viernes, 20 de noviembre de 2015

Apuntes sobre imperialismo

Numerosos autores han escrito sobre el tema –casi que es raro el que no lo ha hecho- desde Heinrich Friedjung hasta Lenin, pasando por Hobson, John Stuart Mill, Hegel, Marx o Rosa Lusemburg, aunque imperialismo no es exactamente lo mismo que colonialismo y a menudo ambos términos son confundidos. Pero no vamos a entrar en la teoría, que nos perderíamos, sino en la práctica del hoy y ahora.
Cuando leemos la definición de imperialismo ¿En qué países pensamos? ¿En Rusia? ¿En China? ¿En Estados Unidos?


APUNTES SOBRE IMPERIALISMO



Por: Purificación González de la Blanca

Aunque el imperialismo lo estamos viviendo en carne propia (tratar de impedir la guerra contra Libia fue el motivo de la existencia de Ojos para la Paz), parece sin embargo necesario dedicar algunas reflexiones para intentar aclarar qué es imperialismo, cuales son las actitudes que los definen, qué países lo ponen en práctica, etc. Ello nos serviría también para descartar a otros países que no están en esa línea.

Viene esto al caso porque últimamente se ha orquestado (tal vez intensificado la siempre latente) una campaña mediática contra Rusia, que está siendo coreada por algunos filósofos de lo políticamente correcto. Suelen ser allanadores del camino del imperio, que los mantiene amarrados por el estómago, por la cuenta corriente o por el status social en el que los ha situado (puestos de trabajo, cátedras, conferencias, viajes, cadenas de tv a su disposición, libros sufragados y/o publicitados, tertulias gratificadas, artículos de opinión…), por no pensar en cosas peores. Porque no se puede achacar ignorancia cuando se trata de personas a las que se supone bien informadas.

Mientras escribo estas líneas leo un artículo de Vidal León, dedicado a los espías, publicado en IDEAL de Granada (25.10.15). Explica que “La Casa”, como se conoce al cuartel general del C.N.I. concentra a profesionales tan variopintos como periodistas, informáticos, médicos…o incluso filósofos, subraya. No es de extrañar. Haberlos, haylos.

Mejor o peor instalados hay filósofos, o supuestos filósofos, como el sionista Bernard-Henri Lèvy (con títulos expedidos por la Universidad de Tel Aviv), Santiago Alba Rico o Carlos Taibo, por poner algunos ejemplos, que no solo justifican las agresiones y guerras del Imperio sino que en el caso del primero son sus ideólogos (Libia) y atizadores (Ucrania, Egipto, Siria), inventando bombardeos de Gadafi o de Bashar al-Assad contra su población (éste con barriles llenos de dinamita, según precisa SAR)

Y no solo filósofos, porque también encontramos columnistas de izquierda, y de renombre, proclives a equiparar en los parámetros del imperialismo a Rusia y China con los Estados Unidos.

El Imperialismo es una forma de actuación política basada en dominar a otros territorios mediante el poder militar o económico. Los medios que se emplean para llevarlo a cabo son infinitos: fundaciones, observatorios, cátedras, tertulias, premios (literarios, Nobel, Premio Carlomagno –concedido a Javier Solana, por poner un ejemplo-,etc.), documentales y películas, control mediático (propaganda, informaciones y noticias falsas o veto o manipulación de informaciones reales), ONGs, financiación de organizaciones juveniles, atentados de falsa bandera, introducción de epidemias, manipulación del clima (sistema HAARP),

introducción de plagas (Cuba), secuestros reales o inventados (niñas nigerianas), provocaciones de todo tipo, creación de bandas armadas( Al-Qaeda, Boko-Haram, Estado Islámico…), invasiones, bombardeos, etc. Todo vale.

En wikipedia se define el imperialismo como “una relación humana y territorial desigual, por lo general en forma de un imperio, basado en ideas de superioridad y prácticas de dominación, que implica la extensión de la autoridad y el control de un Estado o pueblo sobre otro o también puede ser una doctrina política que justifica la dominación de un pueblo o Estado sobre otros, habitualmente mediante distintos tipos de colonización (de poblamiento, de explotación económica, de presencia militar estratégica) o por la subordinación cultural”.

Numerosos autores han escrito sobre el tema –casi que es raro el que no lo ha hecho- desde Heinrich Friedjung hasta Lenin, pasando por Hobson, John Stuart Mill, Hegel, Marx o Rosa Lusemburg, aunque imperialismo no es exactamente lo mismo que colonialismo y a menudo ambos términos son confundidos. Pero no vamos a entrar en la teoría, que nos perderíamos, sino en la práctica del hoy y ahora.

Cuando leemos la definición de imperialismo ¿En qué países pensamos? ¿En Rusia? ¿En China? ¿En Estados Unidos?

El documento conocido como “Informe Kissinger”, aprobado por el Congreso de los Estados Unidos en 1974 y convertido en norma orientadora de la política internacional de ese país, establece, entre otras directrices que obtendrán las materias primas que necesiten, estén donde estén y con el ejército si es necesario. Otro aspecto interesante de este informe es que cita un número de factores que podrían obstaculizar el flujo ininterrumpido a EEUU de materias primas de los países menos desarrollados y entre ellos se refiere al problema que plantea un exceso de población juvenil anti-imperialista, que debía ser limitada por medio del control demográfico. No nos vamos a extender en otras consideraciones sobre este documento, al que dediqué hace algún tiempo un extenso artículo.

Este informe sirve de base al denominado “Proyecto para un Nuevo Siglo (Norte) Americano”, diseñado en la década de los noventa por “los más fundamentalistas pensadores y actores políticos norteamericanos”. “Un poderoso grupo ideológico y político establecido en Washington D.C con el patrocinio del partido republicano, el partido demócrata, la AIPAC, y muchas otras organizaciones de poder con influencias en Wall Street, en los medios de comunicación y en el poderoso complejo militar-industrial. Fue fundado en el año de 1997 con el objetivo fundamental de mantener e impulsar por todos los medios disponibles la hegemonía y el liderazgo de los estados Unidos en el siglo XXI, en el orden económico-financiero, político y principalmente militar. El plan consiste en mantener a Estados Unidos como la única superpotencia planetaria”. (Edgar E. Quintero, Rebelión)

En esa misma línea encontramos el documento titulado “Estrategia Nacional de Seguridad de los Estados Unidos (2015)”, en el que se delinean las prioridades en esa materia para el próximo quinquenio. Deja claro que el crecimiento económico es la base de su seguridad nacional y que no se detendrá a la hora de garantizarse las materias primas, estén donde estén, en el país en que éstas se encuentren y con el ejército si es preciso. “Aclaración ya reiterada e innecesaria, vistas las actuaciones de los distintos gobiernos de ese país a lo largo de la historia, y muy concretamente sus guerras por petróleo”, como escribe Alejandro Torres Rivera, autor de un interesante análisis sobre el mencionado informe.

Puerto Rico, Chile, República Dominicana, Guatemala, Paraguay, Yugoslavia, Afganistán, Iraq, Libia, Siria, Honduras, Grecia, Venezuela, Europa…golpes blandos, golpes duros, primaveras árabes, revoluciones de colores, desestabilizaciones, epidemias (Estados Unidos pide a España utilizar las bases para combatir el ébola), “piratas” de Somalia, magnicidios, invasiones, asesinatos como el de Che Guevara, etc. ¿En qué país pensamos? ¿A qué país tememos?

¿Qué país mantiene con sus socios una relación de amo-vasallo?

¿Qué país tiene fuera de sus fronteras mil bases militares?

¿Qué país se ha hecho con la OTAN para llevar a cabo sus continuadas y ascendentes escaladas militares?

¿Qué dirigente decide cada martes quien tiene que morir, con el envío de sus drones?

¿Qué país ha impuesto su moneda –el dólar- al mundo entero, sin respaldo alguno de reservas en oro? (Una estafa mundial)

Podríamos continuar, pero parece que no hay mucho que añadir sobre la coincidencia de las definiciones sobre Imperialismo con los Estados Unidos. Y no hay ningún otro país que se le aproxime ni remotamente. Ciertamente que a lo largo de la historia han existido muchos imperios, pero el afán de dominio, de conquista, de guerra, de control del mundo: cultural, ideológico, económico, físico, militar etc., hasta tratar de hacerlo estallar si no está en sus manos, no tiene parangón en la historia. Y esto no parece discutible.

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http://www.alertadigital.com/2012/08/01/bernard-he%E2%80%8Bnry-levy-y-la-guerra-de-libia/

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=204380

http://blogs.publico.es/altermundista/424/manifiesto-sobre-la-intervencion-humanitaria-en-libia/

https://tenacarlos.wordpress.com/2012/04/30/el-observatorio-sirio-para-los-derechos-humanos-y-otros-inventos-por-josu-ramos/

http://ultimahora.es/noticias/nacional/2014/10/16/135691/eeuu-pide-espana-usar-bases-aereas-operacion-contra-ebola.html

http://www.elespiadigital.com/index.php/tribuna-libre/1258-el-nuevo-reparto-del-mundo-segun-kissinger

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=111861


http://uraniaenberlin.com/2015/10/17/la-carrera-de-eeuu-y-la-otan-por-expandir-el-terrorismo-islamico-rusia-proximo-objetivo/






Publicado por La Cuna del Sol
USA.

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