lunes, 4 de julio de 2022

Rusia se impone en la "guerra del trigo"

El Ministerio de Defensa ruso, al anunciar la retirada de la Isla de la Serpiente, la calificó de "gesto de buena voluntad" y la relacionó con la crisis de seguridad alimentaria, añadiendo: "La Federación Rusa ha demostrado a la sociedad internacional la ausencia de obstáculos para los esfuerzos de la ONU por establecer un corredor humanitario para el transporte de productos agrícolas desde Ucrania".

 

RUSIA SE IMPONE EN
LA "GUERRA DEL TRIGO"



M. K. Bhadrakumar
Indian Punchline

En un golpe maestro de diplomacia militar, el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso ha anunciado que "retira" la guarnición de la Isla de la Serpiente, la disputada posesión en el Mar Negro de la que las fuerzas ucranianas fueron desalojadas en marzo en los primeros días de la operación militar especial de Moscú.

Esta decisión se produce un día después de que el ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, y el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, discutieran sobre la seguridad alimentaria en medio de la situación en Ucrania, en una llamada telefónica el miércoles 29 de junio. Según el informe oficial de la parte rusa, Lavrov "subrayó que la exportación de grano ucraniano está siendo impedida por el minado del Mar Negro por parte de Kiev".

Además, Lavrov "reafirmó su disposición a seguir cumpliendo con sus obligaciones en materia de exportación de alimentos y fertilizantes, a pesar de que su cumplimiento se complica significativamente por las sanciones unilaterales ilegales de los países occidentales y la interrupción de la producción mundial y las cadenas de venta al por menor debido a la pandemia de la COVID".

Cabe destacar que Lavrov transmitió a Guterres la "intención de Moscú de seguir trabajando en la reducción de las amenazas de una crisis alimentaria, incluso en cooperación con la ONU".

El Ministerio de Defensa ruso, al anunciar la retirada de la Isla de la Serpiente, la calificó de "gesto de buena voluntad" y la relacionó con la crisis de seguridad alimentaria, añadiendo: "La Federación Rusa ha demostrado a la sociedad internacional la ausencia de obstáculos para los esfuerzos de la ONU por establecer un corredor humanitario para el transporte de productos agrícolas desde Ucrania".

"Esta solución evitará que Kiev especule con una inminente crisis alimentaria alegando la imposibilidad de exportar cereales a causa del control ejercido por Rusia del noroeste del Mar Negro.

Ahora depende de la parte ucraniana, que sigue sin despejar la costa del Mar Negro, incluidas las aguas del puerto".

En efecto, Rusia ha desafiado a Kiev a cumplir su parte retirando las minas en los accesos a sus puertos. Pero este acto de diplomacia no está exento de graves implicaciones militares. Kiev seguramente lo celebrará como una "victoria militar".

Sin embargo, a primera vista, Moscú está actuando de acuerdo a un plan, una acción inteligente que quita fuerza a la propaganda occidental que culpa a Rusia de la escasez de alimentos, como si esta situación fuera el resultado de su operación de 4 meses iniciada en febrero, en lugar de una crisis que había estado creciendo como una bola de nieve a lo largo de los últimos cuatro o cinco años y de la que hay que culpar a Estados Unidos y a los países occidentales.

Pero, como toda maniobra, esta estratagema implica asumir un riesgo en la medida en que la retirada rusa de la Isla de la Serpiente podría ser aprovechada por Kiev para retomar esa posesion estratégica del Mar Negro, algo por lo que sus asesores militares estadounidenses y británicos han estado presionando. Moscú ha tomado precauciones afirmando que no aceptará que los cargueros de trigo vayan acompañados de buques de guerra o drones occidentales y que se reserva el derecho de inspeccionar los barcos y asegurarse de que no llevan material militar.

Hasta ahora, las fuerzas rusas han repelido dos operaciones considerables por parte de Kiev, con la participación indirecta de los asesores estadounidenses y británicos, para tomar la Isla de la Serpiente por la fuerza. Los analistas militares occidentales estiman que la presencia rusa en la Isla de la Serpiente supondría una amenaza para los activos de la OTAN en la vecina Rumanía. (Véase mi blog El sur de Ucrania es la prioridad en los planes de la OTAN, Indian Punchline, 22 de junio de 2022).

Sin embargo, esta medida rusa también tiene cierta resonancia política en la medida en que puede interpretarse en el sentido que va más allá de las cuestiones relativas a la exportación de trigo de Ucrania. Por supuesto, la facilitación de "corredores humanitarios" en el Mar Negro obvia la necesidad de cualquier intervención occidental, como se desprende de la Declaración del G7 sobre la Seguridad Alimentaria Mundial emitida en Elmau (Alemania) el 28 de junio, en la que se respaldan los "esfuerzos de la ONU para abrir un corredor marítimo seguro a través del Mar Negro". Esto es lo crucial.

De hecho, Rusia, que representa el 16% de las exportaciones mundiales de trigo, y Ucrania, que representa el 10%, no son los únicos exportadores mundiales importantes de trigo; por ejemplo, Estados Unidos y Canadá, que exportan 26 y 25 millones de toneladas de trigo, respectivamente (o alrededor del 25% de las exportaciones mundiales) y otros grandes productores occidentales, Francia (19 millones de toneladas) y Alemania (9.2 millones de toneladas), que representan otro 12% de las exportaciones mundiales, no están dispuestos a compartir su grano con los necesitados, dando prioridad a su propia seguridad alimentaria en los últimos años.

Por supuesto, estos países occidentales ricos tienen sus propias dificultades relacionadas con los precios de la energía, los costes de producción y la inflación. Ellos querrán conservar sus materias primas para proteger sus economías de nuevas y dramáticas subidas de la inflación. En pocas palabras, en caso de inestabilidad monetaria, o de cualquier forma de inestabilidad económica o política, siempre es más prudente tener materias primas que dinero en efectivo: no se deprecia tan rápidamente como la moneda.

El problema del suministro de un producto tan crucial como el trigo sólo se resolverá probablemente si Estados Unidos y la UE permiten a Rusia, el mayor exportador de trigo del mundo, compartir los suministros a cambio de la eliminación de las sanciones. Las sanciones de Occidente han obligado a las empresas internacionales a romper sus antiguos vínculos comerciales y a abandonar Rusia, lo que ha provocado interrupciones en el suministro. Por ejemplo, la UE prohibió el mes pasado la cooperación con el puerto de Novorossiysk, en el Mar Negro, a través del cual se envía más de la mitad del cereal exportado por Rusia.

Lo que más preocupa a Occidente es que la fuerte dependencia de África del suministro de trigo ruso tiene una dimensión estratégica que potencia la influencia de Moscú en ese continente. La creciente presencia rusa en África desafía los proyectos neocoloniales occidentales de los países europeos. Esto ya es evidente en la región del Sahel. 

En todo caso, Rusia sigue manteniendo su dominio sobre el Mar Negro y no puede tolerar ninguna amenaza contra Crimea. Aparte del gesto de buena voluntad en la Isla de la Serpiente, la operación militar especial rusa en el sur de Ucrania tampoco cesa.

En este contexto, las recientes declaraciones del Presidente Putin en Ashgabat, cuando los medios de comunicación le preguntaron por el "objetivo actual" de las operaciones rusas, van directamente al grano. Putin dijo:

"Nada ha cambiado, por supuesto. Hablé de ello en las primeras horas del 24 de febrero. Hablé de ello directa y públicamente para que todo el país y el mundo lo escuchara. No tengo nada que añadir. Nada ha cambiado... Confío en los profesionales. Hacen lo que consideran necesario para alcanzar el objetivo general. He formulado el objetivo general, que es liberar el Donbass, proteger a su población y crear las condiciones que garanticen la seguridad de la propia Rusia. Eso es todo. Estamos trabajando con calma y constancia. Como pueden ver, nuestras fuerzas están avanzando y alcanzando los objetivos que se han fijado para el período específico del combate. Estamos procediendo de acuerdo con el plan. [Énfasis añadido.]

 "No estamos hablando de ningún plazo. Nunca hablo de ellos, porque esta es la vida, esta es la realidad. Sería un error hacer que las cosas se ajusten a cualquier escenario, porque, como ya he dicho, la cuestión se refiere a la intensidad del combate, que está directamente relacionada con las posibles pérdidas. Y debemos pensar sobre todo en salvar la vida de nuestros muchachos".

Aquí, las palabras más importantes son: "crear condiciones que garanticen la seguridad de la propia Rusia". Al fin y al cabo, la Isla de la Serpiente está a sólo unas 175 millas de Sebastopol, la base naval rusa en Crimea.




Publicado por La Cuna del Sol

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