La alta investidura de
ser magistrado de la Corte Suprema de Justicia de Guatemala importa poco. Criminales
de guerra, como el militar Edgar Justino Ovalle, diputado y Secretario General
del oficialista FCN del presidente Jimmy Morales, encuentran refugio en sus “resoluciones”
que tienen como fin preservar el régimen de impunidad que beneficia a estos criminales y no la búsqueda de justicia.
LOS BANDOLEROS DEL
DERECHO
Por Luciano Castro Barillas
La alta investidura de ser magistrado de la
Corte Suprema de Justicia de Guatemala importa poco. Las opiniones e
identificaciones políticas de estos bastante torcidos abogados, que luego toman
la forma de “resolución judicial”, ha permitido, por el momento, que el
Secretario General del FCN, el oficial Edgar Justino Ovalle, no acuda como imputado en el caso por
genocidio, por crímenes de lesa humanidad, dado que le dan consistencia a la
imputación 554 restos humanos que hablan por sí mismos la crueldad con que
fueron tratados estas humildes personas, hombres, mujeres, ancianos y adultos;
por el grupo de psicópatas criminales, los mal llamados kaibiles del ejército de
Guatemala, cuyos mandos militares impartían órdenes criminales para masacrar a
cuanta persona se imaginaban eran colaboradores de la guerrilla. Pero los
malvados gozan de buena salud y mucha suerte. Están sujetos a un debido proceso
34 años después de los crímenes cometidos, oportunidad judicial que no dieron a
sus víctimas, quienes murieron amordazados y con un contundente filazo de
machete en el cuello, tal lo muestra los cortes en las vértebras cervicales.
Fue inevitable que todas estas personas fueron ejecutadas con tremendos cortes
en la nuca, decapitados algunos o semi decapitados otros. Entre ellos niños,
los cuales por la inicial osificación de sus huesos, sufrieron un inmisericorde
corte
limpio, como cabeza puesta sobre el grueso tajo.
Estos crímenes indignantes son poca cosa para
los magistrados de la Corte Suprema de Justicia y tendrá la embajada
norteamericana que correr nuevamente a jalarles las orejas porque inhibir de un
proceso judicial a un sujeto señalado de hechos tan graves y además dirigente
del partido político en el gobierno, es muestra de poca cooperación con la
democracia made in USA, que quiere revertir las tendencias en alza de la
migración de los pueblos de la región del Triángulo Norte (Guatemala, El
Salvador y Honduras), fuente de ingobernabilidad para estos tres países e
inseguridad para los Estados Unidos. Los señores norteamericanos no pueden
arriesgarse a invertir y perder (o que les roben) los políticos corruptos
centroamericanos la inversión que se tiene ya decidida para esta región. La
persistencia de estos sujetos controvertidos en el escenario político nacional
no hace sino torpedear los esfuerzos de los norteamericanos.
Jimmy Morales es muy probable que no les
funcione, porque va dando bandazo tras bandazo: primero nombra a Sherry Ordóñez
como Ministra de Comunicaciones, persona carente de idoneidad para el cargo
porque es una evasora de impuestos y además contratista confesa del Estado.
Mantiene a Carlos Contreras en la presidencia de la Junta Directiva del IGSS,
quien en estos momentos está metido en el affaire de la continuidad del
contrato por 24 meses por servicios renales, aprobado a la carrera y entregado
a destiempo, pero asunto curioso, suscrito con la celeridad del correcaminos,
lo cual hace a la acción administrativa bastante sospechosa, por las millonadas
que se mueven en este negocio de contratación de servicios al Instituto
Guatemalteco de Seguridad Social. Y va de mal en peor, un gran super mañoso va
como Registrador de la Propiedad de Inmueble, porque aquí se cumple el dicho
con estos sinvergüenzas: “Dios, no me des dientes, solo ponme donde
hay que comer”. Por lo que se ve
y como está en manos de guatemaltecos, tan especializados en echarlo todo a
perder; el dizque gobierno de Jimmy Morales se irá muy pronto por el retrete,
entre volteretas hediondas.
Publicado por La Cuna del Sol
USA.
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