viernes, 10 de junio de 2016

La disputa por el control de Siria se acelera

Aunque todavía se sigue especulando de la existencia de una especie de acuerdo secreto entre los Estados Unidos y Rusia para derrotar a los extremistas y dividirse el trabajo en la operación militar para la captura de Raqqa, los rusos han decido no correr riesgos y están acelerando sus operaciones militares, conjuntamente con el ejército sirio y las demás fuerzas de la resistencia, en Raqqa y Aleppo, dado que entienden que es un juego de grandes riesgos y donde el ganador se lleva todo, especialmente cuando se trata de conflictos como el sirio de grandes implicaciones geopolíticas regionales y globales.


LA DISPUTA POR EL CONTROL
DE SIRIA SE ACELERA



Los últimos sucesos alrededor de la guerra en Siria, sobre todo las ofensivas militares en curso, por un lado Estados Unidos y sus aliados kurdos y por el otro Rusia apoyando al ejército sirio y las fuerzas de la resistencia, contra la capital de facto del llamado Estado Islámico, Al-Raqa, más que el inicio del fin de la guerra en Siria, indican que las mayores potencias militares envueltas en el conflicto buscan posicionarse de acuerdo a la lógica de sus contrapuestos intereses geopolíticos sobre el destino de Siria y en sí de todo el Oriente Medio, considerando que el conflicto sirio se ha constituido en el evento que determinará el futuro de toda la región y más allá, en este complicado panorama bélico que enfrenta a a las dos mayores potencias militares del planeta.

En ese sentido las batallas por el control de Alepo y Raqqa representan la fase más importante por el control de Siria por parte de los EE.UU y Rusia.

Tras la sorpresiva retirada parcial de las fuerzas militares rusas de Siria se habló mucho sobre los motivos reales de esa decisión. Se dijo que obedecía a una decisión deliberada de Moscú tras haber cumplido con los principales objetivos de su intervención militar (golpear y debilitar a las fuerzas del terrorismo yihadista internacional, fortalecer la capacidad militar del ejército sirio y evitar atascarse en el pantano sirio), sin embargo, parece que todo se debía a la existencia de un acuerdo entre los EE.UU y Rusia para buscarle un solución diplomática al conflicto. De ahí se origina precisamente el cese de hostilidades, que no necesariamente implicaba un cese al fuego, como preludio para las ya fracasadas conversaciones de paz en Ginebra. Se dijo que como parte del acuerdo ruso-estadounidense tanto Rusia como Estados Unidos se encargarían de reinar sobre los impulsos bélicos de cada uno de sus aliados. Rusia aceptó, como parte del acuerdo, retirar parcialmente sus fuerzas militares de Siria, mientras que los EE.UU fracasaban o simplemente obviaban cumplir con la parte que le correspondía del acuerdo. En este sentido las reciente declaraciones del ministro de Exteriores ruso, Sergey Lavrov resultan ser muy reveladoras.

De acuerdo a la  información que se ha divulgado (Indian Punchline), Lavrov ha indicado que Rusia está reanudando su ofensiva militar en Siria, la cual se encontraba en un estado de suspensión como consecuencia del acuerdo del cese al fuego pactado entre Washington y Moscú en febrero.  Lavrov mencionó de manera específica el apoyo aéreo que Rusia le brindará a las fuerzas gubernamentales que han estado bajo el ataque de la agrupación terrorista Frente al-Nusra en la parte suroccidental de Alepo en el norte de Siria. Entre los motivos que empujaron a Moscú para tomar la decisión de reanudar su apoyo aéreo al gobierno sirio, Lavrov  hizo mención de lo siguiente:

-Los EE.UU “no ha cumplido con su obligación” de separar del Frente al-Nusra a los grupos rebeldes que le son leales.

-Los EE.UU no podido cumplir con otra promesa, concretamente, “tomar las medidas para evitar las infiltraciones de militantes y armas desde Turquía”.

-Los estadounidenses han sido notificados que a Rusia no le queda otra opción que  “reanudar los ataques aéreos”.

De las declaraciones de Lavrov se deduce muy claramente la existencia de un acuerdo entre ambas partes para avanzar hacia el fin de las hostilidades en Siria, sin embargo, los EE.UU más interesado en la prolongación de la guerra y en el derrocamiento de Al Assad, no cumplió con lo pactado y en su lugar se ha dedicado a la práctica del doble juego, por un lado pretendiendo combatir al terrorismo yihadista mientras que por el otro colaborando con los supuestos “rebeldes moderados”, aliados de al Qaeda en Siria. Todo este engañoso accionar de los EE.UU ha tenido como objetivo sabotear los planes de Rusia en Siria, a la vez que forma parte de la estrategia para contrarrestar o eliminar la amenaza que Rusia representa para el diseño de dominación global que Washington busca mantener a toda costa.

Teniendo en cuenta la insinceridad de los EE.UU, Lavrov hizo una aguda observación advirtiendo a Washington contra cualquier intento de ganar tiempo haciendo promesas vacías mientras sigue adelante trabajando simultáneamente sobre un “Plan B” para moverle el tapete a los rusos. En este último punto, según algunos analistas, es donde radica el meollo del asunto. Tanto Irán como Siria han estado advirtiendo a Moscú que el cese al fuego ha estado siendo aprovechado por las fuerzas de la oposición apoyadas por los EE.UU, Turquía, Arabia Saudita y otros para recuperarse y lanzar nuevos ataques militares con el objetivo de modificar el balance de fuerzas en el teatro de guerra sirio, que actualmente favorece a las fuerzas gubernamentales.

Aunque todavía se sigue especulando de la existencia de una especie de acuerdo secreto entre los Estados Unidos y Rusia para derrotar a los extremistas y dividirse el trabajo en la operación militar para la captura de Raqqa, los rusos han decido no correr riesgos y están acelerando sus operaciones militares, conjuntamente con el ejército sirio y las demás fuerzas de la resistencia, en Raqqa y Aleppo, dado que entienden que es un juego de grandes riesgos y donde el ganador se lleva todo, especialmente cuando se trata de conflictos como el sirio de grandes implicaciones geopolíticas regionales y globales.

Según la publicación turca Al Manar, la paciencia de Rusia parece haberse agotado, y su próximo movimiento estaría enfocado en Raqqa así como también en Aleppo. Los EE.UU, por su parte, esperan evitar una situación en la que Raqqa sea liberada por el ejército sirio con la ayuda de las milicias chiitas de los países árabes y el apoyo de la aviación rusa. Rusia sabe que para Estados Unidos sería inaceptable que Damasco logre establecer su control sobre las áreas liberadas que están en poder del EIL. En otras palabras los estadounidenses prefieren a los kurdos (como también asirios, grupos árabes, armenios, turcomanos) en lugar del ejército sirio. Sin embargo, al parecer una parte del movimiento kurdo no estaría dispuesto a abandonar su objetivo de unificar los tres cantones kurdos por la captura de Raqqa.

Tomando en cuenta la actual situación, existe una posibilidad muy real de que Raqqa se convierta en el escenario de una confrontación mayor  que podría tener graves repercusiones internacionales. Por una parte está el ejército sirio, apoyado por la aviación y fuerzas especiales rusas dirigiéndose a Raqqa desde el este, mientras que por otro lado las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) apoyadas por la aviación y las fuerzas especiales estadounidenses se aproximan a Raqqa desde el oeste. Ambas partes se encuentran en una carrera o competencia para hacerse con el control de la capital de facto del llamado Estado Islámico, ganar territorio y declararse victoriosos ante todo el mundo. Sin embargo, podría suceder que ambos lleguen a Raqqa simultáneamente y entonces tendríamos una situación en la que la alianza sirio-rusa podría encontrarse cara a cara con la posibilidad de un conflicto militar con la alianza EE.UU-FDS. En ese momento, la interrogante seria ¿quién, si alguno, retrocederá? Si ambas fuerzas toman la decisión de seguir adelante, el resultado sería catastrófico no solo para Siria sino para el resto del mundo.


Independientemente de lo que suceda, es muy importante señalar que el ejército sirio está actuando legítimamente en defensa propia contra los terroristas que se hacen pasar por “rebeldes moderados” y los Estados Unidos. Rusia, Irán y Hizboláh están en Siria a petición del gobierno de Al Assad, actúan legalmente con el consentimiento del gobierno sirio, mientras los Estados Unidos y la coalición que comanda actúan completamente al margen de las leyes internacionales en un intento por apuntalar a sus fuerzas terroristas empeñadas en la destrucción de la República Árabe Siria.






Publicado por La Cuna del Sol
USA. 

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