Dentro de todo lo malo
que acontece diariamente en Guatemala, hay noticias quizá no buenas, sino
sencillamente karmáticas, pues todo lo bueno o malo que uno hace en esta vida
tiene un inevitable retorno, inmediato o mediato.
¡GRAN REGOCIJO
NACIONAL!
TRES IMPUNES DIPUTADOS
DEL CONGRESO GUATEMALTECO
NO FUERON INMUNES AL
COVID-19
Por Luciano Castro Barillas
Escritor y analista político
Dentro de todo lo malo que acontece diariamente
en Guatemala, hay noticias quizá no buenas, sino sencillamente karmáticas, pues
todo lo bueno o malo que uno hace en esta vida tiene un inevitable retorno,
inmediato o mediato. Eso ocurrió en Guatemala hace unas cuantas horas cuando
tres diputados salieron positivos en una prueba de coronavirus y la pudrición,
ahora sí, sentó sus reales en la casa en donde siempre ha estado por sesenta y
cinco años. Ahora sí, por primera vez, estos
personajes impresentables o en todo caso presentables para el paradigma del
bochorno y las bajezas humanas, tendrán una pena cierta, porque siempre afirman
estos demagogos que viven preocupados por los guatemaltecos y legislando a su favor.
Ahora sí, de veras, están preocupados ante la
incertidumbre de si su asquerosa vida tendrá continuidad o será cortada de raíz
como la maleza improductiva, como el árbol que no da fruto. Ellos no son el
“árbol del bien y del mal”. Son solo del mal. Nacieron para matar las más caras
ilusiones de los humildes guatemaltecos, que no es otra cosa que tener siquiera
un día de tranquilidad, disponer en la mesa un plato feliz de alimentos sin que
cueste tanto trabajo, conseguirlos sin tanta lucha, aun siendo unos humildes
frijoles y tortillas. Esta vianda de los extremadamente pobres en este país se
ha vuelto inaccesible y el hambre campea por ciudades, pueblos y aldeas. Y
aquél viejo slogan fascista acuñado y promovido por las cámaras empresariales y
creído por muchos guatemaltecos un tanto bobalicones de NO PROMUEVA LA MENDICIDAD, NO DÉ
LIMOSNAS, sigue tan fresco, tan actual, hoy que los miserables de esta
tierra de riqueza y abundancia, en donde en cualquier sitio por yermo que sea
se asoma la generosidad de la naturaleza con sus frutos.
Esas ideas de no dar limosnas tiene un terrible
componente ideológico: Destruir las
solidaridades históricas entre los guatemaltecos pobres que nunca ha sido
desmentida, y que ahora resulta que comer modestamente se ha vuelto un
lujo. Allí vemos a los creyentes de la insolidaridad,
regalando tal o cual empresa respiradores, no porque estén realmente
conscientes de esas necesidades médicas, sino porque es una manera de lavarse
la conciencia con tanto saqueo, expoliación, robo.
Para citar un ejemplo inhumano pondríamos
delante a la próspera industria farmacéutica. Medicamentos caros y de dudosa
calidad. El guatemalteco sabe que cuando el dependiente de las farmacias le
pregunta: ¿Quiere medicina “genérica” o de calidad? Con una mirada incierta e impotente
el guatemalteco pobre sabe que prácticamente está comprando basura, porque no
puede, porque no tiene acceso al medicamento de “calidad”? Sabe que no se va a
curar, que lo están estafando. ¿Y quién ha dirigido por años esa mafia de los
medicamentos chuecos? Pues nuestro paisanito jutiapaneco Gustavito “El
Tartamudo” Alejos. El que aparte de hacer medicina cara y de mala calidad le
gusta también designar a magistrados patosos y sinvergüenzas. ¿Será que existe
una persona de tanta monstruosidad, de tanta crueldad? ¿Quién sería -como dijo un gallego- la puta que lo parió?
Hoy que están enfermitos los tres infames
diputados y que el pueblo espera que sean los 150 los que se contagien y que el
igualitario Covid-19 Comunista enviado por Kim Il Sun (pese a que Corea del
Norte no tuvo un solo ciudadano contagiado)
se los lleve parejo, sin distinción de clase social y de riqueza mal
habida. Ahora sí están preocupados los
mafiosos y arropados por la Ministra de Salud que quiere darles DESPARASITANTE
A LOS GUATEMALTECOS como brillante terapia y que la Organización
Panamericana de la Salud, OPS, perteneciente a la Organización Mundial de la
Salud, OMS; recomienda como inconveniente usar ese desparasitante de nombre IVERMECTINA para expulsarle a los
guatemaltecos las lombrices, las solitarias, los cisticercos y los piojos.
Y no es broma, ni Donald Trump se lo dijo al
oído a la Ministra de Salud de Guatemala, la señora Amelia Flores sobre la
aplicación de ese medicamento. La recomendación de la OPS es clara al afirmar
lo siguiente: (…) La OPS realizó una
rápida revisión de todos los estudios in
vitro (laboratorio) e in vivo
(clínicos) de Covid-19 publicados de enero a mayo de 2020 y tenían un alto
riesgo de sesgo, muy poca certeza de evidencia y que la evidencia existente es
insuficiente para llegar a una conclusión sobre sus beneficios y sus daños…
Señora Ministra de Salud, háganos a los guatemaltecos humildes un favor: dé a
los diputados este brebaje y tal vez de ese modo podemos salir de ellos…
Publicado por La Cuna del Sol
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