jueves, 21 de junio de 2012

LA ARTIFICIOSA ESCAPADA DE JULIÁN ASSANGE





Ray Mcgovern, el autor del siguiente artículo, trabaja con Tell the Word, el brazo publicitario de la Ecumenical Church of the Saviour. Un oficial del ejército y analista de inteligencia por más de 30 años, actualmente trabaja en the Steering Group of Veteran Intelligence Professionals for Sanity (VIPS). Divulgacion completa: Él también sirvió  en el grupo de nominaciones del Sam Adams Associates for Integrity  in Intelligence que seleccionó a Julián Assange para el premio anual SAAII’s en el 20010.







LA ARTIFICIOSA ESCAPADA DE

JULIÁN ASSANGE 




Por Ray McGovern, ex analista de la CIA
 Junio 20,2012

A no ser un ataque de la CIA a la embajada de Ecuador en Londres, haciendo uso de un drone, la repentina petición de asilo del fundador de WikiLeaks, Julián Assange, le podría evitar el ser encarcelado en Suecia y luego ser deportado y enviado a prisión en lo Estados Unidos. La libertad de Assange depende ahora, mayormente, de la determinación del presidente ecuatoriano, Rafael Vicente Correa Delagado;  miembro de una nueva generación de líderes con mentalidad independiente, al igual que el presidente de Venezuela, Hugo Chávez.

Correa ha sido un duro crítico del comportamiento de los Estados Unidos hacia Ecuador y sus vecinos de Latino América y ha apoyado abiertamente a WikiLeaks. Esto es atípico para la región. Ecuador no es uno de los grandes receptores de  ayuda económica y militar de los EE.UU, por lo tanto el poder de maniobra de Washington es limitado. Esto podría sugerir que el gobierno de Ecuador tome la decisión  de desafiar a Washington y decida aceptar la solicitud de asilo de Assange y hacerlo que vuele a Ecuador lo más pronto. En cuyo caso, la mayoría de oficiales de la “justicia” británica muy probablemente dirán, con un respiro de alivio - literalmente - buen viaje. Estos señores, han estado por muchas semanas tapándose las narices ante la pestilencia de su sometimiento a los órdenes de los Estados Unidos, después de que la Corte Suprema británica, rechazó el argumento de Assange para no ser extraditado a Suecia.

Aunque los oficiales de “justicia” sueca no le han imputado cargo criminal alguno, ellos insisten en que Assange  sea extraditado para ser interrogado a cerca de las alegaciones de dos mujeres que lo acusan  de asalto sexual. Esto es ampliamente -y en mi opinión correctamente- percibido como un subterfugio para poner a Assange en manos de los suecos y facilitar su extradición  a los EE.UU, para enfrentar cargos más serios por la publicación de información clasificada, muy vergonzosa para Washington. Han habido rumores persistentes de que Assange ha sido el blanco de investigaciones secretas por un gran jurado norteamericano. Se le acusa de difundir información contenida en documentos clasificados, supuestamente facilitada en forma ilegal a WikiLeakas por el soldado raso del ejército norteamericano, Bradley Manning, quien está siendo juzgado por una corte marcial en los Estados Unidos.


El escape

Interesante, no lo es, que Assange – tan solo unos pocos días antes de que fuera extraditado a Suecia – fuera capaz (supongo) de deshacerse del monitor en su tobillo, escurrirse entre el cordón de policías británicos (bobbies) vigilando la propiedad en donde él se encontraba bajo arresto domiciliario, evadir a otros policías y agentes de seguridad para luego poner sus pies adentro de la embajada ecuatoriana. No hay que negar que Assange es un tipo muy astuto. Pero a no ser que usted lo considere un Houdini, tienen que haber algunas explicaciones a cerca de como él logro evadirse entre tantos puntos de vigilancia de la policía e introducirse dentro de la embajada ecuatoriana localizada atrás  de la popular tienda Harrods en Londres.

¿Estaban todas las fuerzas de seguridad británicas en refrigerio bebiendo té? O ¿simple y sencillamente querían  que el caso de Assange y toda la presión de Washington se enfocara en otra parte? Ciertamente, los británicos tenían suficientes pistas de que, in extremis, Assange  podría intentar refugiarse en la Embajada del Ecuador. A finales de noviembre del 2010, el ministro adjunto de relaciones exteriores del Ecuador, Kintoo Lucas, públicamente ofreció a Julián Assangen residencia en su país, diciendo que Ecuador estaba “muy preocupado” por las revelaciones de WikiLeaks que vinculan a los diplomáticos estadounidenses en actividades de espionaje sobre gobiernos amigos. “Estamos dispuestos a darle residencia en Ecuador, sin ningún problema y sin ninguna condición,” dijo Kintoo Lucas. Inmediatamente el presidente Correa se echó atrás, diciendo que, las palabras de Lucas carecían de autoridad y que ninguna invitación formal había sido extendida a Julián Assange, notando al mismo tiempo que la residencia  para él requeriría de revisión legal en caso que fuera solicitada. Esto sucedió tan solo una semana antes de que Assange fuera arrestado, encarcelado y posteriormente puesto bajo arresto domiciliario.

Despues del arribo de Assange a la embajada de Ecuador en Londres, en busca de asilo, la embajada dijo lo siguiente: Como signatario de la Declaración por los Derechos Humanos de la naciones Unidas, con la obligación de revisar todas las solicitudes de asilo, hemos inmediatamente remitido su solicitud a las autoridades pertinentes en Quito", la capital de Ecuador. “Mientras el departamento examina la solicitud del Señor Assange, el permanecerá  en la embajada bajo la protección  del gobierno ecuatoriano". La embajada agregó que la intención de otorgar asilo “de ninguna manera debe interpretarse como interferencia del gobierno de Ecuador en los procesos judiciales ya sea del Reino Unido o de Suecia". Contemporizando frases diplomáticas de esta clase parece de rigor, en tanto el presidente Correa y sus asesores se toman el tiempo para escoger cómo reaccionar al fait accompli de Julián Assange, en custodia de Ecuador. En Quito, el ministro de relaciones exteriores Ricardo Patiño le dijo a los reporteros que su país está estudiando y analizando la solicitud de asilo.

La madre de Assange no solo aplaudió la decisión tomada por su hijo de buscar asilo sino que resumió la situación brevemente, diciendo a la prensa: “Espero que Ecuador le otorgue el asilo, y si no, otro país del tercer mundo. Yo espero que el tercer mundo pueda defender lo que es moralmente correcto, cuando el primer mundo no puede y no lo hará porque ellos tienen sus hocicos en el comedero, entregados a la ambición y los grandes negocios de los Estados Unidos. “Julián es un prisionero político, un periodista, alguien que ha publicado la verdad a cerca de la corrupción, crímenes de guerra, secuestros, chantajes y manipulaciones…. Él permanece sin cargos y sin ser interrogado sobre un crimen  el cual, si ustedes lo exploran, no tiene  en lo absoluto base alguna. Por supuesto que él buscará asilo". Ella agregó que su hijo era víctima de las decisiones de los Estados Unidos, Gran Bretaña, Suecia y Australia de abandonar los procedimientos legales apropiados.

¿Abandonar procedimientos legales apropiados? Dicho pensamiento parece tan -pidiendo prestadas las palabras del eminente experto legal, Alberto Gonzales- ¡tan “pasado de moda”, tan “obsoleto”,  tan pre-9/11! Abandonar procedimientos legales apropiados post-9/11 se ha vuelto el nuevo paradigma adoptado no solo por Bush, sino también, por la administración de Obama.

No únicamente está Julian Assange en su derecho de buscar asilo, él está tomando la decisión correcta. Consideremos lo siguiente: Él estaba a punto de ser enviado a la falsamente neutral Suecia, que tiene un historial reciente de doblegarse a las demandas de los Estados Unidos, cuando se trata de lidiar con aquellos que Washington dice representan una amenaza para la seguridad de los Estados Unidos. El día martes, Glen Greenwald, proveyó un ejemplo: “En diciembre del 2001, Suecia entregó a la CIA dos personas que buscaban asilo, quienes luego después fueron entregados por la agencia de inteligencia a Egipto, para que fueran torturados. Una resolución emitida por el Comité de Derechos Humanos de la ONU, encontró a Suecia  en violación de la prohibición global en contra de la tortura, por su participación en ese caso de secuestro y transporte de personas.

Cuatro semanas antes de que Assange buscara asilo, entrevistó al presidente ecuatoriano Rafael Correa para Episode 6 del The World Tomorrow (El programa de Assange, los martes, en RT). Asssange preguntó a Correa el porqué de su defensa de la publicación de los cables de WikiLeaks. Correa respondió: “Primero, usted no debe nada, no tiene nada que temer. Nosotros no tenemos nada que esconder. Su WikiLeaks nos ha hecho más fuertes con las dañinas revelaciones mostrando la actitud de la embajada de los Estados Unidos, hacia la soberanía del gobierno de Ecuador". Correa prosiguió: “ Por otra parte, WikiLeaks escribió bastante a cerca de las metas que los medios nacionales de prensa persiguen. A cerca de los grupos de poder que se reportan a las embajadas foráneas en busca de ayuda…".  Correa mencionó que cuando los cables de WikiLeaks se hicieron disponibles para los medios de prensa nacional en Ecuador, ellos decidieron no publicarlos, en parte porque los documentos ponían al descubierto tanta “suciedad” a cerca de la misma prensa. Agregó que cuando  se hizo cargo de la presidencia en enero 2007, 5 de cada 7 canales privados de televisión en Ecuador eran dirigidos por los banqueros. Los banqueros estaban haciendo uso del disfraz del periodismo para interferir en la política  y desestabilizar gobiernos, por miedo a perder el poder.


Ecuador y los Estado Unidos

Correa, de 49 años de edad, educado en la Université Catholique de Louvain, Bélgica y en la University of Illinois en Urbana/Champaign por cuatro años, en donde obtuvo una maestría y un PhD, dijo que el “admira mucho al pueblo americano. Pero el gobierno de lo EE.UU es un asunto diferente". Assagne y Correa discutieron la decisión del presidente ecuatoriano de enviar de vuelta a la embajadora de los Estados Unidos, Heather Hodges, como resultado de las revelaciones contenidas en los cables de WikiLeaks, como también por su “arrogancia” y la decisión unilateral del presidente ecuatoriano de clausurar la base militar norteamericana en Manta.

Correa, parece haber tenido grandes esperanzas de que las cosas mejorarían bajo la administración de Obama. El presidente ecuatoriano en una ocasión comentó que la descripción de Hugo Chávez, comparando a George W. Bush a Satán, le pareció injusta para el Diablo y que la previa administración había hecho “invisible” a Latinoamérica. Con relación a la relación general de Ecuador con los EE.UU, Correa subrayó en el programa de Assange que debe de ser basada en “un marco de mutuo respeto y soberanía.”  Ese  deseo por respeto mutuo y especialmente la consideración de Washington por la soberanía de Ecuador sin duda se pondrán a prueba en las semanas venideras.

Hillary Clinton, debe estar pensando a cerca de la energía gastada a principios del mes en su primera visita como Secretaria de Estado a Suecia. Si Assange tiene éxito en evadir Suecia y logra aterrizar en Ecuador, Hillary tiene ahora que poner a Quito de nuevo en su itinerario de viajes.

Una visita de Hillary Clinton a Ecuador el año pasado estuvo marcada por protestas, pero encontró en Correa un buen anfitrión. Pero eso fue antes de que los cables de WikiLeaks revelaran los comentarios peyorativos de la embajadora Heather Hodges sobre Correa y sus allegados y el presidente ecuatoriano decidiera expulsarla del país por “arrogante.”

Correa parece haber desarrollado una alergia a la arrogancia y quizás la Señora Clinton este considerando enviar alguien en lugar de ella para tratar de persuadir a Ecuador para que entregue a Assange a la tierna y misericordiosa, “justicia” americana.



Traducción por La Cuna del Sol











Publicado por Marvin Najarro
CT., USA. 

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