viernes, 12 de febrero de 2016

La estrategia del cambio de régimen en Siria ha fracasado

El secretario de Estado norteamericano dejó en claro en sus pláticas con la oposición que no habría precondiciones para las conversaciones y ningún compromiso formal de que se lograría la salida de Assad en algún momento en el futuro. Kerry fue impreciso sobre si lo que se esperaba de las conversaciones era un “gobierno de transición” o un “gobierno de unidad” –insinuando con este último término, que Assad estaba en control.


LA ESTRATEGIA DEL CAMBIO DE RÉGIMEN 
EN SIRIA HA FRACASADO



Tras las recientes victorias de las fuerzas del gobierno de Al Assad apoyadas por Rusia, Irán y Hezbolá sobre la bandas de yihadistas islámicos que han sembrado el terror en el país árabe, finalmente el gobierno de Obama ha llegado a la conclusión que su exigencia de que “Assad debe irse” es irreal en vista de los enormes cambios experimentados en el teatro de guerra sirio que indiscutiblemente han fortalecido la posición de Al Assad, que paso a paso ha ido recuperando territorio que hace unos meses estaban en poder de los grupos de mercenarios islámicos apoyados por Arabia Saudita, Turquía, Qatar, los EE.UU e Israel.

Todo este cambio en la política de Obama, según algunas fuentes, se ha venido manifestando muy calladamente desde el inicio de la intervención militar de Rusia en Siria, la cual ha contribuido a modificar drásticamente el balance militar creado tras las victorias el año pasado de la filial de al-Qaeda, el Frente al Nusra y sus aliados que pusieron en serias dificultades la estabilidad del gobierno de Al Assad, precipitando la intervención de Rusia en septiembre. Como se sabe, la reacción inicial del gobierno de Obama a la campaña de la aviación rusa en Siria sugería que solo estaban a la espera del fracaso de la intervención rusa, llegando incluso a sugerir la posibilidad de que se repitiera el fiasco soviético en Afganistán.

Para la administración de Obama, al igual que los neoconservadores y liberales intervencionistas de Washington, la exitosa campaña militar desplegada por Rusia ha sido una enorme frustración, pues en término de 5 meses de continuos ataques aéreos sobre las posiciones de los llamados “rebeldes” sirios, los rusos no solo han logrado lo que la pretendida campaña anti Estado Islámico de los EE.UU no pudo o no quiso hacer, sino que además le asestaron un severo golpe a su estrategia anti-Assad. Durante  semanas llovieron las acusaciones sobre Rusia y su presidente Vladimir Putin, en el sentido de que su intervención estaba enfocada en salvar al régimen de Assad y no en derrotar al Estado Islámico, constantemente se le acusaba que sus ataques aéreos estaban siendo dirigidos contra las posiciones de los rebeldes “moderados” y que por lo tanto su campaña militar fracasaría. Los EE.UU parecían inclinados en insistir que Rusia accediera a sus demandas y de sus aliados, para que el presidente sirio Al Assad dejara el poder.

Sin embargo, Rusia desde un principio se ha mantenido firme en su posición; Assad no se irá, su permanencia no es negociable. La permanencia en el poder del legítimo presidente de Siria es fundamental si se quiere llegar a una solución negociada a la guerra en Siria, ha dicho Moscú. Mientras tanto la aviación rusa ha continuado bombardeando, sin distinciones, las posiciones de los grupos de terroristas opuestos al gobierno sirio. Los bombardeos y las ofensivas en tierra del ejército sirio y sus aliados enfocados en cortar las principales rutas de abastecimiento entre las áreas controladas por el EIIL y la coalición liderada por el Frente al-Nusra y la frontera turca, de materializarse con éxito, serian un golpe muy serio para los grupos de terroristas armados de la oposición y sus patrocinadores que han visto con estupor y rabia como sus perversos planes para el resquebrajamiento de Siria han sido anulados por la efectiva intervención militar de Rusia.

A finales de enero la situación en el campo de batalla experimentó un cambio dramático, las tropas gubernamentales sirias recapturaron el pueblo de Salma en la provincia de Latakia en posesión de al-Nusra Front desde el 2012, además arrebataron la estratégica al- Shaykh Maskin que había caído en manos de las fuerzas opositoras a Al Assad a finales de 2014, recuperando de esta manera el control de la carretera Daraa-Damasco. Más importante aún, ha sido el hecho que el ejército sirio haya logrado cortar las líneas de abastecimiento entre Turquía y la provincia de Alepo que es ocupada por al-Nusra y sus fuerzas aliadas.

Estas victorias del ejército de Siria han modificado significativamente el balance de fuerzas en el campo de batalla. Has sido un vuelco espectacular que ha establecido una nueva realidad en el curso de la guerra que, obviamente fortalece la posición de Al Assad de cara a las negociaciones que podrían terminar con la guerra en Siria. Esta nueva realidad política y militar impuesta por la intervención rusa y que favorece claramente la posición de Assad, ha sido reconocida por la administración de Obama.

Cuando el secretario de Estado, John Kerry, se reunió el 23 de enero en la capital saudita con Riyad Hijab, el cabecilla de la delegación de la oposición agrupada en el Alto Comité de Negociaciones (HNC), ya era evidente para el gobierno de Obama, que la posición militar de Al Assad era mucho más fuerte, y la oposición armada se encontraba muy debilitada. De hecho, por primera vez existe la posibilidad real de una derrota total, en vista del éxito de la estrategia militar ruso-siria de cortar las rutas de abastecimiento de las bandas terroristas del Frente al-Nusra y las fuerzas terroristas aliadas.

De acuerdo al portal Middle East Briefing, lo dicho por Kerry a Hijab, refleja un nuevo rumbo en el accionar del gobierno estadounidense teniendo en cuenta la realidad política y militar. El secretario de Estado norteamericano dejó en claro que no habría precondiciones para las conversaciones y ningún compromiso formal de que se lograría la salida de Assad en algún momento en el futuro. Kerry fue impreciso sobre si lo que se esperaba de las conversaciones era un “gobierno de transición” o un “gobierno de unidad” –insinuando con este último término, que Assad estaba en control.

Desconcertados por el cambio en la política de Obama, la oposición armada y sus patrocinadores, Arabia Saudita y Turquía, acicateados por los EE.UU, asistieron a regañadientes a las conversaciones de Ginebra, donde debilitados y ante la imposibilidad de imponer su agenda en las negociaciones, decidieron retirarse de las conversaciones que, como se había anticipado, fueron un fracaso. Era obvio que la oposición y sus patrocinadores, entre ellos los EE.UU, no estaban en condiciones de dictar los términos de un posible acuerdo, ya que Siria y Rusia con sus últimas victorias en el campo de batalla se han adueñado de la situación, y son los que están dictando los términos de un posible cese al fuego.

Después del fracaso de Ginebra, según ha reportado el portal Middle East Eye, un grupo de voluntarios sirios se aproximaron a John Kerry durante la recepción en una conferencia de donantes en Londres y le expresaron que él no había hecho lo suficiente para proteger a los civiles siros, a lo que Kerry respondió, que ellos deberían culpar a la oposición. “En esencia él dijo, que fue la oposición la que no quiso negociar y no quisieron un cese al fuego y luego se marcharon”. De acuerdo al MEE, otro de los voluntarios le dijo al portal, que Kerry le había dicho: “¿Que quieren que haga? ¿Ir a la guerra con Rusia? ¿Es eso lo que ustedes quieren? Más adelante los voluntarios relataron que Kerry les había dicho, que anticipaba tres meses de bombardeos durante los cuales “la oposición será diezmada”.

Según un reciente análisis en el mismo portal, si Alepo cae, que puede ser muy pronto, la política de los EE.UU hacia los rebeldes “moderados” dejará de existir, ya que una oposición organizada “moderada” dejará de existir efectivamente. Al parecer existen indicios de que los EE.UU se han preparado para este escenario; la aniquilación de los terroristas “moderados”, y en ese sentido, ya se habría suspendido el aprovisionamiento de armas. Lo dicho por Kerry manifiesta claramente que los Estados Unidos no estaría dispuesto a arriesgarse a una confrontación con Rusia con el ánimo de rescatar a los terroristas “moderados” de la total aniquilación, como podría suceder muy pronto en Alepo.  


Ante la inminente victoria del ejército sirio en Alepo, la segunda ciudad más importante de Siria, y la más que segura eliminación de los terroristas del Frente al-Nusra y de las demás fuerzas aliadas que la han estado ocupando desde el 2012, así como el cierre total de la frontera turca, los Estados Unidos se ven apremiados a urgir por un cese al fuego con el objetivo de contrarrestar el ímpetu de la victoriosa ofensiva de las fuerzas leales a Al Assad, e impedir la derrota de sus terrorista “moderados”. Esto le permitiría a los EE.UU y sus aliados árabes y turcos algún tipo de reacomodamiento que les propiciaría cierto margen de maniobra para seguir albergando su sueño de dividir finalmente a la República Árabe de Siria. Sin embargo esas maquinaciones imperialistas tendrán que enfrentar las realidades de un conflicto que ellos mismos instigaron y que ahora, gracias a la firmeza de Rusia y de los otros miembros que conforman el Eje de la Resistencia, se ha tornado en su contra y los ha puesto contra la pared. Probablemente se llegue muy pronto a un cese de las hostilidades, pero esto solo será temporal, ya que la guerra en Siria donde están sobre el tablero grandes disputas geopolíticas y geoestratégicas solo concluirá con una victoria o una derrota militar de grandes dimensiones.






Publicado por La Cuna del Sol 
USA. 

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