Numerosos autores han
escrito sobre el tema –casi que es raro el que no lo ha hecho- desde Heinrich
Friedjung hasta Lenin, pasando por Hobson, John Stuart Mill, Hegel, Marx o Rosa
Lusemburg, aunque imperialismo no es exactamente lo mismo que colonialismo y a
menudo ambos términos son confundidos. Pero no vamos a entrar en la teoría, que
nos perderíamos, sino en la práctica del hoy y ahora.
Cuando leemos la definición
de imperialismo ¿En qué países pensamos? ¿En Rusia? ¿En China? ¿En Estados
Unidos?
APUNTES SOBRE IMPERIALISMO
Por: Purificación González de la Blanca
Aunque el imperialismo lo estamos viviendo en carne propia (tratar de
impedir la guerra contra Libia fue el motivo de la existencia de Ojos para la
Paz), parece sin embargo necesario dedicar algunas reflexiones para intentar
aclarar qué es imperialismo, cuales son las actitudes que los definen, qué
países lo ponen en práctica, etc. Ello nos serviría también para descartar a
otros países que no están en esa línea.
Viene esto al caso porque últimamente se ha orquestado (tal vez
intensificado la siempre latente) una campaña mediática contra Rusia, que está
siendo coreada por algunos filósofos de lo políticamente correcto. Suelen ser
allanadores del camino del imperio, que los mantiene amarrados por el estómago,
por la cuenta corriente o por el status social en el que los ha situado
(puestos de trabajo, cátedras, conferencias, viajes, cadenas de tv a su
disposición, libros sufragados y/o publicitados, tertulias gratificadas,
artículos de opinión…), por no pensar en cosas peores. Porque no se puede
achacar ignorancia cuando se trata de personas a las que se supone bien
informadas.
Mientras escribo estas líneas leo un artículo de Vidal León, dedicado a los
espías, publicado en IDEAL de Granada (25.10.15). Explica que “La Casa”, como
se conoce al cuartel general del C.N.I. concentra a profesionales tan
variopintos como periodistas, informáticos, médicos…o incluso filósofos,
subraya. No es de extrañar. Haberlos, haylos.
Mejor o peor instalados hay filósofos, o supuestos filósofos, como el
sionista Bernard-Henri Lèvy (con títulos expedidos por la Universidad de Tel
Aviv), Santiago Alba Rico o Carlos Taibo, por poner algunos ejemplos, que no
solo justifican las agresiones y guerras del Imperio sino que en el caso del
primero son sus ideólogos (Libia) y atizadores (Ucrania, Egipto, Siria),
inventando bombardeos de Gadafi o de Bashar al-Assad contra su población (éste
con barriles llenos de dinamita, según precisa SAR)
Y no solo filósofos, porque también encontramos columnistas de izquierda, y
de renombre, proclives a equiparar en los parámetros del imperialismo a Rusia y
China con los Estados Unidos.
El Imperialismo es una forma de actuación política basada en dominar a
otros territorios mediante el poder militar o económico. Los medios que se
emplean para llevarlo a cabo son infinitos: fundaciones, observatorios,
cátedras, tertulias, premios (literarios, Nobel, Premio Carlomagno –concedido a
Javier Solana, por poner un ejemplo-,etc.), documentales y películas, control
mediático (propaganda, informaciones y noticias falsas o veto o manipulación de
informaciones reales), ONGs, financiación de organizaciones juveniles,
atentados de falsa bandera, introducción de epidemias, manipulación del clima
(sistema HAARP),
introducción de plagas (Cuba), secuestros reales o inventados (niñas
nigerianas), provocaciones de todo tipo, creación de bandas armadas( Al-Qaeda,
Boko-Haram, Estado Islámico…), invasiones, bombardeos, etc. Todo vale.
En wikipedia se define el imperialismo como “una relación humana y
territorial desigual, por lo general en forma de un imperio, basado en ideas de
superioridad y prácticas de dominación, que implica la extensión de la
autoridad y el control de un Estado o pueblo sobre otro o también puede ser una
doctrina política que justifica la dominación de un pueblo o Estado sobre
otros, habitualmente mediante distintos tipos de colonización (de poblamiento,
de explotación económica, de presencia militar estratégica) o por la
subordinación cultural”.
Numerosos autores han escrito sobre el tema –casi que es raro el que no lo
ha hecho- desde Heinrich Friedjung hasta Lenin, pasando por Hobson, John Stuart
Mill, Hegel, Marx o Rosa Lusemburg, aunque imperialismo no es exactamente lo
mismo que colonialismo y a menudo ambos términos son confundidos. Pero no vamos
a entrar en la teoría, que nos perderíamos, sino en la práctica del hoy y
ahora.
Cuando leemos la definición de imperialismo ¿En qué países pensamos? ¿En
Rusia? ¿En China? ¿En Estados Unidos?
El documento conocido como “Informe Kissinger”, aprobado por el Congreso de
los Estados Unidos en 1974 y convertido en norma orientadora de la política
internacional de ese país, establece, entre otras directrices que obtendrán las
materias primas que necesiten, estén donde estén y con el ejército si es
necesario. Otro aspecto interesante de este informe es que cita un número de
factores que podrían obstaculizar el flujo ininterrumpido a EEUU de materias
primas de los países menos desarrollados y entre ellos se refiere al problema
que plantea un exceso de población juvenil anti-imperialista, que debía ser
limitada por medio del control demográfico. No nos vamos a extender en otras
consideraciones sobre este documento, al que dediqué hace algún tiempo un extenso
artículo.
Este informe sirve de base al denominado “Proyecto para un Nuevo Siglo
(Norte) Americano”, diseñado en la década de los noventa por “los más
fundamentalistas pensadores y actores políticos norteamericanos”. “Un poderoso
grupo ideológico y político establecido en Washington D.C con el patrocinio del
partido republicano, el partido demócrata, la AIPAC, y muchas otras
organizaciones de poder con influencias en Wall Street, en los medios de
comunicación y en el poderoso complejo militar-industrial. Fue fundado en el
año de 1997 con el objetivo fundamental de mantener e impulsar por todos los
medios disponibles la hegemonía y el liderazgo de los estados Unidos en el
siglo XXI, en el orden económico-financiero, político y principalmente militar.
El plan consiste en mantener a Estados Unidos como la única superpotencia
planetaria”. (Edgar E. Quintero, Rebelión)
En esa misma línea encontramos el documento titulado “Estrategia Nacional
de Seguridad de los Estados Unidos (2015)”, en el que se delinean las
prioridades en esa materia para el próximo quinquenio. Deja claro que el
crecimiento económico es la base de su seguridad nacional y que no se detendrá
a la hora de garantizarse las materias primas, estén donde estén, en el país en
que éstas se encuentren y con el ejército si es preciso. “Aclaración ya
reiterada e innecesaria, vistas las actuaciones de los distintos gobiernos de
ese país a lo largo de la historia, y muy concretamente sus guerras por
petróleo”, como escribe Alejandro Torres Rivera, autor de un interesante
análisis sobre el mencionado informe.
Puerto Rico, Chile, República Dominicana, Guatemala, Paraguay, Yugoslavia,
Afganistán, Iraq, Libia, Siria, Honduras, Grecia, Venezuela, Europa…golpes
blandos, golpes duros, primaveras árabes, revoluciones de colores,
desestabilizaciones, epidemias (Estados Unidos pide a España utilizar las bases
para combatir el ébola), “piratas” de Somalia, magnicidios, invasiones,
asesinatos como el de Che Guevara, etc. ¿En qué país pensamos? ¿A qué país
tememos?
¿Qué país mantiene con sus socios una relación de amo-vasallo?
¿Qué país tiene fuera de sus fronteras mil bases militares?
¿Qué país se ha hecho con la OTAN para llevar a cabo sus continuadas y
ascendentes escaladas militares?
¿Qué dirigente decide cada martes quien tiene que morir, con el envío de
sus drones?
¿Qué país ha impuesto su moneda –el dólar- al mundo entero, sin respaldo
alguno de reservas en oro? (Una estafa mundial)
Podríamos continuar, pero parece que no hay mucho que añadir sobre la coincidencia
de las definiciones sobre Imperialismo con los Estados Unidos. Y no hay ningún
otro país que se le aproxime ni remotamente. Ciertamente que a lo largo de la
historia han existido muchos imperios, pero el afán de dominio, de conquista,
de guerra, de control del mundo: cultural, ideológico, económico, físico,
militar etc., hasta tratar de hacerlo estallar si no está en sus manos, no
tiene parangón en la historia. Y esto no parece discutible.
—-
http://www.alertadigital.com/2012/08/01/bernard-he%E2%80%8Bnry-levy-y-la-guerra-de-libia/
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=204380
http://blogs.publico.es/altermundista/424/manifiesto-sobre-la-intervencion-humanitaria-en-libia/
https://tenacarlos.wordpress.com/2012/04/30/el-observatorio-sirio-para-los-derechos-humanos-y-otros-inventos-por-josu-ramos/
http://ultimahora.es/noticias/nacional/2014/10/16/135691/eeuu-pide-espana-usar-bases-aereas-operacion-contra-ebola.html
http://www.elespiadigital.com/index.php/tribuna-libre/1258-el-nuevo-reparto-del-mundo-segun-kissinger
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=111861
http://uraniaenberlin.com/2015/10/17/la-carrera-de-eeuu-y-la-otan-por-expandir-el-terrorismo-islamico-rusia-proximo-objetivo/
Publicado por La Cuna del Sol
USA.
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