No hay peor ciego que
el que no quiere ver, reza el refrán que como anillo al dedo le queda a la
derecha política, no solo guatemalteca, sino también aquella en países donde a
pesar de los avances de la izquierda persiste tercamente en mantener a flote las
roídas estructuras de un sistema económico que desde su implantación solo ha
generado miseria, atraso y una gran desigualdad social. El ejemplo de la
Primavera Democrática guatemalteca y sus grandes logros en tan solo diez años
de gobierno están todavía allí como monumentos testimoniales de su verdadera vocación
democrática, que 60 años después de su derrocamiento orquestado y ejecutado por
el Tío Sam y sus combatientes por la libertad guatemaltecos, no han podido ser
igualados ni mucho menos superados por los sucesivos gobiernos de derecha que
han ejercido el poder durante todo este tiempo. Y los resultados están a la
vista: pobreza, hambre, miseria, analfabetismo, desempleo, migración forzada,
etc., etc., sin embargo, la derecha guatemalteca aun y con todo el desastre que
ha causado persiste en su ceguera ideológica, hasta que el sunami de la
izquierda que ya se empieza a vislumbrar arrase con ella.
LA DERECHA POLÍTICA
OYE
LA TEMPESTAD Y NO SE
SANTIGUA
Por Luciano Castro Barillas
La arrogancia en algunos seres humanos, no en
todos afortunadamente, es una especie de fundamentalismo personal. De problemas
de autosuficiencia, de creer saberlo todo y poder hacerlo todo. Todo un enredo
atroz que se les arma en la cabeza a estos casos clínicos de ciudadanos,
enfermos entre muchas cosas, por la prepotencia del dinero. Digo porque la
derecha política guatemalteca, los gobiernos de esta filiación política tiene
sus días contados en América Latina.
El sunami de la izquierda política viene arrasando desde el sur territorios y
naciones, dándole a sus países desarrollo material y humano, pese a los grandes
boicoteos de los Estados Unidos y los ricos locales que no se resignan que ya
su momento pasó y que son las nuevas generaciones de la izquierda política las
que han tomado el mando en sus respectivos países. En América Latina solo van
quedando dos países renuentes a la democracia: Colombia y Guatemala, los
lunares de América Latina en atraso y en ocupar los últimos lugares de
desarrollo, sin excluir a México, que con todos sus defectos, sigue siendo una
democracia mucho mejor que la guatemalteca, aunque a decir verdad, eso de decir
“democracia en Guatemala”, es una
simple formalidad retórica, pues lo que menos hay es precisamente una
democracia real, que se proyecte en mejores condiciones de vida de sus
habitantes.
Es indudable que los días de la derecha
política en Guatemala están contados y el desastre de gobernar por 60 años con
resultados sociales que tenemos a la vista y sufren diariamente la mayoría de
guatemaltecos humildes, se lo debemos a los Estados Unidos que en 1954 aliados
con los oligarcas locales destruyeron una democracia cuyos beneficios sociales
todavía favorecen a los guatemaltecos como la seguridad social o IGSS, el
Código de Trabajo es escalafón magisterial, al autonomía universitaria, la
autonomía del deporte y en tantos logros que 60 años después siguen disfrutando
los sectores sociales guatemaltecos. Obras trascendentales, no los simples
reajustes salariales, insuficientes que ha dado la derecha política a los
trabajadores. A puras penas, teniendo ira, en su gran mezquindad humana. La verdad es que no hay peor ciego que el que no quiere ver.
El triunfo de las izquierdas guatemaltecas no
está distante y no gracias a los izquierdistas que nunca logran crear la
unidad, ponerse de acuerdo. No. Es la influencia y ejemplo de los luchadores
sociales de América Latina los que empujan estos cambios inevitables. Son los últimos aspavientos de la derecha
política a la hora de su final. Sus grandes protectores, los Estados Unidos,
están en bancarrota con la mayor deuda y el mayor déficit fiscal de su
historia, endeudados hasta el alma con la flamante China.
La alianza para crear una nueva moneda ya está
en marcha con los BRICS, donde Rusia, China, India, Brasil, Argentina y demás
países progresistas del mundo están creando una nueva realidad política,
económica y financiera. El neoliberalismo está quebrado en todo el mundo y solo
los de la marro1 siguen enseñando
en sus aulas de lujo una doctrina, una ideología que la vida está
demostrando va directo al cesto de la basura. Esa anticiencia todavía tiene
grandes seguidores en Guatemala, el país junto con Haití más atrasado de
América. Por eso estamos como estamos ¿no?
1. Universidad Francisco Marroquín
Publicado por La Cuna del Sol
USA.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario