Pocas veces se dan esas
coincidencias donde la burguesía, la pequeña burguesía y los sectores populares
tienen un enemigo en común. Los vasos aglutinantes de una lucha política
unitaria siempre lo constituye ese enemigo de todos. En Cuba fue la revolución unida
graníticamente contra la figura oprobiosa de Fulgencio Batista, en Nicaragua
fue la abusiva figura de los Somoza, que de no existir ese emblema ignominioso,
no se hubiera dado la unidad de las diferentes facciones no sólo sandinistas
sino de la izquierda revolucionaria. En el caso guatemalteco el enemigo en común
es la corrupción y la impunidad y para derrotarlo es urgente la creación de una
sola dirección política que en las actuales circunstancias corresponde a la Asociación
de Estudiantes Universitarios, AEU, que es la única organización capaz de dar
coherencia al esfuerzo de lucha que tiene un denominador común imperativo que
es el ataque frontal a la corrupción y a la impunidad.
LA GRAN RESACA EN GUATEMALA
DESPUES DEL PARO NACIONAL
Por Luciano Castro Barillas
Después de la gran movilización popular nacional del miércoles diez y nueve
de septiembre convocada por la Universidad de San Carlos de Guatemala y
respaldada por otros centros privados de enseñanza superior, con el
acompañamiento minoritario de obreros y campesinos, devienen posiciones
políticas de variada filiación que pretenden posicionarse de una u otra manera
en sus espacios de incidencia, es decir de hacerse notar, dar su aporte o no
querer renunciar a sus viejos protagonismos invocando su
"experiencia", lo que debe hacerse de manera inmediata es crear una
sola dirección política en un órgano fuerte y unitario que tiene que ser la
Asociación de Estudiantes Universitarios, AEU, capaz en los actuales momentos
de dar coherencia al esfuerzo de lucha que tiene un denominador común
imperativo que es el ataque frontal a la corrupción y a la impunidad.
Pocas veces se dan esas coincidencias donde la burguesía, la pequeña burguesía
y los sectores populares tienen un enemigo en común. Los vasos aglutinantes de
una lucha política unitaria siempre lo constituye ese enemigo de todos y pondré
dos ejemplos históricos cercanos geográficamente a nosotros: la revolución
cubana unida granítica contra Fulgencio Batista, donde ninguna genial dirección
hubiera sido exitosa si ese ícono de la grosería y el oprobio que era Batista no
hubiera estado presente. Igual pasó en Nicaragua donde la abusiva figura de los
Somoza, que de no existir ese emblema ignominioso, no se hubiera dado la unidad
de las diferentes facciones no sólo sandinistas sino de la izquierda
revolucionaria. Hubo una dirección política acertada de Humberto Ortega, más
que de Daniel y la lucha revolucionaria se perfiló como triunfadora en los dos
últimos años, pues allí mismo estaba funcional, aglutinados y de rechazo la
figura catódica del último de los Somoza.
Esa era la condición subjetiva de oro que haría salir todo bien en esos
24 meses finales de la lucha antisomocista. En Rusia fue el Zar y así siguen
los ejemplos históricos cómo se fraguan las unidades orgánicas o coyunturales y
sus altas posibilidades de éxito. Sin embargo una unidad no se forma cuando ese
esfuerzo unitario hay voces discrepantes, tal el caso del pastor evangélico
César Valdez, presidente de la Alianza Evangélica de Guatemala quien define a
ultranza la soberanía y ve como injerencia internacional los convenios entre el
Estado y organismos como la ONU y es ya una piedra en el zapato, un incordio en
el Foro Guatemala que debe estar fuera. Son los jóvenes los protagonistas, no
pasemos eso por alto.
Publicado por La Cuna del Sol
USA.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario