En el embrollo sirio, es muy
difícil concluir con certeza quien está mejor posicionado para sacar ventaja de
este nuevo acuerdo, Si Obama o Putin, y cuales en realidad son los objetivos de
Erdogan al jugar con uno y otro. Son los planes del gobierno de Obama similares
a lo ocurrido con el anterior y fracasado cese al fuego; rescatar y rearmar a
los sitiados yihadistas moderados con el agregado que ahora la OTAN a través de
Turquía ya ha establecido su presencia militar en territorio sirio. O está
Putin, ahora que el sitio sobre Alepo se ha establecido de nuevo, posicionado,
con la colaboración de Erdogan, como para imponer su voluntad sobre los Estados
Unidos. O acaso existe una colusión mayor entre los poderes dominantes con
respecto al destino final de Siria. Estas son interrogantes no pueden ser
respondidas con certeza mientras persistan las dudas sobre la viabilidad del
acuerdo del cese al fuego y no se
conozcan los detalles secretos del mismo.
OTRO CESE AL FUEGO EN SIRIA
Después de maratónicas sesiones en Ginebra finalmente Rusia y los Estados
Unidos han llegado a un acuerdo para el establecimiento de un nuevo cese al
fuego o cese de hostilidades en Siria. De particular importancia es el hecho
que se lleva a cabo, al igual que el fracasado acuerdo de febrero pasado, en
momentos en que las fuerzas sirias y sus aliados han hecho significativos
avances contra las bandas de mercenarios yihadistas, especialmente en la ciudad
de Alepo donde las fuerzas del Al-Qaeda en Siria y otros grupos de rebeldes
“moderados” apoyados por los EE.UU se encuentran sitiados y en riesgo de ser
derrotados, razón que estaría empujando a los EE.UU a aceptar un cese de
hostilidades con el fin de protegerlos y evitar que el ejército y sirio y las
fuerzas pro-Assad comandadas por Rusia recuperen totalmente la ciudad de Alepo,
situación que podría definir el destino de la guerra en Siria.
Hasta ahora los detalles más importantes de lo acordado entre Estados
Unidos y Rusia permanecen en secreto y únicamente se han dado a conocer
aspectos generales de lo que podría constituirse en un cese al fuego duradero.
De acuerdo a lo informado en esa ocasión, el cese de hostilidades entraría en vigor el lunes 12 de septiembre
por un periodo de 48 horas que, dependiendo del resultado, podría prolongarse
por una semana después de lo cual los EE.UU y Rusia iniciarían acciones
conjuntas contra al-Qaeda en siria. Por otra parte y según declaraciones del secretario
de Estado estadounidense, John Kerry, el acuerdo impediría que la fuerza aérea
del presidente sirio Bashar al-Assad ataque las posiciones de la oposición
dondequiera que estén ubicadas, considerando esta provisión como el “fundamento
del acuerdo”. El acuerdo permitirá el acceso de ayuda humanitaria a las
ciudades sirias bajo asedio, incluyendo Alepo, y crearía zonas desmilitarizadas
alrededor de ellas, ha dicho Kerry. Por su parte el canciller de la Federación
Rusa, Sergey Lavrov, ha dicho que el gobierno sirio ha sido informado sobre los
términos del arreglo y está preparado para cumplirlos.
Hasta aquí lo acordado deja la
impresión, o al menos eso es lo que se pretende ya que se desconoce la parte
secreta del acuerdo, que todo es producto de lo que se ha negociado entre Rusia
y los EE.UU, las mayores potencias militares involucradas en el conflicto
sirio. Sin embargo, es importante tomar en cuenta que todo esto tiene como
antecedentes inmediatos la fallida intentona de golpe en Turquía y su reciente
incursión militar en el norte de Siria que le ha agregado otro ingrediente más
a la complejidad del conflicto sirio y ha hecho que el Sultán Erdogan, que ha
aprovechado muy bien la situación, se convierta en un jugador crucial del cual
dependería cualquier resultado que se quiera lograr en Siria. Esto quedó de
manifiesto en la reciente cumbre del G-20 donde el taimado presidente turco
demostró su habilidad para jugar a ambos lados del tablero, con Obama y Putin.
En el embrollo sirio, es muy difícil concluir con certeza quien está mejor
posicionado para sacar ventaja de este nuevo acuerdo, Si Obama o Putin, y
cuales en realidad son los objetivos de Erdogan al jugar con uno y otro. Son
los planes del gobierno de Obama similares a lo ocurrido con el anterior y
fracasado cese al fuego; rescatar y rearmar a los sitiados yihadistas moderados
con el agregado que ahora la OTAN a través de Turquía ya ha establecido su
presencia militar en territorio sirio. O está Putin, ahora que el sitio sobre
Alepo se ha establecido de nuevo, posicionado, con la colaboración de Erdogan,
como para imponer su voluntad sobre los Estados Unidos. O acaso existe una
colusión mayor entre los poderes dominantes con respecto al destino final de
Siria. Estas son interrogantes no pueden ser respondidas con certeza mientras
persistan las dudas sobre la viabilidad del acuerdo del cese al fuego y no se conozcan los detalles
secretos del mismo.
Mientras tanto algunos sitios en el Internet, como la página de Elijah JM y
el portal de inteligencia israelí Debkafile el cual se presume funciona como
brazo propagandístico del Mosad, han publicado sus propias versiones, con base
en sus propios análisis y fuentes, sobre algunas de las particularidades del
acuerdo alcanzado entre los EE.UU y Rusia. Así por ejemplo, Elijah J. Magnier
en comentario publicado el 5 de septiembre, detalla varios de los pormenores
del acuerdo que estaría por ser aprobado, como el hecho que ambas
superpotencias se han puesto de acuerdo sobre varias cuestiones, pero sobre
todo para permitir la entrada de los convoyes humanitarios en la ciudad (y
otras partes de Siria), y para congelar
la situación de la guerra en Alepo, definiendo líneas de demarcación entre
todos los beligerantes, creando así un modelo potencial para otras regiones de
Siria -énfasis añadido-. Según
esta versión el congelamiento de la situación en Alepo y la demarcación de los
territorios ocupados por los beligerantes que podría ser un modelo para otras regiones
en Siria, y que podría interpretarse como la partición de Siria, constituyen
quizás parte de las cuestiones centrales del acuerdo que no se ha hecho público
y que el gobierno de Siria como el de Irán habrían aceptado.
Más adelante se indica en el artículo que, en cualquier caso, siempre y
cuando se concluya el acuerdo, todos los esfuerzos militares se dedicarán a
golpear al "Estado islámico" y Jabhat al-Nusra -Al Qaeda en Siria
(como anteriormente se nombraba) y todas las facciones yihadistas que se niegan
a unirse al proceso político. En este momento algunos de estos grupos como
Ahrar al-Sham y aproximadamente 40 facciones que forman parte de ELS han
declarado que no se apegaran a la propuesta de cese al fuego.
En lo concerniente a la situación de Alepo, Estados Unidos quiere asegurarse
de que Rusia no va a golpear a sus aliados y otros rebeldes, y Rusia se ha
comprometido a detener todos los ataques en contra de los grupos aprobados por
los EE.UU como parte del trato, ha escrito Magnier, quien a continuación
detalla que, después de todo, Rusia quiere -mientras sus aliados completan una
vez más el cerco alrededor de Alepo- abrir un corredor humanitario seguro bajo
su supervisión y la participación directa de las Naciones Unidas. ¿Es esta una
victoria para Rusia o los EE.UU.? Es la pregunta de Magnier.
A este respecto, en un artículo anterior Magnier había escrito que “Obama
tiene la ventaja sobre Irán y Rusia en Siria e Irak, y sin desplegar grandes
fuerzas terrestres". Sin embargo, en su último artículo (leer aquí) publicado 4 días antes del
acuerdo entre los EE.UU y Rusia, Magnier afirma que, al llegar a un acuerdo con
Turquía, Putin ha cosechado los beneficios de una situación en la que los
aliados de ayer (es decir, los grupos de rebeldes del Ejército Sirio Libre
aprobados por los Estados Unidos y también considerados pro-Turquía) ahora
luchan entre sí (Fuerzas Democrática Sirias apoyadas por los EE.UU), y la misma
fuerza apoyada por la fuerza Aérea de Estados Unidos en el norte de Siria,
SDF-YPG, se dividen y unos cientos de militantes han abandonado a los kurdos para unirse a Turquía. Las fuerzas
rusas estacionadas en Siria apoyan la seguridad en torno a Damasco y
contribuyen a la mediación de un alto el fuego entre más de 48 grupos rebeldes
y el gobierno sirio. Resultó, según Magnier, que Putin jugó en el último minuto
a la "Ruleta Rusa", arrastrando a los EE.UU a la mesa de negociación
exactamente en el momento que la situación en Siria estaba a punto de salirse
del control de los Estados Unidos.
Según Magnier, Rusia aprovechó su oportunidad cuando Erdogan lanzó su
acusación indirecta contra los EE.UU por tener pleno conocimiento del fallido
golpe de estado. Putin, con su arriesgada movida, logró asegurar la
supervivencia del presidente sirio Bashar al-Assad, y otorgándose él mismo una
importante ventaja sobre los EE.UU en la guerra de Siria. El resultado es
sorprendente: Turquía acepta a Assad y ya no está pidiendo que sea removido
como una condición previa a cualquier negociación. Por otra parte, Turquía ha
demolido el sueño kurdo de establecer un Estado, previniendo la partición de
Siria a partir del norte.
Por su parte Debkafile en su propia versión de los
eventos que habrían originado el acuerdo entre los EE.UU y Rusia afirma que, el
acuerdo de cese al fuego anunciado por Kerry y Lavrov el 9 de septiembre en
Ginebra, cede la cuestión siria al presidente de Rusia, Vladimir Putin y a los
militares del país. El acuerdo, según el portal israelí, representa un brusco
revés para los EE.UU. En su reunión con Putin en China la semana pasada, el
presidente estadounidense Barack Obama no estuvo de acuerdo con esas medidas
por la sencilla razón de que un acuerdo de este tipo estaría en consonancia con
la política y la postura del candidato republicano Donald Trump, no las de la
candidata demócrata Hillary Clinton. Trump sugirió hace varios meses que los
EE.UU deben dejar que Putin finalice con la guerra en Siria, afirmando que el
líder ruso estaría mejor capacitado para hacerlo.
Al referirse a los detalles secretos del acuerdo, Debkafile indica, que
bajo las actuales circunstancias no es de extrañar que Kerry y Lavrov hayan
decidido no hacer públicos esos detalles del acuerdo, ya que estos revelarían
que los rebeldes en el área de Alepo, y quizás en toda Siria, han sido
abandonados encontrándose ahora atrapados tanto por el acuerdo ruso-turco como por
el ruso-estadounidense, con el nudo cerrándose a su alrededor. En seguida y
buscando respaldar su versión del acuerdo, Debkafile menciona un previo reporte
publicado por el portal el viernes 9 de septiembre y que básicamente tiene que
ver con lo sucedido esa semana entre Rusia y Turquía, quienes calladamente y
aprovechando las distracciones de las diferentes iniciativas que resonaban en
Washington, Moscú, Ankara, Jerusalén y la cumbre del G-20, se pusieron de
acuerdo para tomar bajo su control los asuntos de la región. Recep Tayyip
Erdogan sabía que nada saldría de su oferta, realizada al margen del G-20, al
presidente de Estados Unidos Barack Obama para formar un equipo para una
operación conjunta para desalojar a ISIS de Raqqa.
Sin embargo, los extraordinarios eventos que valen la pena observar
tuvieron lugar en Hangzhou sin bombos y platillos, es decir, las conversaciones
Obama-Putin y la otra mucho más sustancial entre Putin y Erdogan, informa el
portal, que luego y según sus propias fuentes de inteligencia en el Oriente
Medio, asegura que en relación a la cooperación en Siria, Putin prácticamente
le cerró la puerta a los EE.UU, dejándole saber a Obama, de manera
condescendiente, que en este momento cuenta con todas las cartas mayores para
controlar el conflicto sirio, mientras que Washington estaba casi por completo
fuera del juego. Según las fuentes de Debkafile, Putin mostró sus últimas
cartas en un acuerdo secreto con Erdogan para una cooperación ruso-turco en
delinear la ruta a seguir en el Oriente Medio.
En cuanto a la concesiones que tanto Erdogan como Putin obtendrían el uno
del otro como resultado del pacto secreto, el portal israelí menciona que antes
de abandonar China, Erdogan ya se había ganado el consentimiento de Putin para
apoderarse de una generosa porción de territorio en el norte de Siria de 4,000
kms cuadrados, como “zona de seguridad” bajo el control del ejército y la
fuerza aérea de Turquía, con la garantía de Rusia de no interferir. Esta zona
de seguridad turca incluye las ciudades sirias de Jarablus, Manjib, Azaz, y
Al-Bab. Ankara por su parte reciprocaría con el retiro de su apoyo a los grupos
rebeldes pro-EE.UU y pro-Arabia Saudita que combaten al ejército de Assad y sus
aliados en el norte de Alepo. La concesión de Turquía le proporcionó a Putin un
argumento atractivo para obtener el consentimiento del mandatario sirio al
proyecto de Erdogan. La oferta de Ankara para persuadir a Occcidente fue que la
planeada zona de seguridad serviría para servir de refugio a los refugiados
sirios y aminorar el éxodo que preocupa a Europa.
Es debatible hasta qué punto las versiones de Elijah M. Magnier y Debkafile
pueden tomarse como ciertas, sobre todo en el caso específico del portal
israelí por su tendencia a la exageración y la dudosa existencia de sus fuentes
anónimas que generan el escepticismo y le restan mucha credibilidad a lo que
reportan como hechos, sin embargo, el solo hecho de que el Departamento de
Estado de los EE.UU se rehúse a hacer publicos los detalles más importantes del
acuerdo de cese al fuego, como lo está
demandando el canciller ruso Lavrov, hace que su versión no pueda ser
descartada automáticamente.
Mientras tanto en Washington los neoconservadores comandados por el
secretario de Defensa, Ashton Carter, están furiosos con lo acordado por Kerry,
al grado que el Pentágono ha dicho que no están seguros de trabajar
conjuntamente con Rusia a partir del 8vo
día que es cuando Estados Unidos y Rusia empiezan a compartir inteligencia y
atacar las posiciones de los grupos terroristas que no están incluidos en el
acuerdo de cese al fuego, como Jabhat Fateh al-Sham, (ex Frente Nusra) y el
EIIL. Aducen en el Pentágono que desconfían de los rusos y por lo tanto les
preocupa tener que compartir información con ellos sobre como los EE.UU usa sus
datos de inteligencia para conducir ataques aéreos en Siria y en otros lugares,
lo cual podría representar una ventaja para Moscú en la creciente confrontación
submarina y aérea en el Báltico y Europa. Sin embargo, la historia es otra y se
reduce al temor de Washington de que sus ejércitos mercenarios, Jabhat Fateh
al-Sham y el EIIL, claves para el cambio de régimen en Siria, sean totalmente
aniquilados en Alepo que le pondría fin a la guerra y por consiguiente a sus
planes de eliminar a Al Assad.
Atento a la duplicidad de Washington a la hora de cumplir con lo acordado,
sobre todo en lo relacionado a la separación de los supuestos rebeldes
moderados de los yihadistas más radicales del ex Frente Nusra, que forma la
espina dorsal del yihadismo anti-Assad, Moscú a través de su canciller Sergey
Lavrov está demandando que los EE.UU hagan publico el acuerdo para poderlo
aplicar en su forma original, no mantenerlo en secreto como son los deseos de
Washington. No tenemos nada que ocultar, todo lo que está especificado ahí es
parte del acuerdo, “y sugerimos que el documento sea presentado sin enmiendas
ante el Consejo de Seguridad de la ONU para su aprobación”, ha dicho Lavrov,
según cita de la agencia de noticias TASS.
Las declaraciones del canciller ruso indican que en Moscú existe un alto
nivel de confianza, producto de su posicionamiento militar y diplomático en el
conflicto en Siria, como para poder dictar los términos de una solución
negociada a los EE.UU que por su parte intenta, muy a su estilo, poner toda la
responsabilidad sobre las espaldas de Rusia. Sin embargo, los EE.UU se
encuentran actualmente en una posición muy precaria en Siria, sobre todo en
Alepo donde su ejército mercenario yihadista se encuentra sitiado y al borde de
la derrota, a menos que los EE.UU resuelvan el apremiante dilema kurdo-turco,
es decir que opten por sacrificar a los kurdos por una alianza con Turquía que convenga a los intereses del truculento
Sultan Erdogan que ahora en posesión de su ansiada zona de seguridad en el
norte de Siria, cuenta con las cartas como para decidir el destino del conflicto
a favor de uno de los bandos.
Publicado por La Cuna del Sol
USA.
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