sábado, 4 de junio de 2022

Los inversionistas, que no son inversionistas en Guatemala, son la nueva polilla y ruina del país

Son una plaga mundial de estafadores, vividores y trúhanes peligrosos. Gente, con frecuencia, con grados académicos en ingeniería civil o arquitectura, pero convencidos y practicantes no de una pasión académica, sino de un camino abierto, sin vallados, para robar, digamos, de una manera profesional.

 

LOS INVERSIONISTAS, QUE NO SON INVERSIONISTAS EN
GUATEMALA, SON LA NUEVA POLILLA Y RUINA DEL PAÍS



Luciano Castro Barillas
Escritor y Analista Político
La Cuna del Sol

Pues son una plaga mundial de estafadores, vividores y trúhanes peligrosos. Gente, con frecuencia, con grados académicos en ingeniería civil o arquitectura, pero convencidos y practicantes no de una pasión académica, sino de un camino abierto, sin vallados, para robar, digamos, de una manera profesional. No se sabe de un aporte importante para la ciencia de la construcción, el cálculo y espacios habitables. Lo único destacable es la falta de escrúpulos en todo.

Hay un sujeto aquí, en Jutiapa, que construyó un fraccionamiento habitacional sobre un yacimiento arqueológico xinca situado después del puente del cementerio, terreno que era propiedad del coronel Germán Chicas, a quien tampoco le importó conservar para la posteridad el legado de los ancestros de la cultura xinca. Ignoro también si los comuneros indígenas hicieron algo para defender ese legado ancestral, pues al menos yo no escuché nada de una iniciativa al respecto o siquiera una declaración de inconformidad por la destrucción irremediable del yacimiento. Ellos, [los comuneros] al parecer solo se preocupan del cobro de impuestos de las posesiones comunales y la vista no les alcanza para ver un poquito más.

Viviendo, pues, en una comunidad de indolentes e insensibles, se ha desarrollado de unos quince años para acá, una tremenda plaga de inversionistas que NO LO SON, SI NO QUE BUSCAN A INVERSIONISTAS para sus negocios amañados, en una extraña modalidad de ser EMPRESARIOS EXITOSOS, como ellos lo dicen, solo que sin capital suficiente para sacar adelante sus emprendedurías. Y esa plaga tiene una focalización: los catempas, que quieren copar no solo las instituciones municipales sino del Estado.

El narcotraficante condenado y muerto en la cárcel de Pavón, Manolo Castillo, fue mi condiscípulo en la Facultad de Derecho de la Universidad Mariano Gálvez y allí en un almuerzo que ofreció (y que por cierto no pagó este consumado sinvergüenza) me contó que su máxima aspiración era ser Presidente de la República de Guatemala. ¡Qué tal! Este modesto sujeto que venía con su padre de ser vendedor de carbón se desclasa y en su falta de seso y auténtica educación emprendió un camino alucinante de crímenes por el excesivo amor al dinero. Y quizá lo hubiera logrado de no ser tan bruto. Pero era hombre del campo y su visión era limitada.

Encontramos a esa clase de personas (no todos los vecinos de ese municipio son así pero, es muy sintomático que un banco instalado en la cabecera municipal de San José Acatempa fue asaltado por unos 20 forajidos a la semana de estar funcionando). El banco se retiró y ahora les toca venir hasta Jutiapa a hacer sus transacciones.

Pues, bien, volviendo con los empresarios que no lo son, hay actualmente en Guatemala la más variopinta manera de estafar a las personas que tienen una mediana propiedad. Llega el inversionista que quiere edificar una colonia o fraccionamiento, le dice al propietario o propietario (de preferencia buscan a personas mayores) y les doran la píldora con utilidades si ceden el terreno con la debida certeza jurídica [compraventa] y empiezan a edificar la colonia, con una condición muy halagüeña para el propietario del terreno: el dinero le será reembolsado conforme los lotes se vendan y los compradores vaya pagando, pero no a cuenta del propietario del terreno sino a la cuenta de estos brillantes empresarios. ¡TODOS UNOS HIJOS DE PUTA! Y repito, hay un sinnúmero de estafas, pero basta con con exponerles estas. Y no cabe la menor duda que los empresarios locales son la polilla y ruina de Guatemala. Además, estos estafadores quieren o ser alcaldes o diputados. Siempre, para variar, tirándole al monte.




Publicado por La Cuna del Sol

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