Se da por descontado que la poca agraciada señora vaya a contribuir a la edificación del sistema de justicia, al que ha orillado a la venalidad, la corrupción y la desatención. Excepto si se trata de perjudicar a las personas progresistas, democráticas de este país, donde la ley acciona de manera pronta y cumplida.
CONSUELO PORRAS:
EL GRAN INCORDIO NACIONAL
Luciano Castro Barillas
Escritor y Analista Político
La Cuna del Sol
Para quienes no están familiarizados con esta
palabra, por ser personas de cuarenta años hacia atrás, un incordio es un tumor
purulento y voluminoso que no es venéreo. Sale en ocasiones en el ano, en el
área del esfínter, y es sumamente doloroso e imposibilita a las personas de
poder caminar. Se le conocen también como bubas, bubones o “nacidos” para el
caso de Jutiapa. Es una palabra vernácula de uso muy frecuente en las
comunidades rurales y de manera figurativa también se le llama a una persona o
cosa que molesta; incómoda o agobiante, tal el caso de la señora Consuelo
Porras, Fiscal General de Guatemala, que se ha constituido a lo largo de su
mandato en una persona de gran perjuicio para la endeble democracia
guatemalteca.
Se da por descontado que la poca agraciada
señora, que es fea con todas las letras; vaya a contribuir a la edificación del
sistema de justicia, al que ha orillado a la venalidad, la corrupción y la
desatención. Excepto si se trata de perjudicar a las personas progresistas,
democráticas de este país, donde la ley acciona de manera pronta y cumplida. Ha
apañado, cuando no consentido, a militares genocidas, a funcionarios de alta
corrupción [tan solo para citar un ejemplo] como el ex ministro del extinto Partido
Patriota de Otto Pérez Molina; Alejandro Castillo Sinibaldi, cuya insolencia
desbordada ha sido tolerado por la señora Fiscal. Por cierto, este reconocido
ladrón que tiene abierto expediente en Brasil por el caso Odebrecht, nunca fue
llevado a las audiencias judiciales, como corresponde a cualquier imputado que
está sujeto a un proceso judicial, con los grilletes debidamente instalados en
sus muñecas; porque no quería darle gusto que sus enemigos lo vieran reducido a
lo que es: un gran ladrón. Adujo un problema médico y no sé cuánto daría de
dinero por el dictamen médico para usar un cabestrillo. Así hay ladrones, de
repente resulta que tienen un poco de pudor.
Ahora bien, la señora fiscal ahora sí empezó
a sentir que no es tan invulnerable como ella se lo ha imaginado. Juan
Guerrero, Secretario General de la Presidencia y Julio Saavedra, Procurador
General de la Nación, interpusieron una querella contra la señora Consuelo
Porras para despojarla de su derecho de antejuicio y procesarla por
incumplimiento de deberes, fundamentados en el Artículo 165 (Reformado) de la
Constitución Política de la República de Guatemala que expresa lo siguiente:
declarar si a lugar o no a formación de causa contra el Presidente y
Vicepresidente de la República, Presidente y Magistrados de la Corte Suprema de
Justicia, del Tribunal Supremo Electoral y de la Corte de Constitucionalidad,
Ministros y Viceministros de Estado cuando esté encargados del Despacho;
Secretario de la Presidencia de la República, subsecretarios que los
sustituyan, Procurador de los Derechos Humanos, Fiscal General y Procurador
General de la Nación. Juan Guerrero, el Secretario General de la Presidencia,
agregó ante los medios de prensa que se impulsaba esta acción “para reencauzar
el Estado de Derecho que tanto le hace falta al Ministerio Público”.
La lucha conforme avance el proceso llegará
al ámbito del Congreso de la República donde dos cuartas partes del total de
160 diputados decidirán la suerte de la señora Porras. ¿Qué le ha hecho pensar
a esta señora que nunca sería alcanzada por la mano de la justicia? Me imagino
que se mal aconseja sola y con esa jerga leguleya de la ley que no cumple ha
llegado a ser la persona más odiada y malquerida de Guatemala dado que las
personas que anhelan un país mejor están enteradas que esta señora es, al
momento, la ruina y la polilla de Guatemala.
Publicado por La Cuna del Sol
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