martes, 25 de agosto de 2015

Carta abierta a Otto Pérez, desde la "Guatemala profunda"

Ex Presidente, usted simboliza todo lo que rechazamos: el estado paralelo, los sobornos, la violencia y criminalización, el desconocimiento de la decisión de las comunidades, las cárceles inmundas a donde no llega la ex Vicepresidenta, el sistema de partidos, las elecciones del 6 de septiembre que oxigenan el poder de las mafias, el modelo económico y el modelo de estado, las cloacas y el estercolero en que han convertido el poder y la política, los pactos y rupturas de élites, entre élites y para élites.


CARTA ABIERTA A OTTO PÉREZ,
DESDE LA "GUATEMALA PROFUNDA"


Andrés Cabanas

“Hago un llamado a que se manifieste en toda su fuerza esa Guatemala profunda, las organizaciones sociales, esa Guatemala rural que ha estado en el centro de mi atención, esa Guatemala plural y diversa. Los insto hoy como nunca a defender nuestra incipiente democracia, a ver con optimismo el futuro y a hacer las transformaciones profundas del Estado que nos abran el camino a una Guatemala más segura, más justa, más transparente, más participativa y más próspera”.
Otto Pérez Molina, 23 de agosto de 2015

Señor Pérez Molina: escuchamos con asombro su mensaje de 23 de agosto, en el que afirma ser ajeno a la corrupción generalizada en su gobierno, y amenaza con no renunciar a la Presidencia, que ya ejerce de forma ilegítima. En ese mensaje hace un llamado a la "Guatemala profunda, rural y diversa que ha estado en el centro de mi atención", para que se manifieste (a su favor).

Permítanos recordarle, ciudadano Pérez Molina, que su gobierno impulsó políticas de persecución y encarcelamiento de líderes comunitarios, con el objetivo de debilitar resistencias a proyectos extractivos. Las protestas sociales fueron criminalizadas, al punto que el año 2013 fue –desde la firma de la paz- el más violento en cuanto a la represión a organizaciones sociales: 647 agresiones contra activistas sociales, según información de la Unidad de Defensores de Derechos Humanos de Guatemala.

Bajo su presidencia se gobernó con lógica de cuartel, se sacrificaron y redujeron derechos constitucionales y colectivos, se agudizó la represión política para imponer un modelo económico fundamentado en la explotación de bienes de las comunidades y los derechos exclusivos de las empresas.

En el año 2012 en Santa Cruz Barillas, en 2013 en cuatro municipios del oriente, en 2014 en San Juan Sacatepéquez, fueron suspendidas libertades y garantías democráticas, en situaciones de conflictividad social contra empresas invasoras. En el territorio de Tezulutlán usted, su gabinete de gobierno, los operadores de justicia y las empresas persiguieron de forma sistemática a organizaciones sociales y comunidades.

Señor Molina, no es cierto que la población rural (esas comunidades que usted apenas conoció cuando llegó a apoyar proyectos empresariales o a dirigir la represión) haya estado en el centro de su atención. Su memoria, Otto Pérez, parece corta y su chequera larga: las  poblaciones lamentan el incumplimiento de las metas mínimas previstas en el programa Hambre Cero, programa estrella de su administración, la caída del gasto social hasta niveles ínfimos, muy lejos de las previsiones contenidas en los Acuerdos de Paz. Su gobierno, lo sabíamos y sabemos, concretó alianzas con sectores empresariales, economía criminal y emergente, comunidad internacional (sobre todo los gobiernos español, canadiense y de la Unión Europea) que excluyeron demandas sociales y persiguieron las luchas sociales.

Ex Presidente, también conocido en los bajos fondos como Alto señor, el Dueño de la finca, el Mero mero, o simplemente Rata inmunda: déjenos decirle que parte del soborno que la empresa Jaguar Energy erogó para conseguir reuniones privadas con su persona (125,000 dólares a través de su secretario Gustavo Martínez) alcanzaría para pagar el salario mínimo de 355 trabajadores. Los fondos que, según investigación preliminar, recibieron usted, la ex Vicepresidenta Baldetti y allegados durante un año por defraudación tributaria (28 millones 556 mil quetzales) equivalen al salario mínimo de diez mil ochocientas personas.

Las verdaderas prioridades de su administración fueron el cobro de comisiones por todo tipo de contratos, incluidos aquellos realizados con empresas transnacionales. Pero ya sabemos, Alto Dueño de la finca, que usted nada sabía de estos percances y en todo caso ya nos pidió perdón.

Ex Presidente, usted simboliza todo lo que rechazamos: el estado paralelo, los sobornos, la violencia y criminalización, el desconocimiento de la decisión de las comunidades, las cárceles inmundas a donde no llega la ex Vicepresidenta, el sistema de partidos, las elecciones del 6 de septiembre que oxigenan el poder de las mafias, el modelo económico y el modelo de estado, las cloacas y el estercolero en que han convertido el poder y la política, los pactos y rupturas de élites, entre élites y para élites.

Nosotras y nosotros, la Guatemala profunda, somos personas, pueblos, comunidades, organizaciones a quienes -durante su mandato- usted calificó de criminales, terroristas, obstáculo para el desarrollo, bochincheros, manipulados por Ongs y comunidad internacional. Somos otra Guatemala, que se está movilizando para exigirle  su renuncia y decir que ni el Presidente, ni la clase política ni los poderes económicos ni el sistema en su conjunto nos representan.

Nos vemos en las calles de todo el país.


Datos de la Guatemala profunda

Guatemala destina apenas 8% de su Producto Interno Bruto a gasto público en salud, educación y seguridad. El promedio en América Latina es de 15%.

Cuba ocupa el primer lugar en gasto público en América Latina, con 41%. En Centroamérica, Nicaragua ocupa el 12.5% , Honduras y El Salvador el 12%.

La tasa de matriculación neta de educación primaria se sitúa en 80.4%, lejos de la matriculación universal prevista en las metas del milenio de Naciones Unidas.

Organizaciones internacionales consideran que en 2015 se perderán por corrupción alrededor de 4,160 millones de quetzales, equivalentes al 6% del presupuesto.

Esta pérdida de capital socava la realización plena y el respeto a derechos humanos como salud, educación, nutrición, vivienda y la vida.

Parte del soborno que la empresa Jaguar Energy erogó para facilitar reuniones privadas con Otto Pérez Molina (125,000 dólares en uno de los pagos) hubiera bastado para el pago de salario mínimo a 355 trabajadores.


El tratamiento de los conflictos sociales durante la etapa de gobierno de Pérez Molina ha estado determinado por la represión y el discurso de militarización, que se manifiesta, no solo en la cooptación de los principales puestos de poder en manos de exmilitares, sino en el recrudecimiento del cierre de espacios para los defensores/as y el acoso que ha sufrido la cooperación internacional al punto de la criminalización por el apoyo a causas sociales en las que los defensores trabajan (Udefegua).






Publicado por La Cuna del Sol
USA.

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