Decenios y decenios de abandono de los sectores populares, ya casi llegando al siglo, el hastío y el cansancio, más que firmes convicciones políticas, ha cohesionado a todos los sectores subalternos y capas medias de la sociedad guatemalteca.
¡SÓLO EL PUEBLO, SALVA AL PUEBLO!
Luciano Castro Barillas
Escritor y Analista Político
La Cuna del Sol
Actualmente en Guatemala, en la coyuntura de
la defensa del voto vilipendiado por los intentos de las mafias políticas de
desconocer los resultados electorales, suficientemente favorables para los
sectores populares identificados con la democracia; han surgido en los cuatro
puntos cardinales del territorio nacional protestas espontáneas unas y
organizadas otras, pero todas unidas por el ideal común de defender la
posibilidad del surgimiento de una nueva manera de hacer política, más
identificada con las necesidades populares.
Decenios y decenios de abandono de los
sectores populares, ya casi llegando al siglo, el hastío y el cansancio, más
que firmes convicciones políticas, ha cohesionado a todos los sectores
subalternos y capas medias de la sociedad guatemalteca. Todos, intelectuales o
no, están conscientes de la necesidad de construir una vida mejor, de celebrar
la felicidad, en 70 años de dolor y desesperanza. Eso es lo valioso de esta
coyuntura: que los guatemaltecos están llenos de ilusiones, enamorados de este
proceso democrático aun en ciernes, pero prometedor. Lleno de incertidumbres,
peligros y acechanzas. Pero andando y desandando sin temor el proceso.
Cambiando tácticas, replegándose y avanzando al paso del hombre más lento para
conquistar entre todos el futuro.
En las barricadas urbanas y en diferentes
tramos de los caminos, en las encrucijadas, se levantan las voces de lucha con
la frase ¡Sólo el pueblo salva al pueblo! La gente ha perdido el miedo al
látigo opresor y la bala artera. Pero el pueblo guatemalteco ya no quiere más
danzar con la muerte. Son más de doscientos mil víctimas, entre muertos y
desaparecidos, torturados y mutilados que dejó el conflicto armado interno de
36 años. No olvidemos que el pueblo de Guatemala ha sido desde siempre
insurrecto. Y tanto golpe y tanta muerte lo volvió prudente. La prudencia no
debe confundirse con el miedo. ¿De qué han servido los arrebatos de violencia
de los sectores populares en Chile, en Perú y Ecuador? Muy poco realmente,
quizá porque fueron resistencias desesperadas, espontáneas y organizadas sobre
la marcha de los acontecimientos, eso explicaría la poca incidencia como hecho
histórico al final de hacer las cuentas. De hacer el balance.
La terrible efusión de sangre en la Franja de
Gaza donde los valientes israelíes están masacrando a un conglomerado humanos
de dos millones y medio de personas que no tienen donde esconderse o salir
huyendo. Totalmente arrinconados, resignados a su suerte. Y allí también se
alza la consigna de lucha de ¡Solo el pueblo salva al pueblo! ¿En qué lugar y
cuándo surgió esta frase internacional que enarbolan trepidantes, altisonantes,
los pueblos en lucha? Hay una referencia lejana en los barrios arcillosos de
los alrededores de Madrid, España, a mediados del siglo XX. Estos barrios
situados en la periferia de la gran ciudad, en asentamientos humanos irredentos
donde hacía falta todo, menos dignidad. Los vecinos de Vallecas, Orcasitas y
Villaverde, en el otoño e invierno, era común verlos caminar con el barro hasta
los tobillos. Para no perder sus zapatos caminaban descalzos y conscientes que
solo ellos mismos podían salvarse de vivir tan precariamente, en sus luchas
pregonaban la frase ¡Sólo el pueblo salva al pueblo! Pero esa frase fue
pregonada en las luchas callejeras de la Unidad Popular en Chile y casi en
todos los países de América Latina. En Europa los países de origen latino como
Francia e Italia tuvieron sus cantos de lucha como La Marsellesa y la Bella
Chiao, canto de la resistencia antifascista italiana durante la Segunda Guerra
Mundial y habría que ver quién inspiró a quién, porque esa frase mundialmente
conocida tiene una teoría política revolucionaria en Corea del Norte, con el
fundador de la Corea Comunista, Kim Il-sung y su libro “Guerra del Pueblo,
Ejército del Pueblo”.
Guatemala, el pueblo pobre de Guatemala, en
la coyuntura política actual sólo cuenta con él mismo. No se ve por ningún lado
qué hace la OEA, ya que están totalmente invisibilizados. O cuando pararan los
“apoyos” declarativos de los funcionarios de Biden. O muy seguramente no están
haciendo nada trascendente. Los sectores ladinos participan muy raquíticamente en
las concentraciones y, entiendo, que la posición de la dirigencia indígena no
es tanto para respaldar a un presidente electo ladino como Bernardo Arévalo,
aunque la chispa del detonante fue la una convocatoria a “defender el voto”.
Conscientes de su fortaleza política van con todo y reclaman su protagonismo
como pueblo mayoritario.
Tengo la impresión que hay una dirigencia
lúcida con gran independencia y que buscan la unidad y convivencia de todos los
guatemaltecos, para dejar de creer en lo que en su momento dijera el doctor Tay
Coyoy en relación a las convicciones de los tres grupos indígenas: a) los que
quieren ser igual a los ladinos, b) los que quieren superar a los ladinos y c)
los que le quieren volar el pescuezo a los ladinos. Estos grupos podrían hegemonizar
entre sí y construirían más adelante racismos invertidos. Pero esto es una
conjetura en base a lo planteado por el doctor Tay. Es posible, porque para
nadie es un secreto que los indígenas que viven en Jutiapa, no quieren a la
gente de Jutiapa y no aman a nuestro terruño. Yo confío en la sabiduría de las
autoridades ancestrales, los ancianos consejeros, que darán una correcta
dirección y conducción al actual proceso.
El voto, al final, será respetado y el señor
Arévalo asumirá el poder, pero las fuerzas políticas se han configurado de una
manera como la derecha no lo esperaba. Y el momento de los indígenas ha llegado
para obtener el poder que como sector mayoritario les corresponde. Las
asperezas y resentimientos se irán superando para configurar una convivencia
democrática de un país unido. Eso esperamos muchas personas. Guatemala puede
ser distinta y es un país que tiene la capacidad para proveer a todos sus
ciudadanos de una vida mejor.
Publicado por La Cuna del Sol
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