sábado, 7 de octubre de 2023

Guatemala: ojalá no sea una historia más

La inmadurez política de las izquierdas o “progres” ha dado muchas manifestaciones a lo largo de la historia política de América Latina, invariablemente todas han despertado grandes entusiasmos en los sectores populares que eventualmente los han apoyado, para después caer en el letargo infame del incumplimiento de promesas.

 

GUATEMALA: OJALÁ NO SEA UNA HISTORIA MÁS
EN LAS INFAMIAS DE LAS IZQUIERDAS LATINOAMERICANAS



Por Luciano Castro Barillas
Escritor y Analista Político
La Cuna del Sol

La inmadurez política de las izquierdas o “progres” ha dado muchas manifestaciones a lo largo de la historia política de América Latina, invariablemente todas han despertado grandes entusiasmos en los sectores populares que eventualmente los han apoyado, para después caer en el letargo infame del incumplimiento de promesas, las cuales en ocasiones no cumplen ni lo mínimo ofrecido, tal el caso relativamente reciente del FMLN de El Salvador, donde se hizo necesario que surgiera una derecha soberanista, como la de Bukele, que ha recuperado la fe e ilusiones de gran parte del pueblo salvadoreño.

Ahora Centro América es el escenario donde emerge un nuevo proyecto de izquierda de manera inopinada, es decir, que sobrevino sin esperarlo. El virtual ganador en las elecciones pasadas debió haber sido el señor Pineda, primera víctima del sistema de corruptos, incluido los magistrados del Tribunal Supremo Electoral, quienes ni lerdos ni perezosos ante el embate de la corrupción oficial, fueron sacados de la contienda por errores en el proceso de inscripción, algo que se hubiera pasado por alto si no hubiese sido porque este señor, fuera de base, se metió en el juego. Fue el primer contratiempo del régimen de corruptos que buscaban la reelección de El Negro Conde (Manuel Conde), consagrado personaje antidemocrático y golpista convencido del tiempo de Serrano Elías, el del partido MAS, el de gallito cantor.

Por esos días se movía ya en la esfera política del poder de derecha el señor Bernardo Arévalo, preparándose como buen hijo de pequeño burgués en universidades extranjeras, no teniéndole asco de recibir apoyos del régimen sionista, del que fue favorecido como estudiante. Eran los años del compromiso revolucionario y del joven Arévalo nunca se supo nada. Estaba al margen, en tanto los jóvenes revolucionarios caían a lo largo y ancho del territorio nacional. Quizá por ello debemos entender algo, dada su formación profunda, no la académica; que corriera luego del triunfo electoral en busca de los Estados Unidos, en busca de respaldo político a cambio de buscar a sus aliados naturales que serían los pueblos democráticos más inmediatos, para citar un ejemplo, el caso de México. ¿Encontraría el debido respaldo de Manuel López Obrador? Este señor mexicano también sabe moverse dentro del pragmatismo político, ajeno a principios; y si no ¿cómo explicarnos su ausencia del BRICS? No quiere pleito con Estados Unidos. Le teme porque, guste o no al nacionalismo mexicano, resulta que también ellos comen del abundante plato del imperialismo yanqui.

El señor Arévalo va por un camino de mayor mediocridad soberana. No cumple las formalidades de hipocresía soberanista mexicana. Arévalo, muy seguramente, no encontró en México la solidaridad esperada de la izquierda y no tuvo otra opción que buscar al Tío del Norte para que le ayudara o porque la historia ya estaba diseñada así, de antemano.

Para entender todo este entrecruzamiento de coordenadas políticas hay que hacer uso del sentido común en lo que respecta a los intereses del imperialismo norteamericano. ¿Qué quiere los Estados Unidos? ¿Qué intereses tiene su oligarquía financiera e industrial en Guatemala? Hay dos intereses plenamente identificables, a mi entender: primero, por ser Guatemala el país más poblado y de mayor desarrollo económico USA espera que con una clase política más honrada pues que, sencillamente, no se roben el dinero. Por eso no avanzó el Plan para la Prosperidad. Porque la primera y raquítica entrega de parte de Estados Unidos se desapareció sin dejar rastro, pues nunca se supo o se divulgó en las manos de quiénes quedó ese dinero.

Los países del Triángulo Norte de Centro América (Guatemala, El Salvador y Honduras) están urgidos de inversiones serias, para crear empleo pleno y parar la migración irregular de esa manera, con respaldos sociales en materia de trabajo. Actualmente, son enormes contingentes de personas que emigran a Estados Unidos de Venezuela, Cuba y Centro América. Las ciudades norteamericanas con una economía deprimida no dan para más, independiente de las mediciones de crecimiento económico inventadas por los círculos oficiales de Washington.

Con Arévalo encontraría Estados Unidos un buen administrador que no los estafaría. Y el segundo punto es estrictamente geopolítico. Estados Unidos no quiere que se le extravíe, como el caso de Nicaragua, otras porciones de Centro América, dado que los Brics, con sus contradicciones, avanzan; y están demoliendo el monopolio del dólar. El nuevo orden multipolar se sigue construyendo y las relaciones entre los Estados se perfilan diferentes. Más justas. Por eso el proyecto de Semilla es un proyecto imperial más, aunque cubriendo las formas. Y si no cómo nos explicamos el interés particular de la Familia Blinken en Guatemala. Esta familia de inversionistas inmobiliarios de origen judío hará buenos negocios en Guatemala también con obras de infraestructura carretera. Ya lo ofreció Arévalo y el monopolio del cemento y el hierro en Guatemala se frotan las manos de emoción porque serán los proveedores nacionales de esas grandes inversiones. Por eso Almagro se está aplicando en el caso de Guatemala, porque está siendo bien servido por los oligarcas Blinken, judíos que tiene una extraña relación con el judío Isaac Farchi de Guatemala quien, por cierto, tiene un diputado distrital por el Partido Azul, el señor Nery Ramos, ex director general de la Policía Nacional. El pueblo de Guatemala espera del señor Arévalo no nada extraordinario, pero si un gobierno un poco decente. Por eso está en las calles dándole su respaldo.




Publicado por La Cuna del Sol

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