Los cubanos tienen que tomar
en cuenta, como lo mostró la experiencia de los soviéticos y posteriormente de
los rusos, que la apertura significaría la agudización de la corrupción,
especialmente en la burocracia estatal que se convierte paulatinamente en uno
de los actores imprescindibles de las corporaciones transnacionales. También
los cubanos, a base de la experiencia soviética, deben cuidar sus servicios de
inteligencia y sus fuerzas especiales, muchos de cuyos líderes eran unos de los
primeros en la URSS en abrazar las ideas de perestroika, globalización e
instalación del capitalismo contagiados
por el "pragmatismo" de Bush padre, alabanzas de Margaret Thatcher y
la sonrisa cautivante de Bill Clinton. Sus enemigos de la CIA y el FBI se
convirtieron de repente en sus socios comerciales y los nuevos oligarcas
enriquecidos ilícitamente, mientras el pueblo se sumergía en la miseria y
desesperación. Todo esto tiene que
tener en cuenta el pueblo cubano y jamás olvidar su propia historia y su vida
durante la dictadura de Batista. Las palabras de José Martí deben seguir siendo
su guía: "Los árboles se han de poner en fila para que no pase el gigante
de siete leguas. Cuba debe ser libre de España y de Estados Unidos".
CUBA EN LA ENCRUCIJADA DE
CUBA EN LA ENCRUCIJADA DE
ALIARSE CON ESTADOS UNIDOS
Por Vicky Peláez
"Si el enemigo te ofrece pan con una mano,
cuida su otra mano porque podría tener un puñal" - Viejo refrán georgiano
Hace más de tres meses Barack Obama y Raúl Castro anunciaron un
entendimiento que ponía fin al aislamiento de Cuba, un hecho que sorprendió al
mundo y le dio una nueva esperanza.
Pero, al mismo tiempo puso en guardia a todas las fuerzas progresistas del
planeta que no olvidan todavía la dramática desintegración de la Unión
Soviética y su sistema socialista después de que Gorbachev y Yeltsin avisaran
eufóricos sobre su "entendimiento" con Estados Unidos. ¿Le esperará
la misma suerte a Cuba?
Para América Latina, la Revolución Cubana, que en estos 56 años de
resistencia a la agresividad permanente norteamericana, sobrevivió a 10
presidentes estadounidenses (11 administraciones), ha sido determinante para lo
que Rafael Correa llamó "el cambio de época". Su ejemplo abrió nuevas
perspectivas para el proceso de integración en Latinoamérica igual como hace
más de medio siglo las ideas socialistas de la URSS señalaron el camino para la
Isla.
Los tiempos cambian y ahora, cuando el sistema globalizado "está
colonizando día tras día las subjetividades de los ciudadanos de este
mundo", según el filósofo italiano posmodernista Gianni Vattimo, los
hechos rápidamente se sustituyen por sus interpretaciones por el "Poder
Bélico Comunicacional".
Sin embargo, algunos hechos perduran en el tiempo y el espacio, entre ellos
la decisión determinante de Washington de hacer retornar Cuba a su seno o mejor
dicho a su "patio trasero". La misma jefa de la delegación
estadounidense para el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con
Cuba, Roberta Jacobson afirmó que "mi país (EEUU) ha cambiado de táctica o
la forma de implementar su política pero no ha abandonado sus fines", es
decir, la domesticación de Cuba.
Para hacerlo modificarán el Primer Plan de Acciones Encubiertas de la CIA
contra la Isla (Operación Pluto) aprobado el 17 de marzo de 1960 por el
presidente Dwight Eisenhower del cual las nuevas generaciones de cubanos
posiblemente no tienen una idea clara. Valdría la pena repasarlo brevemente
para hacer más reales las esperanzas sobre la apertura anunciada.
La Operación Pluto se inició con bombardeos selectivos de las plantaciones
de azúcar y los ingenios azucareros en el cual participaron no solamente
mercenarios sino pilotos norteamericanos. A la vez, el gobierno de Eisehower
canceló la importación de la cuota anual de 700.000 toneladas de azúcar cubano,
prohibió el envío de petróleo y la refinación de oro negro que llegaba de la
URSS. En abril de 1961 hubo invasión por Playa Girón que el pueblo cubano pudo
repeler en tres días. Después de aquella derrota el director de planes de la
CIA, Richard Bessell, activó un programa que consistía en una combinación de
guerra psicológica y subversión interna, infiltraciones, abastecimiento de
armas y explosivos y los medios de comunicación.
Durante 1969 y 1970 la CIA utilizó la geoingeniería para producir lluvias
torrenciales sobre las plantaciones de la caña de azúcar. En 1971 la peste
porcina africana inducida por la CIA provocó una epidemia nacional de animales.
Diez años más tarde una epidemia de dengue azotó la Isla. La guerra biológica
contra Cuba en realidad siguió hasta el inicio del Siglo XXI y nadie puede
hasta ahora determinar su magnitud.
El sabotaje de la economía cubana nunca se ha acabado sino con el tiempo se
hizo más severo después de las "nuevas" sanciones económicas,
financieras y culturales contra Cuba que cada presidente norteamericano trataba
de imponer en estos 56 años. Solamente contra Fidel Castro hubo 640 atentados,
felizmente todos fracasaron.
Este repaso de la historia de la lucha despiadada de Washington contra la
Isla podría ser infinito pero lo más importante fue que el pueblo cubano supo
resistir y seguir adelante su camino, aunque con muchas dificultades, al
derrumbarse el socialismo en la Unión Soviética. Ahora Cuba y su Revolución
están entrando en un nuevo ciclo de su vida al iniciarse el acercamiento a
Estados Unidos después de que Barack Obama sorprendió al mundo declarando que
"no es en intereses americanos o el pueblo cubano tratar de empujar Cuba
al colapso. Inclusive si esto diera resultados —no ha funcionado durante
50 años- sabemos de nuestra dura experiencia que los países están más
dispuestos a la transformación si su gente no está en estado de caos".
En el 2006, uno de los hombres más lúcidos de EE.UU., Howard Zinn publicó
el artículo "Las Anteojeras del Pueblo Estadounidense" en la revista The Progressive donde
afirmó que la mentira es una de las características principales de los presidentes
norteamericanos. Todos mintieron empezando por "Polk quien mintió sobre
las razones para ir a la guerra con México en 1846…McKinley mintió en 1898 para
invadir Cuba…Woodrow Wilson mintió…para entrar en la Primera Guerra
Mundial…Harry Truman mintió cuando dijo que la bomba atómica fue lanzada sobre
Hiroshima porque esta ciudad era un "objetivo militar"… Todos
mintieron sobre Vietnam: Kennedy, Johnson, Nixon…Reagan mintió sobre la
invasión de Granada… Bush padre mintió sobre la invasión a Panamá y luego
volvió a mentir sobre la razón para atacar a Iraq en 1991".
Posteriormente Bill Clinton mintió sobre la destrucción de la República
Federal Yugoslava, Bush hijo mintió sobre la guerra contra Afganistán e Irak
tomando luego la batuta de la mentira Barack Obama en relación a Libia, Yemen,
Siria y ahora Venezuela. ¿Entonces, quién creerá en las intenciones altruistas
de Obama de ayudar al pueblo cubano de lograr la prosperidad y bienestar? Dice
el presidente norteamericano que una de sus metas es evitar que la gente entre
en el caos y al mismo tiempo está promoviendo el caos sistemático en América
Latina y en especial, en Venezuela. Y ni que hablar del Medio Oriente donde por
la voluntad de Washington y sus aliados de la OTAN impuso no solamente un caos
sistemático sino un caos crónico.
Por eso Fidel Castro fue muy claro cuando dice a su pueblo que no confíen
"en la política de Estados Unidos ni de intercambio de una palabra con
ellos" advirtiendo a los nuevos políticos cubanos que deben "cuidarse
de sus intenciones, promesas y muchas trampas cuando uno empieza a tratar con
los norteamericanos". Washington no empezó la apertura preocupado por
"el bienestar del pueblo cubano" de que tanto habla el departamento
de Estado y anteriormente Hillary Clinton, sino como afirmó la portavoz de este
departamento, Jennifer Psaki tomando en cuenta "nuestra propia seguridad
nacional y nuestros intereses económicos".
En términos geopolíticos la Casa Blanca está alarmada por la creciente
penetración de Rusia y China en Latinoamérica y el Caribe, siendo Cuba un
aliado estratégico de Rusia. La visita del ministro de Relaciones Exteriores de
Rusia, Serguéi Lavrov a Cuba, Nicaragua y Guatemala hace más latente
esta preocupación estadounidense. La apertura con Cuba y al mismo tiempo
recrudecimiento de la guerra económica, el acoso político, el terrorismo
mediático y la acción paramilitar de los comandos de Colombia contra Venezuela
tiene su finalidad de resquebrajar la unidad entre estos países, especialmente
en detrimento de Venezuela y su proyecto del Socialismo del Siglo XXI.
En términos económicos, el reingreso de Cuba en el Sistema Económico
Mundial abre a las corporaciones estadounidenses un nuevo mercado y nuevas
posibilidades de beneficios económicos utilizando la mano de obra cubana
altamente calificada y barata al mismo tiempo y haciendo inversiones en el
turismo, tabaco, café, productos del mar y aprovechando los grandes logros de
los científicos de la Isla en microbiología y medicina. Coca Cola, PepsiCola,
McDonald etc. ya se están frotando las manos codiciando nuevas y suculentas
ganancias. También, los posibles 20 mil millones de barriles de petróleo en el
lecho marino de Cuba sirven de gran atracción para las corporaciones
energéticas estadounidenses.
Los globalizadores "iluminados" ven también la posibilidad de
imponer la ideología del libre mercado, aprovechando el inicio del proceso de
"entendimiento" con Cuba, promover la despolitización del país e
imponer la consigna de Margaret Thatcher: "la sociedad no existe, sino un
ser humano y sus intereses personales".
El periodista portugués Rodolfo Crespo en una reciente reflexión sobre el
acercamiento entre Cuba y EE.UU. habla sobre el fenómeno de la
"desaparición del adversario" al que algunos intelectuales cubanos
"hasta se niegan en reconocerlo" al iniciarse la apertura.
Otros como el reputado escritor Leonardo Padura piensan que el acuerdo entre Cuba y EE.UU. va a ser ventajoso para la
economía de la Isla porque "Los americanos llevan escrito en la frente el
15 por ciento, que es el porcentaje que suelen dejar como propina". Lo que
no toma en cuenta el autor de "Herejes" que la propina en la época de
la actual crisis norteamericana se ha reducido, que durante sus viajes a
Latinoamérica los estadounidenses nunca dejan el 15 por ciento sino unas
cuantas monedas, y que la propina nunca hizo bien a ninguna economía
latinoamericana.
El mismo fenómeno de la "desaparición del adversario" se apoderó
de la URSS durante la perestroika y duró unos 20 años en Rusia después de la
desintegración del campo socialista hasta el inicio de Maidan en Ucrania en
2014, cuando Washington mostró su cara verdadera imponiendo las sanciones a
Moscú. Los cubanos tienen que tomar en cuenta, como lo mostró la experiencia de
los soviéticos y posteriormente de los rusos, que la apertura significaría la
agudización de la corrupción, especialmente en la burocracia estatal que se
convierte paulatinamente en uno de los actores imprescindibles de las
corporaciones transnacionales.
Para corroborarlo deberían leer el libro de John Perkins, "Confesiones
de un Sicario Económico" (2004) donde muestra cómo la "corporatocracia"
(la alianza entre la Banca, el gobierno y las corporaciones) soborna a los
burócratas del Estado, utiliza corrupción, extorsiones, usa el sexo y tampoco
ignora los asesinatos para obtener los contratos beneficiosos para las
transnacionales.
También los cubanos, a base de la experiencia soviética, deben cuidar sus
servicios de inteligencia y sus fuerzas especiales, muchos de cuyos líderes
eran unos de los primeros en la URSS en abrazar las ideas de perestroika,
globalización e instalación del capitalismo contagiados por el
"pragmatismo" de Bush padre, alabanzas de Margaret Thatcher y la
sonrisa cautivante de Bill Clinton. Sus enemigos de la CIA y el FBI se
convirtieron de repente en sus socios comerciales y los nuevos oligarcas
enriquecidos ilícitamente, mientras el pueblo se sumergía en la miseria y
desesperación.
Todo esto tiene que tener en cuenta el pueblo cubano y jamás olvidar su
propia historia y su vida durante la dictadura de Batista. Las palabras de José
Martí deben seguir siendo su guía: "Los árboles se han de poner en fila
para que no pase el gigante de siete leguas. Cuba debe ser libre de España y de
Estados Unidos".
Publicado por La Cuna del Sol
USA.
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