martes, 30 de octubre de 2018

¡Cobardes! cinco mil soldados armados de los Estados Unidos contra migrantes descalzos, infantes de pecho, madres embarazadas, y hombres desamparados

Así sí son de valientes estos soldados, como todos los cobardes ventajeros. ¿Tierra de la libertad? Es mucho decir.


¡COBARDES!
CINCO MIL SOLDADOS ARMADOS DE LOS ESTADOS UNIDOS
CONTRA MIGRANTES DESCALZOS, INFANTES DE PECHO, 
MADRES EMBARAZADAS, Y HOMBRES DESAMPARADOS




Por Luciano Castro Barillas

¡Vaya valentía de la soldadesca yanqui! Como siempre, guerreando contra los más débiles, contra naciones pequeñas (Guatemala en 1954, para no ir tan lejos), contra pueblos fiados a la palabra de los USA, palabra y entereza que nunca han tenido ni tienen, ni tendrán (Libia, por ejemplo). Haciendo la guerra oportunistamente y después pretendiendo reescribir la historia (su participación en la Segunda Guerra Mundial, por ejemplo), inventando mitos heroicos para el patrioterismo, para el nacionalismo estadounidense, como por ejemplo propalar que los “americanos” fueron los verdaderos vencedores del nazismo.

Nunca han ganado una guerra, porque sus soldados no conocen la palabra sacrificio. Porque siempre han sido generaciones muy dadas al confort otorgado por su floreciente economía basada en el saqueo, en el gusto por las hamburguesas (esos emparedados industriales desabridos), por mascar chicle, como inadvertida venganza de los pueblos aborígenes cuya resina del chicozapote les ha podrido los dientes por generaciones) y porque siendo tan aburridos y grandemente explotados por sus oligarcas se inventan alegrías con la mariguana y la cocaína. Por eso nunca han podido ganar una guerra. Todas las han perdido cuando quieren guerrear en serio.

Salieron a tontas y locas, despavoridos, huyendo de Saigón ante la gran ofensiva del Tet, con los cojones disminuidos. No pudieron con Cuba, pues en menos de 48 horas fueron apresados, pese al costo de organización, movilización de un ejército de granujas que se imaginaron iban de boy scouts a la isla de la Dignidad. En Nicaragua fueron derrotados por Augusto César Sandino, quien en un acto de grandeza humana y cercado el grueso del ejército yanqui en un cañaveral, el gran Sandino no quiso asarlos, que murieran a la barbacoa en el literal infierno en que se transformarían aquellos cañaduzales. Y así, ese ejército de niños mofletudos y rosados con sus negros auxiliares, nunca han podido ganar una guerra. Por eso aman tanto la Bomba Atómica, porque es la única manera que podrían ganar una guerra (según su opinión), aunque ahora, con dos potencias nucleares como China y Rusia, se da una homologación diabólica.

Ante este panorama, estos cobardes, exhiben su fuerza contra los débiles migrantes. Contra niños lactantes, contra mujeres desvalidas, contra hombres hambrientos y agotados… Así sí son de valientes estos soldados, como todos los cobardes ventajeros. ¿Tierra de la libertad? Es mucho decir. Pero cobardes sí son, de eso no cabe la menor duda. Empezando por el chele horrible, el canche desagradable, que solo sabrá pelear, pienso, con la trompa. Porque le encanta pelear con las mujeres.

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