Mario Antonio Sandoval es un conocido periodista del diario guatemalteco Prensa Libre cuyas opiniones las plasma en su columna Catalejo, aunque el CACIF afirma tiene 44 millones de seguidores, no se sabe quién ha hecho esos conteos. ¡Todo un boom latinoamericano de las letras!
NO SE NECESITA MUCHO
PARA EVIDENCIARSE COMO
IDIOTA Y ENVIDIOSO
Luciano Castro Barillas
Escritor y analista político
La Cuna del Sol
Don Mario Antonio Sandoval es un conocido
periodista de Prensa Libre cuyas opiniones las plasma en su columna Catalejo, aunque el CACIF afirma tiene
44 millones de seguidores, no se sabe quién ha hecho esos conteos. ¡Todo un
boom latinoamericano de las letras! Por supuesto glorificado, exaltado,
apestado y ensoberbecido por sus incondicionales empleados de Prensa Libre, un
medio, por cierto, cada día en decadencia desde que Jimmy Morales, empezando
por Álvaro Arzú en su momento expresara que, a los periodistas guatemaltecos “se
les pega, se les paga”, como única manera de controlarlos y que no sean
fastidiosos cuando las pautas publicitarias del gobierno disminuyen y el dinero
no les llega a borbotones como en el pasado que destinaban millones de
quetzales para hacerse trabajo de imagen los sucesivos malos gobiernos de este
país.
El señor Sandoval tiene una formación bastante
respetable, no cabe la menor duda, y expresó el CACIF en el 2007, con eso que
les dio por repartir galardones con quienes se identifican con ellos, lo
siguiente. (…) es un guatemalteco digno de admirar. Lo que admiro de él es su
honestidad para decir las cosas. Es una persona que a lo largo de su
trayectoria ha sido fiel a sus convicciones y aunque las mismas, muchas veces,
le hayan traído situaciones complicadas, jamás las abandonó. Tiene un ángel con
las personas. Con su familia es dulce, cariñoso, esposo amoroso, padre ejemplar
y abuelo dulce. ¡Todo un santo puro y brillante!, como dijo el escritor
Goldman, en referencia a otra situación.
Esas palabras tan serviles no dicen nada del
hombre soberbio que es esta persona cuando está en su despacho de Prensa Libre.
Es probable que esas palabras las haya escrito él mismo y no los empresarios
cuando le dieron un reconocimiento en la Categoría Empresarial de Guatemaltecos
Ilustres. ¡Qué tal! Pero no podemos pasar por alto en este breve ensayo
periodístico, comentario o artículo (como usted quiera llamarlo, no importa),
la trayectoria formativa de este señor: estudió en Minnesota, Estados Unidos;
luego estudió periodismo en Berlín y por último se graduó en Letras y Filosofía
en la Universidad Rafael Landívar, no hace mucho; ya de viejo, para
puntualizar. Es miembro también de la Academia Guatemalteca de la Lengua, de la
Academia Chilena y la Academia Costarricense. Todo un rancio académico a quien
no se le conoce un solo libro de trascendencia.
A este señor sabihondo no le pareció el
documental producido por George Clooney basado en el libro del escritor
Francisco Goldman, El arte del asesinato
político, afirmando, entre otras sandeces, su mediocridad académica al no
entender algo sencillo en la intitulación del libro que ese buen escritor, Francisco Goldman, utilizó correctamente,
al hacer uso de la ironía al usar la
palabra arte, no porque matar sea un arte. De veras este es un viejo bruto,
acartonado, obtuso y de cerebro bastante cuadrado. Además de envidioso al
regatear, por otra vía, los méritos de Goldman cuando, resentido, dice que su
periódico en la sección de clasificados (el
espacio de los anuncios) fue mínimo lo publicado sobre este trabajo de casa.
Este periódico, inescrupulosamente, por el
dinero, difundía anuncios donde se reclutaba a señoras y señoritas para el
servicio doméstico, a sabiendas que estas útiles trabajadoras no tenían y no
tienen hasta le fecha la debida tutela legal en sus derechos humanos y
laborales. Eso no le gustó a esta basura periodística, cuando lo denunció
Goldman hace ya varios años. No le pareció en términos generales el documental
al afirmar temeraria e irresponsablemente que ese tema, el del asesinato de
monseñor Gerardi y la época atroz que se vivía, ya no es de interés de las
actuales generaciones. Solo dice que la traductora, Claudia Méndez, luce un
inglés impecable y que fue su alumna. No lo dice, pero lo da a entender, que la
señorita Méndez, es capaz, gracias a que él fue uno de sus maestros.
¿Este es el hombre que tendríamos que admirar
los guatemaltecos según dice el CACIF? El que no le parece nada bueno tampoco
el trabajo de George Clooney. Este viejo es obvio, saber de qué lado está: Del
lado del dinero, de los sectores oscuros y en contra de la democracia y la paz.
Afortunadamente poco le va quedando para que desaloje este mundo y que, por
favor, no siga robando oxígeno.
Publicado por La Cuna del Sol
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