sábado, 20 de noviembre de 2021

El Malleus Maleficarum, debe usarse en Guatemala sin restricciones

En Guatemala ya nada sirve y son los ciudadanos honrados, que quedan pocos; los que sacan adelante una que otra cosa, de las tantas que hacen falta por hacerse.

 

EL MALLEUS MALEFICARUM
O EL MARTILLO DE LAS BRUJAS,
DEBE USARSE EN GUATEMALA SIN RESTRICCIONES



Luciano Castro Barillas
Escritor y Analista Político
La Cuna del Sol

En Guatemala ya estamos en plena campaña electoral, sin que sea, por cierto, el tiempo regulado por la Ley Electoral y de Partidos Políticos para las campañas políticas de partidos políticos y Comités Cívicos, estos últimos solo con competencia para elegir autoridades locales, como los alcaldes. El Tribunal Supremo Electoral es un ente institucional al que nadie respeta y menos los partidos políticos, sobre todo los de derecha. Sus magistrados son de duropor de mala calidad, quebradizo y de poco valor por su liviandad. Nadie toma en serio lo que dicen, lo que resuelven; aunque son seres desopilantes, dignos de risa y creo que ni ellos mismos se toman en serio la investidura de “magistrados”, dado que la vida institucional en Guatemala está hecha trizas, llevado al punto de la bancarrota catastrófica.

En Guatemala ya nada sirve y son los ciudadanos honrados, que quedan pocos; los que sacan adelante una que otra cosa, de las tantas que hacen falta por hacerse. Hay una moda actual, con los pocos ciudadanos QUE HACEN, se unen en su contra los QUE NO HACEN. Los que no edifican, solo destruyen.

El individualismo rampante, enfermizo, con que nos educó el capitalismo ya dio la cosecha esperada a lo largo de más de medio siglo, 65 años para ser exacto. Dio sus frutos mezquinos y son los que ahora tras décadas arruinaron al país. Volvieron a los guatemaltecos personas sin ideales. Seres humanos que ven como medida única de éxito la acumulación monetaria para ponerse al día socialmente con las clases poseedoras, los que de veras tienen riqueza y que tanto envidian los resentidos sociales como los narcos, secuestradores y corruptos. A ese punto quisieron llevar a la Nación las bandas de forajidos asociados a los partidos políticos y se acabaron los sueños. Como dice aquella inscripción en la estatua gigantesca de Toro Sentado: “Cuando las leyendas se acaban, se acaban los sueños. Y cuando los sueños terminan, terminan las grandezas.

Eso exactamente ha pasado en Guatemala: ya no hay leyendas, hombres legendarios que como Toro Sentado investían de dignidad a su nación. Aquí en Guatemala se terminaron los sueños y ya no pudo haber grandezas. Guatemala es el reino infame de la mediocridad. Y como los partidos politiqueros son la más legítima expresión de la decadencia de nuestra Nación, ahora que por fin se enteraron que ya nadie cree en ellos, dieron por formar coaliciones de partiduchos de miserable afiliación y simpatizantes y se crearon ya dos alianzas infernales para las próximas elecciones. El partiducho VAMOS de Alejandro Giammattei, la extraviada UNE ahora en manos de Sandra Torres y el partido de Zury Ríos, ambas mujeres muy partidarias del gancho al hígado y la zancadilla.

Todos muy congraciados con el CACIF, aunque la delfina del conglomerado empresarial es la hija de Ríos Monta, Zury, quien tiene todo bajo control gracias al CACIF: Tribunal Supremo Electoral plenamente aceitado para poner en marcha el fraude electoral, Corte Suprema de Justicia totalmente al servicio de la oligarquía, y Congreso de la República subordinado ahora sí, a estas tres personas: la bancada de la UNE, indudablemente la bancada de VAMOS de Giammattei y los todavía aun pocos diputados del partido de Zury Ríos, cuyos hábiles cabildeos les permiten desde ahora alta incidencia política, pese a sus poco número. Hay otros diputados ajenos al partido de Zury que ya la olfatearon y ya ven en ella a la futura Presidenta de Guatemala. Están decantando hacia su lado los muy cabrones. Son diputados que ya se sienten como los grandes cojudos del escenario político nacional, donde de hecho ya no hay opositores de izquierda, borrados totalmente de la contienda por su insignificancia y sus contradicciones en sus pequeñeces.

Así están las cosas y se ve venir la entronización de la derecha por muchos años. A vivir, pues, como se pueda y si ustedes esperan gran pleitazo entre las dos mujeres, se equivocan: Sandra Torres aprendió ya la lección y se dice a sí misma: “Más vale ser cola de león, que cabeza de ratón”. Muy sabia la doña…




Publicado por La Cuna del Sol

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