Raúl Castro pudo haber
cometido un error potencialmente fatal que corre el riesgo de destruir todo lo
que la Revolución Cubana ha construido durante el último medio siglo. Al entrar
en un acuerdo con los EE.UU, él está dejando al astuto zorro de la Revolución
de Color en el gallinero, y también está traicionando a su aliado multipolar
ruso al mismo tiempo.
¿ACASO RAÚL HA REVERTIDO
TODA LA REVOLUCIÓN CUBANA?
By Andrew Korybko (USA)
La Habana y Washington firmaron el miércoles un sorpresivo e histórico acuerdo
con el fin de restaurar sus relaciones después de acordar un intercambio de
prisioneros al más alto nivel. Nadie esperaba que un evento de esa magnitud
ocurriera, haciendo que muchos se pregunten cómo una decisión tan impactante
pudo mantenerse en secreto durante tanto tiempo. La razón fue que probablemente
EE.UU entendió lo que representaba esta maniobra hemisférica y decidió hacer
todo lo posible para salvaguardar su estrategia secreta. Por el contrario,
Cuba, ya si su liderazgo se da cuenta o no, tiene todas las de perder, y a
partir de los detalles está claro que Washington estaba "negociando"
desde una posición de fuerza. Mientras que Raúl puede haber pensado que podía
flanquear la inminente intentona de una Revolución de Color que se producirá
después de la muerte de Fidel, en realidad podría haber cometido un error
táctico a la Yanukovich al tratar de entrar en un acuerdo con las mismas
fuerzas obsesionadas con su derrocamiento.
Lecciones modernas
Antes de ir al grano sobre la cuestión de la decisión de Raúl, es necesario
dar un rápido repaso a dos lecciones monumentales de los últimos años que no
deberían haber sido pasadas por alto por cualquier líder mundial:
La apuesta de Gaddafi:
El líder libio pensó que podía salvaguardar su estado al deshacerse de sus
armas de destrucción masiva sin el auxilio de una gran potencia negociando de
su lado (como Rusia lo hizo con Siria), pero en realidad, sin saberlo,
traicionó a su país.
El "¡Sí!" de Yanukovich:
Al decir "¡Sí!" y trabajar con las fuerzas Revolucionarias de Color
en el interior del país, Yanukovich garantizó a partir de entonces y en
adelante que sus días estaban contados.
Lecciones olvidadas
Raúl de alguna manera se las arregló para no aprender cualquiera de estas
lecciones y se arriesga a cometer el colosal de error de abrogar ambas. Cuba es
sospechosa de tener algún programa limitado de cierto tipo armas biológicas,
aunque se desconoce la verdadera magnitud. No obstante, si Cuba tiene algún
elemento de esto (de lo que los EE.UU la ha acusado), entonces es casi seguro
de que fue una moneda de cambio en el trato con los EE.UU. Aunque por el
momento es sólo especulativo, podría ser que los EE.UU cambiaron su condición
previa del cambio de régimen por el restablecimiento de los vínculos, a un
ultimátum sobre la eliminación de programa de armas biológicas de Cuba. Si este
fuera el caso, el destino de la Raul será tan bueno como el de Gaddafi.
Pero lo que es cierto en esta situación es que Raúl está siguiendo los
pasos de Yanukovich al tratar de salvar su propio pellejo a través de juegos
maquiavélicos retorcidos. Fidel esta probablemente mucho más cerca de la muerte
de lo que admite el gobierno cubano, y Raúl sabe que en el momento en que su
hermano muera, la Revolución de Color será oficialmente iniciada. Pensó que a
través de un acuerdo proactivo con Washington podía adelantarse a los disturbios
a gran escala entre la parte de la población con quejas legítimas que puede ser
manipulada por los EE.UU. Pero tal como Yanukovich cometió una tontería
flagrante a través de sus intentos de 'extender la mano' a la
"oposición", Raul también está haciendo exactamente lo mismo,
trabajando con los EE.UU. La diferencia es que, Yanukovich trató con los
delegados, mientras Raúl está politiqueando con los propios titiriteros, que
son mucho más experimentados en el arte de la manipulación que la
desprestigiada "oposición".
Quién realmente tiene la
última palabra
En la superficie, parece como si el acuerdo fuera relativamente justo y
nivelado, con ambas partes logrando lo que querían, más la perspectiva futura
del beneficio mutuo sin límites a través del restablecimiento de las
relaciones. Claro, Cuba recuperó sus tres héroes y esto fue un éxito simbólico
para el gobierno, pero son los EE.UU quienes realmente tuvieron la última palabra
en este "acuerdo". Ellos decidieron cuales de los 53 'presos políticos' serían liberados
(otra condición para el restablecimiento de las relaciones), y no sólo eso,
sino que ahora estarán en libertad de caminar por toda la isla y volver de inmediato a sus
actividades subversivas.
En esencia, Raúl acaba de crear 53 intocables similares a Aung San Suu Kyi que
esta casi garantizado formaran el núcleo de la elite Revolucionaria de Color
pública. Después de todo, bastante publicidad mundial se ha invertido en este
acuerdo, que no hay casi ninguna posibilidad de que el gobierno de Raúl tome el
riesgo de tratarlos con aspereza en el futuro, independientemente de sus
provocaciones, dado a que el potencial global de la guerra de información
contra el gobierno sería demasiado grande en ese instante. Raul caminó
directamente a una trampa, y la inminente Revolución de Color o bien lo saca
del poder, o será obligado a conceder todo y desmantelar el país con su propia
mano según lo dictado desde el exterior a través de los delegados internos
(ahora permanentes).
Reaccionando contra Rusia
Los EE.UU probablemente endulzaron tras bambalinas el trato con algunos incentivos
económicos con el fin de facilitar su
conclusión lo antes posible debido al factor Rusia. Putin hizo una visita
sorpresa a la isla en julio en camino a la Cumbre del BRICS en Brasil, y
durante su estancia allí, anunció que Rusia estaba perdonando $ 32 mil millones
de la deuda de Cuba, que era el 90% del total. A cambio, se rumoreó que Moscú
reabriría la base de las señales de inteligencia de la era soviética en
Lourdes, que teniendo en cuenta el clima de tensión de la nueva guerra fría,
habría sido un detrimento estratégico enorme para los EE.UU. Con esto en mente,
los EE.UU inmediatamente empezó a seducir a Cuba.
Esto significa que el acuerdo entre Estados Unidos y Cuba debe
absolutamente ser visto a través del prisma de la rivalidad geopolítica actual
con Rusia. Con eso en mente, Washington se anotó una victoria aún mayor de lo
que parecía al principio. Rusia, obviamente, tenía sus propios planes secretos
para Cuba cuando Putin hizo su visita no anunciada al país durante el verano,
pero parece que los EE.UU los ha neutralizado antes de que pudieran despegar,
ya que no hay manera de que los EE.UU vaya a permitir a Cuba mantener una instalación
como parte del acuerdo. Si este fuera el caso, entonces Rusia se queda sin 32
mil millones dólares para una inversión que nunca verá la luz del día (hecho
aún peor por la guerra económica que se libra contra ella por el momento),
mientras que el gobierno de Raúl puede cómodamente sentirse tranquilo con
dólares en el bolsillo de los nuevos inversores americanos. ¿Cómo les parece
eso como una traición después de que Moscú arriesgó una guerra nuclear para
proteger a ese mismo gobierno del cambio de régimen hace más de medio siglo?
La perspectiva completa
Cuba representa el símbolo del movimiento anti-imperialista global y su
poder blando es ciertamente desproporcionado a su tamaño (y con razón). Sin
embargo, como muchas cosas en la vida, esta ventaja masiva también tiene una
desventaja igualmente negativa, en que si Cuba traiciona su fundación
ideológica y se vuelve aliado de los EE.UU., entonces también estaría
traicionando sus aliados multipolares en la región, especialmente Venezuela. En
los últimos años, Caracas ha sucedido a la Habana como la capital que más
activamente resiste el dominio estadounidense en la región, en gran parte
debido a los astronómicos beneficios económicos que vienen con la generosidad
de sus recursos naturales, pero los dos Estados siguen siendo hermanos
fraternales en la causa, y se dice que a veces los líderes de Venezuela toman
sus sugerencias políticas de Cuba. Pero, si Cuba realmente traicionó a sus
aliados y ahora es muy amigo con los EE.UU, a continuación Venezuela sería el
primer país en ser el más directamente afectado por esta reorientación
política.
Como el líder de facto de la Resistencia y Desafío (R & D) de los
estados latinoamericanos, Venezuela ya no tendría el aliado simbólico que le
dio esta "legitimidad". De hecho, si resulta que ambos Estados tienen
opiniones divergentes con respecto a los EE.UU, esto podría crear una riña “brzezinskiniana”
intra-R&D que podría desbordarse hacia una escisión total, muy parecida a la
sino-soviética de décadas pasadas. Eso sería absolutamente desastroso para el
movimiento R&D Latinoamericano así como para la multipolaridad en general,
y en combinación con la reducción de los ingresos del petróleo, nuevas
sanciones estadounidenses, el potencial para la guerra con el apoderado de
EE.UU, Colombia, y la siempre presente amenaza de la Revolución de Color
inquietando a Venezuela, las perspectivas de que una operación de cambio de
régimen tenga éxito allí aumenta significativamente. Si Venezuela llegara a
caer, el resto de los Estados de la R&D conectados a su red (Nicaragua,
Ecuador, Bolivia y los Estados más pequeños del Caribe del ALBA) reaccionarían
como fichas de dominó y seguirían su suerte.
Reflexiones finales
La gran visión estratégica que los EE.UU quiere poner en marcha para alcanzar
su objetivo, es derrocar a los gobiernos más activos de la Resistencia y Desafío
en América Latina para completar un cerco efectivo sobre Brasil con el fin de
estrangular el futuro de la multipolaridad en el Hemisferio Occidental. Esto
tendría el efecto de neutralizar toda la masa continental de Norte y Sur América
y convertirla en una reserva de facto pro-estadounidense, tal y como solía ser
hace más de un siglo. Esta vez, sin embargo, los EE.UU tendrán un reducto
estratégico en el cual refugiarse en caso de tener éxito su caos al estilo
Brzezinski en Eurasia, ya que ‘Fortress América (s)’ no sólo le dotará de todos
los recursos naturales que necesita para ser económicamente auto-suficiente, sino
que la geopolítica pura dicta que estaría protegido del gran colapso de la mayoría
del supercontinente. Por lo tanto, si los EE.UU tiene éxito en retomar el
Caribe a través de la carta de Cuba y puede penetrar al ALBA lo suficiente
hasta el punto de dividir su liderazgo y la disolver la alianza, entonces será más
que capaz de destruir “impunemente” a Eurasia con la menor cantidad de
repercusiones a sus propios intereses supercontinentales (América del Norte y
del Sur).
Andrew Korybko es el analista político y periodista de
Sputnik que actualmente vive y estudia en Moscú, exclusivamente para Oriental Review.
Publicado por La Cuna del Sol
USA.
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