domingo, 2 de febrero de 2020

El príncipe de las tinieblas de la CIA está muerto

El hecho de que  el Talibán haya eliminado o no al “Príncipe de las Tinieblas” de la CIA, Mike D’Andrea, es irrelevante para la Agencia. Esas personas son de sobra prescindibles con muchos más aspirantes al título de Ayatolá Mike, dispuestos a tomar su lugar.


EL PRÍNCIPE DE LAS TINIEBLAS
DE LA CIA ESTÁ MUERTO


Por Steve Brown

El hecho de que  el Talibán haya eliminado o no al “Príncipe de las Tinieblas” de la CIA, Mike D’Andrea, es irrelevante para la Agencia. Esas personas son de sobra prescindibles con muchos más aspirantes al título de Ayatolá Mike dispuestos a tomar su lugar. Los asesinos por contrato de la Agencia, son mucho más abundantes dentro y fuera del Beltway que sus dueños los burócratas sin rostro de los EE.UU. No es una sorpresa

Tampoco causa sorpresa las semi-negaciones de los medios de comunicación occidentales sobre el derribo del Battlefield Airborne Communications Node (BACN) de la CIA. Eso es lenguaje residual militarista para designar un nido de espías en el cielo, más propiamente conocido como un avión Bombardier E11A. Es un gran avión espía de la CIA utilizado para grandes propósitos, por ejemplo, ayudando, como nunca antes, en los bombardeos estadounidenses en Afganistán. Por lo tanto, hay que darle las gracias al viejo gordo del peinado, que solo quiere ayudar a la economía a través de vaporizar la moneda estadounidense repleta de inflación en un campo de batalla... donde el campo de batalla, de acuerdo con el secretario de Estado de los EE.UU,  es algo que la población estadounidense no puede señalar en un mapa.

Ahora bien, ¿quién es este personaje conocido como el Príncipe de las Tinieblas de la Agencia Central de Inteligencia, Mike D'Andrea? Según la CIA, no estamos supuestos a saberlo. Pero, por supuesto, Hollywood ha hecho películas sobre él de todos modos. D’Andrea es supuestamente el asesino patrocinado por el Estado, detrás de todos los asesinatos políticos recientes auspiciados por los Estados Unidos, siendo Osama el más notable (además de Suleimani). Sí, el mismo Osama que sirvió de comida a los tiburones en lugar de ser capturado y soltar la sopa en una sesión de interrogatorio patrocinada por la CIA utilizando "técnicas mejoradas".

Hay permutaciones en esta historia que están mucho más allá de la imaginación, uno debe preguntarse si realmente son ciertas. Un informe dice que D’Andrea fue asesinado, pero no en el avión. Otro informe más plausible afirma que Irán está detrás de la operación en venganza por el asesinato del comandante Suleimani por parte de Estados Unidos. Incluso hay otra versión que manifiesta que D’Andrea estaba en peligro después del asesinato de Suleimani, Estados Unidos fingió la muerte de D’Andrea.

Al final, nada de lo anterior realmente importa, ya sea que el ninja caído de la CIA, D’Andrea, esté vivo o no. D’Andrea es simplemente el operario. El rechazo de John Bolton a la equivalencia moral y la epifanía estatista -que solo el poderoso tiene la razón- proporciona, en cualquier caso, la solución final. El resultado es que Estados Unidos opta por su propio asesino político para eliminar a otro asesino político. Al menos eso es lo que Estados Unidos afirma que era Suleimani, sin aportar evidencias o pruebas.

En el libro, Tao of Jeet Kune Do, Bruce Lee, escribió: “Aprende a pensar como el enemigo sin convertirte en el enemigo...” Después de décadas de errores de la idiota y patriotera política exterior, Estados Unidos no posee tal sabiduría. Estados Unidos es ahora su propio enemigo, devorando lenta e inexorablemente lo que tenía de alma, antes de venderla al mejor postor. El momento unipolar ha terminado, la obsesión de los EE.UU con el gobierno dictatorial y militarista es para asegurar el Imperio. Debido a las distorsiones del falso dilema que has persistido durante muchas décadas, Estados Unidos es ahora su peor enemigo.

En cualquier caso, “el Ayatolá Mike” representa la encarnación viva de la autoinmolación imperial donde ninguna fuente gubernamental “oficial” estadounidense negará ni afirmará si está vivo o no. O incluso reconocer de manera terminante que el Príncipe de las Tinieblas existe. Esto se debe a que al admitirlo condenaría  al establishment y sus contratistas, tarde o temprano, al mismo destino. Nada mejor que comida para los tiburones. Lo que en cierto sentido se ha convertido el Ayatolá Mike, esté vivo o no.






Publicado por La Cuna del Sol

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