En conclusión todos los
viajes y reuniones con los jerarcas en los centros del poder económico de
Europa, resultaron ser un show, una farsa montada por Tsipras y Varoufakis,
ambos sabían desde el principio que sus pretendidos esfuerzos de luchar por los
intereses del pueblo griego, por aliviar su sufrimiento, ante los buitres de la
zona euro terminarían en un fracaso y que al final terminarían doblegándose, ya
que no tenían la voluntad de hacer valer el mandato de la Grecia que los había
elegido para luchar contra las asfixiantes medias de austeridad que les habían
sido impuestas.
TSIPRAS SE DOBLEGA
Finalmente el primer ministro griego, Alexis Tsipras, se ha doblegado y ha
aceptado las draconianas medidas impuestas por la eurozona a fin de evitar el
Grexit. El costo para Grecia será aceptar someterse a una condición de esclavo
económico de la eurozona, sujeta a medidas de austeridad incluso más severas a
las que estaban en la mesa anteriormente. Como ya se ha dicho repetidamente,
Tsipras en realidad nunca tuvo la intención de romper con el euro, en ese
sentido el referendo fue un descarado fraude cometido contra el pueblo griego,
ya que después de todo el gobierno de Tsipras, que esperaba un “SI”, iba a
continuar con su plan de sometimiento a los dictados de la troika.
De acuerdo a Yves Smith en Naked Capitalism, “este acuerdo es simplemente
despiadado. Este es de lejos el acuerdo más desmesurado que he visto en mi
vida, por un increíblemente amplio margen. Incluso el lenguaje es
descaradamente punitivo. Por ejemplo, el documento menciona repetidas veces que
todos los términos previos bajo consideración tendrán que ser hecho mucho más
estrictos a la luz del deterioro de la economía y como el gobierno griego tiene
que postrarse para ganarse la confianza de los acreedores”.
Por su parte Politics.co.uk comenta lo siguiente: “A medida que el polvo se
asienta esta mañana sobre la crisis del rescate griego, es cada vez más
evidente que estamos presenciando una de las intervenciones más atrevidas en la
democracia nacional en la historia política de la posguerra. Si este nuevo plan
es aprobado por el parlamento griego, ya no podrá decirse que Grecia es un
estado realmente soberano. Bruselas y Berlín se están apoderando de Atenas.
Incluso una de las pequeñas victorias de Alexis Tsipras -la de que el fondo de
privatizaciónes de £50 mil millones estaría basado en Atenas, no Luxemburgo- fue
completamente superficial. Como insistió Angela Merkel esta mañana, no estaría
bajo control griego”.
Lo siguiente del Financial Times brinda una idea de las migajas por las que
Alexis Tsipras estuvo peleando:
“El señor Tsipras tuvo éxito en eliminar de la declaración final, una frase
sugerida por Alemania que indicaba que,
en el caso de que los planes de rescate fracasaran, “a Grecia se le debería
ofrecer negociaciones rápidas sobre un timeout (separación breve) de la zona
del euro”. Merkel dijo más tarde que no había plan B y no habría discusión de
un Grexit sin un acuerdo con Grecia.
Aquí el resumen del acuerdo aceptado por Tsipras:
En virtud del acuerdo previsto, la golpeada economía griega recibiría su
tercer salvamento en cinco años, un programa de tres años, financiado
principalmente por el ESM (Mecanismo Europeo de Estabilidad), el fondo de
rescate de la zona euro y el Fondo Monetario Internacional.
El señor Tsipras ha prometido aprobar nuevas leyes de reforma más severas,
incluyendo en los impuestos y las pensiones para el miércoles, y preparar
rápidamente nuevas reformas, como la liberalización del mercado de trabajo, la
apertura de profesiones cerradas, desregulación de las operaciones bancarias
los domingos y el refuerzo del sector financiero. En un movimiento
particularmente humillante, el gobierno tiene que revertir algunas de las
medidas de gasto adicionales que introdujo a principios de este año, cuando pregonó
sus ambiciones para poner fin a cinco años de austeridad impuesta por la UE.
Los términos más importantes del acuerdo impuesto a Grecia incluyen:
Incremento y simplificación del Impuesto al Valor Agregado (VAT en inglés)
Recorte de las pensiones. Aquí la proporción de los recortes lucen mucho
más severos de lo que Grecia estuvo buscando.
“Solicitud” continua de “apoyo” al FMI (monitoreo como también
financiamiento)
“La introducción de recortes cuasi automáticos del gasto en caso de
desviaciones de las ambiciosas metas de superávit primario después de solicitar
el asesoramiento del Consejo Fiscal y sujeto a la aprobación previa de las Instituciones”.
El secuestro de € 50 mil millones en activos, nominalmente bajo la
supervisión de Grecia, pero bajo estricta supervisión de los acreedores. La
mitad se destinará a recapitalizar el sistema bancario
Implementar “reformas” en el mercado laboral de acuerdo a lo estipulado por
los acreedores.
En cuanto a al alivio de la deuda, que supuestamente era una de las metas
del gobierno de Tsipras, no solo no se logró nada de eso, sino que cualquier
posibilidad de que se realice quedará sujeta a que Grecia cumpla con las
medidas estipuladas. En cuanto a la reducción del principal nada, absolutamente
nada.
En conclusión todos los viajes y reuniones con los jerarcas en los centros
del poder económico de Europa, resultaron ser un show, una farsa montada por
Tsipras y Varoufakis, ambos sabían desde el principio que sus pretendidos
esfuerzos de luchar por los intereses del pueblo griego, por aliviar su
sufrimiento, ante los buitres de la zona euro terminarían en un fracaso y que al
final terminarían doblegándose, ya que no tenían la voluntad de hacer valer el
mandato de la Grecia que los había elegido para luchar contra las asfixiantes
medias de austeridad que les habían sido impuestas. En este sentido el
veredicto condenatorio de Jonh Pilger no puede ser más exacto:
“En sus viajes a la corte de los poderosos en Bruselas y Berlín, Tsipras y
Varoufakis no se presentaron ni como radicales ni como
"izquierdistas", ni siquiera
como socialdemócratas honestos, sino como apenas dos suplicantes advenedizos en
sus peticiones y demandas. Sin subestimar la hostilidad que enfrentaron, es
justo decir que no manifestaron ningún coraje político. Más de una vez, el
pueblo griego se enteró de sus “planes secretos de austeridad” en filtraciones
a los medios de comunicación, como una carta del 30 de junio, publicada en el
Financial Times, en el que Tsipras prometió a los jefes de la UE, el Banco
Central Europeo y el FMI aceptar sus principales y más despiadadas demandas
–las que ahora él ha aceptado”.
Tsipras está en una carrera contra el tiempo para conseguir que varias de
las exigencias sean aprobadas para el 15 de julio, sin embargo cuenta con el apoyo
(exigencia) de la dictadura de la eurozona para deshacerse de aquellos miembros
de Syriza en el gobierno que podrían estropear el desmedido plan de rescate.
Publicado por La Cuna del Sol
USA.
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