sábado, 30 de junio de 2018

3 tesis y un colofón sobre la Elección México 2018


Respecto a la inminencia del triunfo de AMLO, desde 2015 acá se dijo que sólo había tres escenarios posibles en la elección en puerta: (1) un triunfo apretado de AMLO; (2) un triunfo aplastante de AMLO; (3) un mega fraude electoral. Dicho esto, la pregunta que nos interesa responder es qué factores produjeron esta situación.


3 TESIS Y UN COLOFÓN SOBRE
LA ELECCIÓN MÉXICO 2018


Arsinoé Orihuela Ochoa

La casi inminente victoria de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en las elecciones presidenciales en México ha despertado un prolijo debate sobre el “significado” histórico que tendría tal suceso. No obstante, la casi irreflexiva costumbre de anticipar escenarios de los analistas (me incluyo en ese infame séquito) ha desplazado el análisis fundamental sobre las determinantes, causas e inercias que propiciaron un escenario favorable para el eventual triunfo de AMLO, máxime en un país donde el fraude electoral ha sido el mecanismo dominante para la rotación de élites políticas. No nos ocupa tanto el significado como sí las causas. Y este análisis es el que propongo, acudiendo a los planteamientos expuestos en este espacio en los últimos 18 meses.

Respecto a la inminencia del triunfo de AMLO, desde 2015 acá se dijo que sólo había tres escenarios posibles en la elección en puerta: (1) un triunfo apretado de AMLO; (2) un triunfo aplastante de AMLO; (3) un mega fraude electoral. Dicho esto, la pregunta que nos interesa responder es qué factores produjeron esta situación. En tal sentido, el análisis deberá atender, primero, los factores internacionales o geopolíticos, segundo, los domésticos políticos, y tercero, los sociales internos, en ese orden de exposición. Esta propuesta de análisis responde a una firme convicción: indagar en las causas o factores determinantes es la única manera razonable de anticipar escenarios futuros. Sirvan las siguientes 3 tesis para ilustrar las claves de la “casi inminente” victoria de AMLO.

Tesis 1. La geopolítica

Desde el 20 de enero de 2017, Donald Trump se convirtió en el 45° presidente de los Estados Unidos de América. El ascenso al poder de Trump significó el ascenso de una agenda política explícitamente anti-mexicana en Estados Unidos. Hasta la fecha, el principal destino de las exportaciones de México es justamente EE.UU., con $289 miles de millones anualmente, muy lejos del segundo destino, Canadá, con tan sólo $23 miles de millones. En el marco del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el 82% de las exportaciones mexicanas tienen como destino al país vecino. Trump representa un freno a esta sociedad comercial, prácticamente unidireccional en el caso mexicano. Este es un primer elemento inédito. Hasta 2012, la conquista de la presidencia en México se apoyó fuertemente en la alianza con el gobierno en turno de Estados Unidos.

El proyecto neoliberal-integrador sufrió un revés. Esto debilitó políticamente a las élites anexionistas en México, e instaló la obligatoriedad de reorientar la economía en función de las reglas del juego impuestas por Trump. El ascenso del magnate dejó en la orfandad a las élites gobernantes en México. La más tajante prueba de esto es que, mientras el alto funcionariado mexicano lanza gestos de amistad al gobierno de Estados Unidos, éste responde invariablemente con gestos de enemistad e insulto llano. México es un peón acasillado. Quedó evidenciado, en el curso de la elección, que las élites políticas no tienen fuerza ni siquiera para movilizar populistamente a la población (https://bit.ly/2yUx5bi). Y el riesgo de la ingobernabilidad o vacío de autoridad –en los cálculos de los poderes constituidos– alcanzó rango de primerísima prioridad. En cierto sentido, AMLO representa una salida a esta encrucijada, lo que en otra oportunidad bauticé como “Mexit”, es decir, un Brexit a la mexicana, un deslizamiento hacia un ejercicio de poder afín al espectro de la época: la desglobalización (https://bit.ly/2N79jMl). AMLO es el repliegue obligado, y el costo que está dispuesto a pagar la élite derrotada con tal de evitar la configuración de coaliciones políticas potencialmente más transgresoras.

En lo tocante a los hiperacumuladores que gobiernan el mundo, cabe señalar que –aunque intranquilos– no están seriamente alarmados con la ascensión al poder de figuras políticas “anti-establishment”. Si el progresismo sudamericano no consiguió desestructurar sustancialmente la correlación de fuerzas (capital-trabajo) después de un ciclo de 15 años en el poder, es todavía más improbable que el ciclo nacionalista en Norteamérica altere ese reparto jerárquico. En este sentido, tanto para las elites nacionales como para los capitales internacionales, AMLO es la posibilidad de reducir la tensión social en México y restaurar la autoridad bajo las nuevas reglas de juego sin arriesgar un costo tan oneroso, pues en la primera oportunidad de malestar en las élites, el aparato judicial-mediático puede desbaratar sin muchos apuros a un gobierno “incómodo”, como hace al presente en Sudamérica. Esto explica que los mercados internacionales no intervinieran decisivamente en la elección en México. Por lo menos hasta ahora.

Tesis 2. La política doméstica

El divisionismo de las élites mexicanas y el injerencismo del narcotráfico –acaso junto con Donald Trump– son las sombras obscenas que recorren subrepticiamente toda la elección de 2018.

Lo políticamente relevante en estos próximos comicios, en materia de política doméstica, es la fractura del trinomio PRI-PAN-Narco (Partido Revolucionario Institucional; Partido Acción Nacional; Narcotráfico). Estas tres fuerzas representaron históricamente el voto neoliberal. Personifican básicamente el mismo voto conservador. Y este voto está pulverizado. En 30 años o más, el PRIANARCO nunca se fracturó. Siempre consiguieron unirse –con éxito– para frenar a AMLO. Esta vez fracasaron. Ahí radica el otro elemento inédito de la elección.

Los dos indicadores de esta ruptura son, por un lado, el fracaso de las cúpulas del PRI y del PAN por impulsar una candidatura unificada (agravado por el cruce de amenazas de cárcel entre los candidatos José Antonio Meade y Ricardo Anaya, en caso de que uno u otro resultara ganador), y por otro, la suma de políticos asesinados en el marco de la elección, cuya cifra asciende a 121, 46 de ellos contendientes a cargos de elección popular en la edición comicial del próximo 1º de julio. De acuerdo con el último informe de la consultora Etellekt, “además de los 120 políticos asesinados contabilizados, se han contado otros 351 asesinatos en contra de funcionarios no electos, es decir, cuyos cargos no dependen de elecciones” (https://cnn.it/2yFxBtR). Es decir, una auténtica avalancha de violencia homicida tributaria de la ley de “plata o plomo”, que es el sello que distingue al actor narco. Es preciso entender que el narcotráfico es un actor político tan poderoso que “asiste” encriptado a la campaña. Difícilmente un candidato en Estados Unidos alude explícitamente a los barones de Wall Street. Lo mismo acontece en México respecto al narco.

Desde inicios de 2000 hasta la fecha, 21 ex gobernadores han sido acusados de asociación delictiva con el narcotráfico. El narco es un actor estatalizado, enquistado en los circuitos formales de la economía y la política. A esta estatalización –prohijada por el PRI– se yuxtapuso un proceso de hiperpolitización del actor narco, producto de la declaratoria de guerra decretada por el PAN. Hoy es virtualmente imposible identificar una instancia institucional que no esté operativamente articulada a la órbita del narcotráfico. Esto explica que el narco asuma un comportamiento “estatal”, cobrando impuestos, efectuando tareas de contrainsurgencia, ensayando estrategias de comunicación con el público (narcomantas, narcoblogs, narcoseries), reclutando comandos militares de élite, conquistando territorios por la fuerza, invirtiendo en obras públicas, desarrollando proyectos turísticos e infraestructurales, financiando campañas políticas etc.

Algunos enfurecieron cuando AMLO propuso amnistía para los narcotraficantes. Si aceptamos la tesis de que “el narcotráfico es un actor político tan poderoso que ‘asiste’ encriptado a la campaña”, cabe entonces prevenir que el indulto ya había sido extendido con anterioridad, cuando anunció que no perseguiría a ninguno de los integrantes de “la mafia del poder”. En lenguaje descodificado, esto significa que la propuesta es desalojar al actor narco de las posiciones clave del aparato estatal, no sin la posibilidad –y en esto consiste la amnistía– de que continúe el negocio en los márgenes del Estado. Es decir, la idea es desterrar de la institucionalidad pública al narcotráfico y a sus aliados políticos del PRIAN (https://bit.ly/2KunYzw)

Hasta ahora (insisto: hasta ahora), a una fracción de élite económica le cautiva la idea de desmontar a “la mafia del poder”, porque esta coalición –conformada por el trinomio PRIANARCO– ha acumulado tanto poder que está afectando el dinamismo de los grandes negocios. Por ello, una franja de las élites nacionales apuesta por Andrés Manuel López Obrador, e incluso algunos “notables señores” ya engrosan las filas del partido Morena.

El temor, no obstante, es que ese “desmontaje” desencadene “al tigre” (dixit AMLO), es decir, al México subalterno (https://bit.ly/2MwYnXj).

Tesis 3. El orden social interno

AMLO amenazó con “soltar al tigre” si no lo dejaban llegar a Palacio Nacional, y ofreció amnistía a sus adversarios. Con ello, AMLO lanzó una oferta que “la mafia del poder” no podía rechazar. El establishment entendió el mensaje: o lo dejan gobernar (todos en paz) o estalla el país.

Ahora bien, que el país esté al borde del estallido significa que en la sociedad se aloja un malestar profundo. Ese malestar tiene básicamente dos fuentes: la corrupción de los políticos tradicionales, y la inseguridad. Podríamos hacer un inventario de las demandas e indignaciones de los mexicanos. Pero tal tarea es para una investigación enciclopédica. En este sentido, y con el propósito de acotar, agrupemos en las dos macrocategorías antes referidas el malestar social –corrupción e inseguridad–. De hecho, más allá de las experiencias autoorganizativas del EZLN (Ejército Zapatista de Liberación Nacional) o la CNTE (Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación), el grueso de las llamadas organizaciones de la sociedad civil (excluyendo obviamente a las de signo empresarial), se han aglutinado alrededor de estas dos luchas: la anti-corrupción y la seguridad. AMLO es el único que en su praxis y discurso atendió estos dos flagelos. Por esta razón, se espera un apoyo ciudadano masivo a su candidatura y a las primeras etapas de su gestión.

AMLO representa una correspondencia exacta entre las fuentes del malestar social y las banderas que su candidatura enarbola. Ciertamente esto justifica su aplastante ventaja en las preferencias electorales.

Colofón

Todo lo que hasta ahora han planteado los analistas más “connotados” en relación con la “casi inminente” victoria de AMLO discurre por atajos estériles. La disyuntiva que prefigura AMLO no es nacionalismo o neoliberalismo, ni autoritarismo o democracia, ni pasado o futuro, ni ninguna de esas perogrulladas ideológicas que repiten hasta el hastío personajes como Enrique Krauze o Héctor Aguilar Camín o Jorge Castañeda Gutman o el resto de los intelectuales fracasados y maiceados.

Con AMLO habrá un recambio en el poder. Punto. Reactualizará las estructuras estatales en México conforme a las nuevas reglas del juego. Reconfiscará el control –parcial– de algunas industrias estratégicas. Conferirá, en el curso de su administración, algunas concesiones a la sociedad civil organizada, por ejemplo, extensión de las jubilaciones y derogación de la contrarreforma educacional. Mejorará, apenas incipientemente, el poder adquisitivo de los sectores desorganizados de la población. Sí, tal vez dejará intocada la cultura política clientelista e influyentista. Pero, a la par, moralizará –hasta donde el ejemplo de su figura alcance– la vida pública de México, aun cuando perduren los vicios consustanciales a un Estado colonial. Es probable que consiga minar parcialmente el poder político del narcotráfico, desactivando la guerra y desmontando –también parcialmente– las alianzas estratégicas de ese actor con las cúpulas del aparato estatal. Reorientará la economía para explorar relaciones comerciales con otras regiones y países. Es posible que restablezca una relación diplomática y económica con Latinoamérica. Y, como en los países al sur del continente, es previsible –y lo digo a modo de advertencia– que el progresismo de AMLO encierre el mismo peligro que los progresismos del sur entrañaron: la eventual derechización del voto y el ascenso de un fascismo social, como ya se advierte en Brasil y Argentina.

No es el pronóstico más deseable, pero sí el más factible en razón de lo vivido y observado.






Publicado por La Cuna del Sol
USA.

miércoles, 27 de junio de 2018

Gran pacto de superpotencias capitalistas después de la reacción político-militar de Rusia y China en 2011


Precisamente cuando Estados Unidos entendió la paridad estratégica, las tres superpotencias capitalistas se convirtieron en cómplices de todo conflicto, particularmente, muy claros en los casos de Siria y el Este de Ucrania. La evaluación que se hace de esto es que las burgueses financieras de las tres superpotencias capitalistas habían entendido que en la presente situación mundial lo central era salir de la gran crisis económica empujando el sistema hacia un nuevo ciclo económico largo de avance y prosperidad y para ello debían fomentar las destrucciones de países y ciudades enteras, cuidando eso sí, el estatus económico y militar que habían alcanzado cada una de estas superpotencias.


GRAN PACTO DE SUPERPOTENCIAS CAPITALISTAS
DESPUÉS DE LA REACCIÓN POLÍTICO-MILITAR DE
RUSIA Y CHINA EN 2011


Por: Enrique Muñoz Gamarra

Al parecer la situación mundial ha entrado a un periodo de mucha complejidad:

En el nivel económico son persistentes las notas periodísticas que dan cuenta del "enorme aumento en volumen de dólares más rápido desde 2007 en la actividad de compras apalancadas (LBO, por sus siglas en inglés)" (Sputnik, junio de 2018). Para algunos teóricos del proteccionismo estadounidense (GEAB 126) "el mundo ya se encuentra a las puertas de una ola de desarrollo sin precedentes a punto de romper sobre Oriente Próximo, el Sudeste Asiático, Estados Unidos y el mundo 4.0 en general". Pero los hechos más visibles están enfocados en torno a un duro conflicto comercial (imposición de nuevos aranceles) entre Estados Unidos y China. Un fuerte tensionamiento de este mismo país (Estados Unidos) contra Rusia, Irán e incluso contra sus propios aliados más cercanos (UE, Canadá, Japón, etc.) y acercamientos, como siempre, con Arabia Saudita e Israel.

En el nivel geopolítico son persistentes las confrontaciones en Oriente Medio, particularmente, muy graves en Irán y Siria. Sobre Yemen se yerguen fuerzas de Arabia Saudita y fuerzas europeas bajo cobertura de Estados Unidos. Tensas situaciones en el Este de Ucrania, en el Mar Meridional de China y en Europa del Este donde las fuerzas de la OTAN incluso han llegado hasta las fronteras de Rusia. Sin olvidar la cumbre con la RPDC que según el Pentágono llevaría la paz a la península coreana vía su desnuclearización, ¿Su desnuclearización? Y fuerte tensión sobre los países de América Latina sobre todo contra Nicaragua y Venezuela.

El asunto es: ¿Qué hay en el fondo o detrás de estos complejos posicionamientos?

Veamos:

1.- Ante todo no debemos olvidar que lo esencial entre las burguesías es la confrontación que en la coyuntura actual avanza en medio del tensionamiento de las fuerzas armadas estadounidense sobre la base de su enorme armamentística convencional y la cruenta carrera armamentística en ciernes:

En primer lugar hay que acentuar la existencia de fuertes pugnas y feroces luchas entre poderes económicos. Entre superpotencias capitalistas. Entre Poderes imperialistas. Aquello demuestra que existen contradicciones inter-imperialistas por la supremacía mundial entre un grupo de países privilegiados, poseedores de inmenso poder. Estas superpotencias capitalistas son: China, Estados Unidos y Rusia. Observad en ese orden de importancia.

Cierto, lo central entre las burguesías es la confrontación. Aquello no es un posicionamiento arbitrario de nadie, sino, una ley de la producción capitalista que en este caso tienden a la preponderancia de unas burguesías sobre otras. La ley de los monopolios explica mejor esta situación.

Pero en la coyuntura actual las confrontaciones están avivadas por la enorme armamentística convencional que posee el ejército estadounidense. Estados Unidos es el epicentro de los conflictos que sacuden el planeta.

Las provocaciones han sido muy graves. Como hemos escrito más arriba, las operaciones militares de Estados Unidos en diferentes partes del globo terráqueo (Yemen, Afganistán, en América Latina en Venezuela y Nicaragua con sus bandas paramilitares) han sido monstruosas. Sus movimientos de tropas en el este de Europa afectan la estabilidad de Rusia. Sus provocaciones en el Mar Meridional de China y el estrecho de Taiwán también son graves.

Antes del 14 de octubre de 2017, derrota militar estadounidense, el mundo ha sido testigo de los persistentes actos hostiles y provocaciones a gran escala efectuados por el ejército estadounidense en la península coreana en contra de la RPDC. Solo después de aquella fecha, y por supuesto tras una debacle total de la política exterior de Estados Unidos, hubo apaciguamiento e incluso un apuró de parte del pentágono en la concreción de la cumbre entre los presidentes de ambos países.

2.- Sin embargo en la nueva situación mundial las superpotencias capitalistas se fundieron geopolíticamente aplastados por la paridad estratégica a fin de sortear la gran crisis económica y evitar los riesgos que contra sus estatus de privilegio podrían sobrevenir:

Cuando Rusia y China en 2011 pasaron a una muy importante reacción política militar lo hicieron porque habían entendido que la paridad estratégica estaba latente.

En realidad la paridad estratégica no es de reciente data. La primera paridad estratégica se dio entre la URSS y Estados Unidos cuando este país (URSS aun cuando estaba vivo Stalin) detonó su bomba atómica (RDS-1) el 29 de agosto de 1949. Aquello ocurrió después de los duros años de chantaje estadounidense (1945-1949) por el asunto de aquel artefacto en su poder.

Luego cuando en 1953 llegó al poder Nikita Jrushchov inmediatamente después de la muerte de Stalin (5 de marzo de 1953), la paridad estratégica fue entre la ex URSS en que había devenido aquel país (URSS) tras la restauración capitalista impuesto bajo la línea de Jrushchov. Entonces la paridad estratégica corrió desde 1949 (primera bomba atómica de la URSS) hasta 1991 en que implosiona aquella ex URSS.

Tras la implosión de la ex URSS en 1991 se instauro en el mundo la era de la unipolaridad sobre la base del poderío estadounidense. Entonces la paridad estratégica había quedado en entredicho. Por supuesto los estadounidenses habían puesto sus manos sobre la armamentística estratégica de la ex URSS y, seriamente pensaban que la habían desmantelado por completo. Por eso se apuntaron un triunfo contra el comunismo. Cuando en 2001 Vladimir Putin llegó al poder en Rusia, lo primero que hizo fue reagrupar y luego reimpulsar aquella armamentística.

Posteriormente cuando en 2010 se produce la perdida de hegemonía mundial estadounidense tras la debacle de su economía y el nítido ascenso de la economía China, en medio de una gran crisis económica que se había iniciado en 2008, Rusia y China culminan un serio balance geopolítico iniciado entre los años 2005-2006 a los profundos cambios que se habían dado en el mundo (no olvidemos la intervención de Vladimir Putin en la conferencia de seguridad de Múnich, Alemania, en 2007), sobre todo, pasan una revista a sus posicionamientos estratégicos y concluyen que en efecto la paridad estratégica estaba latente, además, se percataron que en el sistema internacional ya se había instalado el sistema multipolar (2010).

Entonces se habían establecido en el mundo tres superpotencias capitalistas: China, Estados Unidos y Rusia. Así en ese orden de importancia.

Además en ese entonces ya se había iniciado el reajuste capitalista que avanzaba al influjo de la gran crisis económica apurando el nuevo reparto de mercados y zonas de influencia.

Y bajo este correlato Estados Unidos estaba preocupado por la paridad estratégica y la multipolaridad, no sabía cómo resolver su desplazamiento geopolítico tras su pérdida de la hegemonía mundial en 2010. Y más aún, en contraste a su enorme arrogancia como el resto de burguesías, China y Rusia, temía la guerra nuclear.

Es en estas circunstancias que ocurre la breve reacción política militar de Rusia y China en el conflicto sirio en 2011 con el objeto de forzarle a Estados Unidos acepte la paridad estratégica como consecuencia del reajuste capitalista en que estaba envuelto el sistema, pues, aquel armamento en realidad era un disuasivo que en las circunstancias históricas al que se había ingresado, impedía una confrontación mayor, es decir, una tercera guerra mundial, que en los hechos era una guerra nuclear que ninguna de las superpotencias estaba en condiciones de asumirla.

Entonces aquello hizo entender a los Estados Unidos, ya por entonces (2011-2012) en una clara decadencia, la necesidad e importancia de lo central que era la colusión entre las tres superpotencias en las relaciones internacionales. Así a regañadientes tuvo que aceptar la burguesía estadounidense aquella situación.

Consecuentemente después del desenlace de aquellos hechos, precisamente cuando Estados Unidos entendió la paridad estratégica, las tres superpotencias capitalistas se convirtieron en cómplices de todo conflicto, particularmente, muy claros en los casos de Siria y el Este de Ucrania. La evaluación que se hace de esto es que las burgueses financieras de las tres superpotencias capitalistas habían entendido que en la presente situación mundial lo central era salir de la gran crisis económica empujando el sistema hacia un nuevo ciclo económico largo de avance y prosperidad y para ello debían fomentar las destrucciones de países y ciudades enteras, cuidando eso sí, el estatus económico y militar que habían alcanzado cada una de estas superpotencias. En eso consistía precisamente el gran pacto al que habían asistido después de la reacción política militar de Rusia y China en el conflicto sirio en 2011.

Aquí algunas muestras concretas de estas colusiones:

En el caso sirio:

En el caso sirio las prensas rusas han hablado desde el inicio de aquellas intentona de ocupación por parte de Estados Unidos, que Rusia había entregado los S-300 a Siria para garantizar sus fronteras, pero recientemente salió a la luz pública que aquello en realidad era una farsa, razón por la cual tanto la llamada coalición internacional como Israel hacían lo que querían sobre territorio sirio: bombardeaban e intervenían militarmente. Todo con la anuencia de Rusia.

Sobre este último el canciller de Rusia, Serguéi Lavrov, ha sido muy claro:

Veamos esto:

"Hace varios años decidimos no suministrar sistemas S-300 a Siria a petición de nuestros socios. Ahora, barajamos esta y otras opciones para garantizar la seguridad del Estado sirio, después de este escandaloso acto de agresión de Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña", precisa el titular ruso en una entrevista publicada el lunes por la cadena de televisión británica BBC" (1).

En esto no olvidemos que la agresión a Siria por parte de Estados Unidos ha sido sangrienta. Prácticamente 8 años de crueles genocidios de parte de las fuerzas armadas estadounidenses camufladas como Al Qaeda, ISIS, Al Nusra (en realidad secciones paramilitares de sus fuerzas armadas) y, con participación de todos sus títeres de la región (Israel, Arabia Saudita, Turquía, etc.) y algunos países europeos.

Sin embargo lo sorprendente es que aquello discurrió en medio del establecimiento de líneas de entendimiento concretos entre Rusia y Estados Unidos, se dice, para la prevención de incidentes aéreos. Con la confesión del ministro de exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, aquello probablemente se habría iniciado inmediatamente después de la reacción político militar ruso-chino en 2011, tal como hemos sostenido más arriba.

Hace poco algunas prensas han filtrado la existencia de un memorando de entendimiento entre Rusia y Estados Unidos sobre los vuelos en Siria firmado en octubre de 2015. Se dice que en la actualidad aquel memorando estaría totalmente vigente lo que indicaría la vigencia de la colusión entre estas dos superpotencias capitalistas.

En efecto su existencia se hizo de conocimiento público cuando fue suspendida por la parte rusa el 7 de abril de 2017, inmediatamente después del ataque estadounidense a la base aérea siria de Shairat.

Lo que después se supo es que tras la suspensión de aquel memorando de entendimiento sobre los vuelos en Siria el 7 de abril de 2017, Estados Unidos envió a Moscú de forma desesperada a los pocos días (13 de abril de 2017) de aquel ataque al secretario de Estado Rex Tillerson a fin de restablecer aquel memorando. Un memorando absolutamente lesivo a Siria que permite a los Estados Unidos intervenir en territorio sirio.

Veamos:

"Tres fuentes del Ministerio de Exteriores ruso dijeron a este periódico que "Rusia restableció la vigencia del memorando para la prevención de incidentes aéreos en Siria" a solicitud del secretario de Estado de EEUU, Rex Tillerson. El memorando, vigente desde octubre de 2015, fue suspendido el 7 de abril, inmediatamente después del ataque estadounidense a la base aérea siria de Shairat, y restablecido, según Izvestia, el 13 de abril, un día después de concluida la visita de Tillerson a Rusia. El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, había dicho en una rueda de prensa conjunta con Tillerson que Moscú estaba deseoso de reactivar esa línea de seguridad siempre y cuando EEUU reafirmara su objetivo de combatir el terrorismo" (2).

Y últimamente con ocasión del triple ataque a Siria por parte de Estados Unidos, Reino Unido y Francia ocurrido el 13 de abril de 2018, se dice, los presidentes de estos países conjuntamente con el de Rusia el presidente, Vladimir Putin, habrían llevado a cabo intensos contactos alrededor de las 04:00 am para reducir el ataque y pasar a un "Plan B más suave y menos significativo" (3).

Siria ahora enfrenta una situación de secesión de sus territorios ubicados en la parte norte del país donde se habrían establecido varias decenas de bases militares estadounidenses, francesas y turcas.

En el caso de Crimea:

En el caso de Crimea que sobrevino por el golpe de estado que tramó Estados Unidos en contubernio con las fuerzas europeas en febrero de 2014 contra el gobierno legítimo de Ucrania, Victor Yanukóvich, Rusia estuvo de acuerdo con aquella intervención. Esto no lo digo yo. Salió a la luz pública de boca del mismo presidente ruso, Vladimir Putin, en una entrevista que concedió al periodista ruso Vladímir Soloviov con motivo de su documental 'Miroporiádok 2018' en marzo de 2018. Como sabemos aquel golpe de estado dio origen posteriormente a la división de Ucrania con la independencia y concreción de las repúblicas del Donbass (República Popular de Donetsk y República Popular de Lugansk) en su región del este, además, del paso de Crimea a Rusia.

Veamos el apunte:

"EE.UU. engañó a Rusia "grosera y descaradamente" antes del golpe de Estado en Ucrania, ha afirmado el presidente ruso en una entrevista al periodista ruso Vladímir Soloviov con motivo de su documental 'Miroporiádok 2018'. "Nuestros socios estadounidenses recurrieron a nuestra ayuda y nos pidieron que hiciéramos todo [lo posible], repito ahora la petición casi textual, para que Yanukóvich no utilizara su ejército, para que la oposición liberara las plazas y edificios administrativos y comenzara a poner en práctica los acuerdos alcanzados sobre la normalización de la situación", ha relatado el presidente".

Continua: "Según el líder ruso, Rusia aceptó la petición, pero justo al día siguiente se produjo el golpe de Estado en Ucrania. El mandatario ha señalado que este episodio fue el primer fraude grave protagonizado por Washington."Tal vez fue la primera vez que [nos engañaron] tan grosera y descaradamente. Nunca antes nos habían dicho que iban a hacerlo de una manera y luego lo hicieron de otra, sin ni siquiera molestarse en decir nada al respecto", ha revelado el presidente ruso" (4).

De esta forma la colusión ha sido muy importante entre las superpotencias capitalistas. Sus burguesías sabían que existía paridad estratégica y multipolaridad. Con esto se concluye que nada ha sido arbitrario y confrontacional entre Estados Unidos, Rusia y China en los hechos políticos y militares posteriores a la breve reacción política militar de Rusia y China en 2011 que podía haber conducido a una conflagración mayor, tal como procedieron los fascistas alemanes con las anexiones territoriales y que luego originaron la Segunda Guerra Mundial.

Consecuentemente la colusión existe casi de una forma permanente desde los primeros meses de 2011 (después del corto periodo de la reacción político militar de Rusia y China en el conflicto sirio) aunque, por supuesto, afectada continuamente por las escandalosas provocaciones del ejército estadounidense a razón de su enorme parque convencional.

3.- En Oriente Medio el asunto es Irán que en la nueva situación mundial esta en grave riesgo:

Oriente Medio sigue siendo la mayor zona geoestratégica para la sobrevivencia del sistema capitalista por el asunto energético, es decir, por el petróleo. Cierto, hay una operación muy sencilla que ha trastornado la mente de las principales burguesías del mundo. Sumando las producciones petroleras de Arabia Saudita, Irán, Irak, Qatar, etc., es decir, la producción petrolera de todo el Oriente Medio el resultado es fabuloso. Una impresionante cantidad que hace crecer de forma exponencial la codicia de estas burguesías por esta región. En esto el Estrecho de Ormuz es sumamente estratégico, pues, por allí discurren nada menos 17 millones de barriles de petróleo al día, o 35 % de las exportaciones de petróleo que se desplaza por vía marítima en el mundo.

Esa es la razón por la que Estados Unidos está agolpado sobre Oriente Medio al igual que China y Rusia con las mismas perspectivas y las mismas intensiones.

Consecuentemente aquí los Estados Unidos han ubicado el depósito más grande de su armamento estratégico: Israel. De igual modo su flota naval más importante: V flota (que entró en operaciones el 26 de abril de 1944 y con sede en Manama, Bahrein). Y, aquí desarrolla su mayor ofensiva militar de los últimos tiempos, después de la península coreana, bajo egida de sus secciones paramilitares.

Entonces Oriente Medio es una región absolutamente estratégica. Así lo han entendido las superpotencias capitalistas en sus pretensiones del dominio mundial.

En esto las ambiciones estadounidenses han sido verdaderamente desmesuradas. Sus negros propósitos se reanudaron a inicios del presente milenio (2001) cuando observa la ascensión de las burguesías asiáticas encabezadas por la burguesía China. Aquello lo obligó a tramar el auto atentado a las torres gemelas, ocurrido el 11 de septiembre del 2001. Después de ir en diciembre de aquel mismo año (2001) sobre Afganistán estableciendo así una cabecera de playa contra Rusia y China, en el 2003 apuntaló contra Irak, un gran productor del petróleo. Entonces con esto (ocupación de Irak) Estados Unidos consolidó su posicionamiento en esta región. En efecto tenía control sobre Arabia Saudita, Irak y los países árabes del Golfo Pérsico: Emiratos Árabes Unidos, Baréin, Omán, Kuwait, Catar. Su posicionamiento en la región entonces estaba fortificado. Hay que ser claros en esto.

Sin embargo al sentir la gran hecatombe en sus entrañas a razón de los efectos de la gran crisis económica iniciada en 2008 y observando el mayor posicionamiento económico de China junto al renacimiento de Rusia, sus ambiciones por un control absoluto de la región, crecieron exponencialmente.

Aquello lo llevo a tramar la ocupación de Irán, por cierto, otro gran productor del petróleo, pues, es el cuarto mayor productor de petróleo y el segundo productor de la OPEP, después de Arabia Saudita. Las reservas de petróleo en Irán, según su Gobierno, son las terceras mayores del mundo. En efecto este país había tenido en los últimos años un gran ascenso en su economía y un fuerte posicionamiento en la región. Su gobierno supo mantener su independencia sobre la prepotencia estadounidense. Consecuentemente el asunto en Oriente Medio era Irán. Este, no era cualquier país.

Pero para concretar aquel sueño estadounidense (ocupación de Irán), previamente debía diezmar Siria. Esto era porque Irán y Siria mantenían una importante alianza estratégica que alcanzaba también a la resistencia palestina y al movimiento insurgente libanes Hezbolla.

Fue así como dio inicio en 2010 aquel protervo y criminal plan al que entonces llamo "Primavera Árabe" ejecutada sobre la base de sus tropas paramilitares que desde los años 80 del siglo pasado había ido alimentando en casi todas la regiones del planeta esperando este momento. Primero ocupo sangrientamente Libia (2010) y luego fue contra Siria en marzo de 2011.

Pero, para entonces, como hemos señalado más arriba, Rusia y China ya habían pasado a una reacción político militar muy importante. Habían entendido la paridad estratégica. Opusieron resistencia a lamentable aventura. Aquello se pudo constatar en el mismo Consejo de Seguridad de la ONU, vetando el alegre pedido estadounidense de crear una zona de exclusión aérea sobre el espacio aéreo sirio, similar a lo que habían hecho para destruir Libia en 2010. Aquello, por supuesto, empantano la pretendida ocupación de Siria.

En esto no podemos olvidar la cruenta carrera armamentística al que habían asumido desde entonces las tres superpotencias capitalistas justamente para salir de aquel impasse (existencia de la paridad estratégica).

Después de aquellos gravitantes hechos, como hemos indicado arriba, China, Estados Unidos y Rusia habían pasado a una etapa de colusiones. Sin embargo su correlato de pugna persistió con el ensangrentamiento de la región, en este caso, con el arrasamiento y destrucción de Siria para luego ir contra Irán. Los estadounidenses eran persistentes en este plan aun a sabiendas de sus acuerdos de colusión.

Entonces no puede negarse los fuertes cambios habidos en Oriente Medio cuyo centro era precisamente Irán.

A inicios del 2018 la correlación de fuerzas mundiales era otra. Las fuerzas armadas estadounidenses habían sido derrotadas militarmente en la península coreana por la gran RPDC. Las burguesías financieras temían la guerra nuclear en lo inmediato a consecuencia de la paridad estratégica. Estaban aterrorizadas por una guerra de este tipo. La muestra más palpable de esto era su inacción cuando la RPDC le envió un mensaje el 14 de octubre de 2017 indicándole que estaba lista para un combate nuclear.

Sin embargo tras esta derrota militar cuando desde comienzos del año 2018 Estados Unidos inicia sus execrables provocaciones contra Rusia y China, estos países fueron incapaces de pararle en seco como lo había hecho la gran RPDC.

Finalmente, tras estos gravitantes hechos al parecer las burguesías han ratificado sus colusiones a fin de resolver sus diferencias en Oriente Medio. Allí en la actualidad hay una situación especial. Las superpotencias capitalistas están confabuladas. El punto de mira estaría centrado sobre Irán. Los acontecimientos marchan en ese sentido. Los estadounidenses danzan en un solo pie imaginándose que sus apetitos esta vez se resolverán a su favor, sin tomar en cuenta el gran poder disuasivo que en el últimos años ha logrado este país (Irán).

Aquello ha salido a relucir a causa de un pedido insólito que hizo Rusia el 30 de mayo de 2018 a Irán y el Hezbolla instándolos a que retiren sus fuerzas armadas del sur de Siria. Aunque esto luego fue desmentido por el embajador ruso en el Líbano, Alexander Zasypkin, de hecho ha quedado en la opinión pública internacional el tufo de una intentona contra este país (Irán). Todo esto ocurre justamente después del retiro de Estados Unidos del acuerdo nuclear iraní y los persistentes deseos de Washington de un acuerdo obligado con la resistencia palestina.

Por supuesto aquello induce a pensar en una abierta colusión ruso-estadounidense.

El 11 de mayo de 2018, inmediatamente después de la ruptura del acuerdo nuclear iraní por parte de Estados Unidos, advertí sobre el grave riesgo en que se encontraba el país persa.

Entonces dije lo siguiente:

"Estados Unidos que está en una coyuntura de vida o muerte, al parecer pretende arrasar Irán, tal vez utilizando el armamento nuclear que tiene estacionado en su colonia que es Israel sionista, traspasando así, todas las líneas rojas, sin darse cuenta de la aceleración de su hundimiento sobre todo al colisionar con los intereses de los monopolios europeos al obligarlos a que retiren sus inversiones y empresas de este país (Irán), muy incrementadas desde el año 2015, que terminará aislándolo incluso afectando su último baluarte que es la OTAN. Con esto se siente que el tensionamiento estadounidense va ser muy fuerte. Realmente el asunto es preocupante". (5). Aquel documento está totalmente vigente en la actualidad.

NOTAS:

1.- "Rusia evalúa entregar a Siria sistemas S-300 tras ataques de EEUU". Nota publicada el 17 de abril de 2018, en: HispanTV.

2.- "Rusia restablece memorando con EEUU sobre los vuelos en Siria". Nota publicada el 25 de abril de 2017, en: Sputnik https://mundo.sputniknews.com/prensa/201704251068642823-moscu-washington-siria/

3.- "Frustrado el plan secreto de los Estados Unidos sobre Damasco: Se da a conocer el papel ruso antes y después del ataque de EE.UU, El Reino Unido y Francia". Por Elijah J. Magnier. Nota publicada el 15 de abril de 2018, en: La Cuna del Sol.

4.- "Putin revela el primer caso en que Washington engañó "grosera y descaradamente" a Rusia". Nota publicada el 7 de marzo de 2018, en: Rusia Today.

5.- "EEUU puede disparar armamento nuclear contra países desarmados. Irán en grave riesgo". Articulo publicada el 11 de mayo de 2018, en www.enriquemunozgamarra.org

(*) Enrique Muñoz Gamarra: Sociólogo peruano, especialista en geopolítica y análisis internacional. Autor del libro: “Coyuntura Histórica. Estructura Multipolar y Ascenso del Fascismo en Estados Unidos”. Su Página web es: www.enriquemunozgamarra.org






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USA.

domingo, 24 de junio de 2018

Industrias extractivas en Guatemala: un atentado


En Guatemala, estas industrias extractivas (centrales hidroeléctricas, minería, cultivos extensivos dedicados a la generación de agrocombustibles) constituyen hoy uno de los principales conflictos abiertos en términos político-sociales. Dado que se realizan en territorios donde habitan los pueblos originarios de origen maya (con 4,000 años de pertenencia a esos sitios), para los habitantes de esas regiones la llegada de estas iniciativas no representó, precisamente, una buena noticia.


INDUSTRIAS EXTRACTIVAS
EN GUATEMALA: UN ATENTADO


Por Marcelo Colussi
    
Al hablar de políticas energéticas se está hablando de industrias extractivas, es decir, la obtención de recursos que se vinculan con la generación de energía.

Al hablar de políticas energéticas se está hablando de industrias extractivas. Es decir: aquellas actividades humanas directamente relacionadas con la obtención de recursos naturales por extracción del subsuelo que se vinculan con la generación de energía, algo sin dudas básico para la vida. Caben ahí, entonces, las industrias del petróleo, del gas, del agua (hidroeléctricas), y la minería. Podría agregarse, hoy día, la producción de biomasa destinada a la generación de carburantes o agrocombustibles (etanol, reemplazo de la gasolina y del diesel), tales como la palma africana, la caña de azúcar, la remolacha.

Algunas de estas actividades extractivas son de muy larga data, como la minería. Desde la aparición del cobre hace 9,000 años hasta los elementos hoy conocidos como estratégicos (coltán, niobio, iridio, torio -futuro sustituto del petróleo-), la historia de la humanidad va de la mano de la investigación minera.

La generación de energía es cada vez más vital. ¿Por qué entonces las llamadas industrias extractivas están causando tanto daño, produciendo tanta conflictividad social, siendo tan resistidas por las poblaciones? Por la forma en que se hacen.

En Guatemala, estas industrias extractivas (centrales hidroeléctricas, minería, cultivos extensivos dedicados a la generación de agrocombustibles) constituyen hoy uno de los principales conflictos abiertos en términos político-sociales. Dado que se realizan en territorios donde habitan los pueblos originarios de origen maya (con 4,000 años de pertenencia a esos sitios), para los habitantes de esas regiones la llegada de estas iniciativas no representó, precisamente, una buena noticia. ¿Por qué? Por las características con que esa industria extractiva, dada por capitales multinacionales asociados en general a grandes capitales nacionales, se ha venido comportando. De hecho, ha producido el despojo de los territorios ancestrales de los pueblos originarios, con argucias legales o por la fuerza. Los movimientos campesinos-indígenas allí asentados (este es un fenómeno que se da similarmente en toda Latinoamérica) protestan por ese despojo, por lo que hoy representan la principal afrenta al sistema capitalista dominante. La lucha de clases, que nunca ha desaparecido, se expresa hoy a través de ese conflicto.

Por otro lado, esas industrias son altamente contaminantes, agresivas para el medio ambiente, al menos en la forma en que se vienen realizando: dejan sin agua o sin tierra cultivable a los pueblos originarios, lanzan desechos químicos tóxicos que contaminan mortalmente la flora y la fauna atentando también contra la vida humana, crean problemas que nunca solucionan más allá de las promesas, destruyendo el equilibrio natural.

Quizá sin representar una propuesta clasista, revolucionaria en sentido estricto (al menos como la concibió el marxismo clásico, como han levantado los partidos comunistas tradicionales a través de los años en el siglo XX), estos movimientos de protesta representan una clara afrenta a los intereses del gran capital transnacional y a los sectores hegemónicos locales. En ese sentido, funcionan como una alternativa anti-sistémica, una llama que se sigue levantando, y arde, y que eventualmente puede crecer y encender más llamas. De hecho, en el informe “Tendencias Globales 2020 - Cartografía del futuro global”, del Consejo Nacional de Inteligencia de los Estados Unidos, dedicado a estudiar los escenarios futuros de amenaza a la seguridad nacional de ese país, puede leerse: “A comienzos del siglo XXI, hay grupos indígenas radicales en la mayoría de los países latinoamericanos, que en 2020 podrán haber crecido exponencialmente y obtenido la adhesión de la mayoría de los pueblos indígenas (…) Esos grupos podrán establecer relaciones con grupos terroristas internacionales y grupos antiglobalización (…) que podrán poner en causa las políticas económicas de los liderazgos latinoamericanos de origen europeo. (…) Las tensiones se manifestarán en un área desde México a través de la región del Amazonas”.

Sin dudas, la apreciación geoestratégica de Washington no se equivocaba: vemos claramente en Guatemala -así como se ve también en otros países de la región- estos movimientos indígenas y campesinos en una fuerte lucha contra toda la industria extractiva, vivida como invasión, como factor de exterminio.

La respuesta del Estado, defensor en definitiva de los capitales (nacionales y multinacionales) y no juez ecuánime entre todas las partes, es la represión. Los despojos de tierras ancestrales en muchos casos son hechos por la propia policía y/o el ejército, instituciones del Estado pagadas con los impuestos de toda la población. Pero en estos momentos, la situación se pone peor aún para los sectores populares. Se vuelven a repetir modalidades que se dieron en los peores años de la guerra contrainsurgente. Es decir: asistimos a mecanismos de terror, con desapariciones, amenazas veladas y abiertas, asesinatos selectivos de líderes comunitarios. Ello, acompañado de la criminalización de todas las luchas campesinas. ¿Vendrán luego las masacres de poblaciones completas?

De hecho, en estos últimos días esa represión se ha intensificado. En el último mes se ha presenciado la muerte de 7 líderes campesinos que enarbolaban luchas por sus justas reivindicaciones, con el silencio cómplice del Estado. En los norteños departamentos de Alta Verapaz y Baja Verapaz, la situación está al rojo vivo.

¿Quién había dicho que la lucha de clases terminó? ¿Dónde quedó aquello de “resolución pacífica de conflictos”?






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USA.

miércoles, 20 de junio de 2018

El día que Estados Unidos se convirtió en imperio


Se podría argumentar que Estados Unidos siempre ha sido un imperio. Thomas Jefferson llamó a los EE.UU un imperio, pero un "imperio de la libertad" dedicado a propagar la libertad en todo el mundo. Habría que decirle eso a los nativos americanos asesinados y desposeídos por los colonos blancos, o a los mexicanos. Estados Unidos se apoderó de un tercio de su país por medio de la guerra. Aun así, no fue sino hasta 1898 que EE.UU adquirió su primera colonia en el extranjero.   


EL DÍA QUE ESTADOS UNIDOS 
SE CONVIRTIÓ EN IMPERIO



Por Charles Pierson

Durante medio siglo el Reino Unido celebró el 24 de mayo, el cumpleaños de la difunta reina Victoria, como el "Día del Imperio". EE.UU debería tener su propio Día del Imperio y debería ser el 15 de junio. Fue el 15 de junio de 1898 que Estados Unidos se convirtió en un imperio. Ese día, la Cámara de Representantes de EE.UU votó 209 a 91 para anexar a Hawái. (El Senado de los Estados Unidos siguió el 6 de julio, votando 42 a 21 a favor de la anexión).

Se podría argumentar que Estados Unidos siempre ha sido un imperio. Thomas Jefferson llamó a los EE.UU un imperio, pero un "imperio de la libertad" dedicado a propagar la libertad en todo el mundo. Habría que decirle eso a los nativos americanos asesinados y desposeídos por los colonos blancos, o a los mexicanos. Estados Unidos se apoderó de un tercio de su país por medio de la guerra. Aun así, no fue sino hasta 1898 que EE.UU adquirió su primera colonia en el extranjero.    

Hawái había sido una nación independiente. En 1887, los colonos estadounidenses en las islas forzaron un cambio en la constitución hawaiana que en gran medida desposeyó a los hawaianos étnicos en beneficio de los blancos adinerados. En 1893, con el apoyo de los EE.UU, los hombres de negocios estadounidenses y europeos en las islas organizaron un golpe de Estado, derrocando a la monarquía, y estableciendo una República de Hawai'i; a partir de ahí, maniobraron para la anexión de Hawái en 1898. Ese mismo año, Cuba, Filipinas, Puerto Rico y Guam se unirían al incipiente Imperio estadounidense, fruto de la victoria de los Estados Unidos en la Guerra Hispanoamericana.

¿Por qué el imperialismo?

Durante la campaña presidencial de 1896, se le preguntó al republicano William McKinley, que ganó en noviembre, cómo los EE.UU podrían evitar una repetición de la catastrófica depresión de 1893. McKinley respondió que "queremos un mercado extranjero para nuestros productos excedentes".

McKinley podría haber dicho "abundancia" en lugar de "excedente". Abundancia describe acertadamente la riqueza que fluye de los campos y fábricas de Estados Unidos. La abundancia debe ser bienvenida en cualquier sociedad. Pero no en la sociedad capitalista. Es una señal de la perversidad del capitalismo que hace que la abundancia sea un problema. El mercado interno, observó Lenin, no puede absorber la "superabundancia de capital" y los bienes. Por lo tanto, mientras el capitalismo permanezca siendo lo que es, el capital excedente se utilizará no con el propósito de elevar el nivel de vida de las masas en un país dado, pues esto significaría una disminución de los beneficios para los capitalistas, sino con el propósito de aumentar las ganancias mediante la exportación de capital al exterior, a los países atrasados [sic].

La teoría del imperialismo de Lenin explicaba la guerra que había comenzado dos años antes, en 1914. Lenin demostró que la guerra era imperial en su origen. Para poder sobrevivir, el capitalismo se ve obligado a mirar más allá del estado-nación y acceder al mercado mundial. Inevitablemente, esto hace que las naciones entren en conflicto entre sí. Lenin demostró que el imperialismo no era separable del capitalismo, sino que era la "etapa superior" del capitalismo. Lenin pensó que la Revolución seguiría inevitablemente. Lenin no previó que una vez que el capitalismo había alcanzado su "etapa superior" permanecería allí en un patrón de espera indefinido.

"Pequeños hermanos pardos"

La creencia en la superioridad racial blanca actuó como un estímulo, así como un freno a la expansión imperial de Estados Unidos. Algunos miembros del Congreso se opusieron al imperialismo porque era contrario al ideal del autogobierno establecido en la Declaración de Independencia. Pero también hubo una fuerte oposición a llevar a los no blancos de Hawái, Cuba y las Filipinas a lo que se consideraba como una república del Hombre Blanco. Por otro lado, los imperialistas argumentaron que era el deber (o "resposabilidad") del hombre blanco brindar liderazgo a nuestros "pequeños hermanos pardos", como los llamaría William Howard Taft, Gobernador General de Filipinas y futuro presidente de los Estados Unidos, en vista de que eran incapaces de gobernarse a sí mismos.

Un incidente en particular ilustra vívidamente esta actitud. Los filipinos que luchaban contra el dominio español creían que Estados Unidos había prometido liberar las islas. Antes bien, Estados Unidos tomó el lugar de España como los amos coloniales de los filipinos.

¿Por qué este cambio de rumbo? Como le dijo a un grupo de clérigos que visitaban la Casa Blanca, McKinley le había preguntado a Dios qué hacer con las Filipinas. Dios respondió en una serie de viñetas. Estados Unidos tenía cuatro opciones. Tres de ellas, la independencia filipina, devolver las islas a España o entregárselas a "nuestros rivales comerciales" Francia o Alemania, McKinley lo rechazó. McKinley concluyó: "Que no nos quedaba más que tomarlos a todos y educar a los filipinos, y hacerlos progresar, civilizarlos y cristianizarlos ..."

Estados Unidos también proporcionó motivos nobles para imponer su hegemonía sobre Cuba. Estados Unidos justificó la guerra de 1898 con España, al menos en parte, como una intervención humanitaria avant la lettre. Estados Unidos traería libertad a los cubanos y terminaría con las atrocidades españolas. No importa que las atrocidades españolas fueron en gran parte fabricadas por el jingoísta magnate de la prensa, William Randolph Hearst, el Roger Ailes de su época. Cuando el USS Maine se hundió en el puerto de La Habana el 15 de febrero de 1898, Hearst y el resto de la prensa amarilla culparon a España, lo que sumó a los incentivos para la guerra.

Al final, EE.UU terminó traicionando a Cuba. Ahora nominalmente independiente después de la derrota de España, Cuba se convirtió en una colonia de facto de los EE.UU. Estados Unidos no anexó a Cuba, sino que obligó a los redactores de la Constitución cubana a adoptar una disposición (la Enmienda Platt) que le dio a los EE.UU carta blanca para intervenir en Cuba en el futuro.

La violación neoliberal de Puerto Rico

Los filipinos no se librarían de manera definitiva de los estadounidenses hasta 1946. La hegemonía estadounidense sobre Cuba solo terminó con la victoria de la Revolución Cubana en 1959. Puerto Rico sigue siendo una posesión de los EE.UU hasta el día de hoy, sujeto al cuidado amoroso del Tío Sam. Los puertorriqueños han sido ciudadanos estadounidenses desde 1917, sin embargo, no son tratados como estadounidenses. Los puertorriqueños no pueden votar para presidente, no tienen representación en el Congreso, ni tampoco reciben la protección completa de la Constitución de los Estados Unidos.

En octubre pasado, el huracán María devastó a Puerto Rico. Los investigadores de Harvard han estimado el número de muertos en 4,645 -setenta veces más que el recuento oficial. El huracán paralizó el servicio eléctrico y el acceso al agua potable durante meses, la catástrofe empeoró debido a los incompetentes esfuerzos de ayuda por parte del gobierno de los EE. UU. (Justine Calma, "Los EE.UU podrían haber evitado la crisis del agua en Puerto Rico", GRIST, 20 de octubre de 2017).

¿Se habría dejado que los puertorriqueños agonizaran si hubiesen sido blancos? El desastre ha resaltado la dominación colonial de Puerto Rico por parte de los Estados Unidos. La galardonada cineasta puertorriqueña Frances Negrón-Muntaner escribe:

Aunque se ha convertido en deporte liberal insistir en cuán diferente es Trump de todo y de todos los que le precedieron, la respuesta del presidente al huracán es consistente con la historia colonial estadounidense. Esto quedó de manifiesto tanto en la lentitud como en la limitada asistencia durante el huracán María, y por el hecho de que cuando los líderes locales lo criticaron por ello, Trump se defendió invocando los antiquísimos estereotipos de los puertorriqueños como flojos e ingratos que "querían que hiciéramos todo por ellos".

El racismo paga dividendos en efectivo. Incluso antes de la devastación causada por el huracán María, Puerto Rico se tambaleaba bajo el peso de una crisis de deuda gubernamental de $123 mil millones.

Desde el huracán María, el sufrimiento puertorriqueño ha aumentado. Los "capitalistas del desastre" como los llama Naomi Klein, han redoblado sus esfuerzos para privatizar la red eléctrica de Puerto Rico, privatizar escuelas, expropiar casas, imponer la desregulación y aumentar la desigualdad económica, al mismo tiempo que han eliminado miles de millones del sector público. Ahora, honestamente no me digan que el colonialismo es una cosa del pasado.

Feliz Día del Imperio a todo el mundo.






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USA.

domingo, 17 de junio de 2018

La tragedia de Guatemala


No hay duda que el desastre causado por el volcán de Fuego es una tragedia que golpea a un país ya lo suficientemente golpeado por los fenómenos naturales, pero tampoco es menos cierto que la nefasta presidencia de Jimmy Morales es una de las peores calamidades que ha tenido que aguantar el pueblo de Guatemala.


LA TRAGEDIA DE GUATEMALA



La historia de este pequeño país centroamericano está salpicada de toda una colección de infortunios o eventos trágicos que aquello del “País de la eterna primavera”, que  no deja de asumir el carácter de una burda parodia, se contradice con la desgarradora situación de un país y una sociedad golpeada por todos lados por todo tipo de tragedias; unas veces causadas por fenómenos naturales, como el desastre causado por el Volcán de Fuego que arrasó con todo a su paso; y otras veces -que ya es crónico- provocadas por  las nefastas decisiones políticas de aquellos que con sus acciones barbáricas, que han enlutado y reducido a la pobreza y miseria la vida de millones de guatemaltecos, han convertido al país en un lugar terrible. 

La tragedia causada por la erupción del volcán de Fuego, su enorme costo humano, pudo haberse evitado o minimizado, pero nunca se hizo nada, porque según la lógica que impera en las altas esferas del Estado corrupto y servil -a los intereses de las clases dominantes- los empobrecidos habitantes,en su mayoría indígenas, de esas zonas marginales, en las faldas de volcanes activos, de alto riesgo para la vida de quienes las habitan, no califican como seres humanos hacia quienes el estado tenga la obligación de auxiliar -es esta la misma lógica contrainsurgente que desembocó en el genocidio indígena en los años del conflicto armado guatemalteco y que la clase dirigente se rehúsa a reconocer. De ahí que veamos la desfachatez del propio presidente cuando declara que, la ley de presupuesto de Guatemala no contempla fondos para este tipo de desastres, “según nuestra ley de presupuesto no podemos contar con ni un solo centavo. La ley de presupuesto no contempla que el Estado pueda gastar un centavo en emergencias”.

Esas declaraciones, la manera como son emitidas, y en una situación de emergencia como la experimentada por los cientos de personas afectadas por el fenómeno natural, solo sirven para confirmar la naturaleza cínica, la depravación moral, y la maldad que caracterizan el comportamiento de aquellos que, como el propio presidente Jimmy Morales, ven el Estado no como un ente que debe servir a los intereses de las mayorías, sobre todo de los sectores más desposeídos, sino como un organismo al servicio exclusivo de los más poderosos cuyas vidas e intereses están por encima de los del resto de la gente que no tienen otra alternativa que valerse por sí mismos ante la ausencia y el desprecio de un Estado que les ha volteado la espalda, pues su mísera existencia solo cuenta en las ocasiones en la que la clase política necesita sus votos, que paradójicamente sirven para avalar sus fechorías.

No hay duda que el desastre causado por el volcán de Fuego es una tragedia que golpea a un país ya lo suficientemente golpeado por los fenómenos naturales, pero tampoco es menos cierto que la nefasta presidencia de Jimmy Morales es una de las peores calamidades que ha tenido que aguantar el pueblo de Guatemala. Es muy probable que el actual mandatario pase a la historia como uno, sino el peor entre los peores presidentes (la mayoría) que esta sufrida Guatemala haya tenido en toda su desafortunada historia. Y no  se trata del hecho de que simplemente él no tenga ni la más remota idea en donde se encuentra situado; de lo que significa gobernar un país profundamente dañado en lo político, económico y social, sino el haberse alineado desde un inicio de su presidencia, o mucho antes, con los sectores más reaccionarios del país, es decir, los militares y la ultraderecha política que todavía siguen combatiendo la amenaza comunista, como lo hicieron en los trágicos años del conflicto armado en el que fueron eliminados físicamente decenas de miles de guatemaltecos.

Jimmy Morales, siempre se ha identificado con la ideología reaccionaria y deshumanizante de esos grupos y jamás en sus tres años como presidente ha mostrado el menor atisbo de querer deslindarse de ellos, al contrario siempre los ha mantenido muy cerca de él aun y cuando muchos de ellos tengan un pasado monstruoso de violaciones a los derechos humanos y otros estén siendo enjuiciados por crimines de lesa humanidad. Su comportamiento en los momentos cruciales de la crisis provocada por la erupción volcánica fue la de un hombre desalmado completamente ajeno al sufrimiento humano; no hay manera de justificar su actuación, sobre todo, cuando se trata de la persona que ostenta el cargo público más alto de la nación. Pero debería sorprender esto, viniendo de un personaje que baboseó a medio mundo con su falso eslogan electoral de “ni corrupto ni ladrón”, con sus pretensiones de pastor evangélico y sus dotes de comediante de tercera; no en lo absoluto.

Lo peor, lo más trágico para este vapuleado pueblo es haber caído en la trampa que hábilmente les tendió Jimmy Morales, quien bajo el inocuo disfraz de un payaso (como el payaso Pogo) fue capaz de ocultar sus verdaderas intenciones; las de un hombre ambicioso, corrupto, malévolo y represor; siempre alineado con las políticas más represivas y racistas de las clases dirigentes las que a través del Estado han puesto en marcha las políticas más atroces de exterminio, tierra arrasada, miseria, marginalización y migración forzada que han marcado el pasado reciente de Guatemala.






Publicado por La Cuna del Sol
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