El apoyo al wannabe-Führer
Trump no es una creación de FoxNews. No es una vasta conspiración de la
derecha. Es innato al americanismo -un americanismo que se basa en el uso del
término "América" del que se ha adueñado para referirse a los Estados
Unidos. Pues América -en realidad- se extiende desde el extremo norte de Canadá
hasta la parte más austral de Chile.
DONALD TRUMP ES AMÉRICA
Por Andrew Kahn
Ha llegado el momento de admitir la horrible realidad. Dense cuenta
ciudadanos estadounidenses. Donald Trump no es anti-Americano. Él es la
encarnación del Americanismo. Nos estremecemos y avergonzamos mientras el propone
mantener a los musulmanes fuera de los Estados Unidos y nos angustiamos cuando
habla de la construcción de un muro para impedir que entren los mexicanos. O
seguimos apoyándolo mientras hace estas cosas, aumentan sus números en las
encuestas y sus competidores se quedan rezagados.
Y para aquellos que censuran su villanía, su racismo, su fobia por todo,
por favor no caigan en la trampa simplista de decir que Donald es anti-americano.
No pretendan que el tergiversa o abusa la libertad americana. Los valores
estadounidenses que ustedes sostienen que él ha hecho trizas simplemente nunca han
existido. Han sido el sueño húmedo de una mentalidad americanista –la que ha
sido propagada por liberales y conservadores por igual. El sueño húmedo de los
que lucharon contra la amenaza del comunismo y que buscaban arribar a la clase
media de Chevrolets y la prosperidad.
Donald Trump es la encarnación del americanismo -el americanismo histórico,
concreto y viviente del mundo real.
Pues cuando Donald Trump llama a mantener alejados a los mexicanos, yo digo
"Operación Espalda Mojada". Pregunto cómo el sentimiento
anti-mexicano y las metas políticas son anti-americanas. Cuando Texas fue
creada a partir de México, la tierra robada y la limpieza étnica perpetrada,
¿cómo puede ser anti-americano ser
anti-mexicano? ¿Cuándo ha sido "americano" preocuparse por México? Le
hemos dado a México acuerdos comerciales
regresivos y dictadores y armas de fuego a sus bandas del narcotráfico. Y un
cartel ha sido nuestro amigo y luego lo es el siguiente y luego nuestros bancos
han lavado su dinero. Y los mexicanos han continuado muriendo por miles y miles
como resultado. Pero Donald Trump ¿es
una aberración?
El apoyo al wannabe-Führer Trump no es una creación de FoxNews. No es una
vasta conspiración de la derecha. Es innato al americanismo -un americanismo que
se basa en el uso del término "América" del que se ha adueñado para
referirse a los Estados Unidos. Pues América -en realidad- se extiende desde el
extremo norte de Canadá hasta la parte más austral de Chile.
Chile... donde los golpes de Estado estadounidenses y los escuadrones de la
muerte apoyados por la CIA marcaron el comienzo de la sangrienta dictadura de
Augusto Pinochet y el derrocamiento del democráticamente electo Salvador
Allende -que se quitó la vida con un fusil que le fue regalado por Fidel Castro
de Cuba.
Cuba…donde los Estados Unidos empezó a foguearse en el imperialismo de hoy
en una "lucha por la libertad" en contra de España -que tenía poco
que ver con la libertad y todo que ver con la apertura de mercados para los
capitalistas norteamericanos.
España... donde el americanismo no apoyó a las fuerzas democráticas de los
republicanos, en tanto demócratas aislados en los Estados Unidos de manera
independiente se alistaron en oposición a las fuerzas fascistas de Franco. En
España…
España... que fue combatida por las fuerzas estadounidenses en Filipinas en
nombre de la libertad.
Filipinas... donde heroicos combatientes por la libertad lucharon para
acabar con el colonialismo de España sólo para ser re-colonizada y violada y
torturada y ocupada por los "aliados" de Estados Unidos. En nombre de
la libertad. En el nombre de América.
Pero Donald Trump ¿es anti-americano?
¿En qué mundo pueden los liberales y conservadores ondear la bandera y
alabar a nuestra decencia y a continuación proceder a bombardear Irak después
de 9/11, al tiempo que se elogiaba a nuestras tropas como nuestros muchachos y
héroes americanos? En un mundo donde la hipocresía estadounidense no tiene
límites. Americano. Hipocresía. Americanismo.
No hay nada anti-estadounidense en el bombardeo masivo de Afganistán e Irak
y las guerras mercenarias en Siria y en
el suministro de armamento a las dictaduras de Indonesia (donde vive una de las
mayores poblaciones musulmanas en el mundo) y el respaldo a regímenes
represivos en Arabia Saudita y Bahrein y Yemen y los Emiratos y....
No hay nada anti-estadounidense en eso, pues la CIA ejecutó golpes de
Estado contra líderes seculares-populistas de izquierda en Irak e Irán e
instaló a Saddam y al Sha y los musulmanes
sufrieron como resultado. La realpolitik "allí" es americana y sin
embargo, detener la inmigración basada en creencias religiosas es anti-americano.
Corazón que no ve, corazón que no siente. El americanismo puede matar y
reprimir a los musulmanes allí, pero tenemos que permitir que unos cuantos
lleguen aquí. Hipocresía. Americanismo.
¿Y en verdad nos preocupamos por los mexicanos? O ¿musulmanes?
En los confines de nuestros hogares donde somos americanos, ¿hacemos esas
bromas inofensivas sobre los ilegales? Ustedes saben, "esa gente".
Nuestros cortadores de césped. Las personas que hacen nuestras pizzas. Porque los
mexicanos hacen sus pizzas italianas. ¿Imitamos inofensivamente sus acentos y
su estatura y su religión y su existencia? ¿En nuestras mentes? ¿En los
confines de nuestras mentes americanas? ¿Los vemos como nuestros "hermanos
y hermanas de piel oscura" como si fueran para nosotros pequeñas criaturas
oscuras a quienes mirar con cariño... como si de alguna manera fueran
necesitados, simplemente porque son de piel oscura y no "americanos"?
Un "Americano", que significa, "de los Estados Unidos".
El paternalismo, el racismo. El racismo, el paternalismo. Y bromas
inofensivas e inocentes y el remedo y... la superioridad sobre ellos. En
nuestras mentes americanas. En nuestras mentes americanas. Y podemos permitir algunos,
pero no muchos en América. Nuestra América. Pero Donald Trump no es americano.
O eso es lo que decimos, temerosos de que nuestro paternalismo y el remedo y el
racismo inofensivo y el nacionalismo puedan aflorar a la superficie.
Cada "ching ching chong" y "ni ** er" y "terrorista
barbado" y todas esas frases inocentes y chistes y pensamientos que pasan
en nuestra cabeza y a través de nuestros labios en los confines de espacios
seguros de compañeros de trabajo con ideas afines y familiares, es el
americanismo. Este es el americanismo que hipócritamente decimos es anti-americano
mientras Donald Trump empuja políticas que dan continua realidad concreta a
estas "bromas inofensivas". Americanismo.
El americanismo no está dando la bienvenida al inmigrante, al indigente, el
refugiado, las personas sin hogar entre nosotros, el menos de nuestros hermanos
y hermanas. No sucedió cuando se aprobaron Leyes de Exclusión de los Chinos. No
sucedió cuando los filipinos fueron estereotipados como bestias adictos al sexo
mientras buscaban empleo en California después de que su propio país fue saqueado
por el americanismo. No sucedió cuando los filipinos fueron contratados para
participar como rarezas biológicas en Coney Island. Cuando su país fue saqueado
y violado... por el americanismo.
El americanismo es el capitalismo incestuosamente cruzado con sus hijos -El
nacionalismo y el imperialismo y el racismo. Donald Trump no creó esta orgía
incestuosa -él es simplemente el grosero, el pornógrafo impertinente que está
filmando y promoviéndolo de una manera que a nosotros puritanicamente, pero
hipócritamente, nos repugna.
Cuando él dice que el activista negro que fue golpeado por Trumpistas en un
mitin de campaña puede haberlo merecido, nosotros nos estremecemos. O
vitoreamos. Y sin embargo, sea lo que nosotros hagamos, alabamos a la policía
que a diario asesina y ataca y abusa y aterroriza a las minorías -en su mayoría
invisibles. En América. Pero ellos son héroes vestidos de azul. Quiénes nos
protegen. De esos mexicanos ilegales en nuestras calles y esos negros que nos
dispararan y esos asiáticos perezosos y esos árabes terroristas y tal vez de
esos europeos gay que quieren seducirnos.
Y nosotros vendemos valores americanistas cada vez que decimos "chong
ching ching" y "ni ** er" y "terrorista barbado" en
nuestras mentes y en nuestras zonas seguras americanistas donde verdaderamente
podemos tener la libertad de expresión. Pues la libertad de expresión es el
americanismo. Una libertad para atacar y asesinar y verbalmente y mentalmente y
económicamente abusar a la vez que tener la libertad de decir que Donald Trump
es una aberración. Una aberración que probablemente será uno de los dos
candidatos a la presidencia... de América.
"Ching ching chongs" para cualquier persona de Asia –pues no se
engañe porque usted ve a un vietnamita como un chino, como un japonés, como un tailandés, como un camboyano... sólo más
"ching ching chongs" -es nuestro estelar imperialismo... el mismo
imperialismo que dejó caer el napalm sobre el sudeste de Asia. Americanismo. Un
americanismo que puede estar detrás de los asesinatos de Mamasapano en
Filipinas, retrasando las negociaciones de paz entre los musulmanes y el
Estado... pero corazón que no ve, corazón que no siente. Un americanismo de
Pemberton matando Jennifer Laude. Un americanismo de...
Pues Donald Trump es el americanismo. Donald Trump no es una aberración.
Americanismo es un nacionalismo que pretendemos que no existe. "No
podemos ser nacionalistas ya que que amamos a todas las personas y cuidamos de
ellos". Nuestro sueño húmedo americanista. Sin embargo, al igual que esos
sueños, nos despertamos, sintiéndonos felices, pero nos damos cuenta de que
estamos de vuelta en la realidad. La solidaridad y la preocupación y la
compasión no existen en la realidad no más que el amante sexy que teníamos en nuestro
sueño. Nuestras ideas de los valores americanos de la compasión son los sueños
que vendemos en nuestras mentes y esclarecemos para el consumo público. Una
mentalidad esquizofrénica, bipolar que nos dice que somos buenos cuando no lo
somos. Nuestros sueños húmedos de la hipocresía americanista. Y Donald Trump es
el reloj de alarma que nos despierta de este sueño.
Pues Donald Trump no es una sorpresa. Él no es una aberración.
El genocidio contra los pueblos indígenas...
El secuestro y la esclavitud de los africanos...
La limpieza étnica de los pueblos indígenas restantes...
Los linchamientos de los africanos "liberados"...
Leyes para impedir la entrada a los chinos...
La invasión, la ocupación, la tortura de las Filipinas...
La Amenaza Roja y Palmer Raids...
Los campos de concentración para los japoneses...
Las bombas nucleares lanzadas sobre Japón...
McCarthismo…
Mobutu…
Suharto…
Napalm…
Golpes y escuadrones de la muerte en América Latina
Los asesinos de Romero
El perfil racial y el encarcelamiento en masa de las minorías...
Más de 1 millón de muertos en Irak debido a las sanciones que fueron
consideradas que "valían la pena”...
Vigilancia masiva de los ciudadanos ...
"Conmoción y pavor" contra Irak en respuesta a los ataques de los
saudíes...
Una lista incompleta de americanismo...
Pero, ¿quién podría haber imaginado el ascenso de Donald Trump al poder? ¡Impactante
y Anti-Americano!
Así que levanten una Budweiser al americanismo, mis conciudadanos. La
distopía que ustedes niegan para el consumo público está aquí en carne y hueso.
Sus pensamientos más íntimos pueden ahora estar en armonía con la realidad.
Usted puede estar seguro de ser americano. La América real. La América concreta
de las políticas y acciones concretas a lo largo de la historia y el presente.
Pues Donald Trump es América.
Andrew Kahn es editor del blog Voice of America
Publicado por La Cuna del Sol
USA.
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