiar y analizar los sistemas educativos públicos de la región; el Banco
Mundial hace estos estudios porque entiende que la elaboración de buenos
sistemas educativos es vital para el porvenir de América Latina y el Caribe. De
manera que lo que afirma Yoani Sánchez no tiene ningún sentido, y por el
contrario demuestra su total afinidad a las voces injerencistas y anexionistas
financiadas de Estados Unidos contra Cuba.
El 01 de septiembre se inauguró el nuevo periodo lectivo universitario 2014
en Cuba. La matrícula está conformada por alrededor de 100 mil estudiantes.
Para ingresar a la universidad no se les solicita a los postulantes que sean
miembros del Partido Comunista o tenga afinidad política o ideológica con el
Gobierno; tampoco se les pregunta si sus padres son mercenarios o traidores a
la patria. Entre los estudiantes de primer ingreso está el hijo de Reinaldo
Escobar y Yoani Sánchez; los mismos que en los últimos siete años han recorrido
distintos países para hablar en contra de Cuba. La señora Sánchez ha viajado
por el mundo -mucho más que un diplomático-, y ha recibido jugosas distinciones
y premios por atacar sistemáticamente a su país. Los viajes en vuelos de
primera clase y el hospedaje en hoteles cinco estrellas en Europa, los Estados
Unidos y América Latina están financiados por presupuestos millonarios
manejados por la USAID, la Fundación Nacional Cubana Americana, el Consejo por
la Libertad de Cuba, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y el Grupo
Prisa.
Hasta principios de 2012 Yoani Sánchez había recibido por distinciones
internacionales alrededor de 250.000 euros. Y desde hace varios años, dispone
de un salario mensual de 6.000 dólares (libres de impuestos) que le son pagados
por la SIP. A esto hay que agregar el sueldo que recibe cada mes (ella no ha
querido declarar las cifras) del diario español El País, del cual es
corresponsal en Cuba. Estamos hablando de un matrimonio que se volvió
millonario gracias a las calumnias dirigidas contra la Isla.
Ellos habiéndose formado sin costo alguno en Cuba, han criticado y difamado
el sistema educativo y el sistema universitario cubanos, tratándolos de
retrógrados e ideologizados. Pero sin ningún ápice de decencia ni congruencia,
han decidido que su hijo estudie en la Universidad en Cuba. A pesar de tantas
calumnias contra la Revolución Cubana y la solicitud expresa al gobierno de los
Estados Unidos para que mantenga y profundice el bloqueo contra la Isla, nadie
le ha negado a su hijo el derecho a ingresar a la Universidad. Aunque el hijo
tiene padres millonarios que bien pudieran pagarle los estudios en las
universidades más caras del mundo, hoy él es estudiante de la Universidad de La
Habana, en donde no tiene que pagar nada. Como todo estudiante gozará de un
campus seguro, con profesores calificados, libre de drogas, sin violencia ni
delincuencia.
Yoani Sánchez ha pregonado en diferentes escenarios que el Gobierno de Cuba
no deja entrar a la universidad a los que no son hijos de revolucionarios o que
no son revolucionarios ellos mismos. Ella y su esposo se han declarado
abiertamente enemigos del socialismo cubano (¡bien que disfrutan de todos los
logros!), pero su hijo ya está estudiando en la universidad cubana, con el
visto bueno de sus padres, y sin que el Gobierno se lo impida.
Al decidir Yoani Sánchez que su hijo estudie en la Universidad de La
Habana, ¿querrá decir que confía en el sistema educativo cubano? ¿No es que la
educación en Cuba es calamitosa?
Yoani Sánchez “no sabe” lo que es la UNESCO. Hay que avisarle que esta
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura,
sitúa a Cuba como el país de América Latina y el Caribe con mayor “Índice en el
Desarrollo de la Educación”, por encima incluso de los Estados Unidos. O que
certifica que es el país de todo el planeta con mayor inversión en educación:
el 13 % de su Producto Interno Bruto.
José Martí, el Apóstol de Cuba, también era profeta, por eso no se equivocó
al decir: “Cultivo una rosa blanca/en junio como enero/para el amigo
sincero/que me da su mano franca. / Y para el cruel que me arranca/el corazón
con que vivo, /cardo ni ortiga cultivo; /cultivo la rosa blanca”. Ahí está
parte del alma de esa revolución socialista que Yoani Sánchez odia y difama,
pero que ahora el hijo disfruta de sus mieles.
Publicado por LaQnadlSol
USA.
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